El ilustrador, retratista y crítico de cine Fernando Marañon («A Vivir que son dos días, Madrid», en la Cadena Ser) irrumpe en el mercado editorial con «Circo de Fieras», un ejercicio literario de 60 páginas.

Marañón retrata el alma humana a través de los artistas que trabajan en el circo.

«Un universo de personajes -explica el autor- que podría extrapolarse a cualquier empresa». Todos ellos comparten la máscara de confesarse  «una gran familia» , pero en el fondo siempre caminan en el filo de los límites. Se quieren entre sí, «aunque nunca sabrás si en el siguiente acto el lanzador de cuchillos atinará conscientemente o  en no su blanco» -explica el autor.

Marañón se autoimpuso este grupo de retratos en un formato conciso. Cada historia, cada personaje, debía ocupar un número breve de líneas, el suficiente para fotografiar las envidias, los miedos, los celos: La domadora de caballos, el lanzador de cuchillos, el payaso, el mago, la encantadora de serpientes…

«Circo de Fieras» puede comprarse en las librerías o por Internet por 9 euros (Editorial aache).

La corresponsal del diario aleman Handelsblatt explica en radiocable.com que a su juicio la situación económica española no es «urgente, ni comparable con Grecia». Anne Grüttner cree que hay mucho «pánico y especulación» en los mercados y un pesimismo exagerado en las agencias de rating, pero los últimos acontecimientos con respecto a España son, en su opinión, «más bien un aviso» porque sí existe una preocupación a medio plazo: «saber cual va a ser el motor de crecimiento futuro para nuestra economía que sustituya a la construcción».

Anne Grüttner

Anne Grüttner señala que la deuda española es baja, menos de la mitad de Grecia, nuestra economía mucho más «grande y fuerte» y hay recursos para seguir asi varios años. Pero señala que a medio plazo «lo que preocupa a la gente, a los inversores, economistas e instituciones internacionales es saber cuales van a ser los motores de crecimiento en el futuro». Además del turismo no está claro donde pueden estar los pilares. «Se habla mucho de las energías renovables, pero todavía no hay nada que tiene el peso que ha tenido la construcción».

Considera que el boom ecomómico estaba muy basado en endeudamiento y la construcción con una productividad relativamente baja que ahora se muestra en el paro tan alto de gente con poca formación. La corresponsal explica que «muchos se preguntan que va a pasar con estos trabajadores y con los jóvenes, que el 25% no tiene trabajo».

Por eso considera que hay cosas que tienen que cambiar en el mediano plazo para garantizar crecimiento sustentable. «Algunas cosas ya se están cambiando. Las exportaciones no están yendo mal, la gente está aumentando su ahorro y bajando el endeudamiento, pero las estructuras siguen estando un poco debil como para dar crecimiento nuevo y fuerte». Algo que Anne Grüttner ve como necesario para que en los próximos años se puedan sanear las finanzas públicas.

Era el tercer y definitivo «cara a cara»televisivo -en este caso a tres bandas- antes de las elecciones generales británicas del próximo 6 de mayo. Era la última oprotunidad para los telespectadores de ver en acción a Gordon Brown, David Cameron y Nick Clegg para decidir con su voto cual de ellos será su próximo primer ministro. Y el resultado fue una audiencia de 8,1 millones de personas (31% de share).

 

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Un dato aceptable… pero que palidece frente a las cifras de seguimiento en otros países. En España, por ejemplo el primer cara a cara en 2008 entre Zapatero y Rajoy fue seguido por 13 millones de personas y el segundo por casi 12 millones. Teniendo en cuenta las diferencias de población -el Reino Unido cuenta con más de 60 millones de habitantes, frente a los casi 47 millones de España- el dato es aún más llamativo.

Y la comparación con los registros franceses recientes es aún más contundente. El primer debate entre Nicolas Sarkozy y Segolene Royal de mayo de 2007 tuvo una audiencia record de 20 millones de espectadores. Y en Alemania, el más poblado de los países europeos, el cara a cara de 2009 entre Angela Merkel y el socialdemócrata Frank-Walter Steinmeier fue seguido también por más de 20 millones de personas.

Los 8 millones británicos corresponden al tercer debate. El Reino Unido ha vivido otros dos. El primero fue el más seguido, pero la cifra sigue sin ser espectacular 9,4 millones de espectadores (un 37% de share). Y sorprende también los datos del segundo que cayó hasta los 4,1 millones y 16.7% de cuota de pantalla.

