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Lo decía días atrás la corresponsal de Le Figaro en Radiocable.com: subir los impuestos «es una medida impopular, pero es una opcion que se plantean muchos paises. Se hace con el objetivo de no atacar el presupuesto para políticas sociales».

La subida de impuestos anunciada por el Gobierno, ya concretada, sigue generado muchos análisis en internet:»Si la subida de impuestos hubiera ido acompañada de medidas más progresivas, se podría haber tragado mejor», dicen en la red.

Muy crítico, tambien, se muestra el ex ministro Jordi Sevilla. «Al final resulta que ni los ricos van a pagar más impuestos ni la subida impositiva financiará nuevo gasto público. Despues de tanto ruido veraniego,  idas y venidas, declaraciones y contradeclaraciones, al final se ha intentado contentar a todos y ha salido un frankestein.». […] Se ha perdido una ocasión para hacer algo que devolviera más equidad a nuestro sistema tributario y eficacia a la recaudación de impuestos…

Nacho Escolar se pregunta: «¿Subir los impuestos vuelve a ser de izquierdas? Depende de la receta. La que propone el Gobierno, de momento, es tan ortodoxa que la podría haber firmado el PP si no estuviese tan ocupado con la caja B de la Gürtel». En Facebook, también hablan del PP y del PSOE… «

En su blog, un comentarista opina que está «dispuesto a ceder todos» sus «beneficios para paliar la crisis. «Ahora mismo, los tiene una entidad bancaria, que ha estado especulando y ??usureando? con el rendimiento de mi trabajo. Que vayan, y cuanto antes, y se los pidan, por favor; en mi nombre. No sea que empiecen a invertir por ahí; que los fondos los carga el diablo y esa gente tiene un vicio?Si es fácil. Una ley que declare como míos los beneficios generados con mi dinero. ¿No hacemos nosotros las leyes? Bueno, nuestros representantes?», dice.

Ángel Lazaro, del blog El cascarrabias, dice que «es la guerra. El PP ha reaccionado con toda su artillería contra la subida de impuestos del Gobierno, inicialmente más tímida de lo que se pensaba, pero sobre todo castiga a las clases medias».

Mientras tanto, en el blog Guerra y Paz comentan que «quitan los 400 euros que aprobaron hace un año (una promesa electoral), y suben el IVA. De entrada, nos quedamos sin 33,3 euros al mes, 1,1 euros al día. Un café de nada al día; no lo notará quien tenga suficiente pasta como para no saber ni cuanto cuesta el café».

El socialista Miquel Iceta también habla en su blog sobre el tema y dice que «la presión fiscal en España está 6 puntos por debajo de la media europea que es del 39%». Ahora, dice Iceta, hay una presión del 32’8%, mientras que «cuando gobernaba el PP la dejó en el 34’5%»

En Menéame la noticia también ha sido comentada. «Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades que todos lo sabíamos gracias a la cultura del pelotazo y ladrillo del PP de Aznar y ahora hay que pagarlo», dice un meqs. Mientras tanto, otro usuario comenta «el problema no reside en la subida de impuestos en sí, sino que sean los impuestos indirectos los que suban (IVA), sí, porque subirá el pan, las legumbres…»

Supresión de los 400 euros…Resulta irónico que haya hecho falta que el Gobierno eliminase esta rebaja del IRPF para que al fin todo el mundo admitiese que esta medida, tan criticada, beneficiaba especialmente a los mileuristas y a las clases medias…

[Nacho Escolar]

El Gobierno aprobó el viernes la reforma de la ley del aborto que permitirá que «durante 14 semanas» sea un derecho de la mujer. Hace unos meses varios parlamentarios y dos jóvenes adolescentes hablaron para Radiocable.com sobre esta cuestión… ¿Qué es el aborto?

