Aunque en España, las revelaciones en torno a Luis Bárcenas copan la actualidad desde hace casi una semana, los medios internacionales han sido más lentos en analizar el escándalo. Sin embargo en esta semana, tras las informaciones de New York Times y Washington Post, ya es un tema destacado en todos los principales diarios extranjeros. Todos señalan que las alegaciones afectan a la credibilidad de Rajoy. Algunos hablan incluso de «bomba» para el PP.

Rajoy, con Cospedal y Arenas en el Comité Ejecutivo del PP
(Foto: Flickr/Partido Popular)

Financial Times asegura que el escándalo salpica al presidente español que intenta distanciarse. La crónica de Miles Johnson subraya: «Mariano Rajoy ha ordenado una investigación sobre las cuentas de su propio partido al apresurarse en distanciarse de las acusaciones de que su ex tesorero dirigió un sistema de pago de sobornos en efectivo a funcionarios de alto rango. La intensificación del escándalo amenaza con perjudicar la credibilidad del gobierno de Rajoy en un momento en el que está obligando a aceptar drásticos recortes del gasto público en tanto que la tasa de paro continúa en el 25% y la indignación va en aumento con los sucesivos casos de corrupción de políticos y de la élite empresarial española.»

The Wall Street Journal dice que el escándalo puede minar el apoyo a Rajoy y su capacidad para seguir recortando el déficit. El artículo de Ilan Brat y Christopher Bjork sostiene: «El presidente español ordenó una auditoría de las cuentas de su partido, intentando acallar un escándalo de su política financiera que podría en el futuro minar el apoyo a su año de gobierno en tanto que se incrementa la preocupación ciudadana por la supuesta corrupción en  partidos en todo el espectro político. A pesar de que su partido conserva una mayoría absoluta parlamentaria, algunos analistas han advertido de que la popularidad del presidente está descendiendo y podría obstaculizar la capacidad del gobierno para continuar recortando gastos de servicios públicos como educación y sanidad para evitar el déficit presupuestario español.»

Fox News recoge que la oposición presiona a Rajoy para que dé explicaciones. Apuntan: «Los partidos de la oposición española están aumentando la presión sobre el primer ministro conservador Mariano Rajoy, exigiéndole que comparezca ante el Parlamento para explicar cómo un ex tesorero del partido de gobierno acumuló 22 millones de euros en una cuenta bancaria en Suiza, el último escándalo de corrupción que ha sacudido al país golpeado por la recesión. Aunque no se han hecho arrestos ni presentado cargos, el escándalo está afectando a Rajoy, que exige grandes sacrificios de los españoles mientras el país lucha para salir de la recesión con un desempleo del 25%.

Frankfurter Allgemeine Zeitung señala que se agrava el escándalo de corrupción en el partido del presidente. La crónica de Leo Wieland: «El público español, que en el sexto año de crisis se encuentra desplumado por el gobierno y por Hacienda en todas partes, observa los tejemanejes en las instituciones del Estado con un creciente malestar. La reputación de la `clase política´ ya estaba por los suelos antes de que se descubrieran las arcas y cuentas clandestinas del tesorero del Partido Popular. No obstante, esto debilita ahora aún más a Rajoy, que de por sí ya no puede concentrarse del todo en las reformas económicas por las reclamaciones catalanas. Con la causa Bárcenas, para él podrían volver a abrirse incluso los conflictos en su partido que se creían superados hace tiempo.»

Libération señala que la derecha española está sumida en el escándalo. La crónica de su corresponsal François Musseau dice: «Nombre en clave: `Luis, el cabrón´. Es gracias a este apodo, que aparece en las transcripciones de conversaciones que la Justicia española – y los investigadores anticorrupcion- ha identificado al que ha sido durante 28 años miembro eminente del Partido Popular (ahora en el gobiern), 20 como tesoro. Sea como fuere, en plena recesión y cuando el país contabiliza más de 6 millones de parados, este escándalo llega en el peor de los momentos para un gobierno que ha basado toda su política en la austeridad presupuestaria.»

