Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «A veinticinco días de las elecciones, aun no es seguro que Zapatero y Rajoy vayan a debatir por televisión. Están decididas fechas, formato y temas, y no hay excesivos problemas con la designación de moderador, pues con un esquema tan pautado por los debatientes no podrá tener mayor trascendencia. Ambos partidos afirman tener el máximo interés, y los dos contendientes lo mismo.

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Entonces, ¿qué pasa? ¿Es que alguno de los dos dice querer pero en verdad no quiere?. Hemos tenido la oportunidad de hablar recientemente con Zapatero y Rajoy, fuera de pantalla, y estábamos convencidos de que ambos tenían voluntad y ganas de debatir. Ahora empezamos a dudar, porque lo que nos dijo Rajoy no lo vemos reflejado en lo que hace su cuartel general. El PP no se mueve un milímetro de una posición inexplicable. A no ser que haya asumido compromisos. Pero es que ahora la dificultad parece proceder de otro sitio: de algún canal de televisión, dispuesto a todo si no recibe trato especial. Pero ¿por qué ningún canal habría de recibir trato especial?. La propuesta del PSOE está cargada de razón. Los partidos no tienen que seleccionar ni descartar canales. Una señal única y neutral y que lo emita el que quiera: públicos, privados, nacionales, autonómicos, locales, etc. Como el discurso del Rey en Navidad, como las elecciones en Estados Unidos. Los argumentos que se utilizan para preferir otra fórmula tienen que ver con intereses particulares de empresas de televisión. Y no deja de ser grotesco que el PP haga suya esta batalla particular, después de haberse inventado lo del interés general referido al fútbol. Para los debates Zapatero-Rajoy, la lógica de los intereses particulares; el interés general, para, por ejemplo, el Villareal-Zaragoza (con todo nuestro respeto para ambos). Hemos perdido la cabeza.»

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