Richard Cohen

Columnista en la página editorial del Washington Post desde 1984.

 

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«Tengo envidia insana del movimiento de protesta fiscal tea party. Hay poco del movimiento real que me guste y hay ciertos miembros a los que aborrezco, pero me da envidia el aire de designio que tiene, su determinación y su convicción vigorizante de que tiene toda la razón. A su manera, enarbola una bandera confederada carmesí mientras la del Presidente Obama es de un gris oscuro macilento – la bandera mortecina de una confusión ideológica.

Obama sería buen jefe de gabinete en la Casa Blanca, pero como presidente carece por completo de picardía política. Nunca supo cómo ponerse por delante del movimiento de protesta fiscal. Nunca tuvo claro cómo orientar — ni crear — a su propio electorado. Envites Republicanos capaces, carece de herramientas de demagogia. Intenta resolver problemas en lugar de, caso de los Republicanos, crearlos. Barack Obama no causa aflicción.

Aún así, Obama llegó a la Casa Blanca en un momento difícil para ser Demócrata. Washington se ha puesto patas arriba. La formación de izquierdas, los Demócratas, se ha vuelto conservadora. Sus legisladores quieren conservar la seguridad social y conservar el programa Medicare de los ancianos y conservar una avalancha de programas más que se han convertido en la patata en la boca de electorados importantes.

Los Republicanos del movimiento fiscal, por contra, dicen ser conservadores pero en realidad son radicales — puede que incluso nihilistas. Destruirán antes que alcanzar compromisos. Están borrachos de ensoñación acerca del gobierno intervencionista y la pequeña empresa y las virtudes de unos presupuestos equilibrados, sin importar el daño que cause todo eso a una economía ya enferma. En otros tiempos, las personas con esta mentalidad gritarían «Poder al pueblo» o algo parecido porque un buen lema es más convincente en cualquier circunstancia que el análisis detenido. Como suele decirse, eso viene en los libros.

Obama es el presidente del hastío político. Digo esto por empatía. Es como muchos de nosotros, post-ideológico. Las causas movilizadoras de ayer han desaparecido — los derechos civiles, el derecho de sufragio, los derechos de la mujer o la fiebre pacifista de la era de Vietnam. Hasta los derechos de los homosexuales han perdido su urgencia. Los homosexuales ocupan cargos públicos en la administración y en determinados estados pueden contraer matrimonio. El resultado de esta lucha no se cuestiona.

El gancho electoral de Obama era «Cambio». Se suponía que sugería fin de la política por la política. Basta de legislaciones para grupos de interés. Basta de puentes a ningún lado. Pero desde el programa New Deal, los Demócratas vienen siendo el partido de los programas. Ellos destinan el dinero público, y ahora no queda realmente dinero que destinar. Para los Demócratas, es un reto considerable. Se les ha agotado la innovación política.

Al movimiento de protesta fiscal tea party, no. Sé con precisión lo que quiere hacer. Se mantiene en brillante contraste con Obama, que parece vagamente incapaz de articular cualquier cosa. Tiene ideas para aburrir, pero son simplemente curiosidades que no están alimentadas por la pasión ideológica. Gustaba. No encantó. Afganistán es el epítome del Obamismo: más efectivos, y luego menos efectivos, y el objetivo no es ganar, simplemente cortar de forma que no parezca una derrota. Es una política vaporosa, una guerra en la línea de la emprendida en Libia, que tendría que haber acabado a estas alturas si Estados Unidos no hubiera detenido su participación activa. ¿?l quiere ganar? ¿Le preocupa perder? ¿Cuál es la causa? Las guerras de Obama carecen de música.

Lo curioso del movimiento de protesta fiscal tea party es que utiliza a Washington para atacar a Washington. Es la versión de la observación de la filósofa Hannah Arendt de que los movimientos totalitarios se valen de las instituciones democráticas para destruir la democracia. (Esto es lo que los radicales islámicos van a hacer en Egipto). Observe que el movimiento de protesta fiscal está lejos de tener la mayoría — ni en la Cámara ni en el Senado. Sus seguidores ocupan solamente 60 escaños entre los 435 legisladores de la Cámara, pero en un manual de aplicación del poder político fueron capaces de valerse del reglamento parlamentario para orientar la agenda legislativa. Como sabemos desde los tiempos de Lenin, una minoría decidida es mejor que una mayoría indecisa con diferencia.