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El jefe del PP utiliza a un menor para criticar la subida de impuestos: «Van a subir los chuches»

De la promesa de una España edénica para la conocida como niña de Rajoy, formulada durante los debates previos a las últimas elecciones, ayer pasamos al compromiso de un país con golosinas baratas para el nuevo crío icónico de la derecha. [Sigue aquí, en Público]

Ayer pasee por la fiesta-concierto que organizó el Ayuntamiento de Madrid en la Plaza de Cibeles. Era con motivo de la candidatura Olímpica de 2016.

Los Juegos Olímpicos son un acontecimiento planetario y el alcalde ha comprometido gran parte de su capital político en esta aventura. Lo cierto es que ha conseguido una gran implicación de los madrileños. La plaza de Cibeles estaba llena. El animador, de la fiesta dijo a los asistentes que allí había 700.000 personas. Ni de broma.

Yo mismo asistí convencido de que obtener los Juegos Olímpicos puede ser una gran noticia para este país pero ¿700.000 personas?

Cuando llegué a casa, Antena 3 televisión hablaba de «un millón de personas». En la web, hoy, lo han bajado a 500.000 personas y en la foto de la noticia se refieren a «más de 400.000 personas». EL PAIS habla de 100.000 personas pero  Elmundo suscribe las 400.000 personas también.

En realidad, lo que yo ví, es que sólo la plaza de Cibeles estaba llena. Por las calles de alrededor se podía caminar sin problemas. Es decir, que no llegaban a los cien mil espectadores ni de broma. Cuento esto no con espíritu agorero.  Lo cuento porque conviene separar los anhelos de las noticias porque si nó, mas pronto que tarde, llega el día en el que no sabemos diferenciar la información de la propaganda. Ojala nos den los Juegos Olímpicos, pero ¿se necesita inflar las cifras para eso?

??Es un montaje urdido por la policía gubernativa, propio de regímenes autoritarios. Sentimos opresión política?  -Federico Trillo, coordinador de Justicia del PP-

…De eso se trata: un puñado de hombres valientes defendiendo la libertad, y un régimen de terror que quiere gasearlos.

No se crean nada de lo que se publica, ni por supuesto confíen en la Justicia, que es cómplice del opresor. Nada es lo que parece. En realidad el Bigotes es un guerrillero, el concejal Rodrigo de Santos iba por los prostíbulos repartiendo octavillas subversivas, y Jaume Matas se exilió a Estados Unidos para no ser torturado. Y por supuesto, no estamos ante un caso de financiación ilegal: es más bien una red de aprovisionamiento de fondos para cuando la persecución se recrudezca y tengan que pasar a la clandestinidad. Ya les queda menos… [lee aquí completa la columna de Isaac Rosa] [via Nacho]

«…Tropecé en la calle con un amigo de izquierdas. ¡Voy corriendo a la cacería!, dijo invitándome a seguirle. ¿A qué cacería?, pregunté. A la de ZP, coño, vamos a darle una lección. ¿Pero por qué?, insistí trotando a su lado. Por algo de 400 euros, dijo él, cogiendo, al tiempo que corría, las piedras que encontraba por el suelo. Pero no se puede linchar a nadie por eso, dije yo. Y porque ha insultado a las mujeres con su visita a Villa Certosa, replicó él, y por algo de un cheque bebé, y porque es un inconsistente y un frívolo y un chavista y un radical de mierda… […]

Uno de los manifestantes arrastraba una cuerda gruesa en la que había practicado un nudo corredizo. ¡Paqui -gritó un abuelo a su hija-, trae a los niños, que va a haber un ahorcamiento! Pero por qué, insistía yo. Porque no ha colocado a Leguina, decía éste. Y porque ha regalado una TDT a sus amigos, decía aquél. Y porque odia a las clases medias, aseguraba el de más allá. Y porque quiere obligar a abortar a las niñas de 16 años, gritó el presidente de la Conferencia Estomacal (perdón, Episcopal), que apareció por una bocacalle seguido de un ejército de obispos entre cuyas faldas se ocultaban Rajoy y Cospedal y el presidente de los empresarios y el mandamás de las cajas de ahorro. Como yo no había recogido ninguna piedra, me preguntaron si era un estómago agradecido…»

