Alexander Chernosvitov, de la agencia rusa Itar Tass explica en radiocable.com que ve a España «bastante involucrada» en la intervención militar internacional en Libia aunque cree que se debería hablar más de la ayuda humanitaria. En cambio en su país la operación se ve con «sospechas» porque creen que una vez que «empieza la guerra luego es muy dificil pararla» y que no se ha elaborado bien la estrategia posterior. Consideran que se podía haber conseguido más de Gadafi negociando y temen que pueda haber ahora consecuencias más graves.

Gadafi
(Foto: Flickr/Crvcak1)

Para Alexander Chernosvitov tanto Rusia como España están de acuerdo en que la «tarea principal es proteger a la población civil libia». Pero se difiere de cómo hacerlo y explica las dudas de su país hacia el mecanismo de exclusión aérea. Considera además que, aunque algo se dijo en el Congreso de los Diputados,  ahora se está «hablando y avanzando poco en el tema de la ayuda humanitaria y debería ser una de las cosas más importantes».

Relata además como el rechazo ruso a la intervención se debe a que «cuando empieza la guerra después es muy difícil pararla. Entonces mejor meditar antes y programarla. Y se ha creado la impresión de que todavía es un tema no bien elaborado». Por eso buena parte de la población rusa se muestra negativa con la operación en Libia y tiene sospechas. Creen que se podía haber conseguido que Gadafi renunciara o hablara con la oposición a través de negociaciones «parece que se negoció, pero se podía haber hecho un poco más».

El prestigioso semanario estadounidense aborda los problemas de la deuda en Europa destacando el caso de España. El texto es del economista Robert J. Samuelson y habla de una «desastre inimente» casi dando por sentado que habrá algún tipo de rescate a Portugal y probablemente a España. Newsweek analiza también el papel del euro que ha pasado de simbolizar la «unidad a convertirse ahora en discordia».

El euro
(Foto: Flickr/Jmsvuk)

Newsweek empieza asegurando que «Europa viene teniendo dificultades para evitar otra crisis económica. En la escala Richter de amenaza económica, esta crisis podría tener en última instancia más peso que la espeluznante tragedia de Japón. Una razón es el tamaño. Europa representa alrededor del 20 por ciento de la economía mundial; el porcentaje de Japón ronda el 6 por ciento. Otra es que Japón puede recuperarse con mayor rapidez de la que se calcula ahora; pasó tras el terremoto de Kobe en 1995. Es difícil discutir la «crisis económica mundial» en tiempo pretérito mientras el problema de deuda de Europa se enroca – y se enroca.

«Europa debe hacer algo. Grecia e Irlanda ya están intervenidas. Hay temores por España y Portugal;  Moody’s rebajaba hace poco la calificación de los dos, aunque la de España sigue siendo elevada» sostiene el texto. A continuación explica que «Europa ha llegado a esta triste encrucijada movida por tres fuerzas: (a) grandes estados del bienestar financiados con demasiada frecuencia con deuda; (b) la crisis económica que condujo a la recesión y ha empujado a algunos países (Irlanda, España) a ayudar a sus bancos; (c) los efectos secundarios de la moneda única , el euro».

«El papel del euro es especialmente irónico. Adoptado en 1999 – y utilizado ya por 17 países – el euro iba a promover la prosperidad y la unidad política. Los países disfrutarían de tipos de interés comparativamente bajos y la conveniencia de la divisa común. Pareció funcionar durante un tiempo. Pero los bajos tipos de interés en Grecia, España e Irlanda alentaron periodos de expansión insostenibles o burbujas inmobiliarias que, al estallar, agravaron sus recesiones y su déficit presupuestario. La unidad se ha convertido ahora en discordia».

Los ecos de la participación española en la intervención de Libia han llegado hasta Italia, pero eso sí, recogiendo las tesis y el enfoque de la prensa conservadora española. El periódico italiano La Repubblica publica un texto de Anais Ginori titulado: ??El nuevo pacifismo. Palomas en la derecha, halcones en la izquierda?; ??Políticos e intelectuales desempeñan papeles diferentes respecto al pasado, cuando juzgaron la misión en Irak?.