El movimiento de protesta fiscal ha reducido de forma imprudente el poder y alcance de los Estados Unidos. Ha contraído la administración pública y, de poder, la privará de recaudación aún más. La economía nacional sufrirá y la brecha entre ricos y pobres, los que tienen formación y los vagamente escolarizados, seguirá creciendo. Las relaciones internacionales carecerán de un poder dominante capaz de hacer valer el estado de derecho, y los malos serán más libres de ser tan malos como quieran. A lo mejor el déficit es metido en cintura, pero nada más lo será. Me preocupa – y envidio (pero no perdono) a los que no.

Richard Cohen
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The Guardian, el Irish Times y la CBS destacan el rechazo de algunos sectores a la financiación con fondos públicos de la visita de Benedicto XVI a Madrid y la prohibición de la manifestación laica.

Benedicto XVI
(Foto: Flickr/Peruservis)

The Guardian apunta: «Unos 140 grupos, entre ellos la organización Europa Laica están en contra de la visita del Papa. «Los católicos pueden ir donde quieran, en Madrid, pero la libertad de movimiento del resto de nosotros está restringida«, dijo Francisco Delgado, líder de Europa Laica, al saber que la ciudad ha prohibido la manifestacion propuesta por su grupo.  Europa Laica tenía previsto marchas con consignas como «Ni un céntimo de mis impuestos para el Papa» y «Por un Estado laico«.

El Irish Times recoge también la prohibición de la marcha, las críticas de una organización de curas españoles y explica «hay ira en particular porque los 500.000 peregrinos que se esperan en la ciudad tendrán transporte gratuito. Y el lunes las tarifas del metro de Madrid aumentaron en un 50%. «Con la crisis económica que estamos atravesando, no podemos pagar por esto. La iglesia debe dar el ejemplo«, dijo un portavoz del movimiento Indignados: «Ellos quieren gastar 60 millones de euros, cuando el Gobierno regional acaba de recortar el presupuesto de educación en 40 millones.«

CBS habla de la oposición que suscita en España el gasto de la visita del Papa. «El precio es demasiado, dicen los críticos, especialmente con España sufriendo recortes masivos del sector público y con casi un 20% de desempleo. La oposición al evento y su precio ha sido muy clara, y viene de los grupos seculares y religiosos». Y destacan las declaraciones de uno de los sacerdotes críticos con la visita, Evaristo Villar: «No estamos en contra de la visita del Papa, estamos en contra de la forma en que está siendo puesta en escena. «

El traslado de los disturbios de Londres a otras ciudades del Reino Unido se analiza en la blogosfera como la prueba de que existe un hartazgo generalizado a causa de la desigualdad, la pobreza y la falta de oportunidades. Algunos hablan de un «error del sistema» que no se solucionará sólo con mano dura.

Asi quedo un edificio en Londres
(Foto: Flickr/Applekisu)

Rosa María Artal en El periscopio: «Disturbios en Londres, una vuelta de tuerca«. Subraya: » Una revuelta hija de un tiempo de consumismo, deseducacion, desinformación, y flagrantes injusticias.  ¿Se justifica todo esto? No. En ningún caso. Se explica. Llamo la atención sobre que los problemas de fondo no han cambiado un ápice, se agravan cada día. Peligrosísimo camino: suele acabar muy mal».

Ramon Lobo en Aguas internacionales: «Londres en llamas«. Destaca: «Lo que muestran las imágenes es vandalismo, hooliganismo, hombres encapuchados y enmascarados; no hay eslóganes, ideas, propuestas, solo una furia destructora cuyas víctimas son los pequeños comercios, personas tan o más castigadas por la crisis. La pobreza y las tensiones raciales son la gasolina que aviva el incendio, como sucedió en las banlieues de París. Existe un Cuarto Mundo paralelo, dentro del Primer Mundo, que la mayoría no ve».

Marco Schwartz en Versión libre: «Londres y los campos minados«. Apunta: «Las políticas exclusivas de ??mano dura? tal vez surtan efecto en el corto plazo y satisfagan a determinados sectores de la sociedad, pero no resuelven el problema de fondo. El sociólogo Zygmunt Bauman asociaba lo ocurrido no con una revolución, sino con un campo minado creado por la desigualdad social, en el que resulta muy difícil localizar las minas e impedir que exploten aquí y allá. Hoy es Londres; mañana?»

