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Fernando Berlín, el autor de este blog, es director de radiocable.com y participa en diversos medios de comunicación españoles.¿Quien soy?english edition.

El linchamiento que se ha lanzado desde las tertulias contra los sindicatos y los sindicalistas es simplemente una de tantas ofensivas. Esta semana vivirá todo su apogeo.

Periodistas que usan y disfrutan de todo tipo de derechos sociales, que son los primeros que planifican y gozan de las vacaciones, o de las bajas por enfermedad, o de la bajas por paternidad, o de las pagas extras y de tantos y tantos otros derechos se deshacen después en insultos y descalificaciones contra quienes los han logrado.

Se sienten fuertes, pero no hablan por sí mismos. Son, solamente, la voz de su amo.

Me sumo a la petición de Iñaki Gabilondo la semana pasada. Un poco de respeto. Fontdevila lo ha expresado muy bien.

Imagen de previsualización de YouTube

La fotografía la publicó el diario EL PAIS y es un de un simbolismo formidable.

La imágen retrata a dos operarios introduciendo el cartel de Lehman Brothers, -otra de las empresas cuya bancarrota detonó la crisis mundial-, en la sala de subastas Christie´s.

  «El quebrado grupo financiero Lehman Brothers Holdings venderá en la prestigiosa casa de subastas británica Christie’s parte de su colección de arte, que incluye obras de Gerhard Richter y Maya Lin, con la esperanza de poder devolver millones de dólares a sus acreedores. En la imagen, dos personas introducen en Christie’s el cartel de su antigua sede, que también saldrá a subasta.»

En un primer vistazo podría pensarse que la fotografía retrata la caída de un modelo, el fin de una era.

Pero no, todo lo contrario. Porque el cartel no está siendo conducido a una chatarrería, sino a la sala de subastas más popular de nuestro tiempo. Será objeto de una puja millonaria. El simplón cartel de la fachada de Lehman, fabricado en chapa, también puede valer millones y generar beneficios, y engordar expectativas y ansias de poder. Ay las subastas, que expresión tan sincera del capitalismo.

Así que no hubo tal reinvención del modelo, no hubo final de una era. No fue más que un traslado. De una cuenta corriente a otra, y si por el camino lo constatamos pues mejor.
¿Alguién da más por menos? Bienvenidos al show business.  Todo sea por el capital.

 

Txema Montero es uno de los mayores expertos de nuestro país sobre ETA, la banda terrorista. Es abogado y político del País Vasco, vinculado a la izquierda abertzale. La wikipedia recuerda que «fue expulsado de HB en 1992 por sus posiciones contrarias a las acciones de la organización terrorista ETA. Desde entonces ejerce su profesión y es analista político». Montero fue quien adelantó el final de la tregua de 2006.

Conviene, por tanto, seguir sus afirmaciones porque están llenas de claves. Hoy, escribe en Deia, y en noticiasdegipuzkoa.com :

El tiempo en que ETA nació era el único que podía darle vida. Una generación de nacionalistas nuevos (abertzales) la engendró, la brutalidad franquista la nutrió y el «aire de los tiempos revolucionarios» (Argelia, Cuba, Vietnam) le dio aliento. Tardó un tiempo en matar, 1968, el año de todas las convulsiones, y desde entonces hasta hoy es lo único en lo que ha perseverado. Ahora se dispone a morir y lo hace con las mismas vacilaciones que tuvo para comenzar a matar. Entonces la ética les preocupaba, hoy la estética les ocupa: el cómo acaban sin perder la figura.  […]

Soy de la opinión que cuando de los inicios de un proceso de paz se trata, el proverbio «La palabra es plata, el silencio oro» adquiere plena validez. Igualmente, creo que una vez encauzado el dialogo éste debe discurrir por trámites parlamentarios, siendo el Parlamento vasco a quien corresponde ratificar el alcance de los mismos. En el fondo no se trata de otra cosa que reconocer que quien tiene la última palabra es quien, por voluntad de todos, tiene la palabra.

