El diario británico dedica esta semana una monográfico a España y publica artículos de algunas firmas destacadas. Una de ellas es la del escritor Javier Cercas que en el contexto del posible fin de ETA se pregunta si Arnaldo Otegi podría ser el Adolfo Suarez de la banda, «alguien que posee el coraje de un gran traidor».

Javier Cercas
(Foto: Flickr/Carlosalpa)

El escritor considera que hoy quedan dos cosas de la España de Franco «nuestra espléndida tradición  de intolerancia y la organización ETA , que es la manifestación más visible de nuestra espléndida tradición de intolerancia… Lo increíble es que siga viva convertida en un feroz anacronismo». Pese a las esperanzas levantadas por el ultimo alto el fuego de la banda, Cercas se declara escéptico sobre su posible fin.

Y explica que «se dice que Arnaldo Otegi, actual líder de Batasuna, está en mejores condiciones que cualquiera de sus predecesores para conseguir que depongan las armas. Puede. Pero me pregunto cómo Otegi va a decir a sus chicos que todo lo que han dicho era mentira, que no van a ser los héroes de la patria vasca, y que todo habrá terminado sin la compensación política que están buscando».

Uno tiene que ser muy valiente para renunciar a las armas, pero persuadir a los demás que renuncien a las suyas requiere aún más valor. ETA ha estado esperando mucho tiempo por su propio Adolfo Suárez – el arquitecto de la transición de la dictadura a la democracia en España – por alguien que posee el coraje de un gran traidor».

Javier Cercas recuerda como a finales de los 70 los franquistas que tuvieron que renunciar a sus armas y aceptar la democracia, «fue Suárez quien les convenció para que ello, engañandoles y traicionandoles pero sin obligarles a condenar explícitamente cuatro décadas de franquismo. Muchos de ellos todavía no la han condenado, de hecho, el Partido Popular – el partido de la derecha – solo ha llegado a habla de «reconocimiento moral de todos aquellos que fueron víctimas de la guerra civil».

The Guardian también publica un artículo en inglés de Ignacio Escolar sobre el eurodiputado Pablo Zalba.

 

Todos los expertos, -y algunos habían sido muy críticos-, coinciden en señalar que algo ha pasado en la izquierda abertzale. Hasta aquí ninguna novedad pues ya pudo verse en la redacción de los estatutos de Sortu, en la debilidad de las pruebas que presentó la Policía y la Guardia Civil, y en la votación final del Supremo que siendo históricamente unánime argumentó esos votos particulares de la duda.

Además, la Ley de partidos se ha encargado de protegernos ante los cambios de rumbo. Si una formación condena un atentado de ETA, pero meses después algún miembro lo justifica, puede derivar en la ilegalización global. Por tanto, poco debe temer la democracia sobre la sinceridad o no preelectoral, pues ya se ha encargado la legislación de mantener mecanismos de control suficientes.

¿Se puede concluir que la izquierda abertzale ha aceptado el camino de la democracia? Todo indica que sí, aunque la pregunta pertinente en este momento es, ¿se trata de un proceso irreversible?

En esto ya hay más dudas entre los expertos. Existe temor ante un escenario concreto: Si Sortu consigue presentarse a las elecciones y obtiene mucha representación se sentirá legitimada para poner sobre la mesa el debate de la autodeterminación. Hasta aquí nada extraño, y forma parte de la esencia democrática.

Sin embargo al balón de oxígeno que te da el presupuesto de los ayuntamientos y a la legitimidad que te da la representación popular habrá que sumarle entonces que ETA no ha dejado de existir completamente y que se sumará complacida al debate, con un incierto resultado.

Añadamos además que a ese escenario se sumase una legislatura gobernada por el PP. Si la presión contra los nacionalismos se intensifica -como ocurrió durante la segunda legislatura de Aznar que germinó en el Plan Ibarretxe-  , es muy probable que vuelvan al tablero todas las justificaciones morales de asfixia ideológica, representación social y opresión moral.

