El periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung publica un texto de Michael Psotta sobre la huelga general en España. El texto afirma que la huelga no era respaldada por los sindicatos «de todo corazón» quienes, además, no persiguen «el relevo del gobierno socialista por la oposición conservadora»:

??La huelga general de 24 horas en España, anunciada desde hace meses, ha surtido efecto, tal y como han experimentado los alemanes que viajaban a España. Sin embargo, no ha paralizado al país. Esto tampoco era de esperar, puesto que incluso los grandes sindicatos, iniciadores de la lucha obrera, no la respaldaban de todo corazón. Es cierto que el motivo de la huelga general, las reformas del mercado laboral efectivamente incisivas, siguen considerándolo como un golpe contra sus logros. Pero la última consecuencia, el relevo del gobierno socialista por la oposición conservadora, no es realmente lo que persiguen?.

??Para España posiblemente sea mucho más importante que se hayan garantizado los presupuestos para el año que viene, aunque sólo sea por haberle hecho concesiones fastidiosas a un partido regional vasco como aliado en el Parlamento ?? y por los duros recortes en los gastos estatales, como por ejemplo en proyectos infraestructurales. Esto ralentizará la reducción de la catastróficamente alta cuota de desempleo del 20 por ciento. Pero, por lo menos, se afianza una impresión que también aumenta en los mercados de capital internacionales: España se encuentra en un camino difícil, pero ya no está al borde del abismo?.

La corresponsal de La Croix y presidenta del Circulo de Corresponsales Extranjeros explica en radiocable.com que considera que la «huelga no ha paralizado» el país. Valerie Demon sí considera que los sindicatos han demostrado que tienen poder de movilización, pero menos del que creían. Y considera que no ha habido «vencedores ni vencidos» y el gobierno ha «tenido la huelga que quería tener y esperaba».

Valerie Demon

Valerie Demon asegura que el ambiente que ha sentido está «entre pragmatismo y resignación». Por eso considera que la huelga ha tenido un éxito moderado: «ha servido para que cada uno plante sus posiciones» y para evidenciar que la «gente no está contenta». Aunque cree que la población quiere soluciones no más protestas.

La corresponsal cree que no ha habido vencedores ni vencidos, porque «en la situación actual todo el mundo está perdiendo». Los sindicatos se han dado cuenta que pueden movilizar a la gente, «sobre todo a la industria» pero que muchos «no están por la labor de perder un día de trabajo». Y el Gobierno se ha encontrado con un huelga «movilizada pero no del todo», porque considera que con una huelga general fuerte, «hubieran tenido problemas».

Richard Cohen

Columnista en la página editorial del Washington Post desde 1984.

 

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Richard Cohen – Washington. De vez en cuando, las palabras de Casey Stengel me vienen a la cabeza. El veterano manager de los New York Yankees, acostumbrado una profesionalidad prusiana en la práctica y el ejercicio del béisbol, dejó vacante el puesto pasando a los extrañamente gafados New York Mets en 1962 y, pasando revista a su equipo, pronunció una exasperada pregunta: «¿Es que nadie aquí sabe jugar a esto o qué?» Lo que se aplicaba a esos Mets es válido para la administración Obama. En Oriente Próximo, no hay puntos y se producen montones de errores.

El terreno de juego de la incompetencia de la administración es la cuestión de los asentamientos de Cisjordania. Esto es una especie de nomenclatura errónea, puesto que algunos de los asentamientos se adentran temerariamente en Cisjordania – Ariel, por ejemplo – y otros son zonas indistinguibles de Jerusalén. Todos son, según ley internacional, ilegales. Pero algunos, al margen de legalismos, van a quedarse. Hasta en Oriente Medio, el sentido común puede jugar un papel. Los asentamientos de la zona de Jerusalén no van a ser abandonados por Israel.

La cuestión de los asentamientos es compleja, pero no irresoluble. Lo que sí reviste, sin embargo, es enorme valor simbólico. Los asentamientos son la forma en que los sionistas se asentaron en Israel — y el Israel que más importa a algunos nacionalistas y judíos ortodoxos no es esa franja costera de estilo Miami, Tel Aviv, sino las zonas cisjordanas de Judea y Samaria, el corazón del Israel bíblico. Para un número significativo de israelíes, pero lejos de la mayoría, los asentamientos tienen importancia religiosa e ideológica. Esto no va de dos habitaciones con vistas espectaculares.

