El empresario Félicien Kabuga era uno de los fugitivos más buscados por la justicia internacional por haber creado y financiado la Radio Mille Colines y el Fondo de Defensa Nacional, dos instrumentos que fueron claves en las matanzas de casi un millón de personas que vivió Ruanda en 1994. Finalmente Ha sido detenido en París gracias a una operación policial conjunta de varios países. Y será juzgado, 26 años después y en lo que se considera una gran victoria para las víctimas y la justicia universal, por los siete cargos de genocidio y crímenes contra la humanindad en el Tribubal Penal Internacional para Ruanda.

Kabuga era un hombre de negocios millonario que estaba considerado el «banquero» del genocidio cometido por las milicias hutus contra más de 800.000 personas de la etnia tutsi y hutus moderados entre abril y junio de 1994 en Ruanda. Estaba acusado de haber instaurado entonces el llamado Fondo de Defensa Nacional, que proporcionó machetes, armas y vehículos a la milicia interahamwe, responsable de gran parte de los asesinatos.

El empresario también era señalado como uno de los grandes instigadores de la matanza, por haber fundado y presidido la emisora Radio Télévision Libre des Mille Collines, conocida como la «radio del odio» o la «voz del genocidio» y desde la que se lanzaron mensajes contra los hutus, dando direcciones y ubicaciones y pidiendo su eliminación. Felicien Kabuga huyó de Ruanda a mediados de 1994, ante los avances del Frente Patriótico Ruandés tutsi y se refugió primero en Suiza, pasando posteriormente a República Democrática del Congo y Kenia. Sin embargo ha sido detenido en París, donde residía en el suburbio de Asnières sur Sene con una identidad falsa.

Su arresto ha sido coordinado por el Mecanismo para los Tribunales Penales Internacionales (MTPI), un cuerpo de la ONU creado para colaborar con los tribunales internacionales de Ruanda y Yugoslavia y seguir buscando a los fugitivos con objeto de llevarles ante la justicia. Y en la gran operación para la detención de Kabuga han participado Europol e Interpol además autoridades judiciales de Ruanda, Bélgica, Reino Unido, Alemania, Países Bajos, Austria, Luxemburgo, Suiza y Estados Unidos y búsquedas simultaneas en varios países.

Esta previsto que Kabuga, que estaba en busca y captura desde hace 23 años, sea transferido al TPIR y juzgado allí de los siete cargos que se le imputan. Human Rights Watch ha saludado la noticia como «un paso importante hacia la justicia para cientos de miles de víctimas del genocidio». Y además ha destacado que la detención evidencia que los supervivientes «pueden esperar ver justicia incluso 26 años después de los hechos y que los sospechosos no pueden esperar escapar de sus responsabilidades».

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