Y todo esto a pesar de que esta campaña británica de 2010 está contando con el revulsivo de Nick Clegg, apodado por algunos el Obama inglés.

Que razón tenían aquellos grupos antiglobalización que advertían hace años de los poderes que se estaban formando: Poderes globales, nada democráticos y por tanto incontrolables, capaces de poner en jaque la economía de cualquier país con un golpe de ratón.

Hicimos oidos sordos durante muchos años pensando que se trataba, en todo caso, de problemas de otros, menos desarrollados, menos occidentales, mas pobres, y menos listos… Claro.

La bajada de calificación de Standard and Poor??s, y la crisis en general, nos han abierto los ojos a esta realidad tantas veces anunciada.

Sin embargo, no por avisado o criticable, el problema es menor. No se debería seguir insistiendo en que el problema lo tiene solo Standard and Poor??s, una agencia permanentemente cuestionada y con una capacidad de predicción financiera similar a la de Belén Esteban (unos linces: en septiembre de 2008, Standard and Poor??s daba a Lehman Brothers la más elevada calificación, justo cuando quebró). Porque aunque eso sea verdad, España importa mucho dinero desde fuera y la calificación de las agencias de riesgo determina que se nos preste o no. Si no conseguimos que Bancos y Cajas refinancien deuda, la economía española tendrá serios problemas. Así que no podemos aislarnos. Por tanto: en el mundo de hoy necesitamos una buena calificación, venga de donde venga.

Recordemos, de todas formas, que de tres agencias de calificación, dos nos siguen puntuando con la nota más alta, así que no estaremos tan mal. Es más, nunca estuvimos así, pues en tiempos de Aznar esta misma agencia no nos daba tan alta calificación.
El gobierno insiste en que las perspectivas de crecimiento para España que hacen otros  analistas son positivas -el propio FMI las ha revisado al alza recientemente-. Tenemos la tasa de ahorro mas alta de la democracia, seguimos teniendo la deuda por debajo de la UE,  superávit en la Seguridad Social y un anunciado plan de ajuste que debería frenar el ansia especulativa. Y sabemos que las promesas del gobierno para efectuar recortes han sido bien recibidas.

Pero los expertos contestan que a los mercados financieros hay que darles confianza y números, no promesas.  Los mercados se impacientan y quieren que esos planes se pongan en marcha.

El PP, por su parte, se suma diciendo que el gobierno está inmóvil, sin capacidad de reacción. No es cierto tampoco. Algunas de las medidas aprobadas no empezarán a notarse hasta después del verano.  Por ejemplo los primeros datos de reducción de gasto:

..la Subida del IVA: llegará cuando se implante en verano.

El fin de las desgravaciones hipotecarias: En 2011 las hipotecas solo desgravarán para las rentas mas bajas. Supondrá un ahorro muy importante para las arcas del Estado.

La Fusión de las Cajas (La deuda inmobiliaria está en las cajas de ahorro por eso se puso en marcha el FROB; Las cajas que no se fusionen o reestructuren el 30 de junio serán fuertemente fiscalizadas por el Banco de España)

..y la tan esperada Reforma laboral no puede tardar mucho más. Ayer Corbacho lanzó un ultimátum: tendrá que estar lista en 3 semanas, con acuerdo o sin el.

No es esto lo que yo entiendo por «estar noqueado».  Pero claro, es muy fácil estar en la oposición y exigir austeridad y recorte en el gasto, aunque paralelamente 150 de tus alcaldes acudan al Congreso a pedir más dinero. Es tan fácil ser oposición.

Ahora bien, esto no quiere decir que el gobierno lo esté haciendo todo bien. La crisis va a durar mucho más tiempo de lo que parece, y no se puede confiar en el tiempo y la suerte para salir. Dicen los expertos que «se han dado pasos importantes» pero que «vamos por detrás» y que «el día que se arregle Grecia, los mercados nos van a crujir». «Que nos van a exigir más y más rápido».

Así que necesitamos mucha capacidad de reacción y resolver algunas asignaturas pendientes. A saber:

Hay que reducir el déficit y empezar a ahorrar.

Se necesita revisar el sistema de ayuda al desempleo. ¿Cuantos de los que cobran necesitan hacerlo realmente?

Hay que dinamizar el sector inmobiliario.

Hay que generar empleo. Se necesitan incentivos para convencer a los empresarios de que contraten.