Detente un segundo e imagina la situación: Sales de un centro comercial donde espera tu mujer con tu bebé, con el carrito, con las bolsas de la compra. Sales a fumar un cigarrillo mientras ellas siguen por los pasillos. Alguien te aborda y cuando te quieres dar cuenta estás siendo subido a un automóvil sin poder avisarlas, sin que nadie les diga nada. Lo último que escuchas es: «algo habrá hecho». Sí. Sucede en España.
Pronto ellas volverán a casa, con la esperanza de encontrarte allí. Y no será así.
Una hora, dos, tres… la primera noche. Empezarán las llamadas a los familiares, después a los hospitales, a las comisarías… ¿un accidente? ¿abandono? Nadie podrá decirles nada. Nadie sabrá nada. Puede ocurrirte a ti, pero no te engañes, también puede ocurrirle a ella -la policía no distingue entre géneros- y ser tu el que espera en casa una hora, dos, tres..la primera noche.

Lo que voy a referir a continuación debería haber tenido consecuencias gravísimas y no las tendrá. Mucha gente trabaja para seguir mirando en otra dirección. Unos, lo hacen por ignorancia, otros por pragmatismo y otros por mala fe.
También es muy posible que de esta noticia no hayas escuchado hablar de forma transparente en la prensa porque hay un velo que impide a los medios de comunicación referirse a ello con el espacio que merecería y condenarlo sin paliativos:

La policía practica en España miles de detenciones aleatorias de cuyas arbitrariedades apenas da cuenta. Las personas son abordadas, detenidas y enviadas a celdas durante días, sin posibilidad alguna de protesta. Parece increible pero en los cajones de las redacciones hay miles de testimonios que avalan esto.

Estas detenciones suelen estar protagonizadas por policías secretas y forman parte de un plan institucional avalado por el Ministerio del Interior. Son policías que escrutan rostros y miradas, y que han desarrollado una excelente habilidad para detectar el miedo, el sufrimiento, la rabia y la impotencia. Eligen personas como tu o como yo que esperan el autobus, que han salido a por el periódico, o que caminan por la calle. Por eso resulta conveniente nunca mirarles a los ojos, bajar la mirada si intuyes que tienes cerca a uno de ellos.

PeriodismoHumano ha recogido algunos de estos testimonios.Para saber de lo que hablo, debes ver el vídeo

Muchas son elegidas al azar. La mayor parte de ellos desaparecerán durante días de sus casas sin que sus mujeres e hijos sepan de su suerte, ahogándoles en una angustia inimaginable. No podrán ponerse en contacto con ellos.España, el país que saca pecho ante el mundo por su sol, por su playa, por su historia, por su desarrollo, esconde una realidad terrible. Sí. No sucede en un país tercermundista, sucede en la próspera y rica Europa.  ¿Y quien habla de ello?

Cuando se le pregunta al Ministerio del Interior la respuesta siempre es la misma: España es un país que cumple con todas las garantías democráticas de un país desarrollado.  Y tienen razón: esto no sólo sucede en nuestro país. Debe ser que lo que ellos llaman desarrollo es esto.

Actualización: En todo caso, la denuncia no la hago yo sino el policía Alfredo Perdiguero Manjón de la Unión Federal de Policía. Su denuncia le ha valido el Premio Internacional por los Derechos Humanos, en cuyo acto reiteró sus palabras.

El Gobierno subirá las pensiones mínimas un 1% el año que viene, eleva un 4% el gasto total en prestaciones pese a la congelación de la mayoría de ellas y según parece podrían añadir un quinto tramo para las rentas de a partir de 120.000 o 130.000 euros con un tipo del 45% (dos puntos superior al 43% máximo actual). [sigue en EL PAIS]

Que el gobierno se decida por fin a subir los impuestos a los mas que mas tienen es una buena noticia.
Seguramente no es una casualidad que ese nuevo impuesto para ricos y la subida de las pensiones mínimas, tengan lugar a cinco días de la Huelga General. Pero tiene una importancia relativa.

Puede que se haya hecho hecho hoy porque es un momento propicio, o puede que se haga porque hay muchas voces dentro del PSOE que lo piden a gritos. Pero lo verdaderamente importante es que son dos medidas justas que tenían que ser tomadas hace tiempo. Por justicia. Así que no seré yo quien las critique.

