El expresidente de gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero fue entrevistado en La Cafetera de radiocable.com, donde dirigió «una reflexión para el PP» y para Pablo Casado»: «Tienen que arrimar el hombro, y demostrar que son no solo oposición, sino alternativa». Defendió, además, que «se puede suscribir un acuerdo, arrimar el hombro, ayudar» sin necesariamente abandonar el espacio de la crítica (entrevista a partir del minuto 30:40).

Según recordó el expresidente, «el principal partido de la oposición es siempre, como demuestra la historia», el que posibilita los «grandes acuerdos de Estado». Y en su opinión, en esta ocasión «aproximarse, trabajar y llegar a un acuerdo de Estado es casi una cuestión de patriotismo, cívico, social«. Defendió Zapatero que  «no hay ningún factor político que lo impida» en la actualidad y señaló que «la experiencia nos dice que en los acuerdos de Estado, salvando las distancias, de los últimos 15 años en España, los que firmaron haciendo oposición ganaron las elecciones».

«Espero que en esta semana avancemos hacia ese acuerdo»- dijo. Un «acuerdo que dure un año para la reconstrucción«. «Lo desean los ciudadanos»- apuntó. «Espero que el afán patriótico se imponga de verdad». » Esto sí que es un tema de patriotas, poder acordar la reconstrucción económica para que nadie se quede atrás; fortalecer nuestro sistema de salud; rendir homenaje a quienes han trabajado; y honrar a las víctimas y sus familias».

El expresidente del gobierno consideró fundamental afrontar un proceso de reconstrucción de la economía «que exige dos condiciones: la máxima cohesión social y que se creen los factores políticos adecuados para que esa reconstrucción sea rápida y acierte«. Para el expresidente «el consenso sería una palanca fundamental». «Si en esta circunstancia, no se hace el esfuerzo que todos los ciudadanos esperamos de un acuerdo que afronte los aspectos más decisivos, será sin duda un elemento de frustración».

Sobre el mundo después de la pandemia, el expresidente reflexionó sobre «tres elementos esenciales» que cambiarán tras la crisis sanitaria. Por un lado, «todo un cambio en las condiciones del desarrollo de las relaciones sociales y de trabajo. Así como «un cambio en los viajes y el transporte, donde las medidas preventivas de salud serán mucho mas intensas».  También, piensa que habrá «cambios en aspectos importantes de la economía: habrá sectores emergentes y sectores que pasarán por un elemento depresivo». Y, en tercer lugar, deseó que se «abra paso a un tiempo de cooperación donde las naciones pongan nuevamente en pie proyectos de la fortaleza que en su día fueron las Naciones Unidas». Tanto «en lo económico, en la salud, en lo social, como en la lucha contra el cambio climático». Porque, sino, dijo, «el riesgo que tendríamos sería volver a políticas de cierre de fronteras, cuando hemos visto que en todos los problemas esenciales las fronteras no son el camino».

«Ojalá se instaure un nuevo orden político y económico internacional, como sucedió después de la Segunda Guerra Mundial»- señaló.

«Un nuevo orden con «los pilares de la cooperación, integración, solidaridad y los principios de relación pacífica entre los pueblo».

Zapatero defendió la condonación de la deuda de Latinoamérica. Advirtió del «shock que esta tragedia» puede provocar y las dificultades financieras» que van a afectar de manera desigual al planeta.  En su opinión, algunos países «no van a poder afrontar el mínimo que un Estado debe garantizar»: «Una de las cosas que constriñe a buena parte de esos países es su deuda externa». por lo que defendió que «este es un momento extraordinario que exige  esa actitud». De lo contrario, cree, «veremos un retroceso que puede ser de medio siglo para países como los de Latinoamérica».

Zapatero puso en valor «la respuesta de la ciudadania». Y recordó que «Los funcionarios, los servidores públicos, están haciendo una función cívica y pública y debe ser objeto de valoración de lo que significa el servidor y el servicio publico«.

«Vamos a tener la posibilidad de una recuperación económica con una capacidad de gasto que no hemos tenido en otras crisis«.

El expresidente del gobierno recordó que esa capacidad de gasto, es posible «gracias a dos elementos que se han abordado desde el principio desde Europa». «Si hoy el gobierno de España y el Estado español se puede endeudar a niveles muy altos, es porque el BCE está dando toda la liquidez». En segundo lugar recordó que  «el proyecto de plan financiero que ha aprobado el Eurogrupo del fondo de ayuda sanitaria y ante del desempleo, no tiene comparación, favorablemente, con lo que fue el arranque de la crisis de 2008, cuando había mucho más debate sobre la austeridad».