Hugo Martínez Abarca en Quien mucho abarca: «London calling?» Sostiene: «Las apabullantes imágenes que nos llegan se parecen más a las de las revueltas árabes en las que hay más violencia y cuyos dictadores también califican a los manifestantes como delincuentes comunes. Pero sabemos poquísimo y lo poco que sabemos hace incomprensible que una reacción tan intensa perviva durante cuatro días e incluso se expanda por otras ciudades británicas».

Javier F. Barrera en Escolar: «London calling«. Se pregunta: «¿Qué quedará de todo esto? Más allá de los dos o tres centenares de detenidos, la lamentable imagen para la sociedad bienpensante de Londres en llamas, de la Policía reculando, lo que destilan los acontecimientos es un error de sistema. Es la juventud que está harta y protesta a su manera. Es lo de siempre. Pero de una forma nueva que trasciende y conecta a unos individuos con otros».

Gema Galdón en Civismos incívicos: «London´s burning«. Asegura: «Aunque gran parte del vandalismo de estas horas en Londres no es político ni defendible, las revueltas son la cara previsible de las políticas de austeridad…. En ausencia de esperanza, en ausencia de proyecto colectivo, en la ausencia de un relato compartido de construcción de un futuro mejor, la rabia y la destrucción actúan como única catarsis posible».

En Culturalia: «Londres arde y revueltas se extienden». Defiende: «durante los últimos meses había habido síntomas de quiebra social pero las autoridades, los responsables políticos, nada hicieron para mejorar la vida de miles de jóvenes marginados que nada tienen y que por tanto tampoco tienen nada que perder. No es por tanto una cuestión policial, es una cuestión de justicia social. Tiene que ver esencialmente con la sordera de los políticos, en este caso ingleses. Lamentablemente esta enfermedad está extendida entre muchos políticos europeos, por quedarme tan sólo en este continente.

La radio publica estadounidense publica un reportaje explicando como tras el fracaso del «excesivamente ambicioso» primer plan de fomento de energía solar español, el sector se está recuperando. NPR considera que el caso español sirve de ejemplo para que EEUU no repita los errores.

Placas fotovoltaicas
(Foto: Flickr/Jumanji solar)

NPR describe como los incentivos aprobados por el gobierno en 2007 provocaron un auténtico boom de desarrollo solar que luego se demostró que era «insostenible. Cuando las nubes se formaron sobre la economía española, el gobierno se encontró sin dinero y tuvo que recortar los subsidios. El sector se estrelló. Las inversiones se congelaron. Muchas empresas solares cerraron o se fueron al extranjero«.

Y destacan las palaras de Isidoro Tapia del IDAE, la agencia gubernamental encargada de promover las energías renovables: «Teníamos un plan. La cosa es que nuestro plan fue superado por la realidad». Pero la agencia está trabajando en un nuevo plan, y él dice que EE.UU. puede aprender de la experiencia de España. Advierte contra una extensión excesiva de la industria, pero defiende la importancia de ser ambicioso. «Hay que fijar objetivos ambiciosos para hacer que se mueva el sector«.

«En España, el sector solar ha mostrado signos de recuperación pese al aumento de los problemas económicos del país. Y España se ha fijado el ambicioso objetivo de duplicar la contribución de la energía solar a la red nacional para el año 2020″, recoge el reportaje.

E. Robinson

Premio Pulitzer 2009, Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

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«Antes de tipificar el partidismo político como falta grave, punible con incesantes conferencias de senadores electoralistas y tertulianos presuntamente «despiertos», recordemos que ciertas elecciones son reales, tienen repercusiones y resultan mutuamente excluyentes.

No estoy hablando de la clase de partidismo por saturación que practica el secretario de la oposición en el Senado Mitch McConnell — la noción de que los Republicanos deben ponerse de parte de cualquier cosa que sea políticamente nociva para los Demócratas, con independencia de cuál pueda ser el impacto sobre la nación. «Lo más importante que queremos lograr es que el Presidente Obama sea presidente de una única legislatura», decía McConnell el pasado año manifestando una franqueza muy poco común en Washington.

