El periódico El Universal de Venezuela publica un texto de Julio César Pineda titulado: ??España, Venezuela y el terrorismo FARC-ETA?. El autor sostiene que Venezuela está en deuda jurídica y política por no haber convertido en leyes nacionales los tratados y convenios internacionales en materia de terrorismo y por dar muestras equívocas como en los casos de la guerrilla colombiana y la ETA.

??El más grave incidente en la relación diplomática de España con Venezuela ha surgido por causa del terrorismo internacional, cuando la Audiencia Nacional española ha dado a conocer indicios a la prensa mundial de la cooperación del gobierno del presidente Chávez con las organizaciones terroristas ETA y FARC?.

??El Gobierno español a través de su presidente Rodríguez Zapatero exigió al Presidente venezolano que explique la denuncia que lo vincula con ETA y las FARC e instruyó a su canciller, Miguel Ángel Moratinos, a proceder. […]el presidente Chávez negó las acusaciones y las calificó de ??rezagos de un pasado colonial??. […]

??En el caso de la ETA y las FARC ambas organizaciones están catalogadas tanto en el ámbito europeo como americano de terroristas. Sus acciones han causado numerosas víctimas las cuales han sufrido la privación del más importante derecho humano: el derecho a la vida. Venezuela está en deuda jurídica y política por no haber convertido en leyes nacionales los tratados y convenios internacionales en materia de terrorismo y por dar muestras equívocas como en los casos de la guerrilla colombiana y la ETA?

El Presidente de Venezuela tiene que hacer un ejercicio de transparencia formidable con este asunto: llegando donde tenga que llegar.  Debería ser consciente de que Zapatero está pagando un enorme coste político interno por mantener unas relaciones fluidas con Venezuela. Si el esfuerzo no es recíproco, poco podrá hacer el Presidente español frente a una opinión pública cada vez más convencida de que con los líderes histriónicos es mejor no relacionarse.

Según informa Publico.es, Jesús Maraña el hasta ahora subdirector del periódico, ha sido designado nuevo director. Maraña acaba de superar una enfermedad que le había tenido alejado de la redacción algunas semanas.

El nombramiento se produce tras conocerse los cambios en el equipo de comunicación del gobierno. Felix Monteira abandonó esta mañana la dirección del periódico para sustituir a Nieves Goicoechea en la Secretaría de Estado de Comunicación.

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Goicoechea manifestó la pasada semana al Presidente su decisión de dejar el cargo alegando motivos personales. Nieves Goicoechea fue nombrada en marzo de 2008 Secretaria de Estado de Comunicación. Antes había sido responsable del área de Nacional de la Cadena SER. Tiene 43 años y es madre de dos hijas.

.

Monteira, -de 58 años- ha pasado el último año en la dirección del periódico Público, a donde llegó procedente del diario El País. Había estado 33 años vinculado al Grupo Prisa. Trabajó para el semanario El Globo y formó parte del equipo fundador de ese periódico en 1976.

Es lo «último» en instrumentos musicales digitales: hologramas de cabezas parlantes. Un músico hace «scratch» controlando en una mesa de mezclas los sonidos y movimientos de dos cabezas holográficas y otro toca una batería donde los platos y bombos son en realidad hologramas parlantes. (Fuente: Neatorama)

 

Fue una performance en directo realizada con expertos en proyecciones holográficas. Aseguran que no se añadió nada en post-producción. La idea era hacer «realidad» lo que se creó paraeste otro video-montaje de Neurosonics Audiomedical Labs.

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[actualización: Jesús Maraña será el nuevo director de Público]

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Cambios en el equipo de comunicación del gobierno. El hasta ahora director del diario Público sustituirá a Nieves Goicoechea en la Secretaría de Estado de Comunicación, -según ha informado La Sexta noticias en un avance informativo.

Goicoechea manifestó la pasada semana al Presidente su decisión de dejar el cargo alegando motivos personales.

