La red ha vuelto a levantarse en contra de la votación para aprobar la Disposición final de la Ley de Economía Sostenible -apodada Ley Sinde en Internet- que incluye herramientas para cerrar páginas web. Ha habido huelga de webs, plantes e incluso la convocatoria de un ataque contra los sitio de los partidos políticos. Y la blogosfera de manera unánime se manifiesta en contra. Enrique Dans explica en radiocable.com que la norma crea un precedente para que se pueda cerrar cualquier web, no sólo las de descargas, y habla de «liberticidio».

Enrique Dans

Para Enrique Dans esta ley crea un «precedente de cómo se puede legislar completamente al margen de los intereses de la ciudadanía». Y denuncia que se ha promulgado por «presiones de una industria y de una ministra que pertenece a esa misma industria» una norma que quita a los jueces las competencias sobre los temas relativos a Internet y crea una «justicia paralela a la medida de las entidades de gestión y es una barbaridad.»

Habla de «precedente espantoso contra la esencia misma de la democracia y la separación de poderes» y asegura que es «exactamente lo mismo que tienen en China o Iran parapoder cerrar webs». El profesor y blogger también comenta que la Ley Sinde crea herramientas que permiten cerrar cualquier web, «la mía por ejemplo.»

En la red otros muchos bloggers detallan y explican los motivos por los que esta ley provoca un rechazo unánime en Internet:

Antonio Delgado vaticina desde su blog que la ley Sinde «no funcionará. Lo siguiente será presionar para empezar a cortar la conexión a Internet como en Francia y todas aquellas medidas que al lobby del copyright se le ocurra. Todo en lugar de abrir de una vez por todas un debate serio con una profunda reforma para la modernización de la propiedad intelectual en España.»

David Ballota en Nación red habla de una norma contra Internet, la soberanía nacional, la democracia y la libertad. Los políticos españoles «confirman que en cuestiones de Propiedad Intelectual e Internet sus intereses son los de la vieja industria (antes de Google) que conspira y lanza campañas contra las empresas españolas del software libre.»

Rafael García Almazan define en su blog Kabila la ley como un liberticidio declarado: «El objetivo es fácil, conseguir adocenar Internet y hacer de la Red una especie de televisión más, donde el poder pueda intervenir para evitar y acallar las críticas que le puedan proferir. Una forma de amaestrar este medio, hoy todavía libre.»

Ion Antolin defiende en Blog y medio que «no puede construirse una ley basándose en la penalización de los enlaces. Son la base de la Red. Alrededor del hipervínculo se construye Internet, y su criminalización podría llevar a escenarios tan surrealistas como denuncias contra Google u otros buscadores» pero cree que hay que buscar «un punto común, donde el conocimiento ??dudo que la película  lo sea?? fluya por la Red una vez que sus legítimos dueños hayan decidido compartirlo.»

Juan Varela en Periodistas 21 sostiene que «los cambios en el consumo y la tecnología no cambian con leyes punitivas» Y considera que «la persecución contra quienes se lucran con contenidos de otros sería más inteligible si Cultura luchara por extender el dominio público, por ganar acceso y uso para todos a las obras financiadas con dinero público…»

Cesar Jodra considera que más alla de descargar películas, de culpabilidad de webs que ofrecen enlaces o de presiones del gobierno estadounidense «lo que se cuestiona es que se quita a los jueces la autoridad y competencia sobre ello, y le les cede a un grupo de gente motivado fundamentalmente por presiones políticas y cuestiones económicas. Intolerable.»

Jose María Mateos en Las penas del Agente Smith critica que los diputados puedan aprobar la ley «a pesar de saber (antes se podía sospechar, ahora se sabe) que la conocida como Ley Sinde es, con una altísima probabilidad, legislación importada de Estados Unidos

Desde el blog La ramera escarlata explican que «la Ley Sinde es una grave vulneración de los derechos de los ciudadanos en Internet» pero no estan de acuerdo con algunas protestas: «Parece como si por lo que se lucha no sea por nuestros derechos civiles, como la libertad de expresión o de opinión, sino por un supuesto sagrado derecho a ver gratis series de televisión y películas.»

