El director de El Mundo ha abogado durante una conferencia en el Foro de la Nueva Comunicación por la iniciativa privada en los medios de comunicación y por eso pide que se cierren todas las televisiones públicas. Según Ramirez, estas detraen ingresos publicitarios que podrían ser para los medios privados. También se ha mostrado en contra de las ayudas gubernamentales a la prensa:

 

Pedro J. Ramirez
(Foto: Flickr/Oscar Espiritusanto)

«No queremos las ayudas directas, no queremos ayudas que condicionan, pero sí exigimos que el Gobierno deje de detraer recursos tan importantes como los publicitarios con las televisiones públicas. Yo lo que pido es que cierren todas las televisiones públicas, que nos cuestan más de 2.000 millones de euros. No tiene sentido que tengan que existir. Si no hay periódicos públicos, ¿por qué tiene que haber televisiones públicas?»

Pedro J. Ramirez también ha abogado por fusionas las distintas asociaciones de editores, televisiones privadas, radios o medios interactivos para crear » una asociacion de editores multisoporte que planteen una visión integral de la empresa informativa del futuro».

 

De su presentación esta mañana en Madrid, podrían nacer doce o trece tesis doctorales. Podría escribirse sobre la vida, la muerte, la enfermedad, la dignidad, la felicidad. Y también sobre el humor, el viaje, el final del viaje, la literatura y otras tantas cosas. Las cosas que acompañan a Saramago.

José Saramago, premio Nobel de Literatura 1998, ha presentado hoy su última novela, «El viaje del elefante«, el libro que viene coronado con esa dedicatoria: «A Pilar que no dejó que yo muriera».

«Son miles de kilometros para llegar de Lisboa a Viena, por el capricho de un Rey, y ¿que tiene que ver el elefante con todo ello?» -se ha preguntado Saramago al hablar del argumento.

«Me di cuenta -afirma- de que eso tiene que ver con la condición humana, que tampoco sabe muy bien las razones de su camino».

El elefante existió y su viaje también, pero Saramago lo novela, lo alimenta y lo cambia para siempre: «Lo que me ha llevado a escribir este libro no es el viaje, sino el final». Porque ¿que pasa aquí después de la muerte? Mientras uno está vivo sabemos lo que pasa. Pero ¿que sucede aquí una vez que uno muere?

El viaje del elefante es un viaje épico, que nada tiene que ver el relato de su propia enfermedad, -según aclaró hoy-. Pero tiene un final y el final «no es llegar bien», sino lo que pasa después allí, cuando él se ha ido.  La indignidad que se ha practicado contra el propio animal al cortarle las patas y convertirlas en un soporte para los paragüas de las señoras en un palacio de Viena.

«el autor hace reflexionar sobre el sentido de la libertad, sobre los poderosos y los humildes, sobre los caprichos del azar. Y, desde su pesimismo, trata de demostrar que el mundo quizá no haya cambiado mucho desde el siglo XVI«, -ha dicho hoy La Nación

Quedan pocos retazos de la historia real, pero Saramago ha respetado dos. La naturaleza del viaje del elefante y una anécdota. Hay un momento en el que el elefante va cruzando las calles de Viena y una niña de cuatro años corre hacia él. La gente se asusta ante el temor de que sea aplastada. Pero no. El elefante la coge con la trompa y la levanta por el aire:

«Estoy seguro de que si eso no hubiera ocurrido, yo jamás habría podido inventar algo tan serio, porque incluso la literatura tiene sus reglas» -ha dicho esta mañana.

Saramago ha puntualizado que no hay nada de su viaje a la enfermedad en el libro. Aunque se ha mostrado esquivo cuando Pilar del Rio le ha preguntado.

Su traductora, y compañera, ha contado que en un episodio del mismo, una persona se pierde en medio de la niebla, rodeado de peligros. De pronto oye un barrito, que le guía en la niebla y le salva la vida. La traductora, -pues los traductores suelen ser los mejores lectores-, le pregunta, ¿fue el libro el barrito que contribuyó a salvarle usted la vida?

