El ICEX

El Gobierno ha aprobado convertir el Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) en una entidad pública empresarial para que sea más ágil, más flexible y tenga más capacidad de apoyo a las empresas españolas en el exterior. Se trata de potenciar la internacionalización y la base exportadora española que está siendo, en esta época de crisis, uno de los factores económicos más destacados.

El pasado mes de enero, las exportaciones de empresas españolas aumentaron en un 32%. Y en el conjunto de los últimos 12 meses el crecimiento ha sido superior al 19%. El Gobierno quiere que estos buenos datos se consoliden y conseguir hacer a la economía española estructuralmente exportadora. Y con este objetivo ha decidio la reforma del ICEX, un organismo que se creó en 1982.

Entonces España exportaba 54.000 millones de euros en bienes y 31.000 millones en servicios. En la actualidad estos datos se han casi cuadruplicado en el caso de los bienes (186.000 millones) y triplicado en el de los servicios (90.000 millones). Ha finales de 2010 había en España más de 109.600 empresas implicadas en comercio exterior. Y el Gobierno quiere aumentar ese numero en unas 3.000 más cada año, facilitando especialmente las exportaciones de las PYMES.

Por ello se aprobará en breve una ley que permita al ICEX pasar a ser ente público empresarial. Este cambio jurídico está destinando a mejorar su capacidad financiera y la gestión de los los fondos que recibe del Estado. De ser un mero «organismo subvencionador» pasará a dar servicios de «alto valor añadido» a empresas (préstamos participativos, servicios personalizados, centros de negocio…) y financiará los proyectos viables que se presenten. Su objetivo será apoyar la competitividad de las empresas internacionalizadas.

Raphael Minder, del New York Times, explica en radiocable.com que la renuncia de Zapatero puede darle energía al PSOE en un momento muy difícil. Considera que en los últimos meses «otro partido u otro presidente no hubiera hecho cosas muy distintas» a las medidas llevadas a cabo por él. El corresponsal cree en cualquier caso que es pronto para saber que consecuencias tendrá para España y valora a los posibles candidatos a las primarias.

Raphael Minder

Para Raphael Minder el anuncio del presidente de no optar a la reelección «abre el camino para que otro candidato obtenga un mejor resultado». Y recoge también la idea del propio Zapatero de que el PP tendrá que buscarse un proyecto con más contenido y menos critica «y eso es una apuesta para darle más energía al PSOE en un momento muy difícil».

En cuanto a lo que esto puede suponer para España, el Financial Times considera que  no inyectará incertidumbre sobre España en los mercados ya que ahora podrá «continuar las reformas que empezó» sin temer a perder nada más que su «reputación». Pero para el corresponsal del New York Times aun es pronto para saberlo: «dependerá del tipo de lucha interna que haya en el PSOE y también del nivel de ganas que tenga todavía Zapatero de mantener un liderazgo muy activo». Pero cree evidente que «no tendrá el mismo peso» para hablar con sindicatos o con otros sectores al saberse que en unos meses habrá otro líder.

De cara a las primarias, Raphael Minder cree que aun se sabe poco de Carme Chacón pero es «una apuesta para tener un lider que represente a la nueva generación, una mujer, un cambio más radical». En cambio ve a Rubalcaba como el «veterano, el sabio que ya ha vivido mucho». Aunque cree que podría haber sorpresas y otros nombres que también opten al liderazgo del PSOE.

El corresponsal valora además la ultima parte de la presidencia de Zapatero: «esperó mucho tiempo para actuar porque pensó que no iba a ser una crisis tan profunda, pero al final ha tomado en los últimos meses decisiones y medidas bastante correctas que se valoran bien en los mercados». Minder piensa incluso que «otro partido u otro presidente no hubiera hecho cosas muy distintas».

Un artículo del semanario británico del pasado 22 de noviembre analizaba la situación económica y política de España en 2010 y de cara a 2011. Y The Economist sostenía que, dada la mala imagen y el descrédito que mostraban las encuestas tanto de Zapatero, como del lider de la oposición Mariano Rajoy, los españoles podrían terminar dando el gobierno central en 2012 al primer partido que «ofreciera una cara nueva».

Zapatero y Rajoy

El analisis, que firmaba Giles Tremlett, corresponsal de The Economist y The Guardian, hablaba de como los españoles buscaban a un «Señor que arregle las cosas» y concluía: «las encuestas muestran que el señor Zapatero es cada vez más un lastre pa los socialistas. Una forma espectacular de cambiar la suerte de su partido podría ser anunciar que él no se presentará a las elecciones de 2012. Con el líder del Partido Popular de la oposición, Mariano Rajoy, también dando una mala valoración personal en las encuestas, el partido que presente una cara nueva a los votantes podría cosechar su gratitud».

The Economist titulaba el texto «Más dolor, poca ganancia» y repasaba los problemas de la economía española en 2010 comparándola con el caso de Japón en los 90. Aseguraba que «la novena economía mundial en 2009 será pronto la duodécima, adelantada por Rusia, India y Canada. Las recientes reformas son un cambio en la buena dirección, pero no suficientes para impedir que España se quede atrás».

