El diario británico ha escogido Hostal dos Reis Católicos de la capital gallega como uno de los cinco mejores hoteles españoles reconocidos por su cocina. The Times destaca la historia, la ubicación y los espacios interiores del Parador de Santiago de Compostela junto a otros cuatro hoteles de Álava, Granada, Toledo y Valencia.

La edición digital de The Times ha publicado un reportaje de Caroline Hendries sobre los destinos más apetecibles dentro de nuestro país para los amantes de la gastronomía. Además de los valores culinarios, el diario destaca curiosidades o aspectos a tener en cuenta por el turista a la hora de escogerlos como destinos.

 

Imagen de previsualización de YouTube

Y sobre el Hostal dos Reis Católicos -más conocido como Parador de Santiago- alaba su carácter histórico y su impresionante ubicación junto a la catedral de la capital gallega. Asimismo detalla que el establecimiento ostenta el título de hotel más antiguo del mundo tras ser fundado en 1499 para dar cobijo y ayudar a los peregrinos que acudían a visitar la tumba del Apóstol.

En cuanto a su interior, el artículo recoge de manera destacada ??su extraordinaria condición de parador de cinco estrellas?, sus cuatro patios, sus espaciosas habitaciones de lujo y su desayuno.

The Times también menciona en su artículo otros cuatro establecimientos españoles: el Hotel Viura en Villabuena de Álava; el Barceló la Bobadilla en Loja (Granada); el Villa Nazules Hípica Spa Hotel situado cerca de Toledo; y el Hospes Palau de la Mar de Valencia.

 Ayer tuvo lugar en Madrid el encuentro de las marchas de inginados que han atravesado el país. Además de la experiencia vital, que describían como única, se llevó la política y las demandas del movimiento de los indignados pueblo por pueblo, en una suerte de marea reivindicativa que ha salpicado toda la geografía. Los grupos han recogido preocupaciones y reclamaciones allí por donde han pasado, dejando tras sí horas de discusiones sobre problemáticas puramente políticas.

 

El fenómeno no tiene precedentes en España y sus consecuencias se harán visibles lentamente, como una vacuna inoculada en un cuerpo aparentemente anestesiado.

 

La llegada a Sol, donde esperábamos miles de personas, fue muy emocionante. Los desconocidos se abrazaban. No había grupo que no tuviera alguna experiencia que contar. La de los pueblos que les recibían con la banda municipal, o la de los agricultores que se acercaban a demostrarles que a pesar de producir la comida de este país, apenas podían comprar la suya propia, con lo que ganaban. «Pasamos por un pueblo que lleva tres años a tener agua potable» -contaban asombrados.

 

Allí hice algunas fotografías  que publico más abajo. Las hice con el Iphone y una aplicación llamada instagram que permite ciertos retoques de color y foco. También añado una foto en 360 desde el interior de la Asamblea de las diez de la noche. No te la pierdas a pantalla completa (pulsando el icono): merece la pena.

 

 

 

 

 

 

E. Robinson

Premio Pulitzer 2009, Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

Sobre Robinson

Sus columnas, ahora en radiocable.com

Otros columnistas del WP

 

   

» El espacio aéreo de seis países por lo menos es vigilado por aviación autómata, teledirigida por el ejército estadounidense o la CIA, que dispara misiles para llevar a cabo asesinatos selectivos. Estoy convencido de que este método de librar un conflicto armado sale rentable sobre el papel, pero no estoy convencido de que sea moral.

No se ha producido prácticamente ningún debate público acerca del creciente uso de vehículos no tripulados como máquinas de matar — a nivel nacional no, al menos. En los lugares en los que los ataques con vehículos no tripulados tienen lugar, se produce comprensiblemente gran escándalo. Y en el resto del mundo se plantean dudas acerca de la base legal y ética para llevar a cabo estos ataques balísticos asépticos.