Nieves Goicoechea fue nombrada en marzo de 2008 Secretaria de Estado de Comunicación. Antes había sido responsable del área de Nacional de la Cadena SER. Tiene 43 años y es madre de dos hijas.

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Monteira, -de 58 años- ha pasado el último año en la dirección del periódico Público, a donde llegó procedente del diario El País. Había estado 33 años vinculado al Grupo Prisa. Trabajó para el semanario El Globo y formó parte del equipo fundador de ese periódico en 1976.

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[3-3-2010] Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «Hoy, Díaz Ferrán ha dicho que lo que ayer anunció un alto directivo de la CEOE no iba en serio. Que el contrato para jóvenes que ayer se proponía con todo detalle era sólo una sugerencia, un ejemplo, un decir por decir.

¡Ya!. Ha sonado mas bien a huida al galope, a la vista de la rociada de tomates que le había caído encima. En los ochenta, el Gobierno de Felipe González diseñó algo parecido y lo tuvo que retirar. Y eso que la situación de los jóvenes no había alcanzado el grado de humillación laboral y social de hoy.

Tratar a chicos y chicas de hasta treinta años como si fueran aquellos aprendices de catorce años de la primera mitad del siglo veinte es cruel, indignante y absurdo. Pero, sobre todo, demuestra la nula visión panorámica de la cúpula empresarial y de muchos de los que nos mandan.

Porque una sociedad cuya juventud no está trabajando, sino viviendo con sus padres y de sus padres, y que no puede ni soñar con construirse un futuro, es una sociedad enferma, en la que se han quebrado los códigos demográficos, los códigos económicos y, sobre todo, los códigos de la vida.»

Las aperturas del informativo de Iñaki Gabilondo, cada día

Una media de 47 días es lo que se tarda en abrir una empresa o negocio en España. Según datos del Instituto de Estudios Económicos (IEE) esto nos coloca como el país menos ágil de toda la Unión Europea en esta cuestión. En sitios como Hungría y Bélgica, un emprendedor puede hacer estas gestiones en sólo 4 días y en Nueva Zelanda en 1 sólo día.

Banderas de España y la UE
(Foto: Flickr/Contandoestrelas)

El IEE ha utilizado datos del informe ‘Doing Business 2010‘ publicado por el Banco Mundial para hacer esta comparación [ver pdf]. Y también denuncian que en España, la creación de una empresa conlleva hacer 10 trámites diferentes, mientras que los países más ágiles tan sólo exigen tres o cuatro.

Además de España, Polonia con 32 días y Austria con 28 son los otros países comunitarios donde más se tarda en abrir un negocio. Y en el extremo opuesto, además de Hungría y Bélgica, aparecen Dinamarca, Eslovenia y Portugal con 6 días y Francia y Estonia con 7.

Consideran que la agilización de los trámites y la reducción del número de días que se tarda en abrir un negocio son esenciales para fomentar la creación de nuevas empresas, sobre todo pequeñas y medianas, que son fundamentales para generar puestos de trabajo.

 

Richard Cohen

Columnista en la página editorial del Washington Post desde 1984.

 

Sobre Cohen

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Hacia finales del año pasado, Jimmy Carter pidió disculpas por algunas de sus declaraciones muy duras acerca de Israel. En una «carta abierta a la comunidad judía» – y con la vaguedad que le precede — mencionaba airadamente las críticas que «estigmatizan a Israel», pero omitía su propia aportación: la insinuación de que Israel es, como la Sudáfrica racista de antaño, un estado «apartheid».

Carter utilizó el término en su libro «Palestine: Peace Not Apartheid». Se podría argumentar que pretendía colgar el sambenito sólo a Cisjordania, que de todas formas difícilmente se puede calificar de estado apartheid, pero de todos modos el uso del término era deliberadamente provocativo. Carter estaba haciendo un mal servicio a la lucha contra el racismo y lo sabía.