De cara a 2011 vaticinaba que la historia política del año serán «los intentos del gobierno en minoría para atajar la humillación electoral cuando los españoles vayan a las urnas en el primer semestre de 2012″. Aunque el semanario también mencionaba otro factor: «Si el señor Zapatero puede conseguir ETA se encamine a un fin permanente de la violencia, entonces puede obtener algunos votantes más«.

El anuncio del presidente español de que no optará a un tercer mandato y que su sucesor en el partido será elegido en unas primarias fue recogido por la mayoría de la prensa internacional el mismo sábado. Pero diversos medios extranjeros han ofrecido también con el paso de las horas diferentes analisis y reflexiones sobre los motivos de Zapatero, las implicaciones para España y hasta valoraciones sobre sus posibles relevos o sobre la actitud del PP.

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El New York Times considera que la decisión de Zapatero es una apuesta para retener el poder: «con su Partido Socialista haciendo frente a un déficit de dos dígitos en las encuestas, Zapatero está apostando a que su decisión de no buscar un tercer mandato va a reforzar las posibilidades de su partido para conservar el poder». Pero el texto de Raphael Minder advierte de que han surgido temores de que la decisión de Zapatero pueda tener repercusiones económicas y que el PSOE se centre más en las primarias que en gobernar y seguir con las reformas.

El Wall Street Journal analiza la decisión de Zapatero como «un movimiento calculado para mejorar las sombrías perspectivas electorales del Partido Socialista pero que podría socavar su autoridad en un momento peligroso». Y sobre los posibles sucesores, el artículo que firma Jonathan House considera que Rubalcaba «ofrece la mejor oportunidad para derrotar a Rajoy en las generales», mientras que Chacón es «ideologicamente más cercana a Zapatero y tiene más tirón entre las bases izquierdistas del partido».

The Economist recoge que el anuncio de Zapatero ha «revitalizado la política española, aunque es arriesgado adivinar que consecuencias tendrá para su partido». Creen que el candidato más fuerte para la sucesión es el «hiperactivo» vicepresidente, ministro del interior  y portavoz del gobierno. Califican a Rubalcaba de «político astuto y entusiasta, aunque su trayectoria es irregular«. Recuerdan su apoyo a Bono frente a la candidatura de Zapatero para presidir el PSOE y los intentos del PP de desgastarle.

El Financial Times resalta que Zapatero ha anunciado que no será candidato y «ha abierto el camino para un sustituto que es probable que pierda frente al conservador Partido Popular de la oposición». Y sobre el presidente aseguran que «es detestado por la derecha española por sus políticas sociales liberales y el manejo ad hoc de la crisis económica. Pero también ha perdido el apoyo de los sindicalistas y otros izquierdistas por la introducción de medidas de austeridad».

La BBC destaca que «el partido de Zapatero espera que su anuncio les dé un impulso de cara a las elecciones locales. Pero también deja una buena carga de inseguridad, el tipo de «distracciones» que el presidente dice que estaba tratando de evitar».

El Frankfurter Allgemeine Zeitung considera que «Zapatero gobernará un año más como lame duck. En ese tiempo aún podrían tomarse ciertas decisiones dramáticas». El texto de Leo Wieland también defiende que «Zapatero ha sido co-esponsable de la crisis que primero ignoró y después negó. El hecho de que ahora esté haciendo lo acertado para sacar a España del fango también es útil para los socios europeos».

El Süddeutsche Zeitung critica el papel del PP: «Rajoy no quería ser molestado en su excursión familiar. Esto recuerda al mes de mayo de 2010, cuando Zapatero anunció aquellas reformas que ahora le cuestan el cargo y que quizás acaben costándole el poder a su partido, pero que probablemente salven el euro para Europa. En aquel momento, la oposición ya se acomodaba en su rol de ganadora de la crisis. El cálculo consiste en no dejarse exponer para que el año que viene el poder recaiga sobre ella por sí mismo. Pero una política responsable es algo muy distinto?.

El Berliner Zeitung subraya en una crónica de Martin Dahms: «La buena política no se recompensa?. Y explica que «nadie debería temer ahora un vacío de poder en España. A Zapatero le queda casi un año para tomar decisiones poco populares. Su afán reformista probablemente acabe barriendo como poco con la legislación de convenios colectivos. De esta forma le está haciendo el trabajo sucio a los demás políticos. La derecha no se lo agradecerá, sino que seguirá arremetiendo contra él por todos los lados. Los socialistas intentarán levantar a un nuevo candidato líder que los españoles ojalá aprecien más que al actual presidente?.

Le Point habla de «guerra de sucesión entre los socialistas, tras Zapatero». El artículo explica que «al anunciar las primarias socialista, Zapatero ha abierto la batalla de la sucesión con el riesgo de hacer estallar las divisiones». Recogen también que Rubalcaba es el mejor colocado para sucederle, aunque se hacen eco de que «algunos socialista evocan un posible pacto para que Rubalcaba sea el candidato en 2012 y Carme Chacón en 2016″.