Todo eso son hipótesis claro pero nos permiten deducir que aunque posiblemente el giro de la izquierda abertzale es sincero nos queda por aclarar si es o no irreversible. Entonces ¿que pruebas pueden aportar de lo contrario?

El International Herald Tribune publica un analisis de Neil Unmack en el que analiza como pese a la crisis en Portugal, tanto el el euro como los mercados de deuda parecen estar en clama. Consideran que «la fuente de la actual fortaleza de Europa ??y sus potenciales debilidades futuras- sigue estando en España».

Monumento al euro
(Foto: Flickr/Saikofish)

El artículo asegura que «la principal razón de la confianza de los mercados es España. un impago del país sería un cataclismo, pero, al contrario que Grecia o Irlanda, España es demasiado grande para ser rescatada. Afortunadamente, España parece cada vez más segura. España parece estar abordando sus problemas, prosiguiendo con reformas a fondo de las pensiones y el mercado laboral».

Unmack analiza también la rentabilidad de los bonos del Estado español que «podría sufrir si los bancos tienen problemas en captar capital y tengan que acudir al Estado. Las regiones autónomas españolas son otra fuente de preocupación. Más de la mitad de ellas no lograron alcanzar los objetivos de reducción de déficit el pasado año, minando el plan gubernamental para tener un déficit total del 6% este año?.

Y advierte: «el aumento de los rendimientos portugueses, debido a la crisis política, es un bienvenido recordatorio a Madrid de que no es momento para la complacencia. España todavía no está fuera de peligro, lo que significa que el euro tampoco».

E. Robinson

Premio Pulitzer 2009, Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

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Eugene Robinson-Washington. Cualquiera que busque principios y lógica en el ataque al tiránico régimen de Muammar Gaddafi va a quedar decepcionado. El Presidente Obama y sus asesores deberían de reconocer la verdad evidente: Están reaccionando al fervor revolucionario del mundo árabe con el «realismo» arbitrario privilegio de las superpotencias.Enfrentándose a un levantamiento armado emprendido por rebeldes que aspiran a la democracia, Gadafi amenazaba con convertir la totalidad de Libia en un osario. Estados Unidos y sus aliados respondieron con una fuerza militar aplastante claramente concebida para paralizar al régimen y mejorar las probabilidades de éxito de la revuelta.

Así comienza nuestra tercera guerra simultánea en Oriente Próximo. Nadie tiene la menor idea de cómo, ni cuándo, terminará esta.

He de admitir que también yo he encontrado difícil quedarme mirando de brazos cruzados mientras Gadafi bañaba de sangre las calles de Bengasi. Pero ¿qué es lo que hace más fácil ver al resto de déspotas hacer lo propio?

En Yemen, las fuerzas leales al dictador Alí Abdaláh Saléh han masacrado a docenas de manifestantes indefensos que aspiraban a la reforma democrática. Saléh, que lleva gobernando dictatorialmente el país 33 años, se aferra con desesperación al poder a pesar de haber sido abandonado por muchos de sus partidarios políticos y por algunos de sus Generales. No ha manifestado sino desafío. «A diario escuchamos una declaración de Obama diciendo: ‘Egipto no hagas esto, Túnez no hagas lo otro'», decía Saléh en un discurso a principios de mes. «¿Usted es el presidente de los Estados Unidos, o el presidente del mundo?»

Pero no ha habido ninguna intervención militar estadounidense. Saléh ha sido considerado un aliado valioso en la lucha contra al-Qaeda, que dispone de su base más activa — y potencialmente peligrosa — en Yemen. Los ataques contra Estados Unidos se han planeado y organizado allí. Saléh, de esta manera, es un tirano útil. ?l es objeto de gestos de desaprobación, no de bombas.

