Las revelaciones sobre la trama de espionaje en Madrid,los enfrentamientos internos dentro del partido, las críticas de los medios de comunicación en teoría afines y los problemas y dudas sobre el liderazgo de Mariano Rajoy han hecho bullir los analisis y comentarios en la blogosfera. Y se desprende una conclusión preocupante: el Gobierno se está quedando sin oposición por la crisis que vive el PP.

Rajoy, Cospedal y Saenz de Santamaría en el Congreso del PP
(Foto: Flickr/PPValencia)

Arsenio Escolar considera en su blog que el partido de Rajoy está paralizado: «apenas hacen labor de oposición, su campaña en las elecciones vascas y gallegas no despega, sus medios afines se dividen, las expectativas electorales generales se les derrumban… (y por si fuera poco el Supremo tumba la objeción a Educación para la Ciudadanía). Y mientras, el Gobierno y su presidente toman aire y se recuperan sin incordios del adversario.[…] Justo cuando más se necesita, el Gobierno se está quedando sin oposición. No es una buena noticia»

David Santos, en Trece Rosas lamenta que no haya oposición: «No es comprensible que en tiempos de crisis, cuando la población se vuelve más conservadora, el partido socialista que sustenta el gobierno, aventaje en 7,6 puntos al principal partido de la oposición. […] con una derecha descontenta de liderazgo, con una visión catastrofista de la gestión de su partido y con una crisis de liderazgos internos con espías de por medio, ven la salvación en un argumentario político basado en símbolos nacionales, anti-nacionalismos y anti-Zapatero que encarna a la perfección la figura de Rosa Díez. El PP sólo recuperará el espacio perdido cuando obtengan un liderazgo fuerte, propio de la derecha».

Roger Senserrich, del blog Materias Grises, habla de la incompetencia del PP: » La misma semana en la que El País (¡El País!) habla sobre cómo la crisis económica actual será una de esas que entran en los libros de historia, el primer partido de la oposición es capaz de perder apoyo en dos encuestas. No ya es sólo cuestión de quién espiaba a quién (y con medio partido acusando al otro medio con entusiasmo, parece que alguien lo estaba haciendo), es la patética gestión del problema por parte de todos. Lo mejor para el PSOE sería que tras unas cuantas tortas más, el PP se decidiera a mantener el liderazgo actual. Rajoy es el mejor amigo de los socialistas estos días.»

Manolo Saco también critica en su blog el tipo de oposición que se hace desde Madrid por los comentario del portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, tras la última nevada. «Es lo que se llama hacer oposición de salón. […] Lo malo es que ya nos estamos acostumbrando a que la gente de la Comunidad de Madrid que nos desgobierna haga oposición con lo primero que le viene a mano. Lo mismo acusan sin pruebas al doctor Montes de asesinato múltiple, que utilizan la lucha antiterrorista para hacer oposición, o que convierten la nieve en una bendición del cielo, o en una metáfora de los desastres del gobierno de Zapatero, según las necesidades del momento.

Para Gregorio Lopez de Un ciudadano en el ágora, la oposición está en crisis: «para ocultar sus peleas, sus navajazos, sus luchas por el poder para así estar más disponibles para recibir contratas, subvenciones, ayudas públicas de los madrileños y de los españoles, no se enteran de lo que está pasando por el mundo. Y menos aún aciertan a proponer alguna medida razonable más allá de esas recetas genéricas que ahora mismo se han demostrado no sólo como incapaces para resolver las crisis económicas y financieras sino que nos han llevado al fondo del precipicio.»

Manuel Calleja cree que Rajoy está quemado y no sabe qué hacer: «Con una crisis económica que no se transforma en crisis política para el gobierno, con un mensaje económico más que gastado al que se le responsabiliza, en parte, de la crisis, y con una serie de barones esperando la sucesión e impacientándose con lo que tarda la agonía, es normal que Rajoy se sienta quemado, porque realmente lo está.»

Alberto Ríos sentencia en su blog Lo pienso, lo escribo que la oposición está en crisis y critica las últimas declaraciones de Saenz de Santamaría asegurando que el presidente no da explicaciones en el Congreso: «mientras Zapatero da la cara ante el Parlamento y ante los ciudadanos, el PP se dedica a mostrarnos su cara más dura y hasta sus vergüenzas. ¿Qué hemos hecho para merecer una oposición tan patética?»