¿Qué se puede decir de los demás que aplican el término a Israel en general? No ha salido ninguna disculpa de ninguno de ellos – y tal como están las cosas, no se espera ninguna. El uso del término se ha convertido en algo cotidiano – busque en google «Israel y apartheid» y podrá ver que los dos están unidos en el ciberespacio, como el amor y el matrimonio lo están en una canción al menos. El significado es claro: Israel es un estado donde los derechos políticos y civiles son reconocidos en función de la raza y sólo de la raza. ?ste no es el caso.

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El Israel actual y la Sudáfrica de ayer no tienen casi nada en común. En Sudáfrica, la población de la minoría blanca gobernaba con dureza a la mayoría negra de la población. A los que no eran blancos se les negaban los derechos civiles y en 1958, hasta se les privó de la ciudadanía. En contraste, los árabes israelíes, alrededor de una quinta parte del país, tienen los mismos derechos civiles y políticos que los judíos israelíes. Hay árabes ocupando escaños en la Knesset y realizando el servicio militar, aunque la mayor parte está exenta del servicio militar. Se llame como se llame — y se parece sospechosamente a una democracia liberal — no se le puede llamar apartheid.

Cisjordania, bajo gobierno militar más o menos, es harina de otro costal. Pero no es parte de territorio israelí soberano, y dentro de cada plan de paz inventado — incluyendo los propuestos por los gobiernos israelíes — la gran mayoría de ella vuelve a la Autoridad Palestina y se convierte en el corazón de un estado palestino.

Sin embargo, los críticos de Israel siguen vertiendo el calificativo de apartheid contra el Estado, cuando deben saber, o tienen que ser por obligación, que se trata de una calumnia. Curiosamente no lo aplican a Arabia Saudí, que tiene el sistema de apartheid de género más perfecto que cabe imaginar — las mujeres no pueden conducir, y no hablemos de votar — ni a ningún otro rincón del mundo árabe, donde los palestinos a veces tienen menos derechos que en Israel.

Un reciente artículo sobre Israel aparecido en el Financial Times emplea la palabra apartheid en varias ocasiones. Parte del tiempo parece aplicarlo a Cisjordania, pero otras veces lo aplica a territorio soberano de Israel. De cualquier manera, no hay por donde coger la cuestión. (Los problemas de seguridad no tienen su origen en el racismo). El autor de la columna es Henry Siegman, un feroz crítico de las políticas israelíes y antiguo director ejecutivo del American Jewish Congress, De manera que el antisemitismo no es un problema aquí — a primera vista. A veces la impaciencia puede conducir a la imprudencia.

Pero el antisemitismo no es tan fácil de descartar en el resto de casos. Esta es la «semana del apartheid israelí» en campus de todo el mundo, y está claro que lo que anima indignantemente a muchos de los manifestantes no son agravios legítimos, sino agravios imaginarios. Israel no está por encima de las críticas y los palestinos tienen su justificación, pero cuando esa justificación se construye a base de mentiras acerca del estado judío, no sólo supone un disfraz de la veterana cantinela antisemita totalmente falto de originalidad, también denigra a la causa de los palestinos. No necesitan mentir.

En cuanto a Israel, sus críticos no hacen nada bueno cuando expresan sus críticas a través de insultos. Años de este tipo de cosas han vuelto a Israel sordo a la crítica legítima y exasperado ante cualquier intento de encontrar defectos. Es por eso que Israel se negó a cooperar con el jurista sudafricano Richard Goldstone cuando, en nombre de las Naciones Unidas examinó presuntos crímenes de guerra. La ONU equiparó en tiempos el sionismo con el racismo. Después de eso es difícil preocuparse de lo piense la ONU.

En defensa de Carter hay que decir que ha debido de entender que una buena parte de su audiencia ha dejado de escuchar. Hizo bien en disculparse, mal en no haber sido más específico, y tardó en apreciar el daño que ha causado. Israel tiene sus fallos (nadie está libre de pecado), pero no está motivado por el racismo. Es más de lo que puede decirse de muchos de sus críticos.