Peter Welfare president de The Printing Ink Company explica en este video todos los pasos que se siguen en el proceso de crear las distintas tintas de colores que se usan para imprimir. Y lo hace revelando hasta qué punto un proceso que parece industrial esconde en realidad un toque personalizado, casi artesanal y una gran plasticidad.

Imagen de previsualización de YouTube

El mini-documental muestra en 9 minutos y con música de Beethoven como se genera la tinta en una fábrica canadiense.Y Welfare explica que cada compañía tiene normalmente una única persona que se encarga de «definir» el toque personal de su tinta y existe una «filosofía sobre qué tipo de tinta se quiere hacer.»

En cuanto a la parte técnica se ve cómo todos los colores se hacen mezclando solo los 4 pigmentos básicos en polvo: cian, magenta, amarillo y negro. Estos se combinan con un fluido viscoso en una mezcladora que hace una especie de batido con ambos productos y genera un denso líquido de color.

Luego separan las partículas de pigmento pegadas con una especie de molino con un bolitas de acero que le dan una textura áspera, y luego con otro molino de 3 rodillos que ya genera un producto de mayor calidad y brillo. Una vez fabricada la tinta se se realizan varios tests para ver la calidad de la textura, la fuerza del color y si la tinta es «pegajosa». (Fuente: Huffington Post)

La apertura de la línea Madrid-Valencia del AVE ha sido recogida por numerosos medios de comunicación extranjeros. En Francia, se subraya que con este tramo, España les ha «destronado» como número 1 europeo en el sector de los trenes rápidos. Otras cabeceras de Reino Unido, EEUU o Alemania también destacan este logro tecnológico español.

Un AVE
(Foto: Flickr/The Reeler)

La Tribune desaca que España se convierte en el nº1 europeo de la alta velocidad ferroviaria: «Con la apertura al público de la linea Madrid-Valencia, la red ferroviaria de alta velocidad española supera los 2.000 kilómetros. A partir de este fin de semana, Francia ya no será el país rey de los trenes de alta velocidad. Es destronado por España, que en menos de 20 años ha construído la mayor red de alta velocidad del continente.» Señalan también que hay más proyectos ya que «pese a sus dificultades económicas, España no está cerca de perder su trono.»

Le Telegramme se hace eco de que España «destrona a Francia por el número de líneas de alta velocidad y se convierte asi en campeón europeo en este sector. El nuevo tramo une en 90 minutos (en vez de 4 horas) la capital con Valencia y aumenta la red española a un total de 2.056 kilometros en servicio frente a los 1.896 de Francia. Si se añaden las líneas en construcción o programadas, el país es ya virtualmente el número dos mundial con 5.525km.»

Le Point recoge que el programa español de trenes de alta velocidad es «objeto de críticas de algunos economistas que subrayan sus elevados costes para una población modesta (47 millones de habitantes) en comparación con China, Japón, Francia o Alemania, otros países que son líderes en la alta velocidad. Pero el gobierno destaca el impacto en términos de empleo (segun un estudio de Accenture, la línea Madrid-Valencia creará 136.000 empleos directos e indirectos) y la reducción de emisiones de CO2.»

El Handelsblatt habla de que «España ha ampliado su red de alta velocidad de forma espectacular. Su sistema de ferrocarril tiene desde el domingo una nueva ruta express entre Madrid y Valencia. Al mismo tiempo, está prevista una sección entre Barcelona y París, uniendo asi la red española y francesa. Con las nuevas rutas, España amplia su red de alta velocidad a un total de 2200 km y continua a la vanguardia en Europa»

The Independent explica que los trenes españoles han adelantado al resto de Europa. «La linea Madrid-Valencia empuja a la red de trenes de alta velocidad española hasta sobrepasar la de rivales como Francia o Japón en término de longitud de vías. La apertura de esta nueva línea le da a España una de las mayores redes del mundo, solo superada por China y su sistema CRH de Gargantuan. Con Madrid conectada con 23 ciudades españoles usando los 2.056 kilómetros de vías, adelanta los 1,896 km usados por el sistema TGV frances.»