Les Echos resalta en una crónica de Jessica Berthereau que «el jefe del Gobierno español hace su reverencia sin designar un heredero. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, cincuenta y nueve años, conocido por su lucha contra el movimiento separatista vasco ETA, era sin embargo considerado su sucesor natural. La ultima reorganización del gabinete en octubre de 2010, había visto su consagración como número dos en el gobierno. Pero la designación del candidato socialista para el año 2012 será con primarias».

La Tribune dice que «Zapatero tira la esponja» y se fija en que el anuncio «llega justo cuando hace una semana, durante una reunión con cuarenta empresarioss españoles, Emilio Botín, presidente del Banco Santander, le había pedido expresamente que no se discutan sus intenciones para las elecciones Marzo 2012, para no añadir un elemento de incertidumbre política a las turbulencias que sacuden a España con regularidad en los mercados financieros».

La Repubblica apunta que además de Rubalcaba y Chacon que también «hay posibilidades de que se presenten a las primarias del partido otros dirigentes socialistas como el líder del partido en Madrid, Tomás Gómez; el lendakari vasco, Patxi López, y el presidente del Congreso de los Diputados, José Bono».

El Corriere della Sera publica un artículo de Antonio Polito sobre «El amargo adiós del bambi socialista». Explica que «los españoles, de la misma manera que se tuvieron a Bambi cuando la economía volaba, estaban dispuestos a liberarse de él cuando llegó el desplome de la construcción y de los bancos, que habían sido los verdaderos motores del milagro zapateriano. Esto normalmente ocurre en los regímenes democráticos: no considerando la política como una guerra civil, el pueblo usa a un líder hasta que lo necesita y después se deshace de él.

Clarin habla de los desafíos: «tanto Zapatero, que quiere enderezar su proyección histórica, el PSOE, que apuesta porque a su agónico líder le vaya bien, como el nuevo jefe de filas socialista, arriesgan a tener que seguir su larga marcha con una losa descomunal sobre sus cabezas. Los socialistas, entonces, tienen que dejar su futuro político en una arrebatadora ejecución a cuatro manos. ¿Habrá armonía entre los dos artistas? ¿Habrá un milagro económico que pueda desembocar en un triunfo o unos resultados adecuados para no llorar una derrota demasiado grave? ¿Habrá suerte??.

Al Bayane habla de «la salida voluntaria de un presidente de gobierno: una lección de ética y de humildad?. El texto resalta que «Zapatero se ha dado cuenta de que es ??un cadáver político?? tras haber adoptado una serie de reformas impopulares, que lo han convertido en la diana preferida de la oposición de derechas, el PP… Se ha visto obligado a salvar el resto de credibilidad que aún le queda como hombre político y reconocer, en un ejercicio de humildad y honestidad, que ya no es el hombre de los grandes retos? El PP por fin se ha alegrado de la descomposición del programa socialista, no gracias a sus propios méritos, sino debido a factores exógenos que han torpedeado los cimientos de la política social del Gobierno?.

El semanario británico analiza en un artículo las perspectivas socialistas en elecciones municipales y autonómicas en España y temas de inmigración. Detectan a este respecto que «la rabia aumenta?. Detallan el programa anti-inmigrantes del candidato del PP García Albiol en Badalona, asi como en otras localidades. Una situación que lleva a The Economist a decir que «puede que España ya no sea inmune a los ánimos contra la inmigración de otros lugares de Europa».

 

Manifestacion por los derechos de los inmigrantes
(Foto: Flickr/Alvaro Herraiz San Martin)

El texto «El gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero está imponiendo austeridad desde arriba y una economía estancada genera pocos impuestos. Los socialistas se enfrentan a una severa derrota. Barcelona o Castilla-La Mancha pueden perderse a favor del PP. Zapatero se ha convertido en una carga… ¿Qué piensan realmente los españoles de los planes de Zapatero cuando votan? Fueron pocos los socialistas que criticaron las medidas de austeridad que hicieron que su popularidad cayera en picado. Incluso el reemplazar a Zapatero antes de las próximas elecciones generales puede que no ahuyentara el pesimismo?.

Se fijan también en «problemas locales. En Valencia hay un escándalo de corrupción por estar el jefe del Ejecutivo Francisco Camps acusado (aunque lo niega) de recibir trajes de unos subcontratistas. En partes de Andalucía los votantes desean saber por qué funcionarios socialistas otorgaron a amigos pensiones especiales.

Pero el tema central es la inmigración: «En Cataluña los partidos compiten para ver quién es más duro con la inmigración. En Badalona, ciudad de clase trabajadora al norte de Barcelona, el candidato del PP Xavier García Albiol ha logrado respaldo local y el oprobio nacional por sus planes para echar a algunos inmigrantes. Albiol dice que los marroquíes, paquistaníes y chinos que viven en la ciudad no comparten ??los valores, sociales, familiares y culturales?? de Badalona. Los gitanos rumanos son una pesadilla. Promete privar de los beneficios de vivienda, las becas escolares y otras formas de ayuda a los ??problemáticos??.