El programa Hoy por Hoy Madrid se emite hoy viernes desde la Plaza de Santa Ana en el Barrio de las Letras (Huertas) de Madrid. Los comerciantes han organizado una gran fiesta de la decoración, que tendrá lugar durante el fin de semana y a lo largo de todo el barrio. Mercadillo de antigüedades, intervenciones de interiores en locales y hoteles, galerías de arte..

Con ese motivo el programa de radio se emitirá en directo desde allí. Si pasas por la zona acércate a saludar!

Nacho Escolar en su blog:

«Dos años después del fin de Lehman Brothers, aún no sabemos cuánto nos va a costar el rescate a los bancos y cajas españoles. Ya llevamos gastados unos 12.000 millones de euros y, desde el Gobierno, calculan que la factura final rondará los 30.000. Es lo que cuesta salvar al sistema financiero patrio de las secuelas de la crisis internacional y, en mayor medida, de sus excesos durante la burbuja inmobiliaria. Por si acaso, el fondo de rescate español, el FROB, está presupuestado con un máximo de 99.000 millones, no vaya a ser que esa banca pase hambre.

Es fácil perderse con tanto cero. Pero 30.000 millones de euros, para los de letras, es cerca del 3% del PIB español. Es el doble del tijeretazo del déficit. Es casi ocho veces el recorte del sueldo a los funcionarios. Es 20 veces el ajuste de las pensiones. O es 50 veces lo que cuesta el plan de rescate para los parados de larga duración.

30.000 millones de euros en un país destrozado por la crisis es un inmenso montón de razones para que los responsables de esos bancos y cajas a los que ha salvado de sus errores el dinero de todos se escondan en una cueva y no salgan de allí hasta que se olvide su vergüenza. Pues no. Aún nos dan lecciones. Ayer, con el desparpajo habitual del sector, el director general de la Fundación de las Cajas de Ahorro, Victorio Valle, calificó de ??imbecilidad? la propuesta de esa mínima tasa a las transacciones financieras que respaldan algunos países de la Unión Europea y que pidió el lunes en la ONU Zapatero. Una imbecilidad, es decir, algo propio de imbéciles. Y tiene razón. Somos imbéciles, completa, absoluta y rematadamente imbéciles, si toleramos que el mismo sector financiero que hundió el planeta se vaya de rositas y encima nos insulte.»

Toda la razón.

Una de las explicaciones más lúcidas que se han escrito sobre el salto hacia el fascismo y su complejidad, la recoge Michael Burleigh en su libro «El tercer Reich».

El libro es una crónica del desmoronamiento moral y la transformación a largo plazo, de la hasta entonces sociedad avanzada alemana. Las masas -explica Burleigh- arremetieron un buen día, de pronto, contra la caridad, la razón y el escepticismo, depositando su fe en un ridículo personaje llamado Hitler.

Todavía hoy, los sociólogos debaten qué hizo posible que miles de personas normales,-de las que van a por el pan y cuidan con dedicación y mimo a sus nietos o a sus mayores- consintieran el Holocausto.
¿Cómo fue posible que el nazismo sustituyera esas cortezas de moralidad de las que estamos dotados los seres humanos -gracias en parte a la tradición religiosa-? ¿Cómo es posible que estando a un centenar de pasos de los campos de concentración Nazi, miles de personas incluidas las élites intelectuales, desviasen la mirada hacia otro lado día tras día?.

¿Cómo y cuando se produjo esa transformación ética? Burleigh evoca un informe anónimo para explicarlo en el que se establecía un paralelismo con la reconstrucción de un puente:

«Los ingenieros no podían limitarse a demoler una estructura ya existente, debido a las repercusiones en el tráfico ferroviario. Lo que hacían en su lugar era ir renovando lentamente cada tornillo, viga o raíl, un trabajo que apenas si hacía levantar la vista de los periódicos a los pasajeros. Sin embargo un día, se darían cuenta de que el viejo puente había desaparecido y que ocupaba su sitio una nueva estructura relumbrante» («El tercer Reich«, Ed.Taurus)

Eso es lo que ocurrió con la moral crítica. Miles de personas renunciaron lentamente en Alemania a sus facultades críticas individuales. La gente se entregó voluntaria y paulatinamente a las emociones de rebaño o de grupo, algunas de un género notoriamente repugnante, como señala el autor.