Bloomberg comenta que «el secretario de Transporte de EEUU, Ray LaHood, visitó España en mayo de 2009 para evaluar su red ferroviaria rápida de cara a su posible uso en los Estados Unidos. El sistema español de alta velocidad del tren comenzó a funcionar en 1992 entre Madrid y Sevilla en el suroeste. Para el año 2015 España aspira a tener 5.500 kilometros (3.418 millas) de vías de alta velocidad que unirán el país desde el noroeste de La Coruña hasta el sureste de Murcia y desde Sevilla hasta el noreste de Bilbao y San Sebastián.»

[Más noticias sobre España en la prensa extranjera en la sección Nos Miran]

 

 

Srs. Pedro María Azpiazu Uriarte, María Nuria Buenaventura Puig, Mª Montserrat Colldeforns i Sol, Marta Gastón Menal, Cristóbal Montoro Romero, Ana María Oramas González-Moro, Josep Sánchez i Llibre, Baudilio Tomé Muguruza,

 

Estimados diputados.

Me dirijo a ustedes desde el máximo respeto que me produce el Parlamento y su actividad.

Me gustaría pedir con humildad que reconsideren su apoyo a la Disposición final de la Ley de Economía Sostenible conocida como Ley Sinde.

No dudo de que el objetivo inicial del Parlamento o incluso el del Ministerio de Cultura sea defender la propiedad intelectual  ante la enorme transformación que está sufriendo por la tecnología. Ni siquiera entraré a valorar si esto es posible o incluso deseable.

El problema es que están ustedes a punto de aprobar una Ley que, lejos de alcanzar ese objetivo, dejará una peligrosísima puerta abierta contra la libertad de expresión y a favor de la censura.

Tal y como está redactada, cualquier página web, o blog que contenga un vídeo de youtube, (o un fragmento de texto o la foto de un periódico) entraría dentro del supuesto de ilegalidad que persigue la ley -cuando tenga publicidad, por pequeña que sea-.  Imaginen lo que eso supondrá para la red Internet tal y como la conocemos y la sensación de inseguridad jurídica que creará a miles de webs y de blogs.

Imagino que probablemente a estas horas su decisión ya ha sido tomada y sin embargo, me gustaría pedirles encarecidamente que reconsideren su postura.

Sus nombres quedarán ligados en la red, para siempre, a esta votación. Pero no sólo Internet sigue el asunto con atención. Serán todos los usuarios, los ciudadanos, quienes algún día podrán beneficiarse o no de su decisión.

Internet es una revolución indiscutible; la mayor biblioteca de Alejandría de la historia.
Es la primera vez que un alto ejecutivo de Wall Street accede a la misma información, al mismo volumen y al mismo precio que un ciudadano de Bangladesh que se conecta desde un cibercafé. Protejan ese principio.

No permitan que España se convierta en una avanzadilla contra la justicia y la libertad. No permitan que la Disposición salga adelante.

Un saludo

Fernando Berlín

 

Azpiazu Uriarte, Pedro María (GV (EAJ-PNV)) ?? pedro.azpiazu@diputado.congreso.es
Buenaventura Puig, María Nuria (GER-IU-ICV) ?? prensa.icv@gpiv.congreso.es
Colldeforns i Sol, Mª Montserrat (GS) ?? mcolldeforns@diputada.congreso.es
Gastón Menal, Marta (GS) ?? marta.gaston@diputada.congreso.es
Montoro Romero, Cristóbal Ricardo (GP) ?? cristobal.montoro@diputado.congreso.es
Oramas González-Moro, Ana María (GMx) – ana.oramas@diputada.congreso.es
Sánchez i Llibre, Josep (GC-CiU) ?? jsanchez@unio.cat
Tomé Muguruza, Baudilio (GP) ?? baudilio.tome@diputado.congreso.es

En efecto, seamos justos:

«Mutilar el ingenio creativo del director es un error común en las producciones norteamericanas, y la Ley Sinde no fue una excepción. Su estreno fue desastroso, y a ello contribuyó la filtración en Internet de copias de mala calidad, lo que obligó en reiteradas ocasiones a reescribir el montaje. La impostada sobreactuación de sus protagonistas -muy especialmente los histriónicos Tourné, Farré y Guisasola- acabó convirtiendo el film en la peor coproducción legislativa de la historia.

La Ley Sinde fue una imposición extranjera, una obra de encargo, y como consecuencia de ello, una producción mediocre….» [Sigue leyendo a Carlos Sánchez Almeida] [visto en «No al cierre de webs»]

Richard Cohen

Columnista en la página editorial del Washington Post desde 1984.