Para The Economist: «sus oponentes dicen que está conjurando demonios racistas en un país en el que la inmigración no ha sido gran motivo de polémica. Alcaldes socialistas desde Barcelona a Lleida quieren prohibir el burka a pesar de que los tribunales dicen que no pueden. La coalición nacionalista Convergencia y Unión quiere que se prohíba y que los inmigrantes futuros sean examinados de catalán. Según un sondeo, la mitad de los catalanes considera que hay demasiados extranjeros. Puede que España ya no sea inmune a

los ánimos contra la inmigración de otros lugares de Europa?.

Una de las cosas más sorprendentes de este fin de semana ha sido la actitud mezquina con la que parte del PP ha acogido que Zapatero no será candidato. Ni una muestra de generosidad al contrincante que se marcha.

En parte, eso, retrata muy bien el desconcierto con el que se ha recibido la noticia y en buena parte nos recuerda que, de nuevo, mientras todo ocurría, Rajoy estaba ausente. Nada nuevo que le cogiera de fin de semana, aunque ciertamente cuando despertamos, Mariano Rajoy todavía estaba allí.

La estrategia del PP pasa ahora por pedir elecciones anticipadas:

«Pons dice que es de una «sinvergüenza extraordinaria» que Zapatero no convoque elecciones»

La estrategia es chocante pues a Zapatero los ciudadanos le han otorgado legitimidad democrática para cuatro años. Pensar que porque ha anunciado que no será candidato en el futuro, porque se conoce la fecha de su salida, queda mermada esa confianza, sería como defender que Aznar nunca tuvo legitimidad para gobernar pues siempre anunció que sólo estaría dos legislaturas.

Es más, conviene recordar algunas fechas:

En enero de 2002 tiene lugar el XIV Congreso del PP, uno que se recuerda como el de la sucesión de Aznar. Allí afirmó que no creía en la «prolongación personalista de los liderazgos políticos» y explicó que era una «convicción profundamente arraigada».

En julio de 2003, en un debate sobre el estado de la nación, Aznar volvió a confirmar su propósito:  «Yo no voy a ser candidato a las próximas elecciones a la Presidencia del Gobierno. Lo que no sé es si lo va a ser usted», -le dijo a Zapatero.

El 30 de agosto de 2003, Aznar anunció a su sucesor, Mariano Rajoy. Para hacerlo, convocó a los tres candidatos con más posibilidades Rajoy, Rato y Oreja y al entonces secretario general del PP, Javier Arenas.

El 14 marzo de 2004 se produjeron las elecciones generales.

En definitiva, que Aznar lo anunció dos años antes de las elecciones.

Cree Mariano Rajoy que hay una diferencia: que a Aznar nadie le pidió que se marchara. Tampoco recuerdo yo que nadie se lo haya pedido abiertamente a Zapatero y sin embargo sí que recuerdo, con mucha precisión, que miles de personas se echaron a las calles contra la guerra de Aznar, o cotnra su gestión en el prestige, o contra las mentiras del 11-m. Así que algo sí que le pidió la gente, sí.

Aceite

Las ventas internacionales del sector ascendieron a 1.953 millones de euros, lo que nos coloca como primer productor y exportador de la UE, por delante de países como Italia y Grecia. En total el 60% de la producción nacional se dedicó al comercio exterior. España vendió la misma cantidad de aceite el año pasado que todos los olivares de Italia, Grecia y Portugal juntos en el curso del mismo ejercicio.

En 2010, según datos de aduanas españolas, las exportaciones de aceite de oliva español envasado aumentaron un 10% respecto al ejercicio anterior, llegando hasta el 17% en el caso de los países que están fuera de la Unión Europea. En este sentido, cabe resaltar la importancia que han cobrado en los últimos años mercados emergentes como China (43,4%), Rusia (35,6%) y Brasil (23,8%), como destinos de recepción de aceite de oliva español.

Aceite
(Foto: Flickr/Portalolivicola)

Las exportaciones supusieron, al cierre del pasado ejercicio, 1.953 millones de euros, un 25,2% más que el año anterior, marcando así un nuevo récord en ventas internacionales de aceite. España consolida así su posición como primer productor y exportador de la UE. En los últimos años, se han superado los cupos de producción fijados por las autoridades comunitarias, alcanzando en 2010 los 1.400 millones de toneladas, muy por delante de sus principales competidores Italia ??460.000 toneladas?? y Grecia ??360.000 toneladas??.

Los principales mercados de exportación fueron Italia, Portugal, Estados Unidos, el Reino Unido, Australia y Francia. Pero además países emergentes como Rusia, los países escandinavos, Brasil, México o China se perfilan como nuevos compradores. En ese sentido, según se desprende de los datos del Consejo Oleícola Internacional (COI), España vendió la misma cantidad de aceite el año pasado que todos los olivares de Italia, Grecia y Portugal juntos en el curso del mismo ejercicio.