Cuento esto al hilo de la crisis de las expulsiones de gitanos en Francia, de esta lepenización de Sarkozy -como lo definió Sami Naïr-, y de su efecto grotesco en la política española. Si bien hoy parece lejano el paralelismo de conductas, también es evidente que los últimos acontecimientos nos ponen en dirección a la antesala del fascismo o, como poco, pueden servir de abono en ese incierto territorio de los semilleros.

Esa es precisamente la razón por la que el presidente Zapatero debió condenar con contundencia al presidente francés y por la que la ciudadanía debe condenar con firmeza el paseo populista, e irritantemente mediocre, del PP en Badalona.
La experiencia nos dice que si no se delimitan pronto los espacios éticos se estarán dejando libres para que lo ocupen otros con dudosos objetivos.

Conviene, por tanto, señalar pronto y sin titubeos a quienes caminan sobre el puente con una caja de herramientas bajo el brazo.

Las palabras de la comisaria de justicia Viviane Reding no fueron esta vez, como ha dicho Zapatero, «desafortunadas y fuera de lugar». Porque, pese a quien le pese, la mejor y más honrada definición de lo que está sucediendo en Francia con las expulsiones de rumanos la dió ella: Francia está llevando a cabo una política «asquerosa», en efecto. Suena contundente, pero lo retrata con mucha precisión.

No hay que esperar demasiado -«a que se resuelva el procedimiento», como ha dicho Zapatero-  para saber que es ilegal e inmoral. «La Unión Europea (UE) es una comunidad política de Derecho nacida para propiciar y acoger la integración y gobernanza en común de los pueblos y de los Estados de Europa», -recuerda la wikipedia.

El artículo 19 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea recoge explicitamente:

«se prohíben las expulsiones colectivas».

El artículo 21 añade :

«Se prohíbe toda discriminación, y en particular la ejercida por razón de sexo, raza, color, orígenes
étnicos o sociales, características genéticas, lengua, religión o convicciones, opiniones políticas o de
cualquier otro tipo, pertenencia a una minoría nacional, patrimonio, nacimiento, discapacidad, edad u
orientación sexual.
«Se prohíbe toda discriminación por razón de nacionalidad en el ámbito de aplicación del Tratado
constitutivo de la Comunidad Europea y del Tratado de la Unión Europea y sin perjuicio de las
disposiciones particulares de dichos Tratados.»

Y el artículo 45 sobre la Libertad de circulación y de residencia anuncia :

 «Todo ciudadano de la Unión tiene derecho a circular y residir libremente en el territorio de los Estados miembros».

Zapatero, sin embargo, se inclinó por evitar la crítica a Sarkozy en la polémica de los gitanos y valoró así las palabras de Reding:

«Hablar de política asquerosa o comparar las deportaciones con las de la Segunda Guerra Mundial no es lo adecuado» -dijo.

Zapatero eligió la equidistancia y se escudó en la responsabilidad de su cargo. Son tiempos de realpolitik, de pragmatismo y de la conocida como métrica política.

Pero lo que está ocurriendo en Francia no sólo es ilegal -Rumanía es miembro de la UE desde 2007 y sus ciudadanos, por tanto, gozan de todos los privilegios de su pertenencia-, es puro racismo a manos del inefable Sarkozy, pues experiencia no le falta.

Pero no se preocupen en todo caso, porque si Zapatero se ha equivocado por no emplear toda la contundencia moralmente obligada contra su colega francés, ya está aquí Mariano Rajoy para reclamar su parcela de atención mediática:

«En asuntos de inmigración lo importante es el orden y el control«, -ha afirmado tajante Rajoy durante la rueda de prensa que ha dado en su visita a Melilla. «Estoy convencido de que el Gobierno francés hizo esto dentro de la legalidad, como no podía ser de otra manera», -ha dicho

Lo dice uno que reivindica paralelamente las raices cristianas de Europa y que presume de ser católico, pero para quien ya no significan nada las palabras misericordia y compasión. Por lo menos debería recordar el concepto de justicia.