Una central nuclearHace pocos días se conocía la noticia del robo de pastillas de uranio en la factoría de Juzbado, en Salamanca y ahora acaba de saberse que España va a enviar por carretera residuos nucleares altamente radiactivos a Belgica. Se trata de dos noticias que vuelven a sembrar inquietud sobre la seguridad de la industria nuclear española y que podrían reabrir el debate sobre esta energía. Al menos es lo que plantean algunos grupos ecologistas. 

Segun ha revelado el diario El Pais un cargamento de una tonelada con residuos radiactivos de la central de Almaraz (Cáceres) saldrá en los proximos días con destino a un centro de investigación belga. El transporte de dos barras de combustible nuclear gastado lo llevará a cabo la empresa pública Express Truck y el convoy irá escoltado por la Guardia Civil. Aunque por razones de seguridad no hará pública ni la fecha ni el recorrido.

El transporte de desechos nucleares al extranjero es poco habitual y siempre resulta polémico. De hecho Ecologistas en Acción se ha apresurado a criticar y recalcar el peligro que supone todo el proceso. El viaje está asegurado por 297 millones de euros y vuelve a poner de manifiesto el problema de los residuos nucleares una vez que ha terminado su vida útil. Hasta finales de los 80, España acostumbraba a enviarlos fuera por carretera, pero ahora se almacenan en las centrales. Sin embargo nuestro país carece de un almacen de residuos radiactivos y tiene que pagar a Francia o Inglaterra para que sigan guardando desechos antiguos.  

Pastillas de combustible nuclearPor otro lado sigue coleando el misterioso robo de combustible nuclear de la factoría de Juzbado. Las últimas informaciones hablan de la posible implicación de un vigilante de seguridad. La investigación cree que podría haber cometido el sabotaje por estar descontento con su situación laboral, pero de momento se siguen buscando pruebas de lo sucedido y se espera esclarecer el caso en pocos días.

Aunque segun las autoridades no hubo riesgo sanitario, la aparición de 70 pastillas de uranio en las afueras de la factoría sin que los sistemas de detección de radiactividad lo detectaran ha sido motivo de preocupación social y del sector. Greenpeace ha criticado que el CSN, Consejo de Seguridad Nuclear, tardará tres días en informar de un hecho de tanta gravedad y ha considerado que es una muestra del peligro que supone para la salud pública y el medio ambiente, la energía nuclear en cualquiera de sus facetas. 

En Youtube puede verse un reportaje de Cuatro sobre la situación de la energía nuclear en España y en el mundo.

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ACTUALIZACI?N: La noticia calificaba erróneamente a la planta de Juzbado -que habría sido lo correcto- como la central nuclear de Juzbado. Los riesgos no son equiparables a una central nuclear pues en el centro no se llevan a cabo reacciones nucleares, ni tiene reactor, ni genera residuos, etc. 

Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «Llevamos cuatro años intentando ocuparnos de los asuntos concretos, en los que se afanan todos los ciudadanos cada día, pero no hay forma. Esto es España. Hemos despachado con gran soltura novedades sociales de gran trascendencia, pues no hemos encontrado un minuto para analizar su significado presente y futuro. La ley de dependencia, o la de igualdad, por ejemplo, han sido digeridas casi sin masticar, sin darles importancia, aunque tracen horizontes nuevos. No nos hemos detenido en las mil iniciativas, muchas de ellas de vanguardia, que se están promoviendo a todo lo largo de nuestro país. No hemos valorado, siquiera, nuestra prosperidad. Aquí, los asuntos a escala humana nos aburren, de forma que nos hemos lanzado en tromba a lo sobrehumano, (las grandes esencias, las grandes palabras) y a lo infrahumano, chismorreos y otras delicias de basurero.

Del «España se rompe» a Paquirrín, sin nada en medio. Ahora que ya estamos en campaña, los estrategas se disponen a diseñar los nuevos fantasmas. Estaba en máquinas el prometedor «adoctrinan a nuestros hijos», por la asignatura de ciudadanía, pero no han visto ambiente y preparan «España se rompe, dos», una nueva versión de su gran clásico, ahora con más banderas e himno con letra. Es la misma factoría que elaboró «conspiración del 11-m», «se destruyen las familias», «han vendido Navarra» y otros grandes éxitos de la ciencia ficción. Como no faltarán Paquirrines, quedará copado el terreno y no habrá forma de ocuparse de lo que le pasa a la gente, que es de lo que se trata. Esta es la verdadera pinza.»