-Quizá, -contestó Saramago.

En todo caso, la enfermedad, dice el Nobel, supuso «una especie de temblor de tierra que trajo a la superficie sedimentos lingüísticos antiguos» y que lo han llevado a utilizar palabras y expresiones de otros tiempos.

¿Que se pierde uno cuando no se pierde?  le han preguntado también. Yo creo -ha contestado- que todos nos hemos perdido en alguna ocasión. Lo que hace el viaje es la conciencia que tenemos del viaje.

Saramago ha vuelto hoy con energía y con la mente lúcida. Ha vuelto con «El viaje del elefante«.

Mientras el joven periodista arrojaba sus zapatos a Bush, el mundo pasa página sin leer la noticia:

Un informe secreto encargado por el Gobierno de EE UU detalla en 513 páginas lo que todo el mundo sabía: que la reconstrucción de Irak se hizo sin pies ni cabeza. Y que cinco años después de la invasión, Estados Unidos sigue sin tener ni la infraestructura ni la capacidad organizativa necesarias para reconstruir el país. Washington lleva invertidos en Irak 100.000 millones de dólares (unos 75.000 millones de euros), lo que convierte el proyecto iraquí en el mayor de reconstrucción en el extranjero desde el Plan Marshall en Europa tras la II Guerra Mundial.

El mundo árabe tendrá a un héroe, pero desde luego Bush tiene una flor en el culo, aunque venga en forma de zapato.

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En los últimos días el debate en torno a la polémica base se ha reavivado en la sociedad y en la red. El País ha publicado una entrevista con el Jefe del centro de detención de Guantánamo en la que asegura que «los interrogatorios son voluntarios». Dick Cheney, por su parte, acaba de hacer unas declaraciones en las que justifica las torturas en la base y dice que no debería cerrarse. La blogosfera en cambio ha tomado postura de forma casi general: Guantánamo es una vergüenza y la forma en que Obama gestione el asunto será clave para juzgarle como presidente. Aunque algunos bloggers apuntan que la actual Administración le ha dejado unas cuantas «patatas calientes».

Campaña de Amnistía Internacional contra Guantánamo
(Foto: Flickr/Amnesty International NI)

Carlos Enrique Bayo en El mapa del mundo, analiza hasta qué punto la base servirá para juzgar a Obama y se fija en un aspecto poco mencionado: «Antes de clausurar el campo de prisioneros, el Congreso tendrá que aprobar legislación específica para que los reos no abusen de sus derechos fundamentales en cuanto los recuperen. Sobre todo, para impedir que puedan pedir asilo político en Estados Unidos. […] Algo que ya sucede con más de una docena de uigures que han sido declarados inocentes de terrorismo por la propia comisión militar de la base. Resulta que no se les pone en libertad porque en China sufrirían persecución política y ningún otro país está dispuesto a acogerlos.»

Oscar Cardoso en Afuera y adentro apunta otro analisis sobre la encrucijada que supone Guantanamo «Condoleezza Rice en Estado y Robert Gates en Defensa han promovido todo este año el cierre de Guantánamo […] Sin embargo, otro grupo liderado por el vicepresidente Dick Cheney han frenado la idea asegurando que si dejan esa prisión a Obama y este encuentra que no puede clausurarla en tiempo breve se podrá sacar la conclusión de que el nuevo gobierno demócrata aprueba la guerra contra el terror tal como la planteó Bush.»

Carlos de Vega está contando en su blog Se alquila Casa Blanca detalles de su visita a Guantánamo.  Por ejemplo qué regalos hacen a los presos que se portan bien o como censuran las fotos: «amplían cada imagen, están con cada una unos minutos, debaten entre los dos qué hacer y, al final, la borran. […]la ceremonia de censura termina firmando un papel en el que confiesas que has enseñando todo lo que tienes y que nunca recuperarás y usarás el material borrado. Sólo diré una cosa en su favor. No estoy seguro de que en cualquier otro país del mundo dejasen entrar a la prensa en una cárcel como esta (claro que en ningún país de los que llamamos serios tienen una cosa parecida).