El mercado del aceite de oliva en España está conformado por un sector bien estructurado con cerca de 1.000 cooperativas productoras (normalmente, almazaras) y organizaciones de apoyo y promoción, en el que se engloban 1.950 empresas. Andalucía (85%) ??líder mundial de producción de aceite de oliva con una cuota de mercado del 40%?? y Castilla-La Mancha (6%), son las dos comunidades autónomas que copan la producción nacional, seguidas por Extremadura, Cataluña, Comunidad Valenciana y Aragón.

 

«Compañeras y compañeros, celebramos este Comité Federal transcurrido un mes después desde nuestro último encuentro, una vez que se han convocado oficialmente las elecciones autonómicas y municipales y tras una semana nuevamente intensa en la consolidación de nuestra presencia internacional y en la lucha por el fortalecimiento de nuestra economía.

En efecto, y como sabéis, el mes de marzo ha estado en buena medida definido por la celebración de dos sesiones del Consejo Europeo destinadas a mejorar la gobernanza de las economías europeas, a establecer un mecanismo permanente de estabilidad financiera en la zona euro, y a adoptar un pacto, el llamado Pacto por el Euro Plus, para reforzar la competitividad de la economía europea, la competitividad de todas y cada una de nuestras economías europeas.

Sobre su significado informé al Congreso de los Diputados pormenorizadamente el pasado miércoles, especialmente en lo referido a los ocho compromisos concretos que asumí en el mismo Consejo Europeo del pasado 25 para hacer realidad en España la mejora de nuestra competitividad, la recuperación del empleo, como la gran tarea, la sostenibilidad de nuestras cuentas publicas y la estabilidad de nuestro sector financiero.

Son todos ellos la última manifestación de nuestra voluntad tenaz de hacer todo lo necesario para intensificar nuestra capacidad de crecimiento y con ella y ante todo, nuestra capacidad para volver a crear empleo.

Es una voluntad que se suma al convencimiento de que sólo lo lograremos si aprendemos todas las lecciones de la crisis, y por tanto, si cambiamos nuestro sistema productivo, si asumimos una vocación reformista, si apostamos por modernizar nuestro país. Esa es nuestra voluntad.

Estamos comprometidos con un intenso proceso de modernización de la economía española, el que se requiere para superar la crisis a la que nos hemos tenido que enfrentar.

Una crisis que ha producido mucha inseguridad en no pocos conciudadanos de nuestro país, sobretodo los que han perdido su empleo y ahora tarda en encontrarlo y se sienten débiles en sus relaciones familiares y sociales, con la tentación de perder la esperanza. También los que han perdido su negocio, levantado y mantenido en muchas ocasiones con gran esfuerzo.

Una crisis que ha producido también incertidumbre en ciudadanos que se identifican con nosotros, que nos apoyan, sobre el sentido de nuestra acción de gobierno, y sin embargo, no lo olvidemos ni por un momento, con cada medida económica que aplicamos, con cada iniciativa que impulsamos, con todo lo que hacemos, no pretendemos sino crear las condiciones que favorezcan la recuperación del empleo en nuestro país al tiempo que preservamos nuestra cohesión social.

Cuando concluya esta crisis, y sólo concluirá cuando se cree empleo de forma estable, se podrá decir que logramos sentar los fundamentos de un modelo productivo renovado, más competitivo e innovador, más sostenible, para garantizar nuestro bienestar. Y que mientras lo hacíamos, no dejamos de velar por la máxima cohesión social ante la amenaza de una crisis tan dura como la que hemos sufrido.

Compañeras y compañeros, los últimos meses han sido todavía muy duros para la acción de gobierno, porque después de pedir esfuerzos extraordinarios a los ciudadanos en un clima de incertidumbre por la inestabilidad financiera en Europa que afectaba a nuestro país, ha continuado la destrucción de empleo aunque fuera a un ritmo claramente menor.

Pero lejos de amilanarnos, hemos seguido con las reformas, buscando trabajosamente los apoyos parlamentarios para sacarlos adelante, y hemos logrado recuperar el dialogo social, es verdad que no sólo a nuestro esfuerzo, sino también gracias a la actitud responsable y constructiva de los sindicatos y de la nueva representación de los empresarios.

Mucho trabajo, os lo puedo asegurar, y en la dirección adecuada, acabando sus frutos incluso en contextos tan complicados como el de esta crisis.

Ya durante 2010 comenzamos a crecer, todavía de una manera lenta, pero más de lo que vaticinaban todas las previsiones, Y ahora ante la crisis en Portugal y el encarecimiento de su deuda soberana, la financiación exterior de España lejos de encarecerse sigue bajando y ello sólo se explica por la confianza creciente que fuera y dentro de España inspira este arduo y esforzado proceso de reformas que estamos llevando a cabo.