[lee aquí completa la columna de Millás]

 

E. Robinson

Premio Pulitzer 2009, Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

Sobre Robinson

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Eugene Robinson -. Washington. Casi por definición, un hombre que encaja en la definición de canalla no es un ser humano absolutamente intachable. Hay, sin embargo, canallas cuyo comportamiento muestra una cierta brillantez, un talento innegable, cierto sentido del humor y una humanidad genuina, si bien profundamente alterada. El antiguo alcalde de Washington Marion Barry, diría yo, es uno de esos canallas sinvergüenzas «amables».John Edwards no. Su canallesco, al parecer, no tiene ningún valor social ni político redentor. Es simplemente un canalla sin paliativos.

Según informaciones ampliamente difundidas, un antiguo ayudante cercano a Edwards ha cerrado un acuerdo literario en el que afirma que el ex candidato presidencial es en realidad el padre de la hija de 19 meses de su amante — lo cual Edwards ha negado categóricamente. El asesor, Andrew Young, es el primer aludido: cuando la aventura salió a la luz, Young permitió ser declarado padre de la criatura. Fue una mentira, dice ahora Young, destinada a salvar lo que quedaba de la carrera política de Edwards.

Pero eso no es lo peor de todo – y ciertamente no es lo más mezquino. Young afirma, además, que Edwards prometió a la amante, Rielle Hunter, que se casaría con ella una vez que su esposa Elizabeth hubiera fallecido del cáncer terminal que sufre. Y que celebrarían una ceremonia de alto copete en Nueva York. Y que la Dave Matthews Band interpretaría la música.

Puede que sea lo más desvergonzado que he escuchado nunca.

A mí me gustaba mucho John Edwards. No, no me quedé impresionado por su sonrisa perfecta ni los cortes de pelo de 400 dólares ni la mirada limpia con la que te miraba a los ojos y proyectaba una sinceridad propia del abogado defensor de renombre. Siempre que tenía una conversación con él, me sentía como si yo fuera el portavoz de un jurado que escucha las conclusiones bien ensayadas.

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Me gustaba el hecho de que todo su artificio y ambiciones estuvieran bien a la luz. Me gustaba su carácter combativo, sus habilidades como polemista, su inteligencia rápida. Me gustaba su saga personal – su ascenso a la cima desde la base de la pirámide social. Me gustaba su familia, y sobre todo me gustaba la historia de su familia — el longevo matrimonio que había sobrevivido a tantas pruebas crueles. Durante un almuerzo que compartimos en 2006, pregunté por Elizabeth, cuyo cáncer estaba remitiendo. Por un momento, la fachada desapareció y apareció el ser humano. Había esperanza en sus ojos, y amor, cuando me dijo que aún no había vuelto a presentarse la enfermedad.

Pensé en el mundo de Elizabeth – su tenacidad, su compromiso, su gracia – y supongo que asumí que si a ella le gustaba el tío, no podía ser alguien tan malo Me olvidé de la primera regla del periodismo: Nunca dar nada por sentado.

Así que cuando los reporteros de la revista National Enquirer acorralaban a Edwards en el Beverly Hilton, donde había concertado una reunión secreta con Hunter y el bebé, me quedé atónito. Yo sabía que los hombres casados se van de picos pardos a veces, en especial los casados que son ricos, famosos y son atractivos a rabiar. También sabía que el cáncer puede pasar una factura brutal al matrimonio, y que a veces ni siquiera los más fuertes sobreviven. Pero él no sólo había traicionado a su esposa, había traicionado al personal del gabinete, a los voluntarios y a los votantes que habían depositado en él su confianza y su trabajo. Había traicionado el Partido Demócrata y, potencialmente, a la nación. ¿Qué pasa si este escándalo hubiera estallado una vez ganada de alguna manera la candidatura?