José García Palacios considera que el PP es está demostrando, con el nuevo enfrentamiento entre Ayuntamiento y Comunidad de Madrid, que toda situación es susceptible de empeorar: «mientras ellos se esfuerzan, y mucho, en hacerlo cada día peor (y en verdad lo consiguen), el campo de juego está totalmente a disposición del PSOE, que en cualquier país normal debería ir en las encuestas como diez puntos porcentuales por detrás del PP, pero en España nada de nada, sino que es el PP el que va tres puntos por detrás del PSOE».

En el blog Basseta, se estima que todo es un ejemplo de cómo el PP va contra si mismo: «La derecha se ha encontrado con la horma de su zapato. Se han pasado tanto tiempo enmerdando la política, inventando falsas teorías de conspiración, usando la crispación como forma de hacer política, el todo vale … que esos métodos políticos han calado sobremanera en sus militantes y ahora lo aplican en la lucha por el poder interno del partido.»

Este 2 de febrero se ha conocido la noticia del ingreso de urgencia en el hospital del Dalai Lama. Las primeras informaciones descartan una dolencia grave, pero este episodio, unido a los frecuentes problemas médicos que sufrió el lider espiritual tibetano en 2008, han reavivado el debate sobre la conveniencia de elegir a su sucesor. Casualmente el New York Times publicaba un reportaje este fin de semana sobre la forma en la que se elige al Dalai Lama y los problemas -casi todos políticos- que han surgido para seleccionar un sucesor al actual.

El Dalai Lama
(Foto: Flickr/Ark-Angel)

Tradicionalmente, la sucesión no es hereditaria sino que cuando el Dalai Lama muere, se interpretan una serie de signos para buscar a un niño tibetano que se considera que es su reencarnación. Se nombra a un regente y se hace pasar una serie de pruebas al niño seleccionado hasta que se le considera apto.

Pero hace algo más de un año, China prohibió las reencarnaciones del Dalai Lama sin autorización gubernamental. Se interpretó la medida como la pretensión de un gobierno que se declara ateo de tratar de condicionar o controlar la sucesión de un lider espiritual de un territorio que ocupa. Entonces Tenzin Gyatso, el nombre verdadero del decimocuarto lider espiritual tibetano, anunció que estaba dispuesto a buscar nuevas formas para elegir a su sucesor. Incluyendo un cónclave similar al papal o un referendo.

Ahora se especula también con qué podría anunciar él mismo que ha encontrado al niño en el que se reencarnó su regente. Este se convertiría luego en el encargado de buscar al nuevo Dalai Lama, una vez que el actual falleciese. Y permitiría a los budistas tibetanos mantener algun control sobre el elegido contrarrestando la influencia china. Asimismo atenuaría la pérdida de notoriedad que la causa tibetana sufrirá sin duda cuando pierda a una figura tan carismática y respetada como el actual Dalai Lama. (Fuente: El selector)

Tenzin Gyatso fue proclamado Dalai Lama en 1940 en Lhasa. Un vídeo grabado por Sir Basil Gould entonces oficial político inglés en Sikkim, Bhutan y Tibet y que forma parte del Bristish Film Institute, permite contemplar algunos momentos de aquella ceremonia.

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Empezó siendo un simple servicio cartográfico a través de Internet, pero con los centenares de aplicaciones, desarrollos y mash-ups, Google Maps se ha convertido en una herramienta en la que se pueden hacer decenas de cosas virtualmente. Uno de sus usuarios, Keitr Clarke, ha grabado un video mostrando 30 de esos mejores y más visuales usos que son posibles en Google Maps: desde ver el mundo en 3D, volar en un caza, consultar el tiempo, noticias, monitorizar en tiempo real o aviones o ver mapas antiguos, son algunos ejemplos. (Fuente: Mirá)

Un director danés ha contado en el documental Burma VJ la historia de los reporteros birmanos que se jugaron la vida para informar de la revolución Azafrán que sacudió el país en septiembre de 2007. ¿Cómo se puede hacer reporterismo en una país cerrado? es lo que se plantea Anders ?stergaard que utiliza para su película sobre todo material grabado de forma clantestina por video-periodistas durante las marchas de protesta encabezadas por los monjes budistas.