??Cuando se produce una guerra se reproducen la laceraciones del pueblo de la izquierda. Pero hoy todo cambia. Para algunos el apoyo a los rebeldes de Bengasi es necesario. En cambio, los Verdes alemanes critican a Merkel por no haber participado en la coalición. Para otro destacado exponente de izquierda, Cohn-Bendit, se arriesga repetir el error del 36 cuando la España democrática fue dejada sola. El ejemplo de los nuevos intervencionistas de la izquierda llega precisamente de España con Zapatero, el ex pacifista convertido a la guerra en Libia. Es ??plenamente legítima?? la participación española en la operación internacional militar en Libia. Lo ha dicho el presidente del gobierno español ante el Parlamento de Madrid. Fue precisamente él, en 2004, apenas elegido, quien ordenó la retirada de las tropas españolas de Irak?.

Cuando España anunció que participaría en la intervención, la prensa conservadora se lanzó de forma muy habilidosa y rápida contra Zapatero. No cuestionaban la intervención en sí, sino que trataban de saldar viejas vendettas de su admirado Aznar. Lo sorprendente es que la prensa italiana haya caido en ese enfoque.

Las inversiones del fondo soberano de Qatar son objeto de analisis en el financiero Il Sole24 Ore. El periódico italiano habla de la operación para adquirir participaciones en Iberdrola y de una inversión millonaria en Telefónica y consideran que prosigue la «cacería del Qatar en España».

 

Banderas de Qatar
(Foto: Flickr/touta83)

El texto es del corresponsal Michele Calcaterra y explica que «continúa la cacería del fondo soberano de Qatar en España. Tras haber adquirido la semana pasada el 6,16% de Iberdrola por más de 2.000 millones de euros (poniendo en dificultad a Florentino Pérez), ahora el fondo ha puesto los ojos en otra joya de la corona: Telefónica; fuentes financieras aseguran que la inversión podría alcanzar los mil millones de euros.

Entendámonos: no se trata de una operación hostil, sino de una entrada concordada con César Alierta. Recordemos que el fondo, a raíz de la reciente visita del presidente José Luis Zapatero a Qatar, se ha comprometido a invertir en España, a breve/medio plazo, algo así como 3.000 millones de euros, y cerca de 300 millones en la operación de recapitalización de las cajas de ahorros del país. En espera de conocer los detalles de esta ??campaña de adquisiciones??, no olvidemos que Qatar ha convencido al club del Barça a aceptar su patrocinio por 30 millones de euros anuales».

La intervención militar aliada contra el regimen de Gadafi ha provocado un fuerte debate en Internet. Una parte de la blogosfera defiende que la causa en Libia es justa y la guerra es un mal menor, mientras otros consideran que los derechos humanos y la democracia nunca vienen de la mano de una operación militar. En lo que sí hay bastante coincidencia es en rechazar las comparaciones con la invasión de Irak.

Un rebelde en Libia
(Foto: Flickr/Joel Silva SFP)

Jordi Perez Colomé en Obama World habla de las razones para intervenir:  «una es la preocupación por los civiles. No lo dudo. Hay más: Estados Unidos temía que dejar a un Gadafi enfadado en el poder podía ??llevarle al terrorismo? de nuevo. El ministro de Defensa libio, poco antes del voto, dijo que una intervención extranjera les llevaría a contratacar en la cuenca del Mediterráneo».

Isaac Rosa en su blog Trabajar cansa se pregunta «si la guerra es el último recurso, significa que antes se han agotado todas las vías. ¿De verdad se agotaron todas las vías? ¿Se han llegado a explorar siquiera? Más bien parece que desde el principio estaba claro que la única vía era la militar, y no se intentó nada».