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En cuanto al palestino medio, los asentamientos son una china en el zapato. La construcción de cada uno significa otro trozo más de su territorio que ha ido al enemigo y no puede formar parte de un estado palestino. Es un recordatorio desafiante de impotencia, de la incapacidad de controlar la vida o el destino — y de una siniestra trayectoria que no ha visto sino derrotas. A los palestinos les gustaría ganar para variar.

Teniendo en cuenta la naturaleza altamente emotiva de la cuestión de los asentamientos, no tiene sentido para la administración — en realidad, para el propio Presidente Obama — promover una moratoria tajante de la construcción como la condición de las conversaciones de paz. El gobierno de Binyamin Netanyahu capituló, bajo presión extrema, pero sólo a una moratoria de 10 meses. Para Netanyahu, es en sí misma una concesión importantísima. Encabeza una coalición de derechas que se toma muy en serio los asentamientos. Netanyahu tenía una elección: ceder a las condiciones de Obama y que su gobierno se viniera abajo, o poner fin a la moratoria. El domingo, cumpliéndose los 10 meses, eligió lo segundo.

Veremos si el final de la moratoria se traduce en el final de las conversaciones de paz. El presidente palestino Mahmoud Abbás no ha puesto — o no ha puesto aún — punto final a las negociaciones. Va a consultar con sus colegas líderes árabes. En el ínterin, Obama tendría que consultar con alguien que conozca la región — y escucharle o escucharla. El problema es que muchos expertos le han dicho que su acento en los asentamientos era el camino equivocado a seguir. A última hora de la semana pasada y de la sucesión de reuniones mantenidas en las Naciones Unidas, estaba claro que Netanyahu no iba a convocar a su gabinete para prolongar la moratoria de los asentamientos. Pero la Casa Blanca no sólo rechazó esta advertencia, sino que el presidente repitió su llamamiento a una moratoria. «Nuestra postura en esta materia es conocida», decía a la Asamblea General de la ONU. «Creemos que la moratoria debería prolongarse». Bueno, no fue así.

Desde el principio, el presidente ha seguido un discurso muy duro contra los asentamientos, rechazando distinguir entre un apartamento en Jerusalén y un campamento en las colinas dentro de Cisjordania. Tampoco parece comprender su importancia religiosa, cultural o histórica para algunos judíos. Determinados israelíes de derechas han reaccionado con la misma falta de empatía. Un líder de los asentamientos, Gershon Mesika, llamaba a Obama por su nombre de pila, Hussein — un intento juvenil de insulto.

El enfoque Obama del problema palestino israelí ha sido contraproductivo. O los palestinos tienen que apearse de su insistencia — aún más importante, de la de Obama — en que todos los asentamientos sean abandonados o Netanyahu tiene que apearse de su promesa de que cualquier moratoria será temporal. O Abbás o Netanyahu tienen que perder credibilidad y ninguno de los caballeros puede permitírselo. No son simples negociadores; son los jefes de gobierno.

También Obama tiene que economizar su credibilidad. Imprudentemente exigía algo que Israel no puede dar ya. Fue mal gesto diplomático, que no recuerda ni a Metternich ni a Kissinger, sino al viejo profesor y su pregunta a los torpes Mets. La respuesta, hasta el momento, es no.

Richard Cohen
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E. Robinson

Premio Pulitzer 2009, Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

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Eugene Robinson-Washington. Una de las pequeñas ironías del escándalo del obispo Eddie Long es la queja autocompadeciente del predicador, en un sermón dominical examinado por los abogados de su defensa, en el que dice sentirse «igual que David contra Goliat».

¿En serio? Vamos a ver, por un lado tenemos a uno de los ministros religiosos más destacados e influyentes del país, el pastor de una gigantesca iglesia de los barrios residenciales de Atlanta que presume de tener 25.000 fieles. Por la otra, tenemos a cuatro jóvenes que en sus demandas dicen que Long se aprovechó de su ministerio religioso para seducirles y obligarles a mantener mediante coacción relaciones sexuales con él. Al contrario que el obispo, hasta donde sé, ninguno de los acusados va por ahí transportado en un Bentley. Ni es atendido constantemente por un séquito de ayudantes y gorilas. Ni cultiva ni mantiene amistades próximas con políticos famosos, deportistas de élite ni figuras de la televisión.

Estoy bastante seguro de que el predicador entiende al revés todo el asunto de David y Goliat.