En Bahréin, la familia Real al-Jalifa en el poder ha respondido a las manifestaciones pacíficas con violenta represión. Mientras la atención del mundo se centraba en el desarrollo de la tragedia de Japón y la inminente tragedia de Libia, los líderes de Bahréin limpiaban brutalmente la Plaza de la Perla de su campamento de protesta y hasta destruían el imponente monumento que se había convertido en el símbolo más contundente del movimiento pro-democracia.

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Pero para Bahréin también tenemos palabras corteses en lugar de medidas contundentes. ¿Por qué? Porque la Quinta Flota de la marina estadounidense tiene su base allí, a caballo de las rutas de comercio marítimo del Golfo Pérsico a través de las que debe circular el 40% del petróleo del mundo transportado en barco. La base proporciona a Estados Unidos una forma de contrarrestar la creciente influencia de Irán.

Además, la familia al-Jalifa es aliada próxima de las ramas Reales saudíes, desesperadas por impedir que las manifestaciones de Bahréin se contagien al cercano reino. Los dictadores saudíes enviaban efectivos militares para ayudar a aplastar las manifestaciones de Bahréin y han prohibido cualquier tipo de movimiento pro-democracia en el país. Para la Casa de Saud, sin embargo, la Casa Blanca apenas ha logrado articular un silbido de decepción.

¿Por qué es tan distinta Libia? Básicamente, porque los dictadores de Yemen, Bahréin o Arabia Saudí – también Jordania y los emiratos del Golfo Pérsico, a estos efectos — son receptivos, se prestan a la cooperación y son útiles. Gadafi no.

Se acordará de la valoración inicial que hacía la Secretario de Estado Hillary Clinton de que el régimen del hombre fuerte egipcio Hosni Mubarak era «estable». Sabíamos que Mubarak era brutal y corrupto, pero sólo cuando quedó claro que su control del poder se estaba esfumando — y que la institución del ejército egipcio no iba a disparar contra ciudadanos egipcios pacíficos — la administración se posicionó de la parte correcta de la historia.

Al explicar el motivo de que Estados Unidos se uniera a la creación de la zona de exclusión libia, que inmediatamente se convirtió en mucho más, Obama se enredó en disquisiciones retóricas. Si Gadafi fuera a cometer atrocidades contra su población, decía Obama, «La región entera se verá desestabilizada, poniendo en peligro a muchos de nuestros aliados y socios». Bueno, pues vale. Como sin duda se habrá dado cuenta él, la región ya está desestabilizada. Los regímenes amistosos ya se están viendo amenazados, pero no por Gadafi. Se están viendo amenazados por las aspiraciones democráticas de su propia población.

Gadafi está loco y es perverso; evidentemente, no iba a escuchar nuestros consejos de democracia. El mundo tendrá suerte de librarse de él. Pero la guerra en Libia sólo se justifica si vamos a someter a los dictadores obedientes al mismo rasero que imponemos a los dictadores desafiantes. Si no es así, entonces que por favor nos ahorren todas las homilías sobre derechos humanos y libertades universales. Veríamos que esto no va de justicia, va de poder.

Eugene Robinson
Premio Pulitzer 2009 al comentario político.
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Leo Bassi

Un juzgado de Valladolid ha admitido a trámite una querella contra el activista y cómico  por «delitos contra el sentimiento religioso». La denuncia se remonta a una conferencia en la Universidad de Valladolid en octubre de 2010 y fue presentada por la Asociación de Abogados Cristianos y el portal Hazteoir.org. El rector de la UVA, Marcos Sacristán también ha resultado imputado. Leo Bassi explica en radiocable.com que las cosas de las que le acusan son «falsas», pero se declara «muy contento con la querella porque va a permitir al bufón ser escuchado».

