El diario frances publica un texto en el que sacan varias lecciones sobre lo que la crisis del pepino revela de la UE. Su autor Jean Marc Vittori apunta primero a los riesgos de la fama en esta «era de la información instantánea» donde una falsa información puede acabar cona empresa. Y luego de las posibilidades de que Alemania y España resuelvan el enfrentamiento recurriendo a la «solidaridad europea».

 

Pepinos

(Foto: Flickr/Blog guatemala)

El artículo empieza ironizando sobre lo sucedido: «hubiéramos podido decir que se trata de una novela de Agatha Christie. En Hamburgo las personas mueren unas tras otras, el arma del crimen se encuentra enseguida: la terrible bacteria E.Coli. Pronto las autoridades locales y luego europeas señalan un culpable: el pepino español. El mundo entero se echa sobre él. Es abucheado, rechazado, prohibido. Pero no es el auténtico culpable».

«La lección que podemos sacar de todo esto es evidente; en una era de información instantánea y de las cajas de resonancia que son Internet y Twitter, la fama es una apuesta y un riesgo todavía más importante que antes. Esta fama puede alterarse de muchas maneras. Pero el peligro es especialmente importante cuando es la calidad de un producto la que se cuestiona. Las falsas informaciones pueden acabar con auténticas empresas y con sus asalariados», aseguran.

Para Les Echos, «esta crisis es la ocasión de descubrir la Europa del pepino. La Unión se apasiona desde hace mucho tiempo por la cucurbitácea que crece en el campo de su política agrícola común y la acusación rápidamente ha llevado al enfrentamiento entre dos grandes países de la Unión: Alemania y España. ¿Puede verdaderamente avanzar una Europa que se empaja en el pepino? ¿Puede compartir una herramienta tan poderosa como una moneda cuando sus países son incapaces de arreglar limpiamente una historia de verduras sucias?»

«En este punto de la historia podríamos desesperarnos, podríamos creer que nos encontramos casi en un remake campestre de la crisis de la deuda pública europea con muchos actores idénticos en papeles vecinos. Pero Zapatero y Merkel han logrado hablar del pepino en directo. Y la Comisión habla ahora de indemnizar a los horticultores. Dicho de otra forma, de recurrir a la solidaridad europea, sin la cual no saldremos de la crisis de la deuda. Vamos no todo está perdido», sentencia el diario.

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