En torno al hashtag #SinCienciaNoHayFuturo la comunidad científica española se unió para reivindicar una mayor inversión en ciencia. Pidieron recordar el importante papel del personal sanitario y científico durante la crisis sanitaria, así como solidaridad por parte de la ciudadanía hacia su labor.

Como recordó el doctor en física teórica Alberto Sicilia en Público.es, «la inversión en I+D en España supone el 1,2% del PBI, cada vez a más distancia de otros países europeos». En su artículo sobre ‘Cómo España olvidó a sus científicos’, Sicilia justifica con datos oficiales la deficitaria inversión en ciencia en el país.

Manuel Collado, jefe del laboratorio de Células Madre en Cáncer y Envejecimiento del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS), fue entrevistado en La Cafetera de radiocable.com, donde reflexionó junto a José Romero sobre los avances contra el envejecimiento (entrevista a partir del minuto 88:40).

Así como antes se entendía que el envejecimiento es «un proceso de inexorable», desde hace «bastantes décadas sabemos que el envejecimiento no es inexorable, que es maleable y es algo que podemos modular». Algo que «está controlado, de manera muy compleja, por múltiples vías y que sí que podemos, conociendo esas vías, incidir sobre ellas para poder mejorar».

Restringir la ingesta de calorías «se ha demostrado como la intervención más universal, más reproducible, y más claramente efectiva para retrasar los efectos negativos del envejecimiento»-afirmó. De hecho, explicó que «es algo que se está estudiando desde hace prácticamente un siglo». Pero, advirtió: «Hay que tener mucho cuidado con ello porque hay gente que rápidamente se lanza a hacer una reducción de ingesta de calorías y es un asunto peligroso». «No conviene de una manera individual enfrentarse a una dieta de este tipo, porque puede conllevar unos problemas de salud bastante drásticos»- insistió. Lo que los investigadores «procuran es tener un avance que nos permita hacer un desarrollo farmacológico y que eso se pueda aprovechar para aumentar nuestra salud y longevidad».

Adelantándose a las críticas de quienes dicen “estos locos lo que quieren es vivir 1000 años, eso es absurdo, no tiene ningún sentido,…”. Collado aclaró que «la inmensa mayoría de los investigadores del envejecimiento serios lo que proponen es mejorar las condiciones de salud de las personas de edad avanzada».

Restringir la ingesta de calorías se ha demostrado como la intervención más universal, más reproducible, y más claramente efectiva para retrasar los efectos negativos del envejecimiento. Esto es algo que se está estudiando desde hace prácticamente un siglo

Sobre el origen de las vacunas y respondiendo a las declaraciones realizadas por el arzobispo Cañizares, Collado afirmó que «es una tergiversación de la realidad». Explicó que «es cierto que se utilizan células derivadas de fetos abortados en investigación y en la producción de vacunas y en la producción de muchísimos otros productos biotecnológicos». Pero, añadió: «Esto tampoco tiene que escandalizar a nadie, estamos hablando de un producto biológico, derivado de un feto abortado legalmente y que antes de ser incinerado es aprovechado para poder realizar cultivos celulares en los que crecer vacunas». Es algo que «procede de cultivos establecidos hace muchas décadas». De «mediados del siglo pasado cuando la gran explosión en la generación de vacunas requirió de un sistema celular seguro y efectivo en el que poder crecer los virus para poder realizar las vacunas». En aquel momento «se encontró la solución derivando dos o tres líneas celulares a partir de fetos abortados legalmente y esas líneas se han seguido utilizando desde entonces tanto para investigación básica -para aumentar nuestro conocimiento- como para poder utilizarlas como sistema en el que crecer las vacunas». Por lo tanto «no tiene nada de extraordinario ni es nada éticamente objetable, ni siquiera por parte del Vaticano». Y, señaló: «Esto no fomenta el aborto».

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