Leo Bassi
(Foto: Flickr/Clows)

Leo Bassi asegura que la noticia de la admisión a trámite de la querella no le ha sorprendido, pero se muestra «muy alegre de tener publicidad y poder hablar de mis tesis». Asegura que «hay videos que demuestran que no he hecho nada de lo que me acusan». Pero sobre todo cree que esto demuestra que hay una «gran operación, no solo en España, sino a nivel mundial de querer cambiar la herencia de la Ilustración e inventar unas raíces judeo-cristianas de la cultura occidental».

De hecho explica que esa era la tesis que quería defender en la conferencia en Valladolid y cree que gracias a la querella puede tener más audiencia. Bassi también denuncia que existe una «batalla ideológica en este momento. Y la izquierda quizá se ha dormido un poco pensando que había algunas cosas ya tan aceptadas que no se podía volver atrás, pero la verdad es que se está volviendo atrás».

Además el cómico revela que él mismo también presentó una querella contra Hazteoir.org y Libertad Digital por calumnias y haber puesto en su boca cosas que él no dijo en la mencionada conferencia. Y asegura que quiso demostrar «los problemas de la libertad de expresión» que hay ahora mismo, recordando como por disfrazarse de Papa, le pusieron una bomba.

«Por eso esta querella me viene perfecto. Porque me permite defenderme en voz alta. Y es siempre dificil para un bufón ser tomado en serio. Y se ve que son mis adversarios quienes me toman en serio y se querellan. Y permiten al bufón dar sus opiniones perfectamente apoyadas en hechos históricos».

La sombra del franquismo, el desempleo que afecta con especial incidencia a los jóvenes, el tipo de vida de una familia media o las ultimas noticias más relevantes sobre el robo de bebés o el futuro de Zapatero… Son algunos de los temas destacados de un reportaje en profundidad que dedica a España el diario británico. El trabajo forma parte de una serie de The Guardian para «conocer mejor a nuestros vecinos» de la «Nueva Europa» e incluyen también a Alemania, Francia y Polonia.

Sede de The Guardian
(Foto: Flickr/Stuart Chalmers)

Uno de los artículos analiza «el persistente legado del franquismo«. El texto está firmado por Jonathan Freedland y repasa la situación del Valle de los Caídos, asi como las reclamaciones de los colectivos que defienden la Memoria Histórica o el caso Garzón. Reflexiona sobre como «la sombra del dictador fascista todavía se cierne sobre España, pero ¿puede esta generación o la siguiente finalmente llevar a la nación a una catarsis?

Según The Guardian, «El verdadero «pacto de silencio» fue entre la clase política, que acordó no utilizar el pasado como un arma de unos contra otros durante la etapa post-1975 de transición de la dictadura a la democracia… Ese armisticio político, roto en los últimos años, fue, sin duda, necesario. Pero ha tenido a un precio. Con el fin de tener paz, muchos en España sienten que han sacrificado la justicia. Los asesinos no fueron castigados y Franco murió en su cama».

«España además ha carecido de la catarsis que puede venir con un balance completo del pasado. No ha habido ningún equivalente al momento Willy Brandt de Alemania momento, cuando el entonces canciller cayó de rodillas en expiación por el Holocausto. ¿Podría llegar todavía una? No a través del del Partido Popular de derecha, que bien podría formar el próximo gobierno de España. Varias veces me dijeron que demasiadas altos cargos del PP tienen vínculos familiares con el régimen de Franco: son los hijos e hijas de aquellos que sirvieron a los caudillos».

En España ser emprendedor y abrir un negocio es caro, lento y hay muchas trabas burocráticas.  Lo dice el Banco Mundial, en un estudio que mide la facilidad para abrir un negocio y estable un índice. Nuestro país ocupa el puesto 49 de 183, uno menos que en 2009 y sigue siendo de los peores clasificados entre los miembros de la OCDE.

Es lento, pues se tarda unos 47 días; es caro, porque la mitad del negocio va a parar a impuestos; y es traumático, porque las administraciones no lo ponen fácil. Un artículo de ABC confronta los resultados del estudio del BM con casos concretos de emprendedores españoles.

