Gran expectación por la comparecencia ante el Juez Castro de la Infanta Cristina en los medios internacionales que publican análisis y crónicas sobre los detalles del caso y sus implicaciones para la Corona. Algunos como The Times consideran que el caso supone a un juicio a la monarquía en su conjunto y otros resaltan que es otro de los numerosos casos de corrupción que afectan a las principales instituciones españolas. Pero se destaca una idea: ya ha habido un juicio paralelo en los medios y la sociedad. Mencionan además la «obsesión» por el paseíllo de la Infanta.

El New York Times habla de un juicio a la realidad española en conjunto que divide a la sociedad y de obsesiones en la prensa. El texto de Doreen Carvajal sostiene: «A pesar de que el caso aviva el debate sobre si los aristócratas españoles están sujetos a los mismos estándares judiciales que los demás, se ha convertido en un cuento moral sobre excesos, algo  bastante común en un país donde el retroceso de la marea económica desde 2008 ha dejado al descubierto corrupción y mala gestión en todas partes.

 

Antes incluso de que la princesa ponga un pie en la Audiencia, la perspectiva de su testimonio ha dividido a la sociedad española. Algunos han usado el escándalo para alimentar las peticiones de abdicación del Rey. Otros se han apresurado a defender a Cristina, entre ellos el primer ministro Mariano Rajoy. La prensa española ha seguido obsesivamente el asunto de su la princesa sufriría la humillación de tener que entrar en la corte a pie por un pasillo común -una especie de paseíllo real – donde fue abucheado su marido.»

The Times apunta que la comparecencia de la Infanta es un juicio a la monarquía en sí misma. La crónica de Graham Keeley asegura: «Dos tercios de los españoles quieren que el Rey abdique cuando un caso de fraude pone al monarca español a juicio. Cuando la Infanta Cristian sea escoltada ante la Audiencia de Palma de Mallorca para ser interrogado por acusaciones de fraude fiscal y blanqueo de dinero, parecerá como si fuera la monarquía entera la que es llevada a juicio. Nunca antes un miembro de la Familia Real había comparecido ante un juez, y mucho menos por un escándalo de corrupción que ha suscitado preguntas sobre el futuro de la dinastía del rey Juan Carlos.»

La BBC dice que en privado la Casa Real admite que el prestigio y credibilidad de la Corona han sido dañados. En un artículo, el corresponsal Tom Burridge detalla los motivos por los que comparece la Infanta y dice: «La citación de la hija del rey ha hecho más difícil para casa real trazar una línea entre el escándalo y ellos. En privado, los funcionarios reales admiten ahora que se ha dañado el prestigio y la credibilidad de la corona. La naturaleza de la Justicia española de movimiento lento y el escrutinio diario en la prensa española son un gran problema para la familia real. El caso lleva abierto tres años, y ni siquiera ha habido juicio. Pero, en cierta medida, ya ha habido  un juicio paralelo en los medios.»

La Croix constata que la opinión pública ya ha juzgado a la Infanta. El texto de la corresponsal Valerie Demon apunta: «Al declarar el sábado ante el juez, la infanta Cristina seguramente se preguntará qué hizo bascular su vida de princesa de tal caso manera. Un caso cruel con Cristina de Borbón, antes conocida por su interés en el trabajo social y las ONG. ¿Sabía realmente ella en que consistían los `negocios´ de Iñaki Urdangarin? Es lo que el juez tratará de averigua este 08 de febrero. Pero salga imputada o no, la opinión pública ya la ha juzgado.»

Washington Post recoge el enfasis puesto en si la Infanta hará o no el «paseillo». Explica: «La cita ante la corte será un espectáculo visto por millones de españoles en  televisión, a pesar de que la princesa comparecerá ante el juez a puerta cerrada. Todos los ojos estarán en si Cristina hace el `paseillo´ -la palabra en España para el la entrada de los torerosa la plaza, y que se utiliza para describir el tipo de paseo bajo los focos que pudiera hacer a su llegada a la corte en Palma de Mallorca. La forma en que la ‘llegada de la princesa se maneje será clave para save cuánto mística más sufrirá la ya desacreditado familia real española.»

CNN resalta que la comparecencia se produce cuando el 95% de los españoles cree que la corrupción está muy extendida.  La crónica de Al Goodman señala: «El caso es uno de los varios escándalos de corrupción financiera que afectan a la familia real y a los principales partidos políticos y sindicatos. El testimonio de la Infanta Cristina llega cuando un nuevo informe de la Comisión Europea muestra que el 95% de los españoles dice que la corrupción está muy extendida en el país. La Casa Real hace dos años excluyó a la Infanta Cristina y su esposo de representar a España en los actos oficiales. Sin embargo, algunos españoles dicen que la princesa sigue recibiendo un trato especial.

Reuters resalta que la comparecencia de la Infanta será una victoria para Manos Limpias. La crónica de Fiona Ortiz dice: «Cuando la Infanta Cristina aparezca ante un juez el sábado para ser interrogada por cargos de corrupción, será la mayor victoria hasta la fecha para el cruzado anticorrupción Miguel Bernad, un abogado que ha perseguido a banqueros, políticos y ahora a familia real. Operando desde de una oficina de una habitación  en Madrid, el grupo Manos Limpias de Bernad -una asociación libre de abogados – ha librado una guerra muy personal contra la corrupción, obligando a jueces a investigar casos políticamente sensibles que de otra manera podían haber languidecido.»

Globovisión ve la comparecencia como un terremoto para la monarquía. Asegura: «La infanta Cristina, hija del rey Juan Carlos, declara el sábado como imputada por fraude fiscal ante un juez de Baleares, que con su espectacular convocación hizo temblar a la monarquía. Su imputación cayó como una bomba: muy protegida durante mucho tiempo, ahora cercada por los escándalos, la monarquía española está descubriendo que ya no es intocable.»

La Nación destaca que antes de la comparecencia, el Rey pasó a la acción con una señal de transparencia. El texto de Martín Rodríguez Yebra: «débil y golpeado por escándalos, el Rey Juan Carlos rinde examen a cada paso. Antes de la indagatoria de su hija, el jefe de Estado quiso pasar a la acción. El lunes dio una señal de transparencia y publicó por primera vez el detalle completo del presupuesto a su cargo.»

(Esta noticia está incluida en el resumen de prensa internacional de radiocable.com

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