Después de todo, Edwards sabía que el Enquirer le pisaba los talones — el tabloide había publicado informaciones de la aventura con anterioridad. Acudir a esa reunión con la amante y «el hijo deseado» en el Beverly Hills manifiesta una imprudencia que como poco es patológica.

Siguieron surgiendo más patologías. Edwards insistía en una imposibilidad física de ser el padre de la hija de Hunter, como si la verdad no fuera nunca a salir a la luz.

En el curso de lo que Young describe como un elaborado subterfugio para ocultar la paternidad de Edwards, dos de los ricos donantes de la campaña del antiguo senador fueron intervenidos telefónicamente hablando de dinero destinado a Hunter en lo que parece ser una operación para comprar su silencio. Edwards está siendo investigado por la fiscalía federal por posibles violaciones de las leyes de financiación de campaña, si bien creo que será difícil para la fiscalía echarle el guante.

¿Pero estar haciendo planes con su amante para el día en que Elizabeth fallezca? ¿Planear una boda post-funeral? ¿Elegir la orquesta que va a tocar? Incluso si todo esto fuera sólo una invención encaminada a tranquilizar a Hunter y mantenerla callada, ya no puedo tener ningún «aprecio» por John Edwards. El tipo perdonable de canalla nunca podría hacer algo así. Sólo el de la peor calaña puede.

Eugene Robinson
Premio Pulitzer 2009 al comentario político.
© 2009, Washington Post Writers Group

 

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El británico The Economist publica un texto sobre nuestro país titulado: ??El paciente inglés?. Según el mismo, ??la recesión sacude a la segunda cadena del mundo de grandes almacenes?y añade un inquietante comentario: «La prensa local es renuente a escribir cualquier crítica sobre uno de sus anunciantes más importantes»…

??Poca gente de fuera de España ha oído hablar de El Corte Inglés, grandes almacenes propiedad de una familia. Con casi 17.400 millones de euros de ventas anuales, es la cadena de grandes almacenes más importante de Europa y la segunda a nivel mundial tras la norteamericana Sears. Pero, la empresa trabaja casi exclusivamente en España, lo que ha hecho que sea especialmente vulnerable a la funesta situación de la economía española que se espera descienda en torno a un 4% este años. Por primera vez, en sus 70 años de historia, la cadena registró un descenso de ventas anual de un 3,5%.?.

??Lo peor es que El Corte Ingles ha tenido que recurrir a fuertes descuentos y generosas dosis de créditos sin intereses para atraer clientes. Siete de cada diez españoles desean ahorrar dinero ??a toda costa?? de acuerdo con una reciente encuesta realizada por TNS, especialista en investigaciones de mercado. Consecuentemente, los beneficios netos de la empresa cayeron a casi la mitad en un año, dejándola con un escaso margen de beneficio del 2,2%. Según los analistas, el descenso de los márgenes de la empresa le obligará a reducir su gama de productos.[…]  Sus pasados esfuerzos por alcanzar el mercado norteamericano e italiano se malograron y, lo que es más importante, la empresa no está acostumbrada a un examen externo. La prensa local es renuente a escribir cualquier crítica sobre uno de sus anunciantes más importantes. El Sr. Álvarez sin duda está contento de que esto sea así?.

En efecto, tal y como señala el texto, rara vez se escriben críticas en la prensa española sobre El Corte Inglés, ¿Alguien ha leido noticias sobre los derechos laborales de sus empleados? ¿sobre la calidad de sus productos? ¿Sobre su política de contratación de empleados?. Puede que se deba, como dice The Economist, al miedo a las represalias y a que se corte el grifo publicitario. De ser verdad, la empresa vive en la ilusión de estar consiguiendo su objetivo…Pero tan solo es una ilusión: con la irrupción de Internet, el barco se está llenado de vías de agua. Más vale que alguien despierte al capitán.