Hablo del partidismo apoyado en polémicas, elecciones legislativas y filosofías incompatibles en torno a la naturaleza y el objetivo del estado. Poderosas fuerzas tiran de la nación en direcciones opuestas. El riesgo del exceso de compromiso es que acabemos donde estamos.

Un ejemplo clásico es la tentativa de relanzar la economía tras la peor recesión vivida desde la Gran Depresión. Cuando Obama llegó a la administración, la crisis era acusada; consumidores y empresas estaban traumatizados, y había un riesgo real de consolidar la tendencia. Cualquier seguidor del economista británico John Maynard Keynes — y Obama estaba siendo asesorado por keynesianos convencidos — tenía para recomendar un empujón muy considerable al gasto público.

En aras del compromiso, sin embargo, un tercio de la batería de medidas de estímulo avanzada por la Casa Blanca consistió de rebajas tributarias — cosa que un keynesiano diría es mucho menos estimulante que el gasto público directo. La historia contará que este gesto al bipartidismo no inmunizó al estímulo frente a la crítica constante de los Republicanos, a pesar de su amor eterno a las bajadas de impuestos. Redujo probablemente la eficacia del estímulo, dando munición a los Republicanos con su reclamación de que no funcionó.

Ahora mismo nos encontramos en una encrucijada parecida. Conservadores y progresistas deberían poder convenir en que la deuda nacional a largo plazo de 14,3 billones de dólares es un grave problema. Las soluciones eficaces, no obstante, no se prestan al compromiso intermedio.

Existen básicamente dos formas de reducir la deuda como porcentaje del PIB: bajar el gasto público o hacer que la economía crezca. El problema reside en que hacer más de lo uno se traduce en hacer menos de lo otro.

Los consumidores todavía son reacios a gastar — cosa comprensible, teniendo en cuenta el paro por encima del 9% y que el valor de la propiedad inmobiliaria no se ha recuperado de la drástica caída. Las empresas tienen una enorme pila de liquidez que son reacias a gastar — no tanto por incertidumbres como por la debilidad de la demanda.

El estado, con bastante acierto, ha intervenido para llenar el vacío. Si recortamos el gasto público demasiado, corremos el peligro de dar al traste con la recuperación — y elevamos la demanda de caros servicios públicos como la prestación por desempleo. Hemos de tomar una decisión: ¿lo más importante ahora mismo es que la economía crezca o recortar el gasto público? Si nos ponemos a hacer las dos cosas, acabaremos no haciendo ninguna de las dos.

Esto es solamente la versión reducida del debate más generalizado acerca del tamaño y las competencias del estado. Hay que tomar decisiones reales.

¿Queremos un gobierno que garantiza la atención médica de los pobres y los ancianos? Según un reciente sondeo del Washington Post, el 72% de los estadounidenses son contrarios a rebajar el gasto público en el programa Medicaid de los pobres como forma de reducir la deuda; el 54% es contrario a elevar la edad de jubilación de los afiliados al programa Medicare de 65 a 67 años.

¿Queremos un gobierno que proporciona a los jubilados una renta adecuada al nivel de vida? El 53% de los estadounidenses es contrario a alterar la seguridad social de forma que se reduzca el ritmo al que crecen las pensiones, según el sondeo del Post. Estas prestaciones son sagradas no sólo para los Demócratas sino también para los Republicanos. En el seno de las dos formaciones, los estadounidenses prefieren ver impuestos más altos a las rentas altas.

Los conservadores de derechas que albergan una opinión radicalmente distinta — de un gobierno mucho más limitado sin los medios para brindar esta clase de red de protección social — controlan hoy la Cámara de Representantes y al Partido Republicano. En el debate del techo de la deuda, han rechazado soluciones a largo plazo que han accedido a la mayor parte de lo que ellos exigían. Lo quieren todo.

Los progresistas que dicen no — que reconocen que hemos de reducir la deuda de formas que no tumben el crecimiento económico ni evisceren las prestaciones — están siendo partidistas por la mejor posible de las razones: mucho está sujeto al compromiso, pero no nuestro futuro como gran nación.

