Richard Cohen

Columnista en la página editorial del Washington Post desde 1984.

 

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Richard Cohen – SCOTTSDALE, Arizona – Dentro de poco, este estado implicará un riesgo para los rubios. La semana pasada, la Gobernadora Jan Brewer aprobaba un proyecto de ley que permite a los agentes del orden pedir la documentación a todo aquel del que exista duda razonable de que está en situación irregular en el país. Dado que esta ley está orientada a los inmigrantes ilegales de México, los polis harán lo imposible por evitar cualquier insinuación de fichado racial y, como cuestión de equidad, pararán y cachearán al escandinavo que pasaba por allí. Sven, no dejes para mañana lo de marcharte de este estado.

Yo no soy rubio pero en tiempos fui pelirrojo y adquiero un naranja neón parpadeante al tostarme al sol. Incluso de lejos, está claro que no soy mexicano y usted pensará que las personas como yo estamos amparados por el Increíble Poder del Blanco. Pero la ley de Arizona es tan barroca, alimentada por la indignación y una pizca de fanatismo, que su efecto es difícil de predecir. Una cosa es cierta: algunos polis abusarán de su poder — es la naturaleza humana – y la minoría hispana terminará viendo a la policía como opresores. La historia se repetirá al oeste – cactus en vez de musgo de Florida.

La ley puede parecer absurda, pero su dureza no es cosa baladí. Ha causado indignación generalizada entre varios políticos y líderes civiles. Y el arzobispo católico de Los Ángeles, el Cardenal Roger M. Mahony, la ha equiparado incluso «con el Nazismo». Esto parece un poco extremo, ya que el Nazismo consistía en algo más que parar a la gente por la calle y pedirle sus documentos de identidad. Aun así, la práctica recuerda a un tal Mayor Heinrich Strasser en la película «Casablanca», que tenía la costumbre de exigir los «papeles» a los Paul Henreid, el personaje de Victor Laszlo que de alguna manera logró fugarse de un campo de concentración con un traje Palm Beach. De hecho, una de las espléndidas libertades de América es ser libre del «papeles». En todo el mundo, la gente lleva documentación que dice quiénes son y dónde deben estar, y a menudo su religión o etnia también. Aquí no. No hay «papeles» aquí.

Sin duda, Arizona tiene un problema. El estado (población 6.595.778 habitantes) tiene alrededor de 460.000 inmigrantes ilegales. También tiene una frontera porosa con México y hay un nerviosismo comprensible motivado por el caos alimentado por el tráfico de estupefacientes que tiene lugar en ése país casi a diario, parte del cual llega a Arizona (un ganadero fue asesinado hace poco). La gente de este estado no está totalmente loca. Simplemente han sido inducidos al error y al miedo. Un asombroso 70 por ciento de ellos apoya la nueva ley.

Por el momento, la ley se reduce a un programa de pleno empleo para los juristas. Es tan dudosa constitucionalmente que podría no llegar a publicarse, dentro de 90 días. Entre otras cosas, fomenta el fichado racial, se oculta entre prerrogativas federales en materia de inmigración y será a la vez imposible y onerosa de implantarse. (¿Qué pasa si la mayoría de los hispanos se niega a llevar documentación? ¿Serán detenidos todos – legales e ilegales por igual?)

El Presidente Obama denunciaba de inmediato la ley y los Demócratas se han escandalizado con el fin de congraciarse con el voto hispano elevando la reforma de la inmigración en el orden del Congreso. En la práctica, la ley es tan difícil de defenderse que el Senador John McCain, que se enfrenta a la competencia en las primarias de un derechista partidario de la medida, pronunció unas cuantas palabras de elogio pero no pudo sin embargo elogiar las nuevas competencias de las fuerzas del orden. En la televisión local de aquí, musitó unas palabras de ambivalencia enrevesada. No hay una forma mejor de capear el problema, dijo.

Realmente la hay. Pero la administración Obama haría mejor en dedicar atención a las condiciones que dieron lugar a esta ley. En cierto sentido, ha surgido otro movimiento de protesta fiscal — un grito de dolor e indignación de un electorado que ha visto ninguneadas las leyes de inmigración y la impotencia del gobierno convertida en alarde a diario. Estas son personas que no tenían en una estima particularmente elevada a Washington desde el principio. Son la resistencia de los anglosajones.