Ignacio Escolar desgrana sus dudas sobre esta guerra: «¿Quién ocupará el lugar de Gadafi? ¿Será otro tirano ??amigo? al que después permitiremos los mismos atropellos que tantas veces Occidente ha respaldado? ¿Quiénes son esos líderes ??rebeldes? a los que Francia ya reconoce como Gobierno legítimo? ¿Por qué Libia y no Bahrein? Y mi principal pregunta: ¿cuál es la alternativa a no hacer nada?»

Lluis Bassets en De alfiler a Elefante considera que no hay guerras buenas, pero si guerras justas: «A veces no hay más remedio que elegir entre dos males… el mal mayor avanza gracias a su pasividad, su equidistancia o su cinismo. La guerra también es esto: la obligación de elegir, a la que nadie puede sustraerse». Y explica «que esta acción militar contra Gadafi sea justa puede ser objeto de discusión. Pero el único argumento que no sirve es parangonarla con la de Irak para convertirlas en justas o injustas a ambas.

Iñigo Saenz de Ugarte reflexiona en Guerra Eterna sobre si los aliados podrían tener como objetivo matar a Gadafi: «si la guerra se prolonga durante varias semanas, encontraremos opiniones más claras y rotundas a favor del asesinato de Gadafi. Los escrúpulos se irán reduciendo cada semana y la idea de que los ejércitos occidentales están atacando Libia para impedir las matanzas de civiles empezará a perder fuerza».

Hugo Martinez Abarca asegura en su blog compara Libia con Irak, pero el de 1991: «Quienes preguntan cuál es la alternativa a la guerra no harían mal en mirar cuál es la alternativa que están defendiendo: a qué condujo algo tan parecido… ninguna de las bombas que hemos arrojado sobre Irak desde 1991 hasta hoy ha acercado la libertad ni el bienestar a los kuwaitís ni a los irakís. Aquello era simple propaganda al servicio de intereses geoestratégicos».

Juan Carlos Escudier considera en su blog que «los países que bombardean Libia al amparo de la ONU se han empeñado en negar que el objetivo de sus ataques sea derrocar a Gadafi… parece obvio que la operación persigue acabar con al régimen, ya que lo contrario sería incomprensible militar y políticamente». Pero cree que si Gadafi se encastilla, la unica opción sería la intervención terrestrre.

Javier Mesonero en Moscas en la sopa asegura «sólo una certeza y es que los derechos humanos y la democracia nunca vienen de la mano de la imposición militar. Vean sino la democracia irakí, o la afgana, donde ya negociamos con los talibanes en otro ejercicio de desfachatez mundial. No les creo. Los que han estado jugando con fuego enfangándose en la mierda del lodazal de intereses con todos los tiranos de este planeta no pueden seguir al frente de nada.

Moeh Attitar en su blog Guerra y paz dice «hay quien quiere recuperar el llamado ??No a la guerra?? que nació de la guerra de Irak, si bien la situación, el contexto, la justificación y consenso internacional son bien distintos. El argumento más repetido es que por qué no se interviene en otras zonas donde se están atropellando al mismo nivel que en la Libia de Gadafi. Añaden que todo es cuestión de intereses, como si los intereses no tuvieran que contar«.

Ricardo Royo Villanova en A sueldo de Moscú defiende «soy partidario de la intervención en los asuntos internos de los países cuando se trata de evitar que se  imponga una dictadura al pueblo que resiste contra ella. Igual que lo correcto hubiera sido en nuestra guerra civil que las democracias occidentales salieran en defensa de la República española acosada por el fascismo… ahora soy partidario de que se evite, con el uso de la fuerza militar si es preciso, que Gadafi siga acosando a los rebeldes que luchan por su libertad».

Roger Senserrich en su blog Materias grises explica: «no sé hasta que punto sirve los intereses de la Unión Europea intervenir activamente. Detener la guerra creo que será relativamente fácil; veremos si queremos ir más allá, y si es factible hacerlo desde el aire al estilo de la (pre) invasión en Afganistán. Pero ir más allá? lo último que queremos es meternos en una guerra civil como policias de tráfico».