Richard Cohen
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 ¿Por qué la socialdemocracia se muere, cuando el ultraliberalismo se halla en plena crisis?, se pregunta Le Monde Diplomatique.

El editorial de su último número, firmado por Ignacio Ramonet, es un documento imprescindible:

«…Repudiar sus propios fundamentos se ha vuelto habitual. Hace tiempo que la socialdemocracia europea decidió alentar las privatizaciones, estimular la reducción de los presupuestos del Estado a costa de los ciudadanos, tolerar las desigualdades, promover la prolongación de la edad de jubilación, practicar el desmantelamiento del sector público, a la vez que espoleaba las concentraciones y las fusiones de mega-empresas y que mimaba a los bancos. Lleva años aceptando, sin gran remordimiento, convertirse al social-liberalismo. Ha dejado de considerar como prioritarios algunos de los objetivos que formaban parte de su ADN ideológico. Por ejemplo: el pleno empleo, la defensa de las ventajas sociales adquiridas, el desarrollo de los servicios públicos o la erradicación de la miseria.

A finales del siglo XIX y hasta los años 1930, cada vez que el capitalismo dio un salto transformador, los socialdemócratas, casi siempre apoyados por las izquierdas y los sindicatos, aportaron respuestas originales y progresistas: sufragio universal, enseñanza gratuita para todos, derecho a un empleo, seguridad social, nacionalizaciones, Estado social, Estado de Bienestar… Esa imaginación política parece hoy agotada.

La socialdemocracia europea carece de nueva utopía social. En la mente de muchos de sus electores, hasta en los más modestos, el consumismo triunfa, así como el deseo de enriquecerse, de divertirse, de zambullirse en las abundancias, de ser feliz sin mala conciencia… Frente a ese hedonismo dominante, machacado en permanencia por la publicidad y los medios masivos de manipulación, los dirigentes socialdemócratas ya no se atreven a ir a contracorriente. Llegan incluso a convencerse de que no son los capitalistas los que se enriquecen con el esfuerzo de los proletarios, sino los pobres quienes se aprovechan de los impuestos pagados por los ricos… Piensan, como lo afirma el filósofo italiano Raffaele Simone, que «el socialismo sólo es posible cuando la desgracia sobrepasa en exceso a la dicha, cuando el sufrimiento rebasa con mucho el placer, y cuando el caos triunfa sobre las estructuras» [sigue en LeMonde diplomatique]

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 [2-3-2010] Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «Sabemos que el tempo de la justicia es lento y que el tempo del periodismo es vertiginoso. Y que ni  podemos pedir a la justicia que se atropelle para alcanzar la velocidad del periodismo, ni podemos pedir al periodismo que aguarde con paciencia franciscana a que la justicia concluya todas sus pericias para entrar en los temas de interés general.

Sabemos que de esta circunstancia se derivan no pocos de los problemas de las democracias modernas. Pero con eso ha de lidiar el Estado de Derecho, y todos nosotros. Así que sólo nos queda la prudencia y el buen juicio.

En el caso de Venezuela, este buen juicio no aparece por ningún lado. Con el auto de un juez, que no es una sentencia, con indicios, que no pruebas, que en todo caso habría que demostrar, nos hemos encontrado hoy con un gran número de comentarios que dan por hecho nada menos que lo siguiente: que Hugo Chávez participó activamente en relacionar a ETA y las FARC para preparar los asesinatos del presidente Uribe y el expresidente Pastrana.

Es monstruoso a donde nos está llevando esta sociedad del prejuicio, el nuevo analfabetismo.»