Según el Washington Post, un aparato militar estadounidense no tripulado abrió fuego en Somalia la pasada semana en un intento de abatir a dos líderes del grupo islamista al-Shabab, al que se vincula con al-Qaeda. Los dos hombres resultaron heridos de gravedad en el acto al parecer, recoge el periódico citando a un alto funcionario militar anónimo.

Somalia se suma de esta forma a Afganistán, Pakistán, Irak, Yemen y Libia como países en los que vehículos a control remoto llevan a cabo ataques letales. El ataque era considerado justificado por las autoridades estadounidenses, según el Post, porque al-Shabab se había vuelto «algo más activa últimamente» y «planeaba operaciones fuera de Somalia» contra Estados Unidos y sus aliados.

La administración Obama ha incrementado sensiblemente el uso de vehículos no tripulados dotados de proyectiles balísticos, y entender el motivo es fácil. La aviación sin piloto se puede introducir en territorio hostil — y utilizarse para ubicar, rastrear y diezmar un objetivo — sin poner en peligro vidas estadounidenses. Puesto que los vehículos no tripulados están controlados electrónicamente por efectivos humanos, se pueden dirigir de formas que respondan a las cambiantes condiciones sobre el terreno: si el todoterreno de un objetivo a la huida gira a la derecha, el vehículo no tripulado también puede girar a la derecha.

La creciente dependencia de los ataques con vehículos sin piloto forma parte de la estrategia de contrainsurgencia de amplio espectro de la administración. Según el colectivo New America Foundation, que trata de llevar un registro, se han producido 215 ataques con vehículos no tripulados solamente dentro de Pakistán desde enero de 2009.

Puesto que se supone que el programa es alto secreto, las autoridades utilizan eufemismos cuando hablan de él en público. John Brennan, el asesor del Presidente Obama en materia de contraterrorismo, decía en una reciente alocución que «nuestra mejor ofensiva no va a ser siempre desplegar ejércitos considerables en el extranjero sino llevar a cabo medidas de presión quirúrgicas y focalizadas sobre los grupos que nos amenazan».

La palabra «quirúrgico» se utiliza muchísimo para describir al programa de vehículos no tripulados, aunque la cirugía se diseñó para salvar vidas, no para cobrárselas.

¿Por qué deberían las autoridades pensarlo dos veces antes de utilizar una tecnología que puede matar a nuestros enemigos sin poner en peligro vidas estadounidenses? Por un montón de motivos.

En primer lugar, está la cuestión práctica de si matar terroristas de esta forma está creando terroristas nuevos. Y en Pakistán, por ejemplo, la administración ha respondido al escándalo de la opinión pública prohibiendo los vuelos de vehículos no tripulados desde unas pistas que anteriormente habían sido un centro de operaciones, según The Financial Times.

También hay cuestiones legales. La administración Obama afirma taxativamente que el derecho internacional permite claramente la selección como objetivo de los particulares que están planeando ataques contra Estados Unidos. Pero este criterio exige contar con una información de espionaje casi perfecta — que se ha identificado al objetivo correcto, que estamos seguros de las intenciones nocivas del objetivo, que el objetivo se encuentra realmente dentro del domicilio o el coche que el vehículo no tripulado tiene en el punto de mira. Los errores son inevitables; la búsqueda de culpables dudosa en el mejor de los casos.

Lo más problemático de todo, quizá, es la cuestión moral y filosófica. No se trata de un programa bélico sino de un programa de asesinato. Sin lugar a dudas, alguien como Aymán al-Zawahiri — el otrora segundo de abordo de Osama bin Laden y líder de al-Qaeda hoy – constituye un objetivo legítimo. Pero ¿qué hacemos con otros como los «militantes» somalíes a los que les gustaría perjudicarnos pero que no han llegado a hacerlo? ¿Estamos seguros de que tienen realmente la capacidad de lanzar algún tipo de ataque? ¿Existe algún extremo en el que la antipatía hacia Estados Unidos, hasta el odio, se convierte en una ofensa capital en ausencia de cualquier acto abierto?