Moeh Attitar de Guerra y Paz se hace eco de que «el Cominte de Servicios Armados del Senado de los EE UU emitió un informe en el que culpa directamente al ex secretario de Defensa Donald Rumsfeld de alentar las torturas contra prisioneros en cárceles como la de Abu Ghraib o la base extraterritorial de Guantánamo.» Y reflexiona «el Senado de los EE UU  ha tardado al menos seis años en sacarle los colores a Rumsfeld, pero se los han sacado.»

Jesus Solores habla en su blog de hipocresía porque «Estados Unidos adalid de los derechos del hombre, que tiene a gala incluso la intervención militar y otros enfrentamientos contra los Estados ??que no respetan estos derechos humanos? ampara la mayor vergüenza, aberración, tortura y falta total de respeto a los más elementales derechos en la base de Guantánamo?» También recuerda que : «Esta guerra justifica la tortura permanente, falsas acusaciones, violaciones sistemáticas de los derechos humanos en suelo no americano […] y sirve  para hacer más rico a empresas próximas»

Desde el blog Hay ke decirlo se muestran muy críticos con las declaraciones de Dick Cheney: «La persona que más se ha enriquecido con las guerras de Iraq y Afghanistan, a través de los contratos de Halliburton y sus asociados. […] ¿Porque se atreve a reconocer que ha habido torturas? Simplemente porque sabe que saldrá impune, que nadie le juzgará ni le condenará, que ningún tribunal internacional le llevará a una prisión como Guantánamo.»

En su blog Mujer 39 celebra que Obama vaya a cerrar la base «para mantener la falsa verguenza torera del mundo occidental». Pero critica «gritamos la celebración de los sesenta años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y callamos la verguenza mundial -entre otras muchas- de Guantánamo. Callamos y olvidaremos el silencio acompañado de nuestros gobiernos, el de antes y el de ahora. ¿Es tan alto el precio que hay que pagar por estar en el mundo desarrollado? Comprobamos una vez más que sí y… CALLAMOS.»

En webs como Menéame también se comentan las declaraciones de Dick Cheney en las que defiende el uso de la asfixia simulada en los interrogatorios. Algunos internautas manifiestan: «Supongo que si lo defiende, le parecería bien que lo emplearan con él mismo, para que responda sobre algún asuntillo sin importancia, como Irak, Afganistan…»

Un grupo de ciudadanos y una agencia de publicidad se han unido para un proyecto innovador: pujar y ganar la subasta para lograr que el primer spot que se vea en televisión cuando se inicie el año no sea de una marca, sino un mensaje de optimismo contra la crisis. Para ello han creado una página web y un video que ya está circulando por la red en forma de viral y que pide la colaboración de todos. Se puede participar mandando un SMS o haciéndoles un ingreso.

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Detrás de la iniciativa -como se explica en la página- está la agencia La Despensa, aunque aseguran que se trata de una idea «sin ánimo de lucro, ni de reconocimiento». Simplemente, dicen, quieren enviar un antídoto contra el pesimismo y conseguir empezar con buen pie el 2009, un año que se está vendiendo como negro antes de entrar en él.

En su website tratan de ser muy transparentes, pero no explican cuanto dinero puede ser necesario para adquirir el espacio publicitario que desean -en años anteriores, las televisiones han llegado a pedir 6.000 euros por segundo-, ni si van a pujar en varias cadenas o sólo en TVE. Sí informan de que si no consiguen su objetivo, donarán todo el dinero recaudado a la ONG Médicos sin fronteras.

The Accolade es una banda de música que está pegando fuerte en Internet, aunque no pueden actuar en publico, ni posar para las carátulas de sus álbumes. Es el primer grupo compuesto sólo por mujeres de Arabia Saudi que está rompiendo tabúes en el mundo árabe, según cuenta Global Voices. Tienen página propia en Myspace y ahora también versión de su single en un video de Youtube,… aunque sin imágenes.