Las aperturas del informativo de Iñaki Gabilondo, cada día

La propuesta de «contrato basura» para jóvenes de la CEOE no ha durado ni 24 horas. La patronal la ha retirado. Las condiciones que planteaba habían provocado un rechazo inusualmente unánime en la blogosfera. Jose Rodriguez del blog Observatori de ciberpolitica, lo califica en radiocable.com de «no-contrato» que no beneficia ni al trabajador, ni a la administración solo al empresario. Además lamenta que la patronal se dedique a hacer propuestas de este tipo más propias de un planteamiento del siglo XIX.

José Rodriguez

Jose Rodriguez considera el contrato temporal actual «ofrece más garantías» que la propuesta de la CEOE que además «fomentaría la baja productividad» al contratarse en precario. También apunta que un contrato de este tipo no permitiría financiar las pensiones y crearía problemas sociales a largo plazo.

Pero por encima de todo cree que la patronal debería hacer propuestas más serias para salir de la crisis y no lanzar globos sonda. Ironiza diciendo que se oyen muchas propuestas «Chiquito: un paso pa´lante y dos pa´tras» y pide que los mensajes sean claros: «estamos hablando de cosas muy serias, entre otras de como será el mercado laboral en el 2015 y en adelante».

En la blogosfera pueden leerse más opiniones sobre la propuesta de la CEOE:

Gerardo Diaz Ferran, presidente de la CEOE

Roger Senserrich del blog Materias grises considera que la idea es de una «indigencia intelectual que asusta» y que sobre todo creará más empleo temporal basura: «La patronal no está poniendo sobre la mesa reformas que ayuden a la economía española a modernizarse; lo que están haciendo es defender el modelo de negocio cavernícola que sus miembros más influyentes han utilizado hasta ahora.»

Louis Crandell del blog K Government considera que la propuesta de la CEOE supera los llamados contratos basura: «Puede que esta sea la solución que permita a los jóvenes incorporarse al mundo del trabajo, porque con lo complicado que está el acceso al mercado laboral los jóvenes se agarrarían a un clavo ardiendo. Pero permítanme apuntarme la invención del nombre ??contratos mierda? para estas mierdas de contratos.

Santiago Vicente en A la sombra del tomate califica a la patrolanal de ??empresaurios? y recurre al sarcasmo diciendo que si las medidas no funcionan «se propondría la esclavitud, medida con la cual se conseguiría el pleno empleo desde los 3 años de edad.»

Nacho Cela desde El rincon progresista ironiza con los «fantásticos» contratos de la CEOE y plantea varias objeciones: «Si los jóvenes, además de empezar más tarde a trabajar, cuando empezamos, no cotizamos, ¿qué futuro nos espera? Estos señores que tienen estas ocurrencias… ¿lo aceptarían también para sus hijos? ¿Les harían este tipo de contratos a estos?»

A Ernesto Caballero en el blog Salvemos la Ciencia le sorprende que la gente no haya puesto el grito en el cielo: «corremos el riesgo de que la crisis que estamos viviendo nos lleve de vuelta a inicios del siglo XIX donde el concepto derecho laboral aún no existía.»

Antonio Delgado en su Twitter ironizaba también que «La CEOE se ha quedado muy corta con su propuesta de contrato para jóvenes. Donde esté un buen látigo y unas buenas cadenas…»

Cesar Calderón por su parte ridiculizaba la propuesta: «Se rumorea que la patronal solicitará la supresión de las vacaciones, la jornada de 12 horas y la restauración de la esclavitud»

Y en general en Twitter se pueden leer muchos más comentarios sarcásticos: «Próxima medida de la CEOE: En tiempos de crisis, los trabajadores deberían pagarnos una tasa a nosotros por que les estamos dando trabajo» o «Díaz Ferrán, del colectivo de artistas CEOE, presenta en ARCO su nueva performance: «Meando a jóvenes indefensos»»

Aunque también hay reflexiones ideológicas: «La propuesta de la CEOE es EL EJEMPLO d lo q pasará si la izquierda pierde la oportunidad de pilotar la reforma laboral.»