Mientras todo eso ocurre la sociedad vive en una disociación entre la realidad y la percepción. No es posible que creamos que estamos tan mal. Ya le gustaría al PP. Hay 20 millones de personas trabajando, que han aumentado su poder adquisitivo (baja la inflación: gasolina, vestido, comida; las hipotecas…) , aunque el personal siga con miedo a consumir. Pero hay un dato capital: En Semana Santa la ocupación hotelera fue del 90%.

Así que ni tanto ni tan calvo.

Dos videos que circulan por Internet muestran de forma muy gráfica cómo se fue reduciendo el tráfico aéreo sobre Europa a causa de la nube de ceniza provocada por la erupción del volcán Eyjafjallajokull.

En este primer video se puede ver como fueron alterándose los vuelos sobre Holanda a lo largo de todo el 15 de abril. Las imagenes tienen reloj, por lo que se observa como el «pico» de suspensión de tráfico tuvo lugar a partir de las 17h00.

 

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La segunda animación muestra el «apagón» sobre la mayor parte de Europa -aunque sobre España se comprueba que siguieron volando unos cuantos aviones- y como luego fue poco a poco restableciendose la normalidad. (Fuente: Neatorama)

 

La rebaja de la calificación de la deuda española por Standard & Poors ha provocado un gran debate en la blogosfera sobre las agencias de rating. Se discute su metodología,  su intereses, su credibilidad, los problemas de las alternativas… La mayor parte de los analisis coinciden en criticar que sean entidades privadas cuyos clientes son muchas veces las propias empresas que evaluan.

Standard & Poors
(Foto: Flickr/Thetruthabout…)

Rosa María Artal reflexiona sobre las agencias «Standar&Poor´s junto a Moody´s y Fitch, decide premiar, castigar, calificar en definitiva, a países enteros (con personas dentro), como si de un colegio se tratase. ¿Alguien los eligió, los contrató, para tan decisiva misión? No. O sí: el mercado

Antonio Fragua en La Fragua ironiza sobre quienes son los que deciden que España no es fiar: «Las denominadas «agencias» de calificación que, pese a su equívoco nombre, son compañías privadas que buscan ganar dinero. No son organismos oficiales. Están formadas por individuos cuya finalidad no es ser objetivos, sino conseguir beneficio

Antonio Arias en su blog Fiscalización «Es sorprendente que un asunto de esta importancia, como la calificación crediticia, esté en manos privadas. Miles de millones de dólares volatilizados tras una nota emitida por una compañía y cuya fundamentación deja mucho que desear. Pienso que no hemos aprendido nada de esta crisis.»

José Ramón López en Vasyt Blog explica las deficencias de las agencias com su calificacion de las subprime: «Vaya!!, una obligación que hace 4 años era una inversión segura es ahora una perdida segura… el mercado de los rating está muy lejos de ser un mercado que funcione bien. O se toman decisiones de calado sobre su funcionamiento y su regulación o este «mercado» arrollará al resto… y no precisamente por su eficacia.»

Pablo Beleña en Ojo crítico califica a las agencias crediticias de terroristas de mercado: «No acuso yo ni digo nada más grave de lo que ellas hacen. En concreto la protagonista del día, Standard & Poor??s. ¿Bajo qué criterios otorgan sus ratings sobre las deudas de cada país? ¿Son conscientes del daño que hacen con sus extraños criterios?»

En El blog Salmón creen que las críticas son oportunistas: «la metodología que siguen las agencias de rating de cara a realizar sus valoraciones es discutible, al igual que la posibilidad conocida de que existan intereses económicos, políticos y de credibilidad. Pero lo que no podemos admitir […] es que se evalúe la bondad o la fatalidad de estas agencias en función de la valoración oportunista que le otorgue el Gobierno de turno.»

Ana Ariza en su blog se pregunta por la autoridad moral estas empresas «hoy nos ha tocado y era de esperar aunque todavía me pregunto como es posible que al Reino Unido , con déficit de deuda más acusado, no hayan hecho nada. No es que quisiera que fueran rodando en cadena los países de la zona, sino que me llama la atención que tener una divisa diferente al euro con la que hacer frente a éste debacle sirva como escudo protector para éstas agencias.»

En el blog Bancos y cajas on line se asegura que aunque hay pocas opciones se buscan alternativas como: «la posibilidad de que el crédito soberano no se evalúe únicamente por este tipo de agencias, sino a través de otras alternativas, como el promedio de las estimaciones de bancos de inversión e inversores, evaluado por organismos independientes.»