 

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Richard Cohen -Washington. Uno de los aspectos más preocupantes del hostigamiento de China a Liu Xiaobo, el disidente encarcelado y premio Nobel de la Paz de este año, es que la administración ni siquiera se molestó en incriminarle. Es el método estándar utilizado por los regímenes totalitarios para justificar lo injustificable, pero China no siente ninguna necesidad de aplacar a Occidente ni de mofarse al menos de su sistema judicial, así que impuso rápidamente el arresto domiciliario a su esposa, denigró al Comité noruego del Nobel y censuró cualquier crítica a sus propias acciones – una muestra de petulancia feroz que recuerda a la Rusia estalinista y la Alemania Nazi o, en los cuentos de hadas, al frustrado Enano Saltarín dando pisotones.

El pataleo de China bastó para intimidar a los 16 países restantes que boicotearon la ceremonia de entrega del Nobel la pasada semana, algunos de ellos porque la persecución del disidente es artesanía nacional (Venezuela, Rusia, Cuba) y otros simplemente porque China es un valioso socio comercial (Sri Lanka). En cualquier caso, hasta países como Rusia habrían pasado por el engorro de procesar al disidente – como hizo con el notablemente valiente Mijail Jodorkovsky – ya que pretenden parecer una democracia. Esta patética tentativa de justicia fingida es la huella de un régimen inseguro y a menudo se salpica de confesiones obtenidas bajo coacción y denuncias de antiguos socios y, en los días de gloria de Stalin, cónyuges.

China no tiene tales remordimientos. Se está volviendo a asignar el papel de Zhongguó moderno, no tanto en cuanto a era como a mentalidad — la convicción etnocéntrica de que ocupa el centro del mundo y está rodeada de bárbaros. Los bárbaros incluyen en este caso a Estados Unidos, un país moroso con un sistema educativo decrépito, y también Japón y Corea del Sur. China ha dispensado a estas dos naciones un desprecio indisimulado. John Pomfret describía hace poco en el Washington Post cómo el encargado diplomático de China, el jefe del órgano ejecutivo del Partido Dai Bingguo, voló hasta Corea del Sur sin invitación ni aviso, exigió aterrizar en unas instalaciones reservadas normalmente a los jefes de estado e insistió en ver al presidente de inmediato. En su favor, el Presidente Lee Myung-bak hizo esperar a Dai un día.

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Los chinos, supongo, tienen derecho a cierto grado de arrogancia. Quién los ha visto y quién los ve. Durante muchos años, China fue obsequiosa con Occidente, saqueándola varios países por motivos comerciales o sus recursos y hasta alentando allí el consumo de opio. Ahora China es la segunda mayor economía del mundo y, con 1.300 millones de habitantes, va camino del primer puesto. Es un importante acreedor estadounidense, un apreciado socio comercial aunque no del todo justo y ahora una importante potencia militar. Su anterior actitud de modestia en cuestiones internacionales ha sido descartada. China se ha convertido en una especie de matón.

El nacionalismo pujante es inherentemente inestable, y Estados Unidos debe proceder tan cauta como firmemente al tratar con China. La beligerancia de Pekín ha dado lugar tanto a los albores de una coalición anti-China en el Lejano Oriente como a cierta dosis de diplomacia de represalia por parte de Estados Unidos. Con su sentido de superioridad, China ha ido demasiado lejos. En cuanto a Estados Unidos, no ha ido lo bastante lejos.

Por supuesto, China simplemente es demasiado grande y poderosa como para ser intimidada. Todo en ella es masivo. Alberga casi 3 billones de dólares en reservas de divisa extranjera y es el principal cliente petrolero de Arabia Saudí, no Estados Unidos. No obstante, Washington tiene que cuestionar la insistencia de China en que lo que hace en su propio país es únicamente asunto suyo. Su brutal trato a los disidentes es espantoso — no más autóctonamente chino que inherentemente ruso el brutal apaleamiento de periodistas. Estados Unidos no tiene que respetar a China. No necesita respetar sus represores métodos.