Recuperada la estabilidad y asegurada la continuidad de la recuperación, el siguiente paso de este proceso es en buena lógica la intensificación del crecimiento y con él, al fin, la creación de empleo. No va ser fácil y tampoco rápido, pero para llegar ahí y para hacerlo cuanto antes, no vamos a bajar la guardia, vamos a completar la tarea en estos próximos doce meses de legislatura.

Vamos a aplicar las reformas aprobadas, a culminar las que están en marcha, -y algunas de ellas necesitan de la definitiva aprobación parlamentaria-, y a impulsar todas las nuevas que hemos comprometido, como las incluidas en el Pacto por el Euro, a las que me he referido y que se irán aprobando en los sucesivos Consejos de Ministros.

Durante estos últimos quince meses, desde que presenté la Estrategia de economía sostenible en el Parlamento, hemos realizado ajustes (algunos extraordinarios, pidiendo un esfuerzo especial a algunos colectivos de ciudadanos, a los que quiero dar las gracias de nuevo por su solidaridad), ajustes y reformas.

Hemos hecho los ajustes imprescindibles, con el máximo sentido de la equidad y dejando a salvo las grandes políticas sociales y casi todos los avances de nuestra primera Legislatura. Lo hemos logrado a pesar del extraordinario esfuerzo de austeridad que estamos llevando a cabo.

Ajustes, por tanto, los imprescindibles, para asegurar el cumplimiento del objetivo de déficit; y que en su gran mayoría están ya encauzados. Las previsiones, afortunadamente, se van cumpliendo.

Ajustes, los imprescindibles, y reformas todas las necesarias para que nuestra economía sea más competitiva. Porque sólo así estaremos en condiciones de seguir reforzando nuestro Estado del bienestar, que es la gran aspiración de nuestro proyecto político.

Las reformas están en el adn de los socialistas españoles, y por eso hemos sido partido de gobierno, con diferencia, más tiempo que ninguna otra formación política en el período democrático. Un período, no lo olvidemos, en el que hemos sabido vencer los momentos difíciles como el actual, hasta ser capaces, como sociedad, como país, de dar un salto verdaderamente histórico en nuestras aspiraciones.

Ahora, necesitamos las reformas para acelerar el cambio de modelo productivo; las necesitamos para incrementar la competitividad, la eficiencia de la economía española, del sector público y del privado, y el objetivo político que perseguimos con ellas es, insisto, mantener intacta nuestra ambición por enriquecer el Estado social, la educación, la sanidad, la igualdad de oportunidades, la protección de los más desfavorecidos, el equilibrio y la cohesión en nuestro país.

Compañeras y compañeros,

Hemos podido cometer errores. Pero hemos dado la cara en todo momento -no recuerdo ya cuantas veces he comparecido en el Parlamento, como dice nuestro portavoz, José Antonio Alonso, nos estamos dejando la piel en la batalla diaria contra la crisis, estamos en el camino adecuado. En el diagnóstico de lo que hay que hacer para sentar las bases de una nueva etapa de crecimiento duradero y sin habernos dejado por el camino, no sólo los servicios básicos del Estado del bienestar, sino incluso la mayoría de las conquistas más recientes, como el Sistema de Atención a la Dependencia tan querido por todos nosotros.

Lo hemos hecho hasta ahora y lo seguiremos haciendo así hasta el final de la legislatura. Tenemos claro el programa de acción para lo que queda de legislatura. Son decisiones que afectan a la Economía, como la reforma de los servicios profesionales, la reforma aeroportuaria, la sostenibilidad urbana, la ordenación de las telecomunicaciones, la culminación del proceso de reestructuración de las cajas de ahorros, la flexibilización de horarios comerciales en determinadas zonas turísticas, o el afloramiento del empleo sumergido.

Decisiones que mejorarán el funcionamiento de la Justicia, como la regulación de la mediación y el arbitraje o la agilización de su funcionamiento, o la implantación definitiva de la nueva oficina judicial.

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Decisiones que modernizarán las administraciones, como un nuevo programa de reducción de cargas administrativas, o la implantación del silencio positivo como nueva y radical pauta de comportamiento ante los ciudadanos, o la supresión de una parte de las licencias a que hoy se ven sometidas las iniciativas emprendedoras de muchos de ellos, o el nuevo elemento para asegurar la estabilidad de nuestras cuentas públicas que será la nueva regla de gasto para el conjunto de las administraciones.

Decisiones que supondrán una revisión a fondo de nuestro sistema de Formación Profesional para desarrollar todo el potencial de las nuevas políticas activas de empleo y también de nuestro sistema de Ciencia e Innovación para aplicar la nueva ley.

Decisiones que afectarán al Bienestar Social, como la universalización de la asistencia sanitaria, o la integración de los trabajadores agrarios en el sistema general de la seguridad social. Decisiones que culminarán el Diálogo Social, de máxima trascendencia, como la reforma de la negociación colectiva, confiando en el acuerdo al que han de llegar empresarios y sindicatos.