En el blog Elementos de transición interna se defiende la necesidad de una banca pública: «De un dinero, de un sistema financiero al servicio de los ciudadanos y de las empresas socialmente responsables. No podemos seguir al albur de los caprichos de esas agencias que calificaron con la máxima categoria los bonos basura que les dictaron los señores del dinero y nos hundieron en la miseria.»

En Twitter la noticia ha generado muchos comentarios sobre las intenciones «Si S&P quería dar un aviso a Estepaís, hacerlo en un día que hay fúrgol es una mala idea», las interpretaciones: «Curiosisimo, los mismos que antes decían que la calificación de España por las agencias como AA+ dicen ahora que es fundamental la bajada»; «¿No hay algo de racismo en la reacción de los mercados? ¿No te mosquea lo de PIGS? Anglos y Germanos decidiendo quién es de fiar».

Y se pueden leer también muchas críticas. Contra la agencia S&P: «No es x darle la razón a la Vice pero las agencias de rating me merecen la misma credibilidad que la bruja Lola«Lo que tiende es a acertar tanto como Aramís Fuster. Lo de Lehman no fue pecar de optimista, fue cagarla de medio a medio.» Y también críticas contra las críticas: «Parece increíble que para salvar la situación se descalifique a una agencia de Rating. Habéis perdido el norte definitivamente.»

Irak, Filipinas, Somalia, Rusia o México son algunos de los países donde los periodistas son asesinados regularmente y los gobiernos fallan en su intento por resolver esos crímenes. El Committee to Protect Journalists (Comité para la protección de periodistas) elabora desde ahce tres años un mapa o índice de impunidad para denunciar esta situación. Acaban de hacer público el último ranking.

El mapa de Impunidad del CPJ

El CPJ elabora su lista calculando el número de asesinatos de periodistas no resueltos, entre 2000 y 2009, en relación con la población de cada país. Se considera no resuelto un caso cuando no hay condena alguna contra los responsables. Solo aquellas naciones con cinco o más asesinatos no resueltos son incluidas en el índice, un número alcanzado por doce países este año.

Irak vuelve a encabezar el ranking con 88 muertes de periodistas sin resolver. En segundo lugar figura Somalia y tercero Filipinas. En ambas naciones el CPJ denuncia que la violencia criminal y sin castigo contra la prensa se ha consolidado. A continuación aparecen Sri Lanka, Colombia, Afganistan, Nepal… Y dos países como Rusia y México, suben también en la lista. 

En el lado positivo, el estudio señala a Brasil y Colombia, dos países históricamente conocidos por el peligro para la prensa, que sin embargo han protagonizado avances en sus intentos por contrarrestar la violencia criminal contra los periodistas y enjuiciar a sus asesinos. En Brasil incluso se han dictado sentencias que han llevado al CPJ a eliminar por completo a este país del índice. 

El copy & paste ha permitido explicitar un hecho que en la perspectiva ??analógica? nos permanecía oculto: el conocimiento se construye. Y por tanto, es un bien común. El saber, en cierto sentido, somos todos nosotros. [sigue]

E. Robinson

Premio Pulitzer 2009, Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

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[Washington Post – Radiocable.com] La política de la reforma reguladora financiera es simple. Después de la crisis y el rescate, son muchos los estadounidenses – quizá la mayoría de los estadounidenses – que se inclinan por ver al sector financiero como la bestia depredadora que todo lo devora. Meterse en la boca del lobo y pedir cuentas a la bestia, como hizo el Presidente Obama el jueves, era una maniobra sin desventajas.

Tal vez Obama podría haber sumado más puntos de popularidad si hubiera ordenado que unos cuantos financieros fueran sacados del auditorio de Cooper Union esposados. Por otra parte, en cuanto a candidatos al paseíllo, la cosecha era escasa: muchos de los principales lumbreras de Wall Street no acudieron, quizá por despecho a la idea de que unos simples funcionarios electos tengan el descaro de decir a los amos del universo cómo administrar sus asuntos.