Les Echos explica que los pagos a dirigentes del PP transtornan a la derecha española. Recogen: «Según El Mundo, los actuales dirigentes del partido estaban completamente al corriente de los sobres ya que Mariano Rajoy habría pedido a Dolores de Cospedal, Secretaria Gral. del PP que pusiera fin a ello. Del lado del ejecutivo y de la actual dirección del partido conservador, el discurso oficial es decirse ??ignorante de los hechos?. Cuando las revelaciones sobre los escándalos de corrupción se multiplican en España, los españoles desconfían cada vez más de la esfera política.»

La Repubblica asegura que los fondos ocultos de `Don Vito´ ponen en líos a Rajoy. Explican: «En la investigación del caso Gürtel se habían visto implicados también personajes de primer plano de la cúpula del PP. Ahora sale a relucir la `madre de todas las pruebas´, las cuentas en Suiza del ex tesorero que habrían servido precisamente para ocultar el pago de comisiones. Ahora Rajoy jura que no sabe nada del dinero en Suiza de su ex tesorero para calmar sobre todo a los electores.»

De Tijd habla de bomba bajo el partido gubernamental español. Su texto resalta: «Los casos de corrupción regionales del PP podrían resultar de escaso calado habida cuenta de los densos nubarrones que se acumulan encima del partido gubernamental. Este asunto coloca al Presidente Rajoy en una situación incómoda, ya que lleva al frente del PP desde 2004. Aunque no haya recibido dinero negro de Bárcenas, cabe preguntarse hasta qué punto estaba al corriente de posibles prácticas ilegales en el seno de su partido. El caso Bárcenas podría consumir el crédito del que disfruta el Presidente Rajoy entre la población. Un crédito que ha ido menguando con el paso del tiempo.»

Il Fatto Quotidiano apunta que es El Mundo quien ha hundido el cuchillo en la llaga. El artículo de Alessandro Oppes dice: «El tesorero era el verdadero beneficiario de cuatro cuentas corrientes abiertas en la Dresdner Bank de Ginebra. Ha sido el diario El Mundo el que ha hundido el cuchillo en la llaga, revelando que, durante años, Bárcenas pagó sueldos extra, en negro, a la mayor parte de los altos dirigentes del partido: entre 5.000 y 15.000 euros al mes por cabeza, en billetes de banco y en sobre cerrado. En suma, no es difícil comprender por qué Bárcenas va diciendo por ahí que, si los suyos no hacen todo lo posible por evitarle la cárcel, comenzará a lanzar `bombas atómicas´».

De Volkskrant señala que el dinero negro crea problemas a Rajoy. Aseguran: «No los problemas económicos, sino la corrupción en sus propias filas es lo que ha sumido al gobierno del presidente Rajoy en una crisis. El partido conservador está involucrado en un escándalo cada vez más intenso en torno al pago de dinero en negro a miembros de la dirección del partido. Esas prácticas, al parecer ya se introdujeron en tiempos de José María Aznar. Rajoy habría puesto fin a estas pagas en 2009, el año en que empezó la investigación de Garzón.»

Le Soir lo ve como un asunto que envenena a Rajoy. El texto de su corresponsal  Guillaume Bontoux explica: «El PP se ve afectado por un escándalo de corrupción y de tesorería oculta. Pero muchas sombras rodean las revelaciones realizadas por El Mundo. La dirección del PP deberá explicar, por ejemplo, por qué Luis Bárcenas siguió beneficiándose de un coche de función, de una oficina y de una secretaria en la sede nacional del partido que habría abandonado en 2010. También se plantea la hipótesis de un chantaje de Luis Bárcenas. Excedido por la falta de apoyo de los responsables del PP, Bárcenas quizás apueste por revelar públicamente lo que sabe. Las consecuencias serían impredecibles.»

Gazeta Wyborcza habla del cuchillo de la corrupción en la espalda de la derecha española. Y aseguran: «¿Cómo es posible que Mariano Rajoy no supiera nada de las prácticas de su tesorero? ¿Cómo puede contar con que el país hundido por la crisis le vuelva a confiar? Preguntan los medios de comunicación españoles. En todo el país se están llevando a cabo investigaciones anticorrupción contra 300 políticos de diferentes partidos y niveles. Para el presidente del gobierno la revelación de estas cuentas es un cuchillo clavado en la espalda.»

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