Decisiones que mejorarán la actividad de las empresas al afectar a la eficiencia y el ahorro energético y a su internacionalización. Decisiones que incrementarán los derechos de los ciudadanos, como la Ley de igualdad de Trato o la Ley de muerte digna.

Decisiones, en fin, destinadas a incrementar la estabilidad de la economía y la confianza en ella como, serán la preparación y aprobación de los Presupuestos Generales para 2012 para lo que ya hemos iniciado los contactos al objeto de contar con los apoyos necesarios.

Es una tarea ambiciosa. Un programa realista, porque sé que seremos capaces de llevarlo a cabo. Y es también un programa de decisiones que no puede esperar y que hay que culminar ya. Sé que el Gobierno podrá hacerlo y sé que contaré con vuestro apoyo. Lo haré, eso sí, actuando con la autonomía con que debo actuar como presidente del gobierno, como presidente que soy de todos los ciudadanos.

Queridos compañeros y queridas compañeras. Porque sé que seguiré contando con esta autonomía y con vuestra confianza para ejercerla, creo que hoy puedo abordar con tranquilidad y con normalidad la expectativa abierta sobre mi posición en relación con la candidatura a las elecciones generales.

Y lo voy a hacer donde siempre pensé que debía. Aquí. Ante vosotros. Ante el órgano de nuestro partido soberano entre congresos.

Cuando fui elegido presidente del gobierno en 2004 pensaba que dos legislaturas era el periodo razonable al que podía aspirar para estar al frente de los destinos del país. Dos legislaturas. Ocho años. No más. Pensaba que era los más conveniente, no ya para nuestra formación política, a la que me unen unos vínculos emocionales que no hace falta que os recuerde hoy aquí, sino también para el país, para el país que, desde mi propia visión de liderazgo democrático, le convienen dos periodos al frente de los destinos de España. Permitidme que añada que también pensaba que sería lo más conveniente para mi familia.

Esa era mi convicción hace siete años y los años han pasado y en los más recientes nos ha tocado luchar desde el gobierno y a mí, como es mi obligación, en primera línea frente a una crisis económica tan intensa y tan compleja como la que aún estamos combatiendo. De modo que, después de este tiempo, mi forma de pensar no ha hecho sino afianzarse en mi ánimo.

Lo que es una convicción se convirtió en una determinación personal, en una decisión firme y esta es la decisión que hoy os traslado y hago pública: no voy a ser candidato en las próximas elecciones generales.

Gracias por vuestro respeto y por vuestro afecto. Ahora quiero explicaros por qué he decidido hacer público en este momento mi voluntad. Para determinar el momento del anuncio no hay, como bien sabemos en nuestra historia democrática, precedentes indiscutibles o simplemente consolidados. Solo cuento para esta tarea con la guía de la responsabilidad personal con el país. Con mi país y con el partido, con mi partido.

Una responsabilidad rigurosamente intransferible de cuyo ejercicio me considero obligado a dar cuenta, a motivar ante vosotros y ante todos los ciudadanos. El razonamiento que me ha llevado a hacer el anuncio hoy es el siguiente:

Queda un año para las elecciones generales. Un plazo que me ha parecido razonable para hacer pública mi decisión, para clarificarla formalmente ante el partido y la propia sociedad española. Es un plazo que nos permite, que nos debería permitir asumir con naturalidad y con responsabilidad, ahora ya colectiva como organización, la puesta en marcha más conveniente en cuanto al tiempo de los procedimientos que fijan los estatutos de nuestro partido para elegir a la persona que encabece nuestras listas en marzo de 2012. Y para que ella pueda, a su vez, después de ser elegida, disponer de tiempo suficiente para forjar un proyecto político para el nuevo periodo y también para explicárselo a los ciudadanos.

El mecanismo del dedazo simplifica mucho las cosas, pero no es el nuestro ni el de la mayoría de la sociedad española, que no entiende, con razón, que los liderazgos democráticos puedan gestarse a través de otros procedimientos, Y nadie podía esperar de mí una actitud distinta. Por otra parte, nunca estuvo en mi ánimo apurar hasta el final, ni prolongar innecesariamente la especulación sobre mi candidatura. Lo he vuelto a meditar durante las últimas semanas. He escuchado unos u otros argumentos sobre la oportunidad de hacerlo antes o después. Seguro que no es fácil acertar, que es una cuestión opinable y habrá opiniones para todos los gustos.

Finalmente he creído que lo mejor era hacerlo ahora, también para poner fin a lo que se percibía como una incertidumbre que nos podía acabar distrayendo de nuestra tarea principal que es desarrollar las reformas, consolidar la recuperación económica y abrir el tiempo de la creación de empleo y, por supuesto, el reto electoral que tenemos ante el 22 de mayo.

Ahora vamos a seguir respetando los tiempos y los procedimientos y os pido a todos que lo hagamos. Nuestra fortaleza como partido reside precisamente en esos procedimientos, los establecidos en nuestros estatutos y en que los activemos cuando corresponda. Estoy seguro de que si lo hacemos así estaremos en condiciones de ofrecer la mejor candidatura posible a la sociedad para el nuevo período político en representación del Partido Socialista.

