Rajoy compareciendo ante los medios vía televisor.
(Foto twitter Raquel P.Ejerique)

Alberto Peláez, publica un texto en la revista mexicana Milenio titulado «Los desmanes políticos». El texto planea por las últimas corrupciones conocidas en España:

«De verdad que lo que ocurre en este país es de traca. En los últimos meses se han conocido demasiados casos de corrupción y ésos son los que sabemos. ¡Cuántos más estarán ocultos!

Iñaki Urdangarín, yerno de los reyes, ha puesto a la Corona en una situación muy delicada. El marido de la infanta Cristina, pudo haber realizado negocios dudosos aprovechando el parentesco por un valor de 17 millones de euros.

Con toda franqueza creo que es un despropósito. Es cierto que la Corona ha cometido errores, pero han sido muchos más los aciertos. Querer estigmatizar a don Juan Carlos por los desmanes de Urdangarín es sencillamente una aberración. Y es que los españoles tenemos una memoria de recorrido corto. Ya no nos acordamos de tantas cosas que ha hecho el rey por este país. La corrupción no tiene límites y tocó los cimientos de la casa del Partido Popular. Resulta que en los últimos 20 años, la mayoría de los políticos de dicho partido, cobraron ingentes cantidades de dinero negro. Y todo esto empieza por el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Este no solo lo niega, sino que quiere hacer pública su declaración de la renta.
Hace unos días salió ante la opinión pública desmintiéndolo todo. Para empezar se trató de una conferencia de prensa sin periodistas. Los habían dejado en una sala contigua y solo, podían verle por televisión. Todo ello, para que no pudieran hacer preguntas. Pero ¿qué tenía o que tiene que ocultar el presidente? Porque por muy incomodas que sean las preguntas, debe tener respuestas para todos siempre, claro está, que no tenga nada que ocultar.
Le veo más flaco; como huidizo y desencajado, como el país que tenemos.

Gracias a la gestión de Zapatero y Rajoy nos encontramos con seis millones de desempleados. Gracias al ??sistema? desde hace muchos años existen unas corruptelas que dan miedo. Siempre son reprobables estas actitudes. Ahora, hay además mucha gente que no tiene qué comer; que les han robado el presente, que no tienen futuro. (Leelo aquí completo)

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