El premio Nobel de economía en 2001 y uno de los pocos que avisó antes de producirse de la crisis financiera que vivimos, considera que los gobiernos mundiales se están equivocando en sus medidas para relanzar la economía. En una entrevista con el diario británico The Independent donde comenta el primer presupuesto del nuevo ejecutivo británico, Joseph Stiglitz explica que lo que deberían hacer los lideres políticos es crear sus propios bancos y no reducir el deficit público, sino redirigirlo.

Joseph Stiglitz
(Foto: Flickr/German Vargas Lleras)

Joseph Stiglitz cree que si lo bancos no están concediendo préstamos y están entorpeciendo la recuperación económica, lo que deben hacer los gobiernos es crear bancos ellos mismos. Y compara la situación con lo sucedido en EEUU: «entregamos a la banca 700.000 millones de dólares. Si hubiésemos invertido sólo una fracción de esa cantidad en la creación de un nuevo banco, habríamos financiado todos los préstamos que se necesitaban».

Además para el que algunos consideran el «mayor cerebro económico del planeta», el gobierno británico y los del G20 en general se equivocan al considerar que la solución de la crisis pasa por ahorrar. Y cita el ejemplo de Herbert Hoover, presidente de EEUU tras el crack de 1929, que aplicó recortes que condujeron a la «Gran Depresión».

Hoover creía que cuando se entra en recesión, aumentan los déficits, por lo que optó por los recortes, y esto es precisamente lo que quieren ahora los estúpidos mercados financieros que nos metieron de lleno en los problemas que tenemos», señala Stiglitz.

«Es el clásico error de quienes confunden la economía de una familia con la de una nación. Si una familia no puede pagar sus deudas, se le recomienda que gaste menos para que pueda hacerlo. Pero en una economía nacional, si se recorta el gasto, decae la actividad económica, nadie invierte, disminuye la recaudación fiscal, aumenta el gasto en desempleo y uno termina sin dinero para pagar las deudas», explica.

Por ello el Premio Nobel recomienda a los gobiernos redirigir su gasto público, no reducirlo. Sí propone recortes en el gasto militar y en las subvenciones al petroleo. Pero defiende aumentar el gasto en áreas como la investigación y el desarrollo, la infraestructura y la educación. Y recupera otra idea «aumentar en un 40 por ciento los impuestos a las ganancias especulativas (del sector inmobiliario y sobre las tierras)».

Joseph Stiglitz también reflexiona sobre por qué se siguen cometiendo los mismos errores: «porque políticos como el británico Osborne se dejan llevar por la ideología. El deficit nacioanl es una excusa para adelgazar el Estado, porque eso es lo que él quiere en cualquier caso. Y porque a los mercados financieros solo les preocupa una cosa: obtener rendimientos. Los demás gobiernos europeos han entrado en pánico debido a los ataques salvajes del mercado contra Grecia y España y no quieren ser los siguiente.»

 

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