Por extraño que parezca, la tenaz Mía Farrow mostró el camino. Con vistas a las Olimpiadas de Pekín, hizo campaña contra la protectora relación de China con el brutal régimen de Sudán — las «Olimpiadas del Genocidio» las llamó. China presionó a Sudán para que al menos moderara su comportamiento, sugiriendo que aunque sea por un poco, tales tácticas pueden ser eficaces. La reprobación moral de hoy es la represalia de ayer.

El Congreso, que en tiempos seguía de cerca la trayectoria de China en derechos humanos, se ha obsesionado tanto últimamente con la importancia económica de China que ya no dice gran cosa de la forma en que Pekín trata tanto a los disidentes políticos como a los religiosos. Pero China no puede ser el imperio renaciente, imponiendo sus normas en todos los terrenos desde reclamar de forma unilateral un trozo de océano hasta encarcelar a los activistas políticos más asertivos. El dinero de China compra muchas cosas, pero — por el bien de sus propios disidentes y de nuestro orgullo nacional — no puede comprar el silencio de América.

Richard Cohen
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Resulta que en una maniobra de dudosa legitimidad democrática, Hugo Chávez consiguió ayer «plenos poderes para gobernar por decreto durante los próximos 18 meses». Y resulta que al Euronarcisista (*) -especialmente al español- le parece un escándalo.

No es un ejercicio, como digo, democráticamente muy defendible y sin embargo, llama poderosamente la atención el escándalo que ha provocado en la conservadora Europa. Sería aceptable si no fuera porque no hace ni una semana que Europa perdió legitimidad para dar lecciones. La perdió el día en que Berlusconi fue denunciado por comprar a tres diputados que fueron recibidos como héroes, con gran ovación, -las libertades siempre se recortan con un gran aplauso- para garantizarse la posibilidad de seguir gobernando. ¿Cuantas protestas desde instancias políticas hemos escuchado?

Así que, en mi opinión, se pueden aceptar las críticas, claro, pero a sabiendas, de que :

1) No es necesariamente más confiable la oposición venezolana

2) No somos nadie para andar lanzando juicios paternalistas sobre terceros

Hace unas semanas, Milagros Pérez de Oliva, la defensora del lector en EL PAIS, publicó uno de los artículos más interesantes, transparentes y críticos para con el diario. Y es digno de elogio. Destacaba, alertada por un lector, el doble rasero con el que a veces tratamos la información que llega desde Venezuela:

«Un lector de Granada, Federico M. Maldonado Bolívar, me escribe para quejarse por el muy diferente trato que reciben dos noticias […] La primera se titulaba Venezuela confiscará el 5% de los beneficios de la banca […] La segunda […] se titula Merkel eleva la carga fiscal para cubrir el déficit de la Sanidad […] El lector de Granada pregunta por qué en un caso se habla de «tasa» y en el otro de «confiscación»

El Pais daba la razón al lector. Pues eso.

(*)  El término Euronarcisista ha sido acertadamente acuñado por Carlos Carnicero.

E. Robinson

Premio Pulitzer 2009, Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

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Eugene Robinson-Washington. Hay que aprobar el pésimo acuerdo.

Me duele escribir estas palabras, porque el acuerdo que alcanzó el Presidente Obama con los Republicanos en materia fiscal es verdaderamente horrible. Sé que hay progresistas que han terminado considerando el paquete «un segundo estímulo» inteligentemente disfrazado, pero simplemente están racionalizando. El hecho es que nadie partiría de cero y diseñaría un empujón económico que ofrezca tan poco empujón por tanta pasta.

A cambio de un coste a dos años de casi 1 billón de dólares, obtenemos poco más de 300.000 millones en nuevas medidas que son verdaderamente estimulantes: un recorte de las retenciones en la nómina, una disposición que permite a las empresas desgravar inversiones, y una ampliación de la prestación por desempleo. El resto lo gastaremos — yo diría que nos endeudaremos por el importe del resto, y luego lo gastaremos — en prolongar las medidas fiscales vigentes que obviamente no están pisando el acelerador de la creación de empleo.

El acuerdo básicamente no invierte nada en el futuro de la nación. Tenemos que canalizar dinero a la educación y las energías renovables, donde pueda ayudar a Estados Unidos a seguir siendo competitivo frente a China y el resto de rivales económicos — no en las rebosantes cuentas bancarias de los ricos.