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Prohibieron la entrada al país a periodistas y medios extranjeros, censuraron Internet, pero hubo unos 30 reporteros locales trabajando en las calles de incógnito para tratar de contar al mundo lo que sacudía Birmania en esas jornadas. Utilizaron pequeñas cámaras personales. Grabaron las marchas, las protestas, la revuelta ciudadana… y la represión posterior de la Junta Militar que dirige el país. La organización Democratic Voice of Burma fue quien se encargó de alojar el material y mostrarlo al mundo.

El documental cuenta cómo se organizaron estos reporteros. Tenían un lider, apodado Joshua, escondido en Tailandia que les daba instrucciones mediante llamadas de teléfono clandestinas o Internet. ?l se encargaba de distribuir a sus «video-guerreros» para cubrir las protestas y luego los abusos cometidos por la dictadura. Joshua recibía las grabaciones y las enviaba a Noruega, desde donde se emitían vía satélite para Birmania y el resto del mundo. El documental ha sido premiado en Sundance 2009. (Fuente: From the frontline)

Algunas asociaciones de jueces en España pretenden ponerse en huelga el próximo 18 de febrero. Puede que algunas de sus reivindicaciones -aumento de recursos, mejoras laborales, económicas- sean justas, pero ¿puede todo un poder del Estado ponerse en huelga? Es como si Zapatero y sus Ministros decidieran no acudir a trabajar, dejando el país en desgobierno, en protesta por la actuación de los jueces ¿no sería una locura?

Pocos van a entender esta huelga. La sospecha de que la misma tiene motivaciones más políticas que laborales está extendida. Y existen razones para la reticencia, pues los ciudadanos seremos los primeros afectados por el paro. ¿Como es posible que se conculquen así los derechos de los españoles? Además, el CGPJ, órgano de gobierno de los jueces, lleva demasiado tiempo jugando a política: criticando leyes progresistas, sirviendo de ariete para el PP.

En los comentarios de la noticia en El Pais.es se percibe el malestar:

«Hay gente que no terminan de creerse que el poder está en las urnas y no en los poderes fácticos del Estado. […] Una cosa es negociar y otra chantajear a la representación popular en la cortes de la que emanan en el ejecutivo y judicial.  […] ya nos gustaría a muchos ciudadanos vivir como viven algunos jueces, en mi empresa si cometo una falta grave, me envían al paro directamente…

Se ha argumentado que uno de los detonantes para ir a la huelga ha sido el caso Tirado. Los jueces dicen sentirse indefensos. Tienen escasez de medios pero se les exige «responsabilidades», protestan. (La inacción del juez Tirado dejó libre al asesino de la niña Mari Luz. Fue multado por ello, pero la pequeña cuantía de la multa provocó un gran revuelo).

Todo indica, sin embargo, que lo que realmente ha levantado a los jueces han sido los proyectos de Ley que el gobierno llevará este año al parlamento. Uno de ellos traslada la Instrucción Judicial a la Fiscalía. El juez perderá esa pequeña parcela de poder sobre el caso pero haría que los ciudadanos fueran investigados por un órgano diferente al que los juzga. En casi todos los paises de nuestro entorno, salvo en Italia,  se está implantando ese modelo, que parece más garantista, más acorde al mundo en que vivimos. Pero aunque no lo fuera, ¿es aceptable que los jueces traten de imponerse sobre las Cortes?

No dudo de que haya jueces al margen de esta batalla política, que sólo piden mejoras. Pero deben ser muy cuidadosos con los términos de la negociación. Recuerden: es aceptable que los trabajadores de Iberia salgan a manifestarse, pero se convierte en delito cuando deciden cortar las pistas de aterrizaje del aeropuerto.

Dos reflexiones sobre lo que es posible, la primera hace una reflexión sobre algo que ocurrió en 1948, y la segunda sobre algo que todavía no ha llegado a ocurrir. Vamos a desearnos suerte…

«No éramos ingenuos. Sabíamos que lo que proclamaban no reflejaba la realidad, eran un ideal hacia el cual tender. Estábamos en un momento de la historia, entre 1945 y 1948, que nos permitía ser audaces. Y fuimos tan lejos como nos dejaron ir». Faltó, tal vez, suprimir la pena de muerte. «René Cassin estaba muy a favor, pero se decidió que era prematuro». Stéphane Hessel para El País.