Eugene Robinson
Premio Pulitzer 2009 al comentario político.
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David Mathiesen de The New Statesman rechaza en radiocable.com que se hagan comparaciones entre los disturbios de Londres y el movimiento de los indignados en España. «No me extraña que algunos intenten desacreditar el 15M en España utilizando lo que pasa en el extranjero», pero destaca importantes diferencias entre ambos: en Londres la revuelta no tiene fines políticos y ha recurrido a la violencia desde el primer momento.

David Mathiesen

Para David Mathiesen, «lo que sucede en Londres es mucho más grave que lo del 15M». Y ve muchas diferencias entre ambos fenómenos: «No está nada claro el motivo por el que están produciéndose los disturbios en Londres». Pero en contra de lo que sucede con el 15M, no tienen fines políticos.

«No parece que haya portavoces, no hay un movimiento político en los disturbios de Londres… No tiene una explicación. Lo del 15M sí tiene reivindicaciones concretas, aunque sean diversas, pero sí tienen fines políticos». El corresponsal también resalta que «de lo que hemos visto en España, la vasta mayoría del movimiento del 15M son jóvenes pacíficos. A lo mejor hacen desobediencia civil, pero siempre con fines pacíficos. En Londres, en cambio han utilizado la violencia desde el primer momento».

David Mathiesen asegura que «es muy dificil desenredar todas las corrientes, los movimientos que hay detrás de lo que está pasando en Londres». Explica que entre los motivos que se citan está la desigualdad entre ricos y pobres en el Reino Unido y el crecimiento económico desequilibrado, pero considera que eso «no explica porque hay tanta violencia y no es una excusa».

Canal de TV del Icex

El Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), ente público empresarial cuya misión es promover la internacionalización de las empresas españolas y su competitividad en el exterior acaba de lanzar un nuevo canal de video en la red. Se llama ICEX Canal TV.

El canal proporciona información para impulsar y facilitar la proyección internacional de las empresas españolas en general para ayudarlas a implantarse en los mercados exteriores. Está estructurado en diversas secciones: Icex ofrece, sectores, mercados, empresas, institucional.

Y se puede seleccionar diversos contenidos: conferencias, reportajes sobre sus servicios y oficinas, estudios multimedia sobre la implantación en el exterior de determinados productos como el vino en Suecia o EEUU y otros temas. En este video por ejemplo distintas personalidades explican la transformación de la institución. Muchos de los montajes también están disponibles en el canal de Youtube.

Imagen de previsualización de YouTube

La revista estadounidense publica un reportaje sobre las últimas manifestaciones de los Indignados, el desalojo violento del campamento de Sol y el resurgimiento del movimiento. Apuntan que tras un periodo de cierta inactividad, el 15M se ha revivido, espoleado por la reacción de autoridades y policía. Y analizan si lo que ha provocado todo este resurgimiento puede ser la próxima visita a Madrid de Benedicto XVI.

Manifestación en protesta por el desalojo de Sol
(Foto: Flickr/Pollobarba)

El texto es de Lisa Abend y destaca: «Los indignado están de vuelta. Hace unos días, los únicos restos físicos de su movimiento fueron unos cuantos puesto con lonas esparcidos por Sol funcionando como centro de información y un puñado de manifestantes variopintos echando siestas al sol de la tarde. Sin embargo, el martes y el miércoles, el movimiento revivió, y envió a miles de manifestantes a las calles de Madrid. Y para este resurgimiento, las autoridades no tienen a nadie más a quien culpar que a ellas mismas».

La revista explica como tras tolerar durante meses la sentadas y acampadas del movimiento, a primeros de agosto, los gobiernos central y autonómico se pusieron de acuerdo para desalojar la Puerta del Sol de Madrid. Incluso se bloqueó el acceso a la plaza durante dos días: «Cierre brusco de estaciones del metro? Helicópteros de la policía? Muchos de los manifestantes - por no hablar de los españoles de a pie - parecían sorprendidos de que, de repente, se hubiera llegado a esto. «Parece desproporcionado«, dice la manifestante Aida Fernández, de 30, que apunta a un cordón de unos 20 policías con equipo antidisturbios de su posición detrás de una barrera«.