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Flaco favor están haciendo a España los que se dicen patriotas. Hoy la práctica totalidad de las líneas que dedica la prensa extranjera a nuestro país tienen que ver con los ataques a la Monarquía. Por cierto que no son pocos los que se han dado cuenta de que todo esto tiene un inconfundible tufillo electoral. El periódico italiano Il Riformista, por ejemplo, dedica hoy un gran espacio al tema y afirma: ??España. Una campaña anacrónica. Que Dios salve de las elecciones a Juan Carlos. Izquierdistas y ultraderechistas atacan al rey. Las invectivas, desde los micrófonos de la catolicísima radio Cope?:

… ?? El rey Juan Carlos no se toca. ¿O si? ¿Y cuánto vale, en términos de votos, la Casa Real española en la España que se encamina hacia las elecciones políticas de 2008? Es el último (improbable) argumento del debate político madrileño en salsa radical. En efecto, ultraderecha y extrema izquierda parecen porfiarse la testa real (que quisieran virtualmente cercenada). Si los ataques contra la monarquía, por obra de la izquierda republicana, pueden parecer por lo menos coherentes, sorprende en cambio la campaña antimonárquica de la derecha clerical, encabezada por Federico Jiménez Losantos, acreditado analista y comentarista que nació y creció políticamente en las organizaciones clandestinas de la izquierda antifranquista y que luego se unió a la banda de los izquierdistas fulminados en la vía de Damasco, que les ha conducido directamente a las orillas de la derecha llamada neoliberal por no declararse obtusamente conservadora?…

PD relacionada.
Impactante este link sobre Losantos y el Pocero que publicaba hoy Nacho

El próximo dia siete se cumple el primer aniversario del asesinato de Anna Politkovskaya, periodista de raza que nunca renunció al periodismo, a la denuncia, a la verdad. Anna logró documentar los abusos de las tropas rusas en Chechenia. Recopiló testimonios de víctimas chechenas, mostró pruebas de la práctica sistemática de la tortura por parte de los militares rusos con el beneplácito de un gobierno corrupto y autoritario. «Sé que me van a matar- me dijo en 2005, en un encuentro y conversación que mantuvimos para la SER con motivo de la publicación en español de su libro La Rusia de Putin- pero el riesgo de morir no me va a detener».

Es complicado ejercer el periodismo. Complicado porque en algunos lugares pueden matarte por tratar de informar.

   En otros, como aquí, porque cada vez más sustituimos el periodismo por el copy-paste. Ya no somos nosotros (los periodistas) los que presenciamos las noticias, sino unas cuantas grandes agencias que envían las mismas imágenes, los mismos textos, los mismos testimonios, a todos los medios de comunicación del mundo. De ahí que la información sea cada vez más uniforme, más similar.

  Se cierran corresponsalías en todo el planeta porque «cuestan dinero», hay menos ojos, menos puntos de vista, más periodistas que suspiran frente a un ordenador en una oficina, más hechos que «no existen» porque ningún trabajador de un medio de comunicación los presencia. (Y aquí es donde entran en escena Internet, los blogs, los ciudadanos como periodistas: Gran parte del futuro de la información).

  Afortunadamente, algunos periodistas no se rinden ante estas dificultades. Conozco a unos cuantos que han llegado incluso a renunciar a un contrato indefinido, un sueldo fijo, una estabilidad laboral para poder reencontrarse con la tarea real del informador, para estar donde las noticias están.

   Otros tratan de no caer en la absoluta pasividad y a diario persiguen a editores, jefes, administradores del presupuesto económico del medio de comunicación, para convencerles de la importancia de un conflicto armado olvidado, de la existencia de ciudadanos de segunda en nuestros propios países, de la necesidad de explicar las consecuencias de tal política, etc.

