Aunque no cumple los criterios económicos, España tiene un lugar «importante» en el nuevo debate mundial y debería participar en las reuniones del grupo de siete países con las economías más potentes del planeta. Es la tesis que defiende el jurista francés Eric Gardner de Béville en una tribuna en el semanario francés titulada «¿Puede España integrarse en el G7?». En concreto enfatiza que los vínculos históricos, de idioma, culturales y económicos que tiene con América, tanto del Sur como del Norte, convierten a España en un «puente europeo» hacia el continente y justifican su presencia en el G7.

Challenges recuerda que España no es miembro del «elitista» club del G7 «a pesar de los esfuerzos de algunos ex presidentes, en particular Aznar» por estar junto a los siete países considerados las mayores potencias: EEUU, Alemania, Reino Unido, Francia, Japón, Canadá e Italia. Añade que el grupo se creó en 1975 y esto explica, en parte, porqué no están China, India o Rusia, aunque resalta que suelen acudir como invitadas, a veces junto a otros países como Australia, Brasil o Sudáfrica, a las reuniones. Y de cara a la próxima cumbre del G7 que tendrá lugar en Reino Unido, apunta que España aunque no satisface las condiciones económicas para ser miembro del club -que califica de «vagas e imprecisas»-, debe estar presente porque «tiene un lugar que ocupar y un lugar importante, además en el nuevo debate mundial político-económico-cultural».

La tribuna defiende que el argumenta central para que España integre el G7 es su pasado «del que no tiene que avergonzarse, sino estar orgullosa» y sus vínculos con América Latina. Apunta que además de haber «contribuido tanto a la riqueza mundial» con el descubrimiento, hoy el español es un idioma hablado en toda Sudamérica y por 60 millones de personas en EEUU. Y considera que España es un puente europeo hacia las Américas del Sur y del Norte con quienes tiene relaciones privilegiadas en los planos histórico, lingüístico, económico y cultural. Subraya asimismo que las empresas españolas, tanto multinacionales como pymes ya tienen una fuerte presencia en el continente y pueden servir de «pasarela y trampolín» para las de la UE.

Challenges es un semanario económico francés creado en 1982. Pertenece al Grupo Perdriel que también posee el diario Le Nouvel Observateur, de tendencia de centro izquierda y próximo a la social democracia. En 2010 fue elegido mejor revista económica de Francia. Su circulación rozaba a finales de 2015, los 190.000 ejemplares.

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