El estudio «Doing Business 2011» del Banco Mundial mide las más o menos trabas que, en concepto de tiempo, costes y procedimientos administrativos impone un país a sus emprendedores. Asi el país donde más fácil es crear una empresa es Singapur, seguido por Hong Kong y Nueva Zelanda.

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Respecto a la «velocidad», en EEUU se tarda 6 días de media en abrir un negocio, igual que en Italia. En Francia se requieren 7, 13 en Reino Unido y 15 en Alemania. En España en cambio se requieren 47 días. Otro de las trabas más serias a los proyectos emprendedores, segun el informe del Banco Mundial son los impuestos. En España, las tasas se llevan el 56,5% de las ganacias del negocio.

Los emprendedores en España también se quejan de las trabas burocráticas que les pone la Administración a la hora de lanzar un proyecto. Hay muchos procesos y mucha documentación que presentar. México  consiguió simplemente reduciendo la burocracia local que se abriesen en el último año un 5% más de negocios. Quiza por eso en la ley de Economía Sostenible del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero se incluye una reducción de los costes y los plazos para la constitución de sociedades.

 

 

E. Robinson

Premio Pulitzer 2009, Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

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Eugene Robinson-Washington. «Celebrar estas vistas no tiene nada de antiamericano ni de radical», decía el jueves el congresista Peter King, R-N.Y., al abrir el expediente McCarthysta a los musulmanes estadounidenses. No podría estar más equivocado. Si King busca amenazas a nuestras libertades y valores, un espejo es el lugar del que empezar a buscar.Este es el motivo. Imagine un joven, musulmán, que cambia de forma problemática. Sus dos mejores amigos se inquietan, y luego se alarman a medida que el joven caballero abandona la vestimenta occidental, muestra una inusitada religiosidad nueva y empieza a plasmar la retórica yihadista acerca de la decadencia de la sociedad estadounidense. Los dos amigos sospechan que el joven se ha radicalizado y que hasta podría intentar alguna clase de atentado terrorista.

Un amigo es musulmán, el otro cristiano. ¿El amigo musulmán tiene una mayor responsabilidad que el amigo cristiano a la hora de llamar a las autoridades? Según la lógica de la caza de brujas de King, sí.

Las vistas del Comité de Interior que ha convocado King se presentan como una investigación de «El grado de radicalización de la comunidad musulmana estadounidense y la respuesta de la comunidad». En otras palabras, King sospecha que la comunidad musulmana es cómplice de alguna forma. Los individuos de una confesión están implicados; los individuos de otra no.

Como decía el congresista Keith Ellison, D-Minn., uno de los dos musulmanes del Congreso, en su conmovedor testimonio, la premisa de King asigna «la culpabilidad colectiva» a los musulmanes estadounidenses. «Exigir una respuesta a nivel colectivo… avala que la comunidad entera tiene parte de responsabilidad», decía Ellison.

En su belicosa intervención de apertura, King destacaba que sus planes de celebrar estas vistas han sido criticados por «grupos de interés y medios» que decía «han llegado a extremos de rabia e histeria» ante la perspectiva. «Echarse atrás sería una rendición cobarde a la corrección política», decía. Por si a alguien se le escapa la idea, King decía más tarde que es nuestro deber «dejar a un lado la corrección política y definir quién es de verdad nuestro enemigo».

King afirmaba que «este comité no puede vivir en negación». A continuación entraba directamente en eso — negación — al no prestar ninguna atención a los testigos en mejor posición de responder a la pregunta de la comisión.

El comisario de Los Ángeles Lee Baca era testigo contrario a la premisa de King, citando unas cifras que demuestran que los actos radicales y extremistas de delincuencia son también cometidos por los musulmanes, y que 7 de las 10 últimas conspiraciones terroristas que implican a al-Qaeda han sido frustradas en parte gracias a informaciones proporcionadas por musulmanes estadounidenses. Baca decía que sus agentes mantienen buenas y productivas relaciones con los líderes y los ciudadanos musulmanes. Los agentes del orden de otras jurisdicciones en los que hay grandes comunidades musulmanas podrían haber prestado testimonios parecidos, de haber sido invitados.