Una ironía mucho mayor, por supuesto, es que Long venga siendo un veterano cruzado contra el matrimonio homosexual — y contra la homosexualidad en general. Y la ironía más grande de todas es que sus tan públicos problemas pueden obligar a la iglesia afroamericana a plantar cara de una vez a su larga trayectoria de hipocresía homófoba.

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Iniciando su andadura en 1987 con apenas 300 fieles, Long levantó el Templo Baptista Misionero del Nuevo Nacimiento convirtiéndolo en una de las dos o tres mayores y más importantes congregaciones negras del país. El complejo del templo, de 1 kilómetro cuadrado, está ubicado en DeKalb County, una de las jurisdicciones de mayoría negra más acaudaladas del país. La iglesia es popular entre los famosos negros de Atlanta, y su éxito ha convertido también a Long en alguien famoso.

En el año 2004, Long encabezó una marcha hasta la tumba de Martin Luther King Jr. en apoyo a la enmienda constitucional de Georgia que prohíbe el matrimonio homosexual. Dos años más tarde, cuando se decidió que el funeral de Coretta Scott King se celebraría en el Nuevo Nacimiento — la hija de King, Bernice, es una de las oficiantes allí — el activista veterano de los derechos civiles Julian Bond se escandalizaba. «Yo conocí su postura hacia los derechos de gays y lesbianas», decía de Coretta King. «Simplemente no me puedo imaginar que quisiera estar en esa iglesia con un oficiante de ceremonias que es un homófobo furibundo».

La iglesia negra de América mezcla desde hace mucho tiempo el activismo político con un acusado conservadurismo social. Pero mientras que las encuestas muestran que la nación se ha vuelto más tolerante y abierta con la homosexualidad, la congregación negra se ha vuelto dolorosamente reticente al cambio. Hace varios años escribí una columna sugiriendo que los ministros negros bajaran de los púlpitos y empezasen a conocer a sus feligreses — y sigo pensando que sería un buen punto de partida.

«Es probablemente el momento más difícil de toda mi vida», decía Long en su sermón dominical. «Se han presentado denuncias en mi contra y se me ataca. Nunca en toda mi vida me he presentado como el hombre perfecto. Pero yo no soy el hombre que aparece retratado en televisión. Ese no soy yo. Ese no soy yo».

¿Quién es entonces Eddie Long? ¿El honrado padre de familia con cuatro hijos que subió al púlpito de la mano con su esposa y denunció — pero no negó — las alegaciones vertidas en su contra? ¿O el artista de la manipulación sexual que, según sus cuatro acusadores, no practica lo que predica ni remotamente?

Los cuatro caballeros, en sus demandas civiles, cuentan historias notablemente parecidas. Afirman que Long se tomaba un especial interés con algunos de los jovencitos que asistían a su iglesia de Atlanta y a un templo afiliado en Charlotte, N.C. Dicen que a continuación se los llevaba de convivencias por separado a lugares como Kenia, Sudáfrica o Nueva Zelanda mientras eran adolescentes — pero mayores que la edad legal para mantener relaciones en Georgia, que es 16 años.

Los caballeros dicen que Long les colmaba de regalos caros, incluyendo coches y joyería, y les conducía de forma gradual a la actividad sexual, citando pasajes bíblicos como justificación. Uno de los caballeros afirma que Long ofició una ceremonia religiosa «de unión» con él que suena notablemente parecida a un intercambio de votos matrimoniales.

Supongo que tal vez Long tiene por decidir ciertas cuestiones de identidad sexual. Podría elegir plantar cara y enfrentarse a las respuestas, o puede que no lo haga. Pero mientras tanto, los predicadores y los fieles afroamericanos de todo el país están mirando — y, espero, aprendiendo.

«Ese no soy yo», decía Long. ¿Pero qué pasa si lo fuera?

Nada que descubra sobre sí mismo puede negar todas las buenas obras que ha realizado en su ministerio religioso — todas las personas cuyas vidas ha cambiado con un mensaje de fe y esperanza. Tal vez pueda perdonarse. Después tal vez pueda perdonar a todos los gays y lesbianas a los que condena insensiblemente.

Eugene Robinson
Premio Pulitzer 2009 al comentario político.
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En ingles lo llaman «Leaf carving art» y es un delicadísimo proceso de tallado que remueve a mano parte de la superficie de la hoja para hacer un dibujo pero sin perforarla y sin extirpar sus venas. Se requiere una gran habilidad, pero hay artistas capaces de plasmar en hojas secas, prensadas y curtidas perfectos retratos, escenas o paisajes que parecen fotografias.