    Suelen obtener un «no hay espacio» por respuesta, o un » no interesa», o «es que eso está muy lejos». (¡Cuidado! En el siglo XXI todo está cerca). Pero «erre que erre» no cejan en su empeño y de vez en cuando obtienen un «sí». Ser un pesado forma parte de nuestro trabajo. Es cansado, te arriesgas a que te cuelguen el sambenito de obsesivo, pero peor es jugarse la vida, como hacen a diario tantos informadores. (En 2007 ya son más de 130 los periodistas asesinados).

 En el libro La Rusia de Putin (altamente recomendable, como lo es el recién publicado Diario ruso) Anna Politkovskaya me escribió una dedicatoria. La releo ahora: «No permitas que nadie te obligue a renunciar al periodismo». Tarea difícil.

¿Se puede hacer una película propagandística contando la historia de 75 soldados que regresan del frente tras la Segunda Guerra Mundial con trastornos psiquiátricos y reciben tratamiento en un hospital? El famoso director de cine John Huston creía que sí y es lo que rodó en 1946, para el Cuerpo de Señales del Ejército de EEUU. Antes había hecho otros dos documentales bélicos, pero en el caso de «Let there be light«, el Departamento de Guerra pensó que podría disuadir a posibles reclutas y prohibió su difusión durante 35 años. Ahora lo han recuperado en Internet.

https://video.google.com/videoplay?docid=7324838937417972680

No se trata de un documental de guerra al uso, ya que no hay batallas sino solo testimonios de soldados en lo que que probablemente sea la primera crónica de la patología del estres post traumatico. Huston pudo filmar en el hospital Mason General de Long Island y pretendía exaltar los métodos curativos del ejército con recuperaciones casi milagrosas gracias a los fármacos y la hipnosis. Pero también mostraba con toda su crudeza lo que la guerra provocaba en las mentes de los soldados.

El film se «liberó» en 1981, pero su difusión fue en cualquier caso muy pequeña. Ahora gracias a la red puede volverse contemplar este excepcional trabajo de John Huston. Ha habido algunas críticas y dudas sobre la «rapidez» de algunas curaciones y lo oportuno que resultaba que siempre hubiera una cámara en momentos intensos, pero quedará como el documental de guerra más atípico que se recuerda. (fuente: algarabía)

Foto aérea de los 21 indios no contactados descubiertos en PeruDe Brasil y Peru llegan dos noticias importantes sobre pueblos indígenas. En el caso brasileño, se trata de una victoria política, juridica y social para las tribus de los Tupiniquim y los Guaraníes a los que han devuelto 11.000 hectáreas de tierra ocupadas por una empresa papelera. En cambio en la selva peruana, veintiún miembros de un pueblo indígena no contactado han sido vistos desde el aire. [FOTOS]

Un avión del Instituto Nacional de Recursos Naturales que sobrevolaba zonas remotas de la selva amazónica se encontró a orillas del río Las Piedras con un grupo de indios de los que no se tenían noticias que salieron de sus refugios para contemplar lo que les estaba sobrevolando. Tomaron fotografías y en ellas se ve unas cuantas chozas en la playa y a 21 indígenas. Alguno de ellos hizo el gesto de enfrentarse al avión cuando volvieron a pasar encima de ellos, pero la mayoría corrió a esconderse en la vegetación. 

Las ONG´s que protegen a los indígenas han destacado que se trata de una prueba fehaciente de la existencia de estas tribus aisladas. Justo cuando están librando una «batalla» con algunas petroleras, como Perupetro, Barret Resources y la española Repsol, que quieren hacer prospecciones en territorios donde se sospecha que viven indios no contactados. El presidente de Perupetro desestimó su existencia recientemente afirmando que es ??absurdo decir que hay no contactados cuando nadie los ha visto? y otro portavoz de la compañía los comparó con el monstruo del Lago Ness.

Un indio guaraniEn cambio en Brasil, los tupiniquim y los guarníes  han logrado un victoria y recuperado parte de sus tierras ancestrales. Tuvieron que viajar hasta Alemania para presionar a la multinacional Procter & Gamble, pero al final han conseguido que el Ministerio de Justicia brasileño les dé la razón y les devuelva 11.000 hectáreas. En esas tierras, la papelera Aracruz había plantado miles de eucaliptos de los que extría celulosa que luego vendía, entre otros, a Procter & Gamble, responsable de marcas de pañuelos como Tempo.