Una cosa es asesinar a líderes de al-Qaeda reconocidos, organización terrorista con la que estamos en guerra. Otra muy diferente es valerse de los vehículos no tripulados en Libia, contra un régimen que no plantea ninguna amenaza en absoluto a Estados Unidos.

Nos hace falta con urgencia explorar estas cuestiones, porque el uso de aviación autómata — y desde luego, de dispositivos autómatas que trabajan a control remoto en tierra o mar — se extenderá inevitablemente a medida que la tecnología mejore. Y nos hace falta recordar una antigua lección aprendida: que ningún método de enfrentamiento bélico carece de riesgos o de consecuencias.

Eugene Robinson
Premio Pulitzer 2009 al comentario político.
© 2011, Washington Post Writers Group
Derechos de Internet para España reservados por radiocable.com

Sección en convenio con el Washington Post

Las primeras hipótesis de los atentados fueron diluyéndose a lo largo de la noche. Ahora las investigaciones policiales apuntan a un ciudadano de 32 años, y al parecer próximo a la ultraderecha. Es, por lo menos, sospechoso de los disparos efectuados en la isla de Utoya. Todavía no hay noticia de que ese suceso y la explosión del coche bomba tengan relación, por lo que no se descartan otras hipótesis.

Desde el año 79 se han registrado en ese país 15 sucesos catalogados como «incidentes terroristas» por la base de datos global sobre terrorismo . En algunos casos se apuntó a simpatizantes del pueblo Kurdo, pero también se observa algún incidente más moderno relacionado con tentáculos neonazis.

Si de la investigación se deduce que el autor del coche bomba y del tiroteo, son la misma persona, o forman parte de la misma organización, Noruega se estará enfrentando a la extensión de una problemática compleja de abordar para toda Europa: el ascenso silencioso de la ultraderecha. Debería de servir como advertencia para todos los paises de su alrededor.

E. Robinson

Premio Pulitzer 2009, Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

Sobre Robinson

Sus columnas, ahora en radiocable.com

Otros columnistas del WP

 

   

» Washington tiene muchos hábitos difíciles de abandonar, y uno de los peores es el acto reflejo consistente en ver equivalencias donde no hay ninguna. De ahí el disparate, predicado por políticos y tertulianos que deberían poder verlo, que dice que «las dos partes» son igualmente culpables de las conversaciones paralizadas en torno al techo de la deuda.

Esto es patentemente falso. La verdad es que los Demócratas han dejado claro estar abiertos al compromiso en torno a recortes presupuestarios y subidas de la recaudación pública. Los Republicanos han dejado claro que ellos no.

Dicho de otra forma, los Demócratas reaccionaron al «gran acuerdo» propuesto por el Presidente Obama y el presidente legislativo John Boehner graznando, quejándose y destacando los elementos que no eran de su gusto. Esto se conoce en todo el mundo como la forma de abrir un proceso de negociación.

Los Republicanos, en cambio, respondieron con un «no» tajante y a continuación hicieron oídos sordos. Teniendo en cuenta la inminente expiración el día 2 de agosto del plazo de suspensión si el techo de la deuda no se eleva, el término idóneo para este enfoque es chantaje.

Pero aun así, la narrativa del «ambas partes tienen la culpa» cobró fuerza de alguna forma después de que Boehner anunciara el sábado que los legisladores Republicanos no apoyarían ninguna subida de la recaudación, punto. Se trazó una falsa equivalencia entre el rechazo tajante de los Republicanos a la reforma tributaria «abierta a subir los impuestos» y la oposición Demócrata menos tajante a «los recortes de las pensiones» de la seguridad social y el programa de la tercera edad Medicare.

La crónica adulterada dice que el electorado radical de derechas que tiene el Partido Republicano y el electorado radical de izquierdas del Partido Demócrata son igualmente culpables del hundir el acuerdo.