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La banda está formada por cuatro jóvenes que rondan los 20 años y que demuestran que las cosas en Arabia Saudí están cambiando. Cantan en inglés y llevan piercings pero mantienen en secreto sus sesiones de jam. Y aunque han hablado ya con varios periodistas -incluso del NY Times- no han dado su nombre completo, ni posado en fotografías. Lo que hacen rompe varias normas sociales en su país, pero han conquistado ya a un buen número de seguidores dentro y fuera del mundo árabe.

Qué cabeceras acaban de reducir plantilla, qué medidas de ajuste están implantando, qué columnistas cambian de periódico o qué medios se vuelcan en la red para mejorar sus números… Estas y en general todas las noticias sobre la crisis de la prensa pueden seguirse desde una cuenta de Twitter llamada The Media is Dying («Los medios se están muriendo»). Tiene la particularidad de ser concisa y directa, ya que los mensajes sólo admiten 140 caracteres, y cuando no han podido confirmar una noticia la lanzan avisando de que es un rumor.

La cuenta de Twitter The Media is Dying

The Media is Dying es casi como un pequeño medio en si mismo que incluso ha captado la atención del New York Times. Tiene más de 4.600 seguidores y siete personas colaboran en el. Verifican hasta donde pueden la información que publican, pero también dan «cancha» a los rumores y noticias sin confirmar, aunque avisando con una etiqueta diferente.

El proyecto empezó como un servicio cerrado e interno para el sector de las relaciones públicas y la comunicación. Pero pronto se hizo muy popular y pasó al formato abierto. Existen varios blogs o diarios digitales centrados en la situación de los medios, pero este es el primero que lo hace en formato de microblogging. (Fuente: 233 grados)

Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «El caso Madoff es el escándalo que faltaba. Esto ha sido un saqueo, una cueva de Alí Babá. Todo lo que hemos ido conociendo desde que estalló la crisis lo demuestra, desde las subprimes hasta Madoff todo es timo, enriquecimientos compulsivos y descontrol. Eso del descontrol provoca asombro entre los ciudadanos comunes. Su experiencia les dice que ante el menor descuido económico saltan todas las alertas y comienzan a desfilar inspectores y abogados, no pueden creer que haya mares infestados de tiburones financieros en los que no se detectan movimientos de miles de millones de dólares.

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Caso Madoff: fallaron los supervisores, desde luego, de forma lamentable. Pero ¿y ese club de clientes selectísimos, todos ellos grandes expertos financieros, llevándose rentabilidades del 70, 80 y hasta el cien por ciento, no notaban nada extraño? Es un misterio que se añade al cada día mas inescrutable enigma de los bancos. Veamos nuestro país: ¿sabe alguien para qué exactamente están siendo ayudados y avalados los bancos por el estado? Si se dice que es para que hagan circular el dinero, ¿cómo se come que haya que pedirles por favor que lo hagan? Si no les ocurre nada ¿qué les ocurre? Las preguntas están en la calle. Ya son millones los ciudadanos que, mas o menos modestamente, tienen o han tenido que ver con la bolsa, los fondos y otros activos, y van a exigir la transparencia que a ellos se les exige. En este y en otros capítulos, he aquí unos ejemplos: ¿podemos soportar por más tiempo el escándalo de los paraísos fiscales? ¿por qué reconoce España sociedades registradas en paraísos fiscales en los que no tienen ninguna actividad mercantil? ¿por qué no hemos traspuesto a nuestra legislación la ultima directiva sobre blanqueo de capitales? No puede haber dos mangas, una estrecha para el dinero común y otra ancha para el gran dinero. Está a punto de concluir la edad de la inocencia.»

P. ¿Se sigue interrogando a los presos? ¿A cuántos de ellos?

R. Sí. No sé en qué proporción, pero sí. El centro de detención sigue funcionando con normalidad hasta que se nos comunique lo contrario, y eso incluye los interrogatorios. Pero no se les obliga a nada. Es voluntario. Es como una conversación, en una sala, y cuando quieren se marchan. Y aproximadamente un tercio se producen previa petición del detenido.

