En las áreas más pobres de Madrid y Barcelona el porcentaje de residentes nacido fuera de la Unión Europea triplica ampliamente al de las áreas más ricas. Y no es una excepción. La concentración de inmigrantes en las zonas menos adineradas es una tendencia que se repite en prácticamente todas las grandes urbes españolas. Es lo que pone de manifiesto un reportaje de El Diario.es que revela las cifras de esta segregación.

(Fuente: Flickr/Calafellvalo)

Los expertos destacan entre entre los factores que explican la segregación de inmigrantes están el precio del alquiler, las políticas migratorias, la presencia de redes de protección o la discriminación racial, entre otras. Pero el artículo que firman Raúl Sánchez, Gabriela Sánchez, Icíar Gutiérrez, Pau Rodríguez, Emilio J. Martínez y Marta Barandela pone datos a las claves del fenómeno.

Así por ejemplo, resalta que en las secciones censales del 10% más pobre de Madrid, el porcentaje de residentes nacido fuera de la Unión Europea triplica al de las áreas más ricas de la capital. En Barcelona, este porcentaje pasa del 37% en las secciones de menos renta al 13% en las más adineradas. También supera el 30% en Alicante e incluso el 40% en Hospitalet del Llobregat, mientras que en otras ciudades como Valencia, Zaragoza, Palma, Murcia o Bilbao tienen un 24%, 21%, 26%, 19% y 16% respectivamente.

Entre las pocas excepciones se mencioa Las Palmas de Gran Canaria y Córdoba. En el caso de la capital canaria hay más proporción de inmigrantes en las zonas más ricas cercanas al puerto de la capital que las secciones de menos renta. Algo que en parte se explica por el retorno de emigrantes canarios que se desplazaron a Cuba y Venezuela durante la primera y segunda mitad del siglo XX. Mientras que en la ciudad andaluza, las personas inmigrantes están distribuidas de forma equilibrada en parte porque su número es pequeños. Apenas el 3,4% de la población en la ciudad de Córdoba nació en África, Asia o América.

En España se dan además algunos fenómenos paradójicos particulares. En el barrio de los Remedios en Sevilla, uno de los más ricos, hay una «isla de inmigración» que supone el 31% de los residentes. Algo parecido sucede también en municipios al norte de Madrid como las Rozas o Majadahonda, donde en en centro del casco urbanos, la población nacida fuera de la UE asciende al 35% y 44%, respectivamente.

En el lado opuesto están dos barrios que se consideran el «símbolo» de la segregación: El Raval, en Barcelona y Carrús, en Elche. En el primero, en torno al 50% de los vecinos son de origen extranjero .principalmente de Pakistán, Bangladesh y Filipinas. En cuanto a Carrús, catalogado como «el barrio más pobre de España» por la Agencia Tributaria, la población extranjera roza el 30%.

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