El blog Bocanegra asegura: «una guerra nunca debería ser la solución a un problema y siempre deberá ser la última opción, obviamente, pero los que se oponen a la intervención en Libia ¿qué solución planteaban o plantean? ¿Habría que haber dejado a Gadafi aplastar a sus opositores? ¿Cómo habría sido la represión de ese dictador tirano sobre los que se levantaron contra él? La comunidad internacional ya tomo esa decisión (mirar hacia otro lado) en 1936″.

Carrera popular

Difundir el espíritu emprendedor en un momento de recesión económica en que es importante alentar el emprendimiento en la ciudadanía. Ese es el objetivo de la 1ª Carrera Popular para emprendedores que se va a celebrar en Madrid el proximo 9 de abril.

La iniciativa se organiza con motivo de la celebración de la semana del emprendedor de Madrid Emprende y cuenta con la colaboración de AJE Madrid e Iniciador. La carrera se desarrollará por un circuito de 5km en el interior del Parque del Retiro.

La protesta contra la capilla en la Universidad Complutense de Madrid y la consiguiente polémica sobre la laicidad de los centros públicos ha llegado a la prensa extranjera. El diario conservador aleman Frankfurter Allgemeine Zeitung habla de «Striptease en la capilla de la universidad» y considera que fue un «vergonzoso montaje» y una «disputa de principios propio de una lucha de culturas».

 

Pintadas contra la capilla
(Foto: Flickr/bellmon1)

El texto que firma el corresponsal en Madrid Leo Wieland describe como «una brisa de Woodstock recorrió la Universidad Complutense de Madrid cuando unas estudiantes se quitaron la parte de arriba de su ropa en la capilla para dar un impulso a la separación de Iglesia y Estado. Este ambiente del 68 se disipó cuando unos días después el obispo César Franco celebró en el mismo lugar una misa expiatoria y denunció la ??blasfemia y profanación??. Entretanto, cuatro de los actores del ??happening?? del 10 de marzo han sido arrestados provisionalmente.

El Frankfurter Allgemeine Zeitung plantea que «ahora una de las preguntas es: ¿Multa o incluso cárcel? La otra es: ¿Siguen siendo las capillas en las universidades públicas en España algo acorde con la época que vivimos o deberían ser clausuradas en interés del laicismo aplicado?»

«Cinco meses antes del Día Mundial de la Juventud en Madrid, cita para la que el Papa Benedicto XVI ya ha anunciado su participación, el vergonzoso montaje se convierte en una disputa de principios propio de una lucha de culturas. Unos reconocen en la agresividad de los ??anticatólicos?? una nueva persecución de cristianos y se preguntan si también se habrían atrevido a hacer algo así en una mezquita. Otros critican la mera existencia de una capilla universitaria como resquicio de la época ??predemocrática??, puesto que el concordato entre España y el Vaticano, que data de la Transición posterior a la dictadura de Franco en 1978, fue firmado antes de redactarse la Constitución del reino».

El periódico de Marruecos Al Bayane publica un artículo de Mohamed Boundi titulado: ??Africa vaciada de su materia gris. España detiene la fuga de cerebros?. El texto se refiere a la recien aprobada» ley de la ciencia». El autor encuentra que se trata de una forma de retener en nuestro país incluso a científicos de otras procedencias. El texto recuerda que hasta ahora, «la mayoría de los inmigrantes no comunitarios de España, altamente cualificados, entre ellos los marroquíes, son víctimas de una terrible marginación profesional al ser forzados a ejercer actividades por debajo de sus posibilidades y cobrar salarios generales asignados a obreros sin cualificación» :

??España que recibió, desde el comienzo de los años 90, a centenares de miles de trabajadores extranjeros altamente cualificados aprobó el pasado miércoles la ley de Ciencias, Tecnología e Innovación, cuyo principal objetivo es prevenir la fuga de cerebros. Es una ley que ha sido apoyada por la casi totalidad de los grupos parlamentarios, tras un año de negociaciones para alcanzar un consenso en las modificaciones a aportar al texto inicial presentado por el Gobierno?

