Un estudio de modelización computacional advierte del alto riesgo de aumento de la mortalidad debida a las temperaturas si no se recortan drásticamente las emisiones de efecto invernadero. El aumento de las temperaturas por el cambio climático podría sumar 2,3 millones de muertes en Europa a final de siglo. España, según recogen en Sinc, sería uno de los países más afectados, y Barcelona la ciudad europea con mayor incremento en el número de fallecimientos.


Que el cambio climático mata no es una novedad. Diversos fenómenos meteorológicos extremos con resultados fatales se han atribuido al calentamiento global; no como quien lanza una conjetura al aire, sino con estudios científicos rigurosos que han mostrado una relación de causa y efecto. Pero aparte de estas catástrofes naturales, el mero aumento de la temperatura media global también es una amenaza para la vida de muchas personas.

Un nuevo estudio internacional de modelización computacional pone números al aumento de este peligro en las ciudades europeas: para final de este siglo, las muertes debidas a las temperaturas podrían crecer en un 50%, añadiendo un total de 2,3 millones.

Organismos y medios suelen divulgar cifras variadas del riesgo de mortalidad por el cambio climático, surgidas de diversos estudios científicos. El Sexto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC), el último gran análisis hasta la fecha de esta organización científica de Naciones Unidas, proyectaba un aumento de 250.000 muertes anuales para 2050 debidas al calor, la desnutrición y enfermedades como la malaria o la diarrea. En cuanto a los fenómenos meteorológicos extremos agravados por el cambio climático, un informe de 2024 de World Weather Attribution contabilizaba más de medio millón de muertes en las dos últimas décadas.

Sumada a los desastres naturales y las enfermedades, existe otra amenaza más subrepticia y silenciosa, las temperaturas extremas. Lo habitual hoy es que el frío ocasione muchas más muertes que el calor: un estudio de 2024 codirigido por los españoles David García-León y Juan-Carlos Ciscar, del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea (JRC, por sus siglas en inglés) en Sevilla, en colaboración con la London School of Hygiene & Tropical Medicine (LSHTM) y publicado en The Lancet Public Health, estimaba en 407 000 las muertes actuales en Europa cada año por causa de las temperaturas; pero, de estas, unas 363 500 se deben al frío, y solo 43 700 al exceso de calor. Es decir, una proporción de más de ocho a una.

Más muertes por calor

Sin embargo, esto va a cambiar, y será mucho peor si no se recortan drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) responsables del cambio climático. Autores del trabajo anterior, junto con otros colaboradores que reúnen una participación de ocho países europeos, publican un nuevo estudio de modelización que predice la evolución de la mortalidad debida a las temperaturas en 854 ciudades de 30 países del continente desde 2015 hasta 2099.

Según los resultados, publicados en Nature Medicine, si bien las muertes por frío disminuirán con la subida de las temperaturas, las debidas al calor se dispararán de tal modo que el resultado será un aumento neto del 50 % en la mortalidad por esta causa, con un exceso de fallecimientos que sumará un total acumulado de 2 345 410 a final de siglo.

Este es el más desfavorable de los escenarios, suponiendo que las emisiones de GEI se dupliquen para 2100. Pero el primer autor del artículo, Pierre Masselot, de la LSHTM, comenta a SINC que esta proyección no recoge todas las muertes que ocasionará el cambio climático: “Nuestro estudio solo se centra en el efecto directo de la temperatura en la mortalidad, y esto es solo una parte de la historia”. Y explica que su modelo no recoge predicciones de muertes debidas a desastres como inundaciones o sequías y que el estudio se restringe solo a las ciudades, sin incluir la mortandad en las zonas rurales.

Barcelona, en máximo riesgo

Pero no todas las regiones europeas se verán afectadas por igual. En las islas británicas y los países escandinavos, el aumento de las temperaturas reducirá las muertes por frío, lo que resultaría en una disminución neta de la mortalidad en esas zonas. Por el contrario, el Mediterráneo, Europa central y los Balcanes son las áreas más vulnerables al crecimiento de las muertes por calor. En concreto, España vería su mortalidad por las temperaturas aumentada en torno a un 80 %, superando el 50 % del total europeo.

Entre las ciudades europeas, hay una que destaca negativamente sobre todas las demás: Barcelona. La capital catalana sufriría un exceso de mortalidad de 246 082, muy por encima de la segunda urbe más afectada, Roma, con 147 738. Madrid sería la cuarta en incremento de la mortalidad, con 129 716. En la lista de las 10 ciudades que se llevarían la peor parte también entra Valencia, en séptimo lugar, con 67 519 muertes acumuladas añadidas.

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