«Pero su amigo Manuel Serra cree que entiende la razón. «Quieren limpiar la plaza antes de la visita del Papa«, dice, refiriéndose a un viaje que Benedicto XVI va a hacer a Madrid a mediados de agosto para celebrar el Día Mundial de la Juventud. Su opinión es compartida por muchos de los manifestantes, que, bloqueados por la policía antidisturbios cuando intentaban llegar a Sol.«

Time recoge como «el director ejecutivo de la Jornada Mundial de la Juventud niega que la organización tenga nada que ver con el desalojo. «No hemos pedido esto», dice Yago de la Cierva. «Estas decisiones las toma el gobierno Un portavoz de la delegación del Gobierno Nacional en Madrid también rechazó cualquier relación entre la visita papal y la acción policial. Pero si no es por el Papa, ¿entonces qué? Ninguno de los políticos responsables en última instancia de la acción han hecho declaraciones públicas sobre la decisión de despejar la plaza. Y la respuesta de sus subordinados ha sido decididamente vaga aunque bien coordinada«.

[Más noticias sobre España en la prensa extranjera en la sección Nos Miran]

Richard Cohen

Columnista en la página editorial del Washington Post desde 1984.

 

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«Durante un segundo no podía creer lo que veían mis ojos. Estaba viendo un titular, o al menos me lo parecía, que rezaba así: «Pawlenty cuestiona aptitud de Bachmann». Me levanté de mi silla de un salto y exclamé aleluya (o algo parecido) porque he aquí que en la persona de Tim Pawlenty, el ex gobernador de Minnesota, hay un barón Republicano dispuesto a decir públicamente que Michele Bachmann no está preparada para ser presidenta de los Estados Unidos y, además, hasta ese mismo momento, ni un solo barón Republicano más habría estado dispuesto a decir algo parecido. Pero era cierto, por supuesto, era cierto.

Casi no me podía contener. Estaba seguro de que el artículo mencionaría la forma en que Bachmann espió una concentración homosexual, arrastrándose sobre sus manos y rodillas para ver cómo actúan esos homosexuales y cómo se comportan y hablan y quién sabe qué más. Y pensaba que mencionaría a su marido el loquero que practica la terapia de conversión, que se supone que saca al heterosexual de los homosexuales para que obedezcan lo que quiere Dios, suponiendo que los Bachmann y el resto de los de su postura sepan lo que quiere Dios.

Y pensé que leería algo acerca del «fin de los días», cosa que Bachmann dice que se acerca, y lo ha dicho en un discurso que en la actualidad circula por la blogosfera en el que todo tipo de palabras religiosas cobran vida, como los ronroneos de Marilyn Monroe en «Con faldas y a lo loco». Pensé que Pawlenty, que con frecuencia exhibe sus credenciales religiosas — «Dios lleva las riendas», dijo a la Conferencia de Acción Política Conservadora, repitiéndose para dar énfasis — diría algo puesto que tiene la credibilidad religiosa para pronunciarse en esta cuestión. Yo carezco de esas credenciales, pero por encima sugiero que parece, en Washington al menos, que nadie lleva las riendas.

O a lo mejor él mencionaría la postura de ella a tenor de subir al techo de la deuda. A ella no le importa que la estructura económica del país se derrumbe, tampoco piensa que lo vaya a hacer. Como prueba, ella presenta su palabra, cosa que ciertos quisquillosos del mercado de deuda soberana pueden juzgar insuficiente, pero algunos son desde luego homosexuales y les pueden ir dando. Pawlenty la iba a poner fina.

Todas estas ideas pasaron por mi cabeza, confundiéndome. Y entonces miré más allá y vi que Pawlenty respondía a las informaciones de que Bachmann sufre migrañas. ¿Qué? ¿Dolores de cabeza? ¿Estamos hablando de dolores de cabeza? La mujer es un folio en blanco, una persona con prejuicios en lo que respecta a los homosexuales, totalmente falta de preparación para la presidencia y aún así Pawlenty sugiere con valentía que son las migrañas lo que la hacen menos presidenciable. Por supuesto, habiendo reunido el valor de ponerla en tela de juicio en esa cuestión, a continuación se retractaba. Unos inexplicables episodios de audacia se apoderan a veces de Pawlenty, pero enseguida se recupera y vuelve a la comodidad plácida — sin perder, como estoy seguro que dirán sus asistentes, una sola jornada de trabajo.