Miles de indígenas fueron expulsados de sus hogares para que este negocio fuera fructificando. De hecho es probable que la papelera haya amortizado más que de sobra la jugada, ya que la reclamación de los indígenas data de hace más de 20 años y solo ha sido ahora cuando han fallado a su favor. Sin embargo han logrado un pequeña victoria en esta guerra consiguiendo que las tierras vuelven a sus dueños y sean incluídas en una demarcación protegida.

Los graffiteros arrastran la fama de «ensuciar» las paredes y recintos con sus sprays para pintar sus garabatos. Asi que hay una tendencia dentro del movimiento del arte urbano que se hace llamar «reverse graffiti» y que podría traducirse como graffitis inverso: en vez de dibujar pintando lo hacen limpiando… de forma selectiva claro. Sus «lienzos» son las decenas de paredes en la ciudad que están negras de polvo, contaminación y porquería. Y para crear sus composiciones, se han pasado de los botes de spray a los trapos y el jabon. Un buen ejemplo es el muro de calaveras de este artista brasileño. 

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Se llama Alexandre Orion y bautizó su creación en el tunel Max Feffer de Sao Paulo como «Ossario: arte menos contaminado». Y en su página web explica todo el movimiento de graffitis a base de «pasar el trapo» con arte que pretende impulsar. Lo curioso es que mientras realizaba esta «pintada», la policía fue a visitarle. Pero como no estaba haciendo nada ilegal, -no solo no ensuciaba, sino que limpiaba- tuvieron que dejarle tranquilo. (fuente: neatorama)

«A un panal de rica miel dos mil moscas acudimos -curiosos, medios de comunicación, mossos de escuadra- para ver si la presencia de los Príncipes en Barcelona daba lugar a algún incidente. Lo destacamos para poner en evidencia cómo pasan las cosas, o cómo se fabrican, con intención o por puro seguidismo. Los jóvenes interpretan el papel que se supone han de interpretar, por eso hay delante tantas cámaras, pero no ha ocurrido nada de especial importancia. No hay más cera que la que arde. Puede que llegue un día en que la monarquía esté en cuestión, pero no es hoy ese día. Abrir ahora ese melón es violentar las cosas de forma disparatada, e introducir en este país, ya suficientemente sobresaltado, un debate que no está en la sociedad ni por asomo. Ahora bien, la experiencia nos ha enseñado que cuando un asunto entra en escena y es goloso, y es primario, se pega como una lapa a la campaña electoral y ya no hay quien lo suelte. Con Ibarretxe, raca, raca, inasequible a la realidad. Y con las fotos quemadas del rey, el PP ha olido a patria y se ha envuelto en la bandera. Anuncia un 12 de octubre de marea rojigualda: «Somos España», pregonan, salvadores. Ya hay carteles y pancartas. El PSOE observa que sus intentos de llevar la política a la vida real, sus muchos e importantes avances sociales, se estrellan ante tanta esencia, cosecha del siglo diecinueve.»

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Hace unos días participé en el Hay Festival celebrado en Segovia, para dar una charla sobre mujeres reporteras de guerra, junto a otras periodistas como Janine di Giovanni, que trabaja entre otros para The Times y Georgina Higueras, de El País. Las tres coincidimos en señalar que además de las situaciones difíciles a las que tiene que enfrentarse cualquier periodista en una guerra, las mujeres reporteras nos encontramos a veces con problemas añadidos.

Algunos de esos problemas son logísticos: No hay chalecos antibalas para mujeres, todos nos quedan grandes y no se ajustan a nuestras formas corporales; es decir, no son útiles para nosotras. Algunas reporteras estadounidenses han logrado ya que sus empresas encarguen chalecos antibalas confeccionados a su medida.

Otros problemas son sociales y emanan de las estructuras patriarcales que predominan no solo allá (donde ocurren las guerras), sino también acá. Comentaban Janine de Giovanni y Georgina Higueras que cuando un periodista va a una guerra es visto como un valiente y un profesional, mientras que «cuando una periodista va a una guerra todavía es vista como una inconsciente» incluso por algunos de sus propios compañeros.