El sol no pega aún con saña en esta época del año, y el cielo exhibe un azul criminal. El clima es maravilloso, y los encantos de este estado nos encandilan para preparar otra estancia familiar más. Pero soy aprensivo con el año que viene cuando mi aspecto de no hispano hasta la médula — pelo caneando, piel adaptada hace mucho al triste invierno polaco – me convierta en objetivo de policías en busca de la oportunidad de demostrar que no participan del fichado racial. Si me piden los papeles, voy a tener una respuesta única:

Florida.

Richard Cohen
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La corresponsal de la Agencia Kyodo News explica en radiocable.com que en comparación con el Emperador de Japón, considera la misión del Rey Juan Carlos en España como «más importante y más amplia». Masako Ishibashi cree que España le necesita como árbitro aunque explica que en Japón su figura no es demasiado conocida.

Masako Ishibashi

Para Masako Ishibashi explica que en su país la figura del Emperador es sólo un símbolo, mientras que en España la misión del Rey Juan Carlos es importante «ha hecho mucho, sin él no hubiesemos tenido esa transición tan democrática y tan bien hecha». Sin embargo asegura que en Japón no es demasiado conocido: «saben que existe un rey democrático, pero no saben todo lo que ha hecho».

Para la corresponsal el monarca español es una figura querida tanto por la izquierda como por la derecha, «un fenómeno bastante raro». Y considera que «para que España esté unida necesita de su existencia». Masako Ishibashi cree que el pueblo español es muy «apasionado en todos los sentidos» y necesita una figura que no pierda la calma y que arbitre. Una opinión sobre el Rey Juan Carlos que comparten muchos de los corresponsales extranjeros con los que ha discutido el tema.

EL Rey Juan Carlos

Cada semana en España los trabajadores realizan 2.715.600 horas extraordinarias sin remuneración. Esto supone que las empresas se «ahorran» la creación de 80.58o empleos segun un calculo de El Economista basado en los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre del Instituto Nacional de Estadística (INE).


(Foto: Flickr/Altonivel)

Según se desprende de la encuesta, del total de horas extra que los asalariados realizan cada semana sólo 3.438.500, es decir el 55,9%, están remuneradas. Por el resto, esas 2.715.600 horas que suponen un 44,1% del total, no hay ninguna paga adicional.

Teniendo en cuenta que cada semana un asalariado trabaja de media 33,7 horas, el total de esas horas extra no remuneradas supone cubrir 80.581,6 jornadas de trabajo. Pero además si se suman las horas extra que las empresas sí pagan a sus empleados, las 3.438.500 antes mencionadas, esto equivaldría a otras 102.032,6 jornadas laborales. Es decir que con las horas extraordinarias se cubren en España casi 200.000 puestos de trabajo.

Según los datos del INE, en España 323.400 asalariados no son recompensados económicamente por su empresa por ese tiempo adicional que dedican a sus empleos. Otros 34.000 trabajadores sólo perciben el pago de una parte de esas horas extraordinarias. [visto aqui]

Los mercados europeos reaccionan al plan de rescate y se disparan en la apertura

Si la caida fue culpa de Zapatero,  ¿de quien es responsabilidad la recuperación?

¿Por qué Fabra ha sido operado en un hospital que no le corresponde? ¿Por qué le opera un médico que debía estar jubilado? ¿Como consiguió tan rápido un Hígado? ¿Cumplió Fabra el protocolo de transplantes? ¿Es casualidad que todo haya sucedido justo un mes después de que dimitiera como consejero de Sanidad Juan José Güemes, su yerno?

¿habría funcionado igual el sistema para ti o para mi? … y lo mas importante ¿Por qué tan poca gente habla de esto?

Xabier Etxebarria, abogado y profesor de Derecho Penal explica en radiocable.com que España es el país de Europa con mayor tasa de encarcelamiento, siendo uno de los que tiene menor tasa de delitos por habitante. Y periodicamente se sigue pidiendo que se incrementen las penas. En esta entrevista asegura que hay unos falsos mitos populares como que la ley del Menor genera impunidad o que en los permisos carcelarios se reincide mucho, cuando los datos indican todo lo contrario.

Xabier Etxebarria

Xabier Etxebarria, abogado y profesor de Derecho penal en la Universidad de Deusto. Es también uno de los fundadores de la Plataforma Otro derecho penal es posible que pretende rebatir estos mitos en la población española. Cree que la política criminal española se ha centrado demasiado en un «constante e irreflexivo aumento de las penas» y denuncia que la motivación es una «ideología vindicativa».