«Si no estuviéramos en el euro y la UE, nuestra situación sería extraordinariamente vulnerable, delicadísima y sufriríamos una crisis gravísima»-recordó.

El director de ‘La línea invisible’, Mariano Barroso, analizó la serie con la periodista Ana Pastor en el podcast producido por Newtral y La Cafetera de radiocable.com. La serie trata del nacimiento de ETA, un «asunto muy reciente, delicado y sensible», afirmó Barroso. «Queremos que la gente vea la serie dejando a un lado los prejuicios»- señaló.

‘La línea invisible’ trata el origen de ETA desde la ficción, y está protagonizada por Àlex Monner, Antonio de La Torre, Anna Castillo y Enric Auquer.

Aunque contaban «con que iba a generar todo tipo de controversias», Mariano Barroso destacó que el Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco (COVITE) «está recomendando la serie». Como también hizo Consuelo Ordoñez, la hermana del asesinado Gregorio Ordoñez, desde su cuenta de Twitter, «recomendando que se vea entera para verla en su globalidad».

Mariano Barroso insistió en que «está hecha con un profundo respeto a todo el mundo». Y añadió: «Lo último que buscamos es polémica».

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El periodista Iñaki Gabilondo fue entrevistado en La Cafetera de radiocable.com (entrevista a partir del min 35:00), donde reflexionó sobre los retos globales que habrá que afrontar tras la pandemia . Gabilondo protagoniza el programa de televisión «Volver para ser otros» donde conversa desde su domicilio y por videoconferencia con personalidades internacionales con los que trata de analizar cómo será el mundo después del coronavirus.

Para Iñaki Gabilondo, para afrontar los problemas inmediatos es «fundamental que haya conciencia de emergencia, de que ningún partido puede hacerlo solo, y que ninguno diga que puede hacerlo así». «Necesitamos un tiempo de mentes muy abiertas, capaces de tener posiciones ideológicas claras pero, al mismo tiempo, entenderlas con anchura de banda para afrontar una situación que es inédita y terriblemente difícil».

Iñaki Gabilondo defendió que la pandemia «dejará huellas»: «La política se la juega como no sea capaz de llegar a puntos de encuentro para transmitir a una sociedad dolorida y herida mensajes de esperanza de confianza y de ánimo». De lo contrario, esto «nos va a condenar a una disyuntiva tremenda: o participar en esta polarización, o dar la espalda en masa a la política».

«Si la política cree que estamos con la camiseta de partido puesta mañana, tarde y noche, están en la luna, porque no es así»- defendió el periodista. En su opinión, «la inmensa mayoría de la población está mirando a la política para ver si es capaz de ofrecer una respuesta que tenga algún tipo de convergencia». Y, aunque sostuvo que «no se pueden reproducir los pactos de la Moncloa, sí opina que «se puede reproducir una atmósfera de concordia y acuerdo«, así como «ofrecer algún tipo de solución a una sociedad herida y asustada como esta».

«Lo que debería deducirse como moraleja es que el Estado tiene que ser social y hay determinados tipos de elementos, como los servicios públicos, que deberían estar por delante de la disputa ideológica» -apuntó Gabilondo. Y «es una moraleja que la sociedad tiene que extraer y defender», y que «tendría que ser compartida por todos sin la más mínima discusión». Porque «hay elementos preideólogicos» y «la existencia de un Estado sólido, desde el punto de vista social, es clave».»Un Estado, si no es social, no podrá llamarse Estado». Por lo que «la discusión en torno a determinados servicios sociales va a tener que quedar al margen de la disputa ideológica».

«Los elementos de seguridad van a adquirir una importancia mayor y todos vamos a aceptarlo» en cierta medida. Pero, advirtió: «A partir de una determinada dosis no nos parecerá bien y lo único que tenemos que hacer es no permitirlo».

Para Iñaki Gabilondo la necesidad de mantener «unos buenos servicios públicos, de investigación y de ciencia, debería estar colocado en el piso anterior a la disputa ideológica». «Esto no se puede ya discutir»- aseguró. «Va a resultar ya muy difícil de discutir el principio de que un Estado social es imprescindible y que un Estado para serlo tiene que ser social».

Gabilondo vaticina además «tensión entre quienes intenten mantener el actual statu quo yotros que estarán moviéndose ya en una nueva dirección». Señaló además otras lecciones que nos ha dejado la crisis del coronavirus: «Hemos descubierto algunas cosas de una manera muy evidente, que estamos viviendo de espaldas a la naturaleza«. Algo «en lo que coinciden desde los ecologistas más radicales hasta el Foro de Davos». Y recordó que en la última cumbre ya señalaban que «algunos de los problemas económicos más amenazadores que teníamos por delante estaban vinculados a la mala relación que teníamos con la naturaleza».

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