Pero a los legisladores Demócratas no les queda otra elección que taparse la nariz, tramitar el asunto y luchar por su vida otra jornada más. La oportunidad de modelar un acuerdo mejor — sin esas deducciones innecesarias, injustas y supinamente irritantes a los hogares que ingresan más de 250.000 dólares al año — ha pasado.

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Como cuestión práctica, no veo que los Demócratas vayan a poder pensar de forma plausible que tienen la influencia para obtener concesiones antes del final del año. Los Republicanos pueden esperar simplemente a que se marchen, sabiendo que los Demócratas van a estar en una posición mucho más débil cuando el nuevo Congreso inicie el curso en enero.

Los Demócratas tienen a la opinión pública de su parte — o la tenían, por lo menos. Los sondeos muestran que la mayoría sustancial de estadounidenses contrarios a la ampliación de las deducciones fiscales Bush a los ricos era mucho más significativa antes de anunciarse el acuerdo. Ahora las tornas han cambiado, y no para bien.

Examinando el acuerdo, nunca se imaginará que la administración federal estaba en déficit. Antes de sellarse el acuerdo, los Demócratas decían que era inconsciente prolongar una enorme deducción fiscal a los ricos en un momento en que la nación está tan fuertemente endeudada. Los Republicanos argumentaban que era irresponsable seguir ampliando la prestación por desempleo sin pagar recortando de otra parte. ¿La solución? Hacer las dos cosas. Supongo que esto hace que el paquete inconcebible y desmesurado, pero no importa. Ah, y también vamos a ampliar las deducciones a la clase media.

Es como si bajo el árbol de Navidad hubieran dejado un regalo brillante, caro y bellamente envuelto. El interrogante político es si alguien se va a atrever a quitarlo.

Hace seis meses, los Demócratas podrían haberse negado al compromiso — y haber forzado al Partido Republicano a jugar la baza de los «recortes fiscales de los millonarios» antes de unas elecciones. Obama y los líderes legislativos podrían haber alcanzado un acuerdo mejor y tal vez – ¿quién sabe? – hasta haber salvado algunos escaños.

Pero tanto como simpatizo con los progresistas dispuestos a ir a las barricadas, seamos realistas. Tumbar el acuerdo a estas alturas significaría una subida tributaria a la clase media, ninguna ampliación de la prestación por desempleo y ninguna reducción en las retenciones de la nómina. Los votantes pensarían desde luego que les han robado — y los Demócratas, puede que injustamente, acarrearían la culpa.

Como ya he dicho, esto es doloroso. Los legisladores Demócratas están comprensiblemente furiosos al recibir lecciones de forma tan severa de un presidente para el que poner fin a las deducciones de los ricos era tan importante que no se negoció — hasta que no hubo más remedio.

Es una historia triste, para el país y especialmente para el Partido Demócrata. Estoy seguro de que la Casa Blanca sigue subestimando la indignación y el desencanto entre el electorado del partido — y la necesidad de alguna victoria, o por lo menos alguna batalla pírrica, que eleve la moral de los creyentes. Obama tiene que dominar su recién descubierta pasión e indignación orientándolas hacia sus rivales en el Partido Republicano, no contra sus amigos y partidarios a los que su portavoz bautizó con desprecio en una ocasión «la izquierda profesional».

Las victorias pírricas no van a mejorar las cosas, no obstante. Y eso es lo que sería claramente tumbar el acuerdo fiscal.

Eugene Robinson
Premio Pulitzer 2009 al comentario político.
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Sí, en efecto. Ese es el verdadero problema. A la vieja y conservadora Europa le parece que España se ha pasado de izquierdista. Por eso nuestros recortes se aplauden con palmadas en la espalda y nuestras demoras con insultos y ataques bursátiles.

No es que se diga abiertamente, claro, pero ¿alguién pensaba que no iba a tener coste ser uno de los últimos gobiernos progresistas de Europa? ¿Iban a conciliar bien esas dos formas de entender la economía y la política social?