Asi se han eliminado la reducción de penas por trabajo y casi cualquier posibilidad de reinserción. «El derecho penal solo interesa como medio simbólico de resolver todos los problemas sociales».

En cuanto a los mitos populares, explica por ejemplo que la delincuencia no aumenta en España «lleva disminuyendo desde hace 20 años segun demuestran las encuestas de victimización».

Y sobre los permisos carcelarios, revela que «la tasa española de fracaso en los permisos -que no es reincidencia sino de no regreso- es despreciable de 0,0128%, lejos del 3 por mil del que habla la UE como asumible.»

Sobre la Ley del Menor asegura que a pesar de la percepción generalizada de que genera impunidad, ahora se está castigando con mucha más severidad a los menores que antes.Explica que ya se ha endurecido tres o cuatro veces desde el año 2000. De tal manera que ahora hay intervención judicial incluso en delitos «insignificantes. Yo he visto casos del hurto de unos chicles y unas patatas fritas en una tienda y una intervención por eso».

Y con respecto a los casos que generan alarma social -el asesinato de Sandra Palo, del chico de la katana o el reciente en Seseña- Xabier Etxeberría argumenta que son «cuatro o cinco casos. Juzgar todo un sistema por estos cuatro, cinco, seis casos parece profundamente injusto. Y sobre todo habría que plantearse ¿si la sanción hubiese sido mayor que la que en ese momento había, esos menores no habrían realizado el hecho?».

En cuanto a la relación que se hace entre inmigración y delito en base a su «sobrerrepresentación» en las carceles -un 12% de la población es extranjera, pero son un tercio de la carcelaria- Etxebarria considera que eso «no indica que delinquan más, indica que se les castiga más«.

Y cita la prision provisional como ejemplo. Cuando se lleva a alguien ante el juzgado por robar o traficar con droga en la calle, «al español que tenga un domicilio normalemnte no se le va a enviar a prisión, si el hecho no tiene cierta entidad. En cambio si es un extanjero como no reside legalmente, no tiene un domicilio que aportar, sí». Por ello «casi la mitad de la personas que están en prisión provisional en España son extranjeros»

Sus palabras denunciando la venta de armas a países en guerra y la falta de acción de todos los gobiernos españoles de la democracia sacudieron primero el salón donde se entregaban los prestigiosos premios de periodismo Ortega y Gasset 2008. Luego las conciencias de quienes leyeron las reseñas en la prensa e Internet. Y más tarde convertidas en un archivo PDF han llegado, via cadenas de emails, a buena parte del ciberespacio. Hoy, cuando se cumplen justo dos años de aquello, el propio Gervasio Sanchez cuenta en su blog toda la «pequeña» historia detrás de su discurso.

Gervasio Sanchez
(Foto: Flickr/Rita Alvarez Tudela)

El fotoperiodista explica como nada más saber que había resultado premiada una de sus fotos de una mujer mutilada por una mina antipersona y su hija empezó a darle vueltas al texto.

Siempre he aprovechado cualquier acto público o la inauguración de mis exposiciones para decir lo que pienso aunque fuese políticamente incorrecto. Creo que los periodistas tenemos que ser, como decía el viejo maestro Ryszard Kapucinski, ??indeseables, inoportunos y certeros en nuestra impertinencia?.  Siempre. Independientemente de quien esté en el poder. Es intolerable que haya periodistas que investiguen las corruptelas de sus enemigos políticos y fenezcan ante las de sus amigos.»

En su blog Gervasio Sanchez cuenta además como transcurrió el día de la entrega de premios, las dudas por la longitud de su discurso, las reacciones de otros periodistas y políticos presentes en el acto antes de leer su texto y después, la impresión que le causaron las palabras de otra de las premiadas, la mexicana Sanjuana Martínez, y algunas de las consecuencias de su discurso.

El fotográfo también hace referencia al PDF que ha dado la vuelta a Internet con sus palabras y sus fotos con la leyenda «probablemente este fotografo no volvera aver premiado ningun trabajo suyo en España». Asegura que no sabe quien lo escribió, pero que le gustaría saberlo para agradecerle la difusión de su discurso y » bendecirle por haberse equivocado: ??he seguido recibiendo premios (demasiados, creo yo) durante el último año.»

Y el fotoperiodista acaba con una reflexión: «Siento cierto vértigo al pensar que un discurso de cuatro minutos puede dar tanto de sí. Viajar a tantos lugares y dar tantas vueltas hasta marear las palabras. También siento cierta excitación al pensar que Internet puede utilizarse como un arma poderosa e influyente.»