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Las hojas utilizadas en este arte tienen una forma parecida a las del arce, pero pertenecen a un arbol llamado chinar que se encuentra sobre todo en India, Pakistán y China. Para lograr unos dibujos tan detallados, los artistas recurren a herramientas especiales. (Fuente: Boingboing)

En la galería de Logalcraft en Flickr pueden verse más ejemplos de este arte.

Un hoja tallada

Hoja tallada

 

Hoja tallada

Lo lógico sería defender que o fracasa la huelga o fracasa el gobierno. Pero no para la prensa conservadora de nuestro país.

La derecha ha colocado el mensaje en todos sus medios. Si fracasa la huelga, también el gobierno. Es una lectura que hacen todos ellos, casualmente, en bloque. Si el gobierno fuera del PP dirían que la sociedad respalda los recortes y que por eso no secundan la huelga, pero el gobierno es socialista.

Desde luego es digno de admiración el esfuerzo que hacen algunos medios para atacar al gobierno de Zapatero. Requiere de una habilidad formidable para las piruetas dialécticas.

Resulta que la huelga general ha sido un fracaso,- en su opinión-, ergo el gobierno también ha fracasado ¡¿?!

De acuerdo, la movilización ha sido convocada a regañadientes, lo que ha motivado en parte su tibieza. De esa tibieza han concluido que los sindicatos han fracasado en su convocatoria, lo que es mucho concluir puesto que fueron ellos quienes mantuvieron el tono suave. Pero podría ser un análisis.

Ahora, deducir de eso que el gobierno es cómplice o culpable del fracaso sindical, es mucho deducir.

Veamos por ejemplo el Editorial de Libertad Digital:

«esta huelga «debe tener consecuencias»; sólo que, visto su clamoroso fracaso, deberían de dirigirse contra los sindicatos y contra el Gobierno».

¿Contra los dos? ¿Acaso una huelga convocada contra los recortes del gobierno puede estar alentada por el gobierno?   ¿Y si en lugar de fracaso hubiera sido un éxito?

El periódico ABC también insiste: «Derrota sindical y del Gobierno», titulan:

«Los sindicatos convocantes de la huelga general estaban dispuestos a calificarla como «éxito» cualquiera que fuera su seguimiento; y el Gobierno estaba decidido a no ir más allá en sus valoraciones de resaltar anodinamente la «normalidad» del paro. […] Finalizada la huelga que no fue general del 29-S, la situación no ha cambiado, salvo en el desgaste aún mayor que han sufrido el Gobierno y los sindicatos, por haber adulterado sus papeles institucionales en una situación de crisis. La sociedad se ha dado cuenta y ayer lo demostró.»

Pregúntense, ¿que habría ocurrido si la Huelga hubiera triunfado? ¿Cual habría sido el titular?

«¿Hasta los sindicatos dan la espalda al gobierno?»

El mayor proceso por corrupción de la historia de España es como califican los medios de todo el planeta el juicio por la Operación Malaya que ha dado comienzo esta semana. El caso se considera como el paradigma de los excesos de la burbuja inmobiliaria española y un punto de inflexión en la impunidad de los políticos. Periódicos de Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Rusia o Qatar se hacen además eco de algunos de los detalles más escándalosos de la trama.

Arco de Marbella
(Foto: Flickr/joseantonio mateos)

El Frankfurter Allgemeine Zeitung titula su crónica «Miles de millones de billetes de 500 euros» para hablar del proceso por corrupción en Marbella: «Por primera vez desde la muerte del dictador Franco, un gobierno democrático se ha visto obligado a retirar de la noche a la mañana a un consistorio entero. Lo que ahora sigue es un proceso ejemplar sobre algo que en España se denomina «urbanismo salvaje» y que ha vivido su extremo en la Costa del Sol. Los preparativos y las labores jurídicas y policiales para poner orden han tardado cuatro años».

The Guardian recoge que ha dado comienzo el «mayor juicio por corrupción de la historia española». Da los detalles de la red que encabezadaba Juan Antonio Roca «el supuesto «Mr. Big», quien dirigió Marbella desde sus oficinas privadas por más de una década». Recuerdan también que «el hombre a quien muchos culpan por la desenfrenada corrupción de Marbella, el ex alcalde Jesús Gil, que estuvo en el cargo durante 11 años a partir de 1991, murió hace seis años».