En marzo de 2003, cuando llevaba casi dos meses en Irak y cuando era evidente que faltaban solo horas para que Bagdad fuera bombardeada, un alto funcionario del Ministerio de Información iraquí me llamó a su despacho para decirme lo siguiente: «La guerra está a punto de empezar así que ha llegado el momento de que vayas al lugar donde debes estar: En tu casa, con tu mamá». El tipo espetó cosas similares a otras colegas de profesión, sobre todo a las que, como yo, eran mujeres jóvenes.

También por esos mismos días y también en Bagdad un par de periodistas «occidentales» se dedicaron a «aconsejar» a varias periodistas que nos fuéramos de Irak «porque lo que va a llegar será muy duro, poco apropiado para vosotras». Semanas después uno de esos reporteros fue presa de un ataque de pánico que le obligó a permanecer en el hotel durante días.

Una no se libra de comentarios estúpidos y actitudes machistas cuando viaja por ahí tratando de hacer su trabajo. Las guerras exacerban los ánimos, exageran los comportamientos y acentúan los vicios sociales.

En el escenario de un conflicto armado (y también fuera de él) las mujeres solemos ser percibidas como seres más débiles y por lo tanto más inofensivos. Es una visión absurda, al igual que lo es el decir que los hombres tienen menos escrúpulos o que son menos sensibles. Sin embargo es un encasillamiento que en determinadas situaciones puede facilitarle las cosas a una. Si te ven más débil, más inofensiva, los bandos involucrados en el conflicto bélico controlan menos tus movimientos, no te ven como una amenaza y colocan menos obstáculos a la realización de tu trabajo periodístico.

Creo que hay otra ventaja de la que gozamos las mujeres reporteras y que debemos aprovechar: Tenemos más acceso a las mujeres víctimas de las guerras. En algunos países las mujeres no conceden entrevistas a hombres si no permanecen acompañadas en todo momento por su padre, hermano o marido (condición que en realidad no imponen ellas, sino los hombres que las rodean), cuya presencia obviamente las cohíbe.

 Incluso aunque accedan a ser entrevistadas a solas por un hombre es más que probable que no se atrevan a hablar de ciertas cuestiones, como su vida sexual, los abusos sexuales, la violencia de género, etc, asuntos todos ellos fundamentales para poder describir, contar y denunciar las consecuencias de los conflictos armados, asuntos en los que siempre deberíamos indagar las mujeres, sabiendo que es probable que ellas nos prefieran como interlocutoras, sabiendo que quizá sí, quizá ante nosotras sí se atrevan a contar lo que ocultan en su entorno plagado de tabúes.

    En fin, estas son las ventajas y desventajas de ser «reporteras de guerra» que desgranamos el otro día en el Hay Festival. Las desventajas confío en que se disipen a medida que las sociedades vayan desprendiéndose del machismo y la estructura patriarcal. Las ventajas, confío en que puedan serlo en el futuro no solo para nosotras, sino también para los compañeros periodistas, porque eso significará que las mujeres de todo el mundo pierden el miedo a contar y a denunciar.

  Cada vez que me pongo a pensar en qué es esto de ser mujer periodista que acude a conflictos armados termino acordándome de una frase que leí en un libro que compré hace unos años en Nueva York, cuyo título en inglés es War Torn. En él una corresponsal estadounidense de la guerra de Vietnam dice: «No sé qué es ser mujer corresponsal en una guerra, porque nunca antes he sido hombre».

Ha tardado sólo cuatro meses. El alcalde de Alicante (PP) ha subido los impuestos pese a su promesa electoral de dejarlos congelados:

 » El Ayuntamiento de Alicante ha acordado tramitar por urgencia un incremento del IBI del 4,5 % y del impuesto de vehículos de más del 15% a partir de 2008 .  Apenas cuatro meses después de la pasada campaña de las elecciones municipales, en las que el PP prometió la contención de los tributos municipales, el alcalde de Alicante parece haberse olvidado ya su compromiso» [sigue en Informacion.es] [via]