La foto de Gervasio Sanchez premiada

Los resultados de las elecciones británicas han dejado un panorama tan abierto e incierto, que pocos se atreven a pronosticar cual será el gobierno de la próxima legislatura. Pero en la blogosfera ya se pueden leer varios analisis y reflexiones sobre estos comicios. En general se habla de victoria de David Cameron, pero no de mandato. Y muchas voces creen que el cambio en el Reino Unido debería ser… de la ley electoral. Y hasta se extrapola la situación a España.

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Lluis Bassets habla en Del alfiler a Elefante de los arcaismos en el Reino Unido: «Son viejos los partidos, es viejo el sistema y también lo es este país que ha quedado colgado esta pasada madrugada de todos sus arcaísmos electorales y políticos. Para que todo funcione de forma aceptable deberá renovarse, como mínimo, la cúspide del laborismo; pero también el sistema electoral; e incluso las mentalidades.»

Rosa María Artal en su blog El periscopio considera que se ha votado «contra el otro» y condicionados por la crisis: «la ciudadanía pide ??el cambio? con la boca y concede su confianza a quien conoce, huyendo de experimentos. El fracaso de Cleeg, se inscribe ahí, con el potente añadido de su ley electoral. Son tiempos de mirar el bolsillo, sólo el bolsillo.»

Iñigo Saenz de Ugarte en el blog Guerra Eterna habla de lo que tendrán que esperar los británicos para saber cual será su gobierno:  «Si tienen que esperar semanas, lo mismo les da un infarto porque significará que igual se ven obligados a volver a las urnas en un año. Y los mercados financieros, esos que dan tanto miedo ahora, les estarán esperando con los cuchillos afilados.»

Moeh Attitar en Guerra y paz resumen las elecciones asi: «un ganador: David Cameron, conservador; un perdedor: Gordon Brown, laborista; un defraudado: Nick Clegg, liberal; una expresión: parlamento colgado. Los británicos no están acostumbrados a este tipo de resultado, sin que ninguno de los candidatos tenga la mayoría absoluta para gobernar.»

Nacho Escolar traza un paralelismo con la ley electoral española: «Ahora que son claves para gobernar, a pesar de los pocos escaños obtenidos, es probable que los liberales aprovechen esa llave para obligar al futuro primer ministro, sea quien sea, a reformar la ley electoral. En España, es bastante improbable que una situación así se dé en el Congreso de los Diputados, mucho más fragmentado que el parlamento inglés.»

Toni Piqué en el blog Papers papers se pregunta a tenor de los resultados ¿qué influencia tienen los medios que respaldan a un candidato?: «The Guardian y The Independent dieron a los Liberaldemócratas su apoyo editorial (enthusiastically, en el caso del primero) en largos editoriales exquisitamente escritos y argumentados. ¿Ahora qué? Han hecho el ridículo y han comprometido su juicio ante todo el mundo.»

Daniel del Pino en El Pub reflexiona sobre las posibilidades de gobierno: «Brown necesita a Clegg y Clegg apoya a Cameron. No es definitivo. Pero parece complicado que cambie. Al conservador no le queda más remedio que ceder.»

Libardo Buitrago considera de sentido común que Cameron intente formar gobierno: Gordon Brown anunció que se proponía buscar apoyos y que estaba loco por enrocarse en el poder a base de pactar con los liberal-demócratas. Según la tradición que rige en el Reino Unido, le corresponde a él el derecho de ser el primero en intentarlo. Según el sentido común y según Clegg, es un derecho que le corresponde a quien ha obtenido un mandato de las urnas: en este caso el líder conservador.»

Borja Ventura se fija en su Twitter en un aspecto ideológico: «Los partidos de ultraderecha suman un millón y medio de votos de los 28 escrutados en Reino Unido.» Y en otro de fondo: «Motivos para cambiar un sistema electoral: Laboristas: 8 millones de votos, 241 escaños. LibDem: 6,3 millones de votos, 51 escaños.»

Daniel Tercero en Twitter mostraba envidia por la democracia británica: «no es perfecto, desde luego, pero eso de que se vote a T? representante y que se dirija a ti y que lo conviertan en un show…»

Un colegio electoral
(Foto: Flickr/Secretlondon123)

El periódico británico «Financial Times» vuelva a hablar de la situación económica en España aunque de forma más localizada. Han dedicado un cuadernillo a Cataluña con el título de «Una joya de la corona, pero con imperfecciones». Destacan su fortaleza industrial, su base exportadora y su contribución al PIB pero critican  el exceso de burocracia, la rigidez del mercado laboral y la falta de inversión en I+D+i. Otro artículo elogia la gestión económica y el «compromiso con la eficiencia» del Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallès.