Aún así, Pawlenty debería de convertirse en Mister Republicano, término reservado en tiempos al Senador de Ohio Robert Taft. ?l encarna la ausencia prácticamente total de liderazgo entre los principales rivales por la candidatura Republicana. Ellos no sólo no plantan cara a Bachmann ni afrontan las sandeces que vomita, sino que con diligencia dan la espalda a su obligación de educar a sus propios electorados. En el tiempo que llevamos, aspiran a convertirse en presidentes únicamente de los 119.188 Republicanos que participaron en los comités de Iowa en 2008, y sólo de aquellos cuyo conservadurismo se ha grabado en piedra.

Los problemas de la administración pública estadounidenses son sistémicos. Los distritos legislativos que pertenecen con seguridad a una formación son igual de destructivos que los viejos burgos británicos en los que los distritos menos poblados tienen tanto poder como el resto. El sistema de comités y primarias puede ser parodia de la democracia y el proceso rebosa fondos de los grupos de interés. En el seno del Partido Republicano, el remate es que una manada de candidatos presidenciales concurre al mismo pasto de extrema derecha, un bucólico paraje habitado por enanos políticos, religiosos y sociales.

Solucionar lo que nos aqueja llevará tiempo, ingenuidad y valor político. Por el momento, es lo último lo que brilla por su ausencia. El ala derecha del Partido Republicano está dispuesta a, por no decir que es capaz de, meter al país de cabeza en el descubierto al pago de la deuda y un escogido grupo de líderes Republicanos, sabedores la mayor parte de lo que les conviene, tienen demasiado miedo para poner reparos. Ellos parlotean de liderazgo pero aun así no muestran ningún aval.

Por supuesto que Michele Bachmann no merece concurrir. Legislativamente hablando no ha hecho nada, no tiene idea de nada y lo que piensa sabe que es erróneo. Por un momento me pareció que uno de sus rivales Republicanos lo había dicho, pero me equivocaba.

Debe de haber sido esta migraña.

Richard Cohen
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Dos representantes del pueblo Korovai

El 9 de agosto es el Día Internacional de la ONU para los Pueblos Indígenas. Para conmemorarlo, Survival Internacional ha recopilado nueve hechos sorprendentes y casi desconocidos sobre estos pueblos indígenas, sus costumbres, sus logros o su influencia. La ONG considera que cuanto más se conozca a estos pueblos, mejor se les comprenderá, apreciará y protegerá. (Foto: Survival)

1. Hay más de 100 pueblos indígenas aislados en el mundo. Algunos viven a menos de 100 km de distancia de Machu Picchu , la atracción turística más importante de Perú.

2. Es probable que los indígenas del valle de Baliem en Nueva Guinea desarrollasen la agricultura mucho antes que los antepasados de los europeos.

3. Los «gitanos del mar» moken, del mar de Andamán, han desarrollado una capacidad única para enfocar la vista debajo del agua, para poder sumergirse en busca de comida. La visión de los niños moken es un 50% mejor que la de los niños europeos.

4. Se cree que el pueblo indígena sentinelés vive en las islas Andamán desde hace unos 55.000 años.

5. Una de cada seis lenguas que se hablan en el mundo viene de Nueva Guinea.

6. Los pueblos indígenas desarrollaron algunos de los alimentos básicos del mundo. La mandioca (yuca o cassava), el maíz y las patatas son producto de la agricultura indígena.

7. Los cazadores hadzas de Tanzania usan el canto de un pájaro africano para encontrar el camino hacia las colmenas de abejas en los árboles baobabs.

8. Las mujeres awás de Brasil cuidan de crías de mono huérfanas dándoles de mamar.

9. Se cree que la lengua de los sanadores kallawayas de Bolivia, que aún se habla hoy en día, era el idioma secreto de los reyes incas.

El director de Survival International, Stephen Corry, ha declarado: «La conmemoración anual de Naciones Unidas es una ocasión importante para que el mundo reconozca a los pueblos indígenas y su derecho a la supervivencia y la autodeterminación». Muchas de estas comunidades se encuentran al borde de la desparición.

Survival International ha publicado nueve hechos poco conocidos coincidiendo con el 9 de agosto, para contribuir a la comprensión de los pueblos indígenes, aumentar el respeto hacia ellos, asi como dar a conocer su impresionante contribución a la diversidad de la humanidad. En la web además de estos nueve aspectos, pueden descubrirse otros nueve.