«A menos que su modelo de negocio dependa de estafar a la gente, hay poco que temer de este nuevo reglamento», dijo Obama. Sin embargo, hay tanto temor ahí fuera, en todo Wall Street al menos, que las grandes instituciones financieras están liberando millones a mansalva para torpedear las reformas. Según el Center for Responsive Politics, JPMorgan Chase gastó 1,5 millones en presión política durante el primer trimestre del año, Citigroup invirtió 1,4 millones y Goldman Sachs gastó 1,15 millones de dólares – en el caso de Goldman, un aumento del 70 por ciento con respecto a lo que la empresa gastó en presión política durante el primer trimestre de 2009. La gente razonable podría preguntar: ¿A qué viene toda la preocupación?

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El tono de Obama no era el de un vengador espada en mano – no practica la retórica homilética – sino el de un padre severo que explica a unos adolescentes impacientes por ir a la fiesta porqué sus privilegios con el coche se han limitado.

El presidente obviamente no quiere quitarles las llaves para siempre, no obstante. Mientras describía correctamente el gigantesco mercado de productos financieros derivados opacos en los términos «apuestas de gran endeudamiento escasamente vigiladas», se esforzó por decir que cree que los productos financieros son herramientas útiles y que lo que quiere es hacer el mercado más transparente y responsable – no clausurarlo.

Una iniciativa en el Senado, encabezada por Blanche Lincoln, D-Ark., pondrá unos límites más estrictos al mercado de derivados que los que serían del gusto del Secretario del Tesoro, Timothy Geithner. El consejero delegado de JPMorgan Chase Jamie Dimon y otros titanes de Wall Street ausentes deberían haber tenido con Obama la cortesía de asistir a su discurso. La moderación del presidente puede ser todo lo que se interpone entre ellos y la justa indignación de la más ingrata de las naciones.

Obama no necesita realmente vender la idea. Es ya evidente que a pesar de la habitual bravata del partido del no pronunciada por el secretario de la oposición en el Senado Mitch McConnell, los Republicanos se dan cuenta de que oponerse a una regulación más dura de la industria financiera es una postura insostenible. El Senador Charles Grassley ya ha desertado, y no hay entusiasmo entre las figuras del Partido Republicano por ponerse de parte de Wall Street en contra, básicamente, del resto del país.

En cuanto a la demagogia, lo mejor que han sido capaces de inventarse los Republicanos es una tenue denuncia de que las propuestas de los Demócratas no eliminan, en todos los casos, la posibilidad de nuevos rescates a empresas en quiebra. «Suena a buen eslogan, pero no es correcto. No es cierto», dijo Obama. «Un voto a favor de la reforma es un voto a favor de poner fin a los rescates financiados por los contribuyentes».

La verdad es que la promesa de los Republicanos de acabar con los rescates es absurda y que la promesa de Obama de acabar con los rescates es menos absurda, pero casi nada firme. Nadie debería creer a cualquiera que diga que el gobierno estadounidense nunca, bajo ninguna circunstancia, gastará un dólar de dinero público para rescatar a otra institución financiera de su propia codicia y estupidez. Los Demócratas quieren que la industria financiera invierta su dinero en un «fondo de compensación» de 50.000 millones de dólares para apuntalar empresas en quiebra. Pero de presentarse otro momento noviembre de 2008, Dios no lo quiera, y parece que una oleada de quiebras inminentes arruina mercados de todo el mundo, la Casa Blanca y el Congreso tendrán seguramente que hacer todo lo necesario para evitar una catástrofe.

Después de aprobarse la reforma del régimen regulador, el sector financiero seguirá siendo un garito de juego – con menos riesgo, más estrechamente vigilado, pero esencialmente una casa de apuestas. Cualquiera que espere un cambio verdaderamente fundamental va a salir decepcionado.

Lo que ha cambiado definitivamente, sin embargo, es la atmósfera política. El presidente está a la ofensiva ahora, sus detractores se pelean para decidir cómo reaccionar. Obama debería estar agradecido a los traviesos dioses de Wall Street, porque le han dado una forma de recuperar su amuleto.

Eugene Robinson
Premio Pulitzer 2009 al comentario político.
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Sección en convenio con el Washington Post

«…El Partido Popular se ha pasado toda la legislatura pidiendo al Gobierno medidas de austeridad y de adelgazamiento del gasto público, pero los ajustes en la contención del gasto no cree que deban aplicarse en los municipios gobernados por sus alcaldes. Hoy, en un insólito acto en el Congreso de los diputados, la cúpula del partido ha reunido a una comitiva de más de 150 alcaldes para reclamar al Gobierno más dinero con el que financiar sus municipios…» [sigue en Publico.es]

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