Dice La Tribune (Francia) que España fue el centro de todas las atenciones en el transcurso del Consejo europeo: «La cuarta economía de la zona euro se encuentra en el punto de mira de la actualidad pues desde el plan de rescate irlandés del mes pasado los mercados temen por su solvencia» y el alemán Die Welt publica un texto de Annette Prosinger titulado: ??Enfermedad española? en el que añade: «sería nefasto que precisamente ese país de desarrollo tardío, que tanto se ha beneficiado de Bruselas, provocara el fracaso del euro?.  Como si el fracaso del euro -en el caso de que se dé- pudiera ser atribuido exclusivamente a una razón, o a un único país, precisamente uno de los que más sentido del europeismo ha tenido.

Die Welt, en todo caso señala:

??El alumno modelo de Europa amenaza con convertirse en su pesadilla, y no solamente debido a la crisis bancaria. España ha cometido grandes errores; quien se recorra el país, puede verlos. Las costas en el sur se han convertido en paisajes ruinosos. Desde hace años estaba claro que la burbuja inmobiliaria, inflada con todo tipo de medios ??especulación, fraude, corrupción- estallaría; aún así ha pillado desprevenido al país: el mercado laboral, que dependía demasiado del sector del a construcción, se derrumba. Aunque el gobierno español apruebe ahora programas de ahorro aún más rígidos y nuevas reformas del mercado laboral, el nerviosismo es evidente. El camino de España hasta llegar a Europa fue largo y pedregoso. Por eso sería nefasto que precisamente ese país de desarrollo tardío, que tanto se ha beneficiado de Bruselas, provocara el fracaso del euro?.??España ya ha recorrido un largo trecho del camino hacia Europa, pero no lo ha finalizado. Naturalmente tiene una potencia que no es comparable con la de Grecia, pero aún no es del todo estable. Y no solamente en el caso de la economía: ahora es cuando la democracia española se atreve a encarar el pasado; el procesamiento intenso del régimen de Franco aún está pendiente. Para que funcione, necesite condiciones estables. La manera en la que España salga de la zona de peligro será decisiva para su futuro. Puede que salga bien; entonces la crisis habría dado un impulso de reformas curativo. Pero también puede que interrumpa el camino hacia Europa. Para España sería una catástrofe. No solamente a nivel económico.?

¿Un impulso de reformas «curativo»?, ¿qué es exactamente eso? ¿Cuál era exactamente nuestra enfermedad?

Ahora que llega la Navidad, la temporada alta de venta de juguetes, el sector fabricante español se prepara para cerrar, pese a la crisis, un gran año en cuanto a ventas, al menos en el extranjero. Durante los primeros nueve meses del año, las firmas jugueteras españolas han exportado por valor de 277,8 millones de euros, un 12,3% más que durante el mismo periodo del año anterior. Y la campaña navideña podría redondear aún más esas cifras, ya que en 2009 el último trimestre del año se cerró con ventas por valor de 179 millones.

Un tren de juguete
(Foto: Flickr/Antpaniagua)

España es uno de los principales fabricantes mundiales de juguetes tradicionales, conquistando la séptima posición a nivel mundial y la segunda dentro de la Comunidad Europea y en materia de exportaciones ocupa la tercera posición por detrás de Italia y Alemania. El sector del juguete español está compuesto por 219 empresas que ocupan directamente a más de 5.000 personas y emplean de forma indirecta a otras 20.000.

Los países miembros de la Unión Europea siguen siendo el primer destino de las exportaciones españolas. En este 2010, el país en el que más han subido las ventas ha sido el Reino Unido, con 20 millones de euro de ingresos que suponen un 47% más que el año anterior. Tambien en Francia ha habido importantes ventas, 55 millones de euros que suponene un incremento del 26% y en Italia donde los 30 millones de ingresos reflejan una subida del 29% respecto a 2009.

Los juguetes tradicionales españoles son los más demandados en el extranjeros: las muñecas y sus accesorios, rompecabezas, musicales, trenes eléctricos, juguetes de plástico, con ruedas? De hecho este tipo de mercancía acaparó 215,76 millones de euros del total de las exportaciones entre enero y septiembre de este 2010.

Fuera de la Unión Europea, EEUU, México y Rusia son los principales mercados en los que el sector del juguete español dirige sus exportaciones, sumando entre los tres una facturación, según ESTACOM, que supera los 17,77 millones de euros entre enero y septiembre de 2010.