Financial Times y Cataluña
(Foto: Flickr/Agenciaacn)

El especial del Financial Times cuenta con la participación del conseller de Economía, Antoni Castells, empresarios como el presidente de la patronal Joan Rosell y el director general de La Caixa, Juan Maria Nin entre otros expertos. El analisis del diario considera que Cataluña es una región que sigue siendo atractiva y se hace eco de las expectativas de ejecutivos y empreasios convencidos de que Cataluña está posicionada como nadie en la región mediterránea para beneficiarse de la eventual recuperación económica.

El diario también recoge una crítica al excesivo «ruido» político, marcado por un creciente debate soberanista en Catalunya, que «despista» al Govern de temas más importantes, como la mejora del nivel de formación de los catalanes. Y se mencionan la cargas burocráticas que tienen la empresas a causa de las políticas en defensa del catalán.

Además, otro artículo de Mark Mulligan, analiza la gestion economica del Ayuntamiento de Sant Cugat del Vallñes elogiando su capacidad para atraer actividad empresarial, gracias a las políticas e iniciativas como la creación del ‘Catalonia Innovation Triangle’ para potenciar el entorno económico del eje de la B-30 o el pago en 30 días a los proveedores como ayuda para que las empresas puedan «superar con éxito la crisis.

Hablábamos antes de algunos de los asuntos concretos a los que se refirió el expresidente Felipe González en su entrevista de ayer con Iñaki Gabilondo.

Fue muy interesante la acogida que tuvieron sus palabras, por ejemplo en mi perfil de facebook. Elijo unos pocos:

«no ha sido una entrevista de trámite, preguntas directas y respuestas directas, sin eufemismos ni abstracciones. Lo que se necesita escuchar. Lo habrán escuchado?» -decía Susana

No se puede votar por González? ¿Por qué Zapatero no habla así de claro? -Decía Manuel

Estuvo muy bien cuando comentó que los que ahora nos están diciendo que tenemos problemas con el déficit público, en parte, buena parte es por ir a rescatarles, y encima no camban el sistema que nos llevó a todo esto. -decía Miren.

Desde luego González tiene un carisma fuera de toda discusión. El expresidente, sin embargo, hizo reflexiones similares a las que hace Zapatero. De hecho respaldó su política, aunque fue capaz, eso sí, de marcar unos objetivos de autoridad:

«se mostró partidario -dicen las agencias de prensa- de que las comunidades autónomas que han planteado un recurso de inconstitucionalidad puedan quedar al margen de esta reforma, «pero no así del Banco de España» -lanzó a modo de advertencia.

Lo que significa que el gobierno debe amenazar solemnemente a las Comunidades Autónomas que no obedezcan a las nuevas necesidades del país, sean del PSOE -insinuó- o del PP.

Sería impreciso decir que Zapatero no tiene «autoridad». En tiempos de crisis ningún político tiene demasiada pues los ciudadanos exigen soluciones inmediatas imposibles.

No solo la economía está en crisis cuando la crisis acecha. Las instituciones, las empresas, la justicia, la vida interna de los partidos, los líderes…todo se tambalea a ojos de la opinión pública.

Añadamos a eso unos medios de comunicación sedientos de poder, y un sistema financiero que -como dijo Felipe González- se permite el lujo de decirnos lo mal que va nuestro déficit, cuando precisamente va así, porque hemos tenido que salir a su rescate… y el resultado es el que vemos.

Es, por tanto, un regalo contar con una figura como la de Felipe González, indemne a la crisis general de valores.

No creo que González deba presentarse a Presidente en lugar de Zapatero. De hecho creo que Zapatero es un buen líder político, que defiende la protección social hasta la extenuación. Un privilegio en un momento como este, que la historia le reconocerá.

Si pienso, sin embargo, que no estaría mal que Zapatero escuchara a Felipe González y capitalizara su capacidad de liderazgo. No hablo por supuesto de cargos, ni políticas de partido, ni de estrategias electorales. González jamás aceptaría una invitación de esa naturaleza, como es natural. Hablo de otra cosa.

Sr. Zapatero, llámele a Moncloa, escúchele. Aproveche su capital y sus conocimientos. Eso tranquilizará a mucha gente.