P. Han pasado casi siete años desde que llegaron los primeros prisioneros a Guantánamo. ¿Cómo es posible que sigan obteniendo información relevante?

R. Los interrogatorios no sólo tienen como objetivo lograr información contra el terrorismo, sino también mantener la seguridad de la base. Pero sí, seguimos obteniendo información. Por eso continuamos. [sigue EL PAIS]

 Estoy terminando de escribir un libro y por eso estoy temporalmente ausente de este blog. Pero hoy hago una excepción:

Me escribe un amigo iraquí contándome algunas cosas que se dicen y leen por allá a raíz del zapatazo que un periodista lanzó a Bush. De todos ellos, me llama la atención una adivinanza que ya alguien se ha inventado en Irak: 

«Adivina: Un arma sencilla, completamente diferente al concepto de tecnología de la Nasa y el Pentágono, no hace ruido, no se ve por infrarrojos ni radares. Su combustible es una carga de angustia y enfado. Resultado: El zapato del periodista Muntadhar al-Zeidi

La tarea periodística consiste en lanzar preguntas, no zapatos. Pero en Irak nada es lo que debería ser. Es un territorio ocupado por tropas extranjeras, donde se ha instalado el caos y la violencia, donde han muerto ya más de un millón de personas a causa de la guerra y cinco millones más se han visto obligadas a abandonar sus hogares y vivir como refugiados. El periodista Muntadhar sin ir más lejos fue secuestrado y golpeado el pasado año. Y alguno de sus compañeros ha sido asesinado. Para alguien como él tener en frente a Bush no debió ser fácil. Cualquier buen periodista le habría preguntado por la voz de su conciencia:

«¿Qué piensa por las noches, señor Bush? ¿Sueña con los muertos y heridos de Irak, con los torturados de Guantánamo, Abu Ghraib y otras cárceles secretas, o con el mundo que deja, en el que la Carta de los Derechos Humanos parece una utopía? ¿Se siente bien por haber anulado durante tanto tiempo en algunos lugares el hábeas corpus, pilar fundamental de la democracia estadounidense? «

El periodista iraquí Muntadhar optó por algo más incorrecto pero eficaz, ya que su zapatazo ha dado la vuelta al mundo como una metáfora del fin del mandato de Bush. Su gesto iba motivado sin duda por la angustia y elenfado. Una buena parte de Irak se ha solidarizado con él: Si hubieran tenido a Bush delante, habrían hecho lo mismo.

Recuerdo hoy un encuentro que unos periodistas españoles tuvimos con Donald Rumsfeld en 2005. Fue en el Pentágono, en Washington DC. Era una época en la que Rumsfeld se escondía de la prensa estadounidense, para evitar preguntas incómodas sobre el escándalo de Abu Ghraib. Y allí estábamos nosotros, con la oportunidad de poder lanzarle las cuestiones que todo el planeta se formulaba. Nos arremolinamos en torno a él, y le pregunté: ¿Cómo va la investigación sobre Abu Ghraib? ¿Nadie va a ir a juicio? ¿Qué responsabilidad tenía usted? Me miró de arriba abajo, se rió, y dijo: «Siguiente pregunta». Confieso que pensé en una mujer de Irak a la que conozco, que fue torturada en Abu Ghraib, y se me pasó por la cabeza lo del zapatazo. Así, de manera fugaz.

En fin, confiemos en que Muntadhar sea tratado correctamente en la cárcel y que no sea torturado. Hoy comentaba un periodista en Al Jazeera que, según las leyes iraquíes, podrían caerle entre dos y siete años de prisión. ¿Cuántos años deberían pasar encerrados entonces los responsables del desastre de Irak? ¿Qué delito es mayor? ¿Lanzar un zapato cargado de rabia o lanzar bombas y balas sobre inocentes?