Esta ley llega en un momento en que el tercer mundo sufre una fuerte hemorragia provocada por la salida imparable de sus investigadores más talentosos, en concreto los diplomados superiores. Sin embargo, la mayoría de los inmigrantes no comunitarios de España, altamente cualificados, entre ellos los marroquíes, son víctimas de una terrible marginación profesional al ser forzados a ejercer actividades por debajo de sus posibilidades y cobrar salarios generales asignados a obreros sin cualificación. Para evitar estos extremos, España ha recurrido a la aprobación de una ley que fija las condiciones de contratación para sus científicos. Esta ley pretende animar a los jóvenes titulados universitarios a integrarse en los diferentes departamentos de investigación científica y lograr sus aspiraciones en su propio país.?

E. Robinson

Premio Pulitzer 2009, Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

Sobre Robinson

Sus columnas, ahora en radiocable.com

Otros columnistas del WP

 

   

Eugene Robinson-Washington. La energía nuclear empezaba a parecer la panacea — una forma de reducir nuestra dependencia del crudo, hacer más autosuficiente nuestro abastecimiento energético y paliar de forma significativa el calentamiento global, todo a la vez. Ahora parece más un pacto con el diablo.Ojalá no fuera así. En los últimos años, algunos de los ecologistas más respetados de la nación – incluyendo a Stewart Brand, fundador de la publicación Whole Earth Catalog – han terminado siendo defensores de la energía nuclear. Pero mientras los ingenieros nipones luchan frenéticamente por impedir que el desastre escale a la categoría de catástrofe, no podemos pasar por alto el hecho de que la fisión nuclear es una tecnología inherente e incomparablemente tóxica.

La secuencia encadenada de fallos de sistemas, fusiones parciales del núcleo y deflagraciones de hidrógeno en la central nuclear Fukushima Daiichi 1 fue provocada por un acontecimiento extraordinario: el terremoto más fuerte de la historia reciente de Japón, que provocó un tsunami de fuerza destructiva inimaginable. También es cierto que los reactores de Fukushima pertenecen a un diseño más antiguo, y que es posible construir plantas nucleares que nunca van a sufrir averías similares.

Pero también es cierto que sistemas a prueba de fallos no hay. Los imprevistos suceden.

La Tierra está llena de movimientos tectónicos, actividad volcánica, manifestaciones violentas del clima. Hacemos todo lo que podemos para predecir estos fenómenos, pero nuestros cálculos más fiables pertenecen a la probabilidad y son por tanto imprecisos. Tenemos ordenadores tan próximos a la infalibilidad como cabe imaginar, pero los datos que alumbran deben ser interpretados finalmente por la inteligencia humana. Cuando una crisis sí ocurre, los expertos tienen que tomar decisiones rápidas bajo presiones enormes; normalmente aciertan, a veces se equivocan.

El problema de la fisión nuclear es que los riesgos son increíblemente elevados. Sabemos diseñar centrales nucleares de forma que la probabilidad de un desastre de corte Chernobyl sea prácticamente nula. Pero no podemos eliminarla por completo — ni sabemos anticiparnos a cada clase de desastre potencial. Y en lo que respecta a los reactores de fisión, el peor de los casos es tan terrible como para resultar impensable.

Los ingenieros de la central de Fukushima luchan por evitar la liberación a gran escala de la mortal radiación, que es el riesgo inherente de cualquier reactor de fisión. En el incidente de Chernobyl, una nube de vapor y humo radiactivo extendió la contaminación a lo largo de cientos de kilómetros cuadrados; incluso después de 25 años, un radio de 20 millas alrededor de la central en ruinas permanece vetado y es inhabitable. Los estudios han calculado que la liberación de radiactividad de Chernobyl ha provocado al menos 6.000 casos de cáncer tiroideo adicionales, y los científicos esperan que se desarrollen más casos de cáncer los próximos años.