La BBC también se hace eco del inicio del marco-proceso. «En entre los acusados hay dos ex alcaldes y el jefe de planificación de la antigua ciudad turística de Marbella. Se les acusa de aceptar sobornos a cambio de concesión de licencias urbanísticas en una estafa de varios millones de euros.»

Il Sole 24 Ore asegura sobre el caso que «En el banquillo, los constructores españoles». El artículo considera que con el caso se «ha roto la impunidad de los políticos del pasado y puesto en marcha investigaciones sistemáticas en el sector inmobiliario en todo el país. […] Una borrachera de ladrillo que, al pasar a causa de la crisis, ha dejado 4 millones de parados y un millón de casas sin vender. En esta euforia colectiva, favorecida por el atropello de las leyes y de las reglas  se han afirmado auténticos sistemas mafiosos para evitar planes de urbanización, construir casas abusivamente y enriquecerse ilegalmente».

La Tribune sintetiza el caso con «Los excesos de la burbuja inmobiliaria ante la justicia». Explican que es un proceso «tambiénde los excesos de la avalancha del sector inmobiliario que caracterizó el boom económico de España?. Y explican que «Los flujos de turistas, especialmente extranjeros, generaron una enorme demanda de viviendas en la región, lo que conllevó una demanda ilimitada de recalificaciones de terrenos protegidos. Esta presión fue considerada como una portunidad. Oportunidad que algunos cargos municipales quisieron aprovechar, provechándose de las importantes competencias de las alcaldías en materia de urbanismo.»

The Irish Times refleja que se trata del «mayor juicio por corrupción política celebrado nunca en España». El artículo explica que el fiscal pide un total de 500 años para los 95 acusados ??entre ellos tres ex alcaldes de Marbella, altos funcionarios del ayuntamiento y muchos influyentes empresarios. Y los cargos son por varios delitos como soborno, corrupción, blanqueo de dinero, evasión de impuestos y malversación de fondos municipales. En 2005, cuando se supo la magnitud de la corrupción, el gobierno regional se vio forzado a intervenir en la primera vez en la era democrática española que un ayuntamiento electo fue retirado del poder?.

Al Jazeera recoge el inicio del mayor juicio por corrupción en España «con cerca de 100 personas acusadas de estar implicadas en un escándalo que llevó a la disolución del Ayuntamiento en el popular complejo turístico de Marbella.

El diario ruso Novie Izvestia también se ocupa del inicio del juicio señlando que «El alcalde recibía millones en bolsas de basura». Lo llaman «juicio del siglo» y explica que los procesados están acusados de crear un grupo criminal y de robar varios millones de euros del fisco de Marbella, el centro turístico más sureño de la península pirenaica. Todos los acusados crearon sus patrimonios durante el boom de la construcción, de diez años de duración, cuando decenas de miles de ricos extranjeros, entre los que también figuraban rusos, compraron en la Costa del Sol numerosas villas y mansiones».

 Es uno de los comentarios que ha suscitado esta foto al ser publicada en facebook. La he tomado esta mañana en Madrid, en el Corte Inglés de Princesa. El despliegue policial era enorme, no así en la Fnac, o en otros locales similares donde era mucho menor. Cosas del poder, supongo.

«Vigilancia privada costeada por todos», Así han titulado en facebook a esta foto

La huelga general de este 29S se ha planteado en contra de la reforma laboral y de algunos recortes económicos y sociales aprobados por el Gobierno. Sin embargo hay medios de comunicación, políticos, empresarios y hasta sindicatos, de tendencia conservadora, que han hecho campaña en contra del paro. Ya sea para atacar a los sindicatos, por enfrentamientos previos o… por defender al PP.

Portada de La Razon contra la huelga

La Razón ha mostrado su rechazo la huelga general con una portada impresa cuyo titular dice «No a la huelga, Sí al derecho a trabajar» y también incluye descalificaciones a los líderes sindicales de UGT y CCOO a los que llama los «cómplices del paro». Además incluyen en su editorial «Asi tampoco» criticas a los sindicatos por «apuntar» a la oposición y al gobierno por «juzgar con benevolencia la convocatoria del paro y extremar su delicadeza con los huelguistas, a los que de ningún modo quiere importunar.»

