Las emisiones de CO2 por consumo de las familias españolas con menos recursos económicos suponen sólo el 5,8% del total de emisiones del país, mientras que las producidas por los hogares de renta son 2,3 veces más altas y superan en 6,5 puntos porcentuales la emisión media por hogar. Es una de las conclusiones del informe «Injusticia climática. Lo que contaminan los más ricos y pagan los más vulnerables» de Oxfam Intermón que acaba de ser presentado. Y pone de relieve cómo esta desigualdad se da también a nivel global donde los países ricos y desarrollados, en los que vive tan sólo una de cada seis personas del mundo y entre los que se encuentra España, emiten a la atmósfera 44 veces más dióxido de carbono que los menos desarrollados.

(Foto: Flickr/Daniellobo)

La investigación de la ONG busca determinar la responsabilidad de países y personas según su nivel de ingresos en la crisis climática. Y para ello han calculado las emisiones per cápita debidas al consumo, que no incluyen las infraestructuras, los productos producidos para su consumo posterior en un tercer país o los gastos de los gobiernos. La primera conclusión es que si se compara a todas las personas del mundo según su nivel de renta, el 10% más rico es responsable del 50% de las emisiones de CO2 asociadas al consumo.

A nivel español, los datos de la huella de carbono ocasionada por el consumo calculada por Oxfam, muestran que un ciudadano medio español expulsa cada año a la atmósfera casi cuatro veces más que un ciudadano chino, 5,6 veces más que uno marroquí, 6,4 veces más que un guatemalteco y 16,5 veces más que una persona nigeriana.

Pero el informe también pone de relieve que existen desigualdades internas incluso dentro de los países desarrollados. En concreto, en España las emisiones de dióxido de carbono relacionadas con el consumo del 10% de los hogares más ricos de España superan en 2,3 veces las del 10% más pobres. Y si solo se contabilizan las emisiones por transporte, las de las rentas altas multiplican por 3,3 veces que las de las menos pudientes.

Con respecto al consumo contaminante de las clases más altas, Oxfam también señala, como ejemplo, el de los jets privados. Calcula que en la próxima década, multinacionales y grandes fortunas habrán adquirido unos 7.600 jets privados nuevos y cada pasajero en cada vuelo de esos nuevos aviones quemará 40 veces más dióxido de carbono que un pasajero de un vuelo regular.

Y Oxfam alerta además de que esta contaminación de los más ricos del planeta que contribuye al cambio climático tiene un impacto mayor en los más vulnerables. Explica que ocho de los diez países más afectados por fenómenos meteorológicos extremos son de renta baja o media baja. Por eso pide que se tomen medidas para mitigar esta desigualdad.

 

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