King está tratando de extender la tontería de que los musulmanes moderados no se pronuncian contra el fundamentalismo. Hizo falta la congresista Sheila Jackson Lee para destacar la ironía de que entre los testigos del comité había dos musulmanes devotos — un estadounidense de origen sirio y un estadounidense de origen somalí — que estaban allí para pronunciarse, de forma bastante clara, contra el extremismo.

King, en la práctica, exige saber el motivo de no ver lo que está sucediendo ante sus ojos. Puede que estuviera distraído por la necesidad de mantener la alerta constante frente a cualquier atisbo de corrección política.

?se es realmente el motivo de la postura de King. El propósito de estas vistas no es reunir información. Si lo fuera, el FBI y el Departamento de Interior habrían sido llamados a declarar. Además de invitar a Abdirizak Bihi, el residente de Minneapolis de origen somalí cuyo sobrino fue reclutado por la organización terrorista al-Shabab, King podría haber llamado a la policía de Minneapolis a prestar testimonio acerca de la cooperación de la comunidad inmigrante somalí.

La intencionalidad de King es teatral, no sustancial; no está tratando de llegar a los hechos, está suscitando abucheos – y vítores.

No debería ser así, pero la islamofobia es una fuerza poderosa en política estadounidense. Hay quien aplaudirá a King por vincular «comunidad musulmana estadounidense» con la frase «quién es el verdadero enemigo».

Pero el pudor también es una fuerza poderosa. El momento indeleble de las vistas se produjo cuando Ellison se echó a llorar. Estaba relatando la historia de Mohammed Salman Hamdani, un joven musulmán que acudió al World Trade Center a intentar rescatar víctimas justo antes de que las torres se derrumbaran. Sus restos fueron encontrados entre los escombros.

Hamdani no era sólo un musulmán, decía Ellison, luchando por pronunciar palabras que nadie puede tachar de políticamente correctas. Era «un estadounidense que dio su vida por sus conciudadanos americanos».

© 2011, The Washington Post Writers Group

Antonio Gª Sampaio, de la Agencia Lusa explica en radiocable.com que la decisión de la oposición portuguesa de no aprobar el paquete de medidas del gobierno provocando asi la dimisión de Jose Socrates fue un «golpe de teatro político» que se explica por el entorno en Portugal. Pero cree que aunque hay paralelismos con España, aqui ni la situación económica es tan «seria», ni ve al PP provocando una crisis política bloqueando al Gobierno de Zapatero.

Antonio Sampaio

Antonio García Sampaio cree que el gesto de la oposición lusa se explica como un «aprovechamiento político». Explica que las críticas han sido más a la forma que al fondo del paquete de medidas, por haber sido negociado en Bruselas, «cuando nadie puede imaginarse que hoy en día el gobierno negocie medidas al margen de Europa. Asegura además que el gesto «en realidad no tiene mucho sentido porque este o un paquete más duro va a tener que ser aprobado… Y han dejado al país en una «situación muy grave».

Para el corresponsal, aunque hay paralelismos con lo sucedido en su país, en España no ve el mismo escenario. Considera que aqui ya se han hecho las grandes reformas y que el PSOE en las elecciones del 22 de mayo se «llevara gran parte de los golpes que irían a Zapatero». Por eso no cree que el PP opte por un gesto similar al de sus correligionarios portugueses.

Además considera que tanto en su país como en España, hay una descontento con los gobiernos pero «por encima de eso hay un descontento con la clase política en general». Y explica que en ambos países hay dudas sobre las alternativas que propone la oposición, «no está claro, como corresponsal aqui en España, entender cuales son las medidas que el PP propone».

Jose Socrates

(Foto: Flickr/PS Fotos)