Parece poco probable que la crisis de Fukushima se convierta en otro Chernobyl, aunque sólo sea porque hay muchas probabilidades de que el sentido del viento arrastre al mar cualquier nube radiactiva. Las autoridades japonesas parecen estar tomando todas las decisiones correctas. Pero hasta en un país con estándares de seguridad y conocimientos tecnológicos punteros, mire a lo que se enfrentan — y el escaso margen de error del que disponen para trabajar.

Al principio, la atención se centró en el reactor de la Unidad 1 y la lucha por mantener sumergidas las barras de combustible — cosa imprescindible, en todo momento, para evitar la fusión total y la liberación catastrófica de la radiación. Bombear agua de mar a la cámara del reactor pareció estabilizar la situación, a pesar de una deflagración de hidrógeno — indicadora de una fusión parcial — que voló por los aires el techo del edificio de contención externa del reactor.

Pero entonces la atención se desplazó al reactor de la Unidad 3, que podría haber sufrido una fusión parcial más avanzada; también sufrió una deflagración de hidrógeno. Las autoridades dicen estar seguras de estar estabilizando el reactor pero reconocen que es difícil estar seguros. Mientras tanto, el que podría ser el fallo más importante de todos está teniendo lugar en el reactor de la Unidad 2, cuyas barras de combustible estaban totalmente expuestas al aire. Los científicos no tienen forma inmediata de saber la cantidad de combustible del reactor que se ha fundido — ni cuáles pueden ser las consecuencias.

El panorama más optimista es que los ingenieros japoneses dominen con el tiempo la central. Entonces, supongo, será posible concluir que en última instancia, el sistema funcionó. A medida que Presidente Obama y Congreso impulsen una nueva generación de centrales nucleares, los diseños de centrales nuevas serán vetados y tal vez modificados. Confiaremos en haber incorporado las lecciones de Fukushima.

Y nos estaremos engañando, porque una de las lecciones insalvables de Fukushima es que improbable no significa imposible. Los fallos improbables pueden combinarse entre sí para llevar cualquier fisión del reactor al borde del desastre. Puede suceder aquí.

© 2011, The Washington Post Writers Group

La web Xinhua-China.Org, que se edita desde China, publica un texto que sostiene que «España puede perder unos 200.000 turistas japoneses a causa del terremoto». El texto recoge datos españoles facilitados por la Confederación Española de Agencias de Viajes y Touroperadores que recalca que desde que se produjo el seísmo los viajes turísticos entre Japón y España son ??prácticamente inexistentes?? :

??La crisis nuclear de las centrales en Japón a causa del terremoto y el tsunami de la pasada semana en Japón ha provocado una ola de cancelaciones masivas en los viajes de los japoneses al exterior y en especial a España que puede originar la suspensión de unos 200.000 turistas, según la Confederación Española de Agencias de Viajes y Touroperadores (CEAVYT).

La misma fuente señala que en 2009 el número de japoneses que disfrutaron sus vacaciones en España rozó los 230.000 y desde que se produjo el seísmo los viajes turísticos entre Japón y España son ??prácticamente inexistentes??. Para el presidente de CEAVYT, José Manuel Maciñeiras, el turismo nipón tiene ??cierta importancia?? en el mercado español, ya que el japonés es un cliente que tiene un perfil ??muy atractivo?? que ??viene a hoteles de buen nivel, se mueve, hace circuitos y gasta en compras??. José Manuel Maciñeiras dijo que este descenso en el número de llegadas de turistas japonés a España puede ser largo a raíz del terremoto y perjudicial para España y su economía?.
??No obstante, el impacto para el turismo del turista japonés podría suplirse por la llegada de turistas de otros países tras las crisis que se viven en naciones árabes como Túnez, Egipto, Libia o Jordania, que están convirtiendo a España en destino seguro para visitantes de otros países, resaltan las citadas fuentes?.

[Otras noticias de España desde el exterior en Nos Miran]