Aparquemos, por el momento, el hecho de que dentro de la propuesta Obama-Boehner, habría alrededor de tres dólares de recorte por cada dólar tributario. No nos detengamos a preguntar si tiene sentido o no rebajar de forma drástica el gasto público cuando la economía sigue calándose en la peor recesión registrada en décadas. Centrémonos mejor fijamente en la política del acuerdo.

Cierto es que la responsable de la oposición en la Cámara Nancy Pelosi se puso a gritar como si la atacaran por la espalda al saber que los programas de las pensiones se estaban contemplando. Pero sus reparos — y los de los Demócratas en general — son filosóficos y tácticos, no tajantes.

Los progresistas entienden que el programa Medicare de los ancianos y la seguridad social no son sostenibles en su actual rumbo; a largo plazo, los dos tienen que cuadrar su recaudación y sus gastos. La postura de Pelosi es que cada programa debe abordarse con la vista puesta en la sostenibilidad — no como parte de un acuerdo de última hora con vistas a una subida mínima del techo de la deuda que nos financie durante dos o tres ejercicios más.

También es cierto que los Demócratas están convencidos de poder hacerse con una importante cantidad de escaños en la Cámara el año que viene a base de poner de relieve los planes Republicanos de convertir el Medicare en un programa de copago. Ellos no quieren que los Republicanos puedan señalar y decir: «Mire, los Demócratas también quieren recortar el Medicare».

No hay nada en estos reparos Demócratas, sin embargo, que no se pueda refinar creativamente. Se puede decir que realmente no se «recorta» una pensión, por ejemplo, si lo que hace es limitar el ritmo al que crece su gasto. Puede compensar el gasto con nuevas fuentes de recaudación, y se puede hacer de forma que se dé un respiro a los contribuyentes de renta modesta. Los Demócratas dejan la puerta abierta y estas opciones se podrían explorar.

La crónica por la parte Republicana es totalmente distinta. También hay formas de refinar la promesa de «nada de impuestos nuevos». En lugar de subir los tipos impositivos, puede cerrar lagunas en nombre de la reforma; se puede añadir una mejora por aquí, una «tarifa» por allá, y se puede obtener la recaudación que hace falta y seguir sosteniendo que usted no ha votado a favor de subir los impuestos.

Pero los Republicanos adoptan la postura de que no se puede recaudar un centavo de recaudación nueva, con independencia del eufemismo. Ciertos Demócratas, sí, se muestran picajosos y cascarrabias. Pero los Republicanos se niegan tajantes a negociar cualquier cosa. Que no es lo mismo.

Comprendo el motivo de que el Presidente Obama, en su rueda de prensa del lunes, reprendiera a «cada una de las partes» por adoptar una «postura maximalista». Por razones políticas y prácticas en la misma medida, le sale a cuenta dar el pego como mediador honesto.

Mientras tanto, sin embargo, el tiempo corre hacia el 2 de agosto y la posibilidad de un descubierto catastrófico se vuelve paulatinamente más real. Y nadie debería de llevarse a error en lo que afronta el presidente: Por una parte, quejidos y refunfuños. Por la otra, una pared. »

Eugene Robinson
Premio Pulitzer 2009 al comentario político.
© 2011, Washington Post Writers Group
Derechos de Internet para España reservados por radiocable.com

Sección en convenio con el Washington Post

Posiblemente es prematuro hablar del yihadismo como responsable del atentado en Noruega, aunque sin grupos terroristas allí y con problemas fronterizos menores, no parece muy desenfocado.  Y desde luego, independientemente de su autoría, lo ocurrido es un drama de gran impacto para una sociedad tan poco acostumbrada a sufrir atentados, vengan de donde vengan.

