La UE acaba de aprobar una polémica directiva que permite una jornada laboral de 65 horas semanales. Hasta el momento la legislación contemplaba un máximo de 48h, unas nueve horas y media diaria trabajando 5 días por semana. La Organización Internacional del Trabajo consideró en un informe de 2007, «excesiva» la jornada laboral que supera las 48 horas semanales. Ahora con el cambio, si se pactan semanas con 65 horas laborable, esto supondría un incremento de un 35% con respecto a lo que ya se venía considerando excesivo.

La OIT también informa que según sus estudios trabajar un mayor número de horas no aumenta la productividad. De hecho España es uno de los países donde se trabajan más horas, pero estas generan menos rendimiento. Y lo que siempre se da es una mayor siniestralidad. En 2007, los paíse con más casos de jornadas de trabajo extensas eran Perú, Corea, India, Thailandia o Pakistán. Todos ellos reflejan altos índices de incidentes laborales.

El estudio sobre horas de trabajo en 50 países «Working Time Around the World: Trends in working hours, laws and policies in a global comparative perspectiva» estima que más de 600 millones de personas, alrededor de 22% de la fuerza de trabajo mundial, tienen jornadas de duración «excesiva». Y defiende los efectos positivos de las de menor duración: beneficios para la salud y la vida familiar, la reducción de accidentes en el lugar de trabajo, así como mayor productividad e igualdad entre los sexos.

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