Queda un año de legislatura. Por delante unas elecciones autonómicas y locales y una intensa actividad de gobierno en un periodo trascendente para nuestro país.

Os propongo que sea el Comité Federal, en la próxima reunión que tengamos, después de las elecciones autonómicas y municipales, el que fije el momento de activar el proceso de primarias previsto en los Estatutos del partido para elegir nuestra candidatura a las próximas elecciones generales.

Podemos sentirnos, pues, satisfechos y hasta orgullosos de que nuestros procedimientos sean los que son, democráticos. Orgullosos, pero, a la vez, plenamente consecuentes con lo que implican. Y lo que implican es: pleno respeto y actitud leal con los tiempos; pleno respeto y actitud leal con el hecho mismo de la concurrencia de una diversidad de candidaturas, si se produce, y pleno respeto y actitud leal, por supuesto, con los resultados. Y pleno respeto y actitud leal por parte del ganador, lo cual tiene una traducción muy clara, a mi juicio, y en su momento traté de ser consecuente con ella: voluntad integradora. Voluntad integradora para sumar, para valerse de todos como mejor forma de servir a nuestros partido y a los ideales que defendemos.

Si actuamos así, y yo me siento responsable como vuestro Secretario General que así sea, sacaremos fuerzas de la democracia para ser más fuertes que nadie en democracia.

También estoy seguro de que nuestras posibilidades de revalidar la confianza mayoritaria de los ciudadanos para este nuevo periodo dependerán, en buena medida, de que ahora sigamos centrándonos en el trabajo que estamos haciendo por nuestro país. Desde el Gobierno de España, en primer lugar, pero también desde las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos que gobernamos y desde los que podamos hacer después de las próximas elecciones.

Quiero expresarme sobre este punto con la misma claridad que he tratado de hacerlo hasta ahora. Voy a ejercer mi responsabilidad como Presidente del Gobierno hasta el final de la legislatura, hasta el último día y lo voy a hacer como hasta ahora: cumpliendo con los compromisos que asumí en el Parlamento ante los representantes de todos los ciudadanos. Desde el discurso de investidura hasta las sucesivas comparecencias que hemos tenido en el Congreso en la lucha contra la crisis.

Compañeros y compañeras. Ahora el partido se va a volcar, se debe volcar en las elecciones autonómicas y municipales. En ambas está en juego el día a día de nuestro estado social, el rigor en la gestión de las cuentas públicas, la sensibilidad de los servicios públicos y sus destinatarios y, además, la búsqueda de la cooperación entre administraciones para alcanzar la prestación más eficiente posible de esos servicios. Si os fijáis, esto es tanto como describir las cualidades políticas de los socialistas.

Son elecciones, pues, en las que debemos ir de cara al encuentro de los ciudadanos y a debatir con nuestros adversarios. Me alegro de que hayáis hecho esta oferta de debates de todos nuestros candidatos.

Estas son elecciones autonómicas y municipales y sería absurdo tratar de pervertir su significado, porque los ciudadanos saber perfectamente lo que votan el 22 de mayo. Pero sí quiero pediros que recordéis siempre a los ciudadanos que, ante la crisis, ha habido dos actitudes bien diferenciadas en nuestro país. El PP tomó una opción: apostar todo a que la crisis acabaría derrotando al Gobierno.

Her sido líder de la oposición durante cuatro años y siempre traté de evitar que las opciones políticas de mi partido dependieran que a mi país le fueran mal las cosas para que así le fuera mal al Gobierno y por este solo hecho se incrementaran nuestras posibilidades electorales.

Quiero, por todo ello, pediros que en los debates que mantengáis, si se suscitan cuestiones de política general, aprovechéis la oportunidad para explicar lo que hacemos desde el Gobierno de España, el sentido de nuestras medidas, el significado de las reformas, nuestra preocupación por la cohesión social, la distinta actitud ante la crisis de unos y de otros. Que lo hagáis mostrando con humildad nuestra preocupación porque lleguen cuanto antes el empleo, los resultados del esfuerzo que estamos haciendo, pero también con la defensa de cómo estamos librando la batalla los socialistas ante una crisis tan dura y compleja como la que aún sufrimos.

Compañeras y compañeros, a trabajar; el Gobierno a gobernar; los candidatos a defender su programa, el partido a apoyar a los candidatos y las reformas. Vamos a demostrar, una vez más, quiénes somos y cómo somos. Somos un proyecto profundamente enraizado en la sociedad española, en los trabajadores, en los que no tienen de todo, en las mujeres y los hombres que aspiran a la igualdad. Somos una formación política histórica y cargada de futuro. Una formación democrática que ama la libertad interna y el coraje. Una formación en la que nos reconocemos porque nos llamamos compañeros.

Eso, compañeros, muchas gracias.»