En julio 2010 la policía desarticuló una célula de Al Qaeda en Noruega y Alemania con tres detenidos.  La prensa noruega señaló que preparaban un atentado de grandes dimensiones, como los que sufrimos en Madrid el 11 de marzo de 2004.
Además, las tropas noruegas participan en la misión de la OTAN en Afganistán y formaron parte de la coalición que invadió Irak en 2003, aunque sus efectivos se retiraron del país en 2005. Y recientemente varios diarios publicaron las polémicas viñetas de Mahoma.

Así que todo lleva a pensar en esa autoría. De ser así, los acontecimientos nos volverán a mostrar que ni la intervención en Afganistán, ni en Irak, ni en otros países del mundo árabe, han conseguido hacer del nuestro un mundo más seguro. La estrategia belicista no es adecuada para un terrorismo deslocalizado, que incluso vive durmiente entre nosotros. Más bien al contrario: el belicismo es gasolina en la hoguera de los fanatismos.

El terrorismo es también un fracaso de la sociedad occidental.

En nuestro «mundo desarrollado», hemos logrado un importantísimo grado de progreso y de convencimiento de que la paz y la vida humana, tienen el mayor de los valores. Sin embargo esos valores no hemos sido capaces ni de exportarlos ni de instalarlos con firmeza.

El terrorismo permanece entre nosotros, a veces dormido, y mientras no abramos una reflexión profunda sobre la naturaleza del mismo y sobre la forma de abordarlo, tendremos que estar dispuestos a que nos despierte con brutalidad de esta falsa ensoñación que hemos fabricado.

El terrorismo no es culpa de los ciudadanos de occidente pero es un pequeño fracaso de nuestra capacidad para la seducción moral.

Las marchas de protesta que este fin de semana confluyen en Madrid y las nuevas estrategias del Movimiento 15M -más conocidos fuera de España como Los Indignados- suscitan un alto grado de interes en la prensa extranjera. Su apuesta por organizarse y actuar a nivel local, las sentadas contra los embargos o las marchas y manifestaciones que preparan se resaltan internacionalmente como la prueba de que lejos de desaparecer, el movimiento de los indignados se ha reinventado.

Imagen de previsualización de YouTube
Información en Telesur, un canal latinoamericano

La revista Time se fija en las ultimas acciones del movimiento: «ha continuado sus protestas contra el elevado desempleo, la corrupción política y otro paquete de temas celebrando asambleas regularmente a nivel de barrio, han lanzado también una marcha de protesta que alcanza Madrid este fin de semana. Pero han sido las manifestaciones contra los desahucios las acciones que han recibido mayor atención mediática y para muchos de los participantes han sido las más satisfactorias»

Liberation destaca que «en España, los indignados juegan en la proximidad. Los partidarios del movimiento del 15M protagonizan ahora acciones locales, infiltrandose en las juntas vecinales en Madrid. Están indignados distrito a distrito. Llegar a los ciudadanos locales, escuchar sus necesidades, recoger en cada rincón el enorme deseo de actuar que vive la población: es la nueva forma de organización del movimiento de protesta nacido en Madrid. Indignación a nivel local uno, a través de la celebración de reuniones semanales popular en todas las partes de la capital española.

Al proyectar su energía cerca de la gente, multiplicando los centros de decisión y espacios de acción, el movimiento ha estallado, sin disperarse. Al contrario se ha regenerado y atrae a nuevos participantes cada día. A pesar de lo que se ha dicho sobre el inevitable declive de los «Indignados», pronosticándose que «no pasarían del verano», cuando el conjunto de España se encuentra inmersa en el sopor de las vacaciones, los vemos resurgir de nuevo en otra forma de movilización: la indignación cercana.

Il Fatto Quotidiano habla de «Marcha de Indignados desde 20 ciudades a Madrid». El texto explica: «Desde 20 ciudades comenzaron el viaje para llegar a Madrid. Las caravanas de indignados, influenciados por las palabras del poeta Antonio Machado «Caminante no hay camino, se hace camino al andar», avanzan lentamente, paso a