El diario estadounidense se fija en un reportaje de Dan Bilefsky en el éxito económico de muchos inmigrantes chinos en España pese a la virulenta crisis. Resaltan como mientras los españoles luchan por mantener sus empleos y casas, buena parte de la comunidad china está iniciando sus propios negocios y comprando propiedades afectadas por la burbuja.

Un bazar chino en Madrid
(Foto: Flickr/Olmoclavo)

El New York Times recoge el caso concreto de la familia Wang que en cinco años ha pasado de dormir en el suelo, comer solo huevos y trabajar 16 horas diarias a tener su propio restaurante y tener a una hija en Harvard: «Su historia cuenta las muchas maneras en que los 170.000 inmigrantes chinos en España han logrado no sólo superar una situación económica difícil, sino incluso prosperar, ayudados por el trabajo intenso y un fuerte modelo confuciano de lealtad familiar que les da préstamos sin intereses, mientras el desempleo y los recortes a los servicios públicos han dejado a otros españoles luchando».

Y apunta: «El gobierno español parece haber reconocido la importancia de este éxito. Tan decidido está a atraer inmigrantes chinos que en noviembre se aprobó una ley que ofrece permisos de residencia a los extranjeros que compran viviendas por valor de más de 160.000 euros, con el objetivo específico de atraer las inversiones chinas y rusas, dijeron los legisladores».

El texto resalta: «Mientras los muy afectados españoles luchan por mantener tanto sus trabajos como sus casas, los inmigrantes chinos en Barcelona y Madrid están iniciando negocios y comprando propiedades en dificultades tras el estallido de la burbuja inmobiliaria. De los 8.613 extranjeros que abrieron negocios en los últimos 10 meses, el 30%, o 2.569 eran chinos, según la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos.»

[Leer el artículo completo en The New York Times]

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