Libertad Digital se posicionó claramente en contra del paro con un «Yo no voy» y con iniciativas en contra de los sindicatos. Han pedido a sus lectores que grabaran o fotografiaran los métodos con los que los sindicatos tratan de impedir que los ciudadanos vayan a trabajar. Eso incluye segun ellos, «fotos de cerraduras llenas de silicona, piquetes informando amablemente de su intención de no permitir trabajar a nadie, colas interminables en las paradas de autobús, polígonos paralizados… y también de lugares de trabajo donde hayan fracasado, centros comerciales abiertos, trabajadores de todo tipo dando el callo.»

El grupo Intereconomía, con su canal de TDT y su diario La Gaceta, ha expresado su oposición a este 29S con un «No voy» que titula su especial informativo. Además incluyen un editorial en el que aseguran que esta será una «Huelga a la fuerza» en el que aseguran que esta convocatoria es una «parodia» del sindicalismo y un «perverso juego activado por estos parásitos del sistema».

ABC no ha manifestado una adhesión o rechazo explícito a la huelga, pero ha dedicado su editorial a criticar los piquetes informativos y a los sindicatos. Critican que estos hayan convertido «al gobierno de la Comunidad de Madrid en el objetivo de la jornada de hoy, tras anunciar que no garantizarán los servicios mínimos decretados por el Ejecutivo de Esperanza Aguirre», hablan de «matonismo sindical» y denuncian que «cualquier incumplimiento de los servicios mínimos fijados por la Comunidad de Madrid será una vulneración de la legalidad».

El Gobierno Valenciano de Francisco Camps se ha manifestado en contra del paro. El vicepresidente segundo y conseller de Economía, Hacienda y Empleo, Gerardo Camps, ha asegurado que «no comparten» la convocatoria y que  no es «en estos momentos lo que se necesita hacer en España para que se pueda afrontar la situación de crisis en mejores condiciones».

Gerardo Diaz Ferrán, presidente de la patronal CEOE, ha criticado la huelga general acusándola de ser «inútil y lesiva» para el país, que pagarán «todos los españoles». También ha lamentado que «mientras en toda UE se desarrollan manifestaciones sindicales en contra de los recortes fiscales  y todas las medidas tomadas, que por otra parte son necesarias e imprescindibles, el único país de toda UE que tiene una huelga es España».

La Cámara de Empresarios de Madrid se ha mostrado contrario al 29 S por considerar que «contradice los acuerdos decididos en el Parlamento, es innecesaria y perjudicial para la recuperación económica española, ya que las consecuencias las pagarán las empresas y los trabajadores, y vendrá a agravar la situación de crisis actual».

El sindicato CSI-CSIF de funcionarios públicos se ha posicionado en contra de la convocatoria de UGT y CCOO aduciendo que «no puede volver a pedir a los Empleados Públicos un nuevo esfuerzo» tras la huelga sectorial del pasado 2 de junio. Además critican que esta convocatoria llega «con dos años de retraso»,  que coincida con las movilizaciones -que no huelga- de los sindicatos europeos y que se haga con «mensajes confusos».

La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos, CESM, y el sindicato de Enfermería SATSE se han mostrado en contra de apoyar la huelga colectivamente. Aseguran que hay motivos para la protesta pero prefieren realizar actos sectoriales. Por explicaron que no llamarían a sus afiliados a seguir la huelga aunque individualmente cada uno es libre de tomar la decisión que quiera.

La Federación Nacional de Trabajadores Autónomos ATA declaró su intención de no secundar este 29S. Su presidente Lorenzo Amor calificó la convocatoria de «inútil» en su opinión porque «el día 30 de septiembre todo va a seguir igual, no se va a modificar la reforma laboral, no se va a modificar el Gobierno, no se van a convocar elecciones generales y los sindicatos van a estar nuevamente sentados con el Gobierno haciéndose la foto»

El linchamiento que se ha lanzado desde las tertulias contra los sindicatos y los sindicalistas es simplemente una de tantas ofensivas. Esta semana vivirá todo su apogeo.

Periodistas que usan y disfrutan de todo tipo de derechos sociales, que son los primeros que planifican y gozan de las vacaciones, o de las bajas por enfermedad, o de la bajas por paternidad, o de las pagas extras y de tantos y tantos otros derechos se deshacen después en insultos y descalificaciones contra quienes los han logrado.

Se sienten fuertes, pero no hablan por sí mismos. Son, solamente, la voz de su amo.

Me sumo a la petición de Iñaki Gabilondo la semana pasada. Un poco de respeto. Fontdevila lo ha expresado muy bien.

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