«(…) Obama es, como su predecesor ha dicho, el que decide. Y va a tener que tomar algunas decisiones importantes muy pronto. En concreto, va a tener que decidir lo audaces que van a ser sus pasos para mantener en pie el sistema financiero, cuyas perspectivas han empeorado tan drásticamente que un número sorprendente de economistas, no todos especialmente progresistas, sostienen ahora que la solución de la crisis tendrá que pasar por una nacionalización temporal de algunos bancos importantes. » Paul Krugman para New York Times.

Hace cuatro días, uno de los principales bufetes de abogados de Madrid envió a varias redacciones un burofax donde aconsejaba a los medios que se abstuviesen de publicar informaciones relacionadas con la vida privada de los familiares y allegados del vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González. Queridos abogados: gracias por el consejo. Pero no es una cuestión de vida privada sino de responsabilidad pública; que el César, y su mujer, hagan lo que quieran con su honra, pero que no se forren con los terrenos del acueducto…. [sigue Nacho Escolar]

 

E. Robinson

Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

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Eugene Robinson – Washington. Viendo a los Republicanos del Cámara votar de manera unánime en contra del paquete de estímulo económico del Presidente Obama, me acordé de Ronald Reagan, la huelga de controladores de tráfico aéreo y las consecuencias para aquellos que no reconocen que una era política ha cedido el paso a la siguiente.

Recordará que la Organización de Controladores del Tráfico Aéreo Profesionales fue a la huelga en agosto de 1981, pidiendo mejores condiciones laborales y más salario. Reagan apenas llevaba siete meses en el cargo, y la nación no estaba muy segura aún de qué pensar de él. El sindicato de controladores tenía quejas legítimas y calculó que el nuevo presidente negociaría antes que arriesgarse a una interrupción del tráfico aéreo. El sindicato sabía que las huelgas de empleados públicos eran ilegales, estrictamente hablando, pero también sabía que las demás organizaciones de empleados federales habían logrado convocar huelgas similares sin mayor repercusión en el pasado.

Reagan declaró la huelga «un riesgo para la seguridad nacional» y dio 48 horas a los más de 13.000 controladores para volver al trabajo. Algunos se conformaron. Cuando expiró el plazo, Reagan despidió a los 11.345 controladores que le habían desafiado. Dos meses más tarde, el sindicato perdía la homologación. Pasaron años antes de que cualquiera de los controladores huelguistas volviera a poder ejercer de controlador.

La idea no es volver a examinar los méritos de la huelga ni la inteligencia de la postura firme de Reagan. La idea es que el sindicato de controladores no se dio cuenta de que la llegada de la administración Reagan representaba un infrecuente cambio monumental en la política estadounidense. Bajo Jimmy Carter, Gerald Ford o incluso Richard Nixon, los reguladores podrían haberse salido con su huelga. Bajo Reagan, no tenían ninguna posibilidad no sólo a causa de su terca resolución, sino porque los votantes estadounidenses le habían dado un arrollador mandato de cambio.

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Ese episodio resultó ser solamente el principio. Antes de Reagan, el pensamiento económico que había pasado a definir el Partido Republicano moderno -bajar los impuestos siempre, recortar dramáticamente el gasto público siempre, liberalizar siempre- se asociaban con el margen conservador. ?l los convirtió en la referencia, decantando en la práctica todo el espectro político hacia la derecha.

La nueva ortodoxia de Reagan no habría sido posible a menos que los estadounidenses tuvieran la impresión de que la vieja ortodoxia había llegado a un punto muerto. Carter había hablado célebremente de «una crisis de confianza.? Existía la impresión de que la grandeza de América de alguna manera se estaba perdiendo, que las cosas se salían de control, que la vieja retórica estaba hueca, que las viejas soluciones no iban a solucionar nada, que necesitábamos intentar algo nuevo.

Estooo, ¿hace esto sonar alguna alarma de los Republicanos en el Congreso?

Olvide esa pregunta. Cuando no se puede encontrar un solo voto Republicano solitario en la Cámara de Representantes para apoyar el paquete de estímulo de 819.000 millones de dólares del presidente, está bastante claro que la plana mayor del Partido Republicano se reúne en una sala insonorizada.

Lo que vengo escuchando a los Republicanos tanto de la Cámara como del Senado ha sido una especie de eco distorsionado y atenuado de la doctrina económica que el partido ha predicado, aunque no siempre practicado, desde los años Reagan. Es perfectamente apropiado, por supuesto, plantear si una propuesta de gasto concreta tendrá o no el efecto estimulador deseado; en realidad, algunos puntos fueron retirados de la ley de estímulo por ese motivo. Pero sustentando la crítica Republicana hay una fórmula familiar: más recortes fiscales, menos iniciativas de gasto.

Pero los estadounidenses saben que esta filosofía ya no da más de sí. Los estadounidenses saben que los impuestos sólo pueden bajarse un margen concreto antes de que la eficacia del gobierno federal inevitablemente sufra. Los estadounidenses saben que gastar dinero no significa necesariamente desperdiciarlo. Los estadounidenses saben que crisis económica significa que adoptar la postura de que el gobierno es inherentemente opresor, por no decir insalvablemente perverso, está en bancarrota intelectual porque el gobierno es el único instrumento del que disponemos en la arriesgada tentativa por inducir la recuperación financiera y económica.

Si los Republicanos no se hubieran corrido una juerga de gasto manirroto durante la mayor parte del tiempo de George W. Bush en la Casa Blanca, sus quejas por el coste del paquete de estímulo y su impacto sobre déficits futuros serían más creíbles. Tal como están las cosas, debemos dejar que las acciones hablen: absoluta solidaridad entre los Republicanos de la Cámara al votar negativamente.

Fue un triunfo de disciplina sobre razón, de doctrina sobre observación. Existen abundantes pruebas que sugieren que nos encontramos en una nueva era política con normas nuevas y un léxico nuevo. Aquellos que ignoran esas pruebas no podrán culpar a nadie más que a sí mismos si, igual que los controladores del tráfico aéreo, acaban perdiendo su puesto de trabajo.

Eugene Robinson.

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Ellen Goodman
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Ellen Goodman – Boston. Debe de ser la partida de pimpón ideológico más larga. En 1984, Ronald Reagan marcaba un violento tanto a las organizaciones internacionales, prometiendo que América ya no donaría más fondos de planificación familiar a ningún colectivo que remitiera o aconsejara siquiera a las mujeres el aborto. Pin.

En 1993, Bill Clinton revocaba la restricción dos días después de ser investido. Pon.

En 2001, George W. Bush volvía a introducir en vigor la restricción legislativa como primera resolución presidencial. Pin.

Entonces, en 2009, Barack Obama la rescinde otra vez. ¿No toca el pon?

La orden presidencial de Obama era recibida con las aclamaciones y burlas familiares entre viejos enemigos retóricos, pero yo escuché una voz diferente. En la discreta declaración que acompañaba su maniobra, el novato de la Casa Blanca describía el aborto como «un tema político delicado, objeto de un tira y afloja que sólo ha servido para dividirnos. No tengo ningún deseo de prolongar este arcaico e infructuoso debate.?

El presidente prometía hacer algo más que rebajar la polémica. ??En las próximas semanas, mi administración iniciará una nueva ronda de conversaciones sobre planificación familiar, trabajando para encontrar áreas comunes desde las que cubrir mejor las necesidades de las mujeres y las familias dentro del país y en todo el mundo.?

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Bien, tengo demasiada experiencia para ser optimista con lo de convertir esta mesa de pimpón en un terreno común. Una de las últimas cosas que hizo Bush de camino a la puerta fue aprobar una regulación que permite que cualquier institución rechace proporcionar servicios como la anticoncepción de urgencias. El día de la investidura, CatholicVote.org emitía un video en BET que retorcía el relato de la vida de Obama hasta convertirlo en un anuncio contra el aborto. Y al mismo día siguiente, manifestantes contrarios al aborto portaban pancartas retratando al nuevo presidente favorable al aborto como ??Adolfo Obama.?

Pero compartí una módica esperanza en lo de «una nueva ronda de conversaciones.? Los argumentos proabortistas ganaron el día de las elecciones desde Dakota del Sur a Colorado pasando por Washington, D.C. Pero lo que también ganó fue la promesa del pragmatismo triunfante sobre la ideología.

Que los estadounidenses quieren reducir la cifra de abortos no es noticia. Esto podría ser tan novedoso como los intercambios de la confrontación política, pero manifiesta el acuerdo en favor de la educación sexual precisa y la anticoncepción asequible y disponible.

Muchos partidarios del aborto están demasiado impacientes por pasar de la barricada defensiva de protección de los derechos a una postura abierta en favor tanto de la prevención como de un apoyo más amplio del sistema a las familias. En palabras de Frances Kissling, veterana filósofa de la comunidad partidaria del aborto, «Podemos utilizar estos años para restablecer un movimiento de salud reproductiva claramente reconocido también por ayudar a las mujeres que quieran tener hijos.? Es aquí donde los grupos proabortistas pueden hacer causa común con el ala izquierdista del movimiento antiabortista, incluyendo a la mayor parte de los católicos que votaron a Obama.

Pero antes de finalizar la primera semana, tuvo lugar otro revés ruidoso y lacerante.

Peinando el plan de estímulo económico en busca de agujeros, el grueso de la dirección Republicana se lanzó a la yugular a cuenta de una disposición legislativa que permite a los estados ampliar la planificación familiar dentro de Medicaid. El secretario de la oposición John Boehner aparecía por todas partes, echando pestes en las mazmorras del debate en el cable a cuenta de la idea misma de dedicar «cientos de millones de dólares a anticonceptivos. ¿Cómo estimula eso a la economía??

No estoy segura de si la ampliación de la planificación estimularía a la economía más o menos que el resto de los 87.000 millones de dólares destinados a Medicaid dentro del plan. No estoy segura de que vaya a relanzar la recuperación más o menos que, por ejemplo, la financiación de las artes. Pero sí estoy segura del motivo de ponerse en el punto de mira. La derecha vuelve a las andadas.

Lo descorazonador es lo fácilmente que Obama cedió a la presión. Este es el presidente que prometía «dialogar con todas las partes de este tema para alcanzar el objetivo de reducir los embarazos no deseados.? Un golpe desde la derecha y pedía al Congreso sacar del paquete la planificación familiar.

La salud de la mujer era retratada como gasto político y abandonada como si no hubiera nada más fundamental para la vida familiar que la propuesta de reacondicionar el césped del National Mall. Todo esto en una búsqueda evasiva de apoyo bipartidista. Como murmuraba Kissling, ??este cansino y viejo debate vio una reacción cansina y vieja. ¿Es lo de siempre, que las mujeres son prescindibles??

Corren tiempos difíciles. Cuando el empleo escasea, también la protección médica y con ella la cobertura sanitaria a la anticoncepción. En una economía difícil, la gente se enfrenta a decisiones difíciles en materia de embarazo y educación de los hijos. Los embarazos no deseados crecen y con ellos, sí, los abortos.

En suma, ¿qué ha pasado con lo del diálogo nuevo? ¿Qué ha pasado con lo del terreno común? Primer tanto para los ideólogos.

Ellen Goodman
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Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «El «qué» y el «cuándo» siempre a la greña. Es muy difícil hacerles coincidir. Y las cosas sólo salen bien cuando el «qué» y el «cuándo» coinciden. A nuestro juicio esto no se da en la decisión del juez Fernando Abreu, de la Audiencia Nacional, que ha decidido investigar al Gobierno israelí por un bombardeo sobre Gaza en el año 2.002. Es evidente que esa acción, y muchísimas otras, merecerían esclarecimiento judicial. Y la actuación de Putin en Chechenia, y la del Gobierno chino en el Tíbet, etcétera.

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Es cierto además que en España existe una sensibilidad especial hacia el drama palestino -y en este programa lo hemos puesto de manifiesto a menudo-. Pero, hoy, esta iniciativa irrumpe como un elefante en una cacharrería tanto en el tablero internacional como en el nacional. En el internacional, porque, tras la elección de Obama, se están produciendo movimientos que probablemente resulten fallidos pero que intentan reenfocar la situación.

Y España acaba de quedar invalidada para cualquier inflexión de su política internacional. Ahora mismo, en las portadas de «Jerusalem Post» y de «Haaretz», se ataca con la máxima dureza a lo que se define como intrusión española. No dicen judicial. Intrusión política. El juez Abreu ha definido por su cuenta, de forma rotunda, sin margen para el menor matiz, nuestra política exterior en el escenario más delicado del mundo. El Gobierno ha quedado atado de pies y manos. Mirando hacia dentro, tampoco parece el momento más oportuno. Con una huelga de jueces convocada para protestar por la falta de medios y la falta de tiempo para tramitar decenas de miles de expedientes atrasados en nuestro país. Y poco después de que se diera portazo a la posibilidad de investigar los crímenes del franquismo.»

Las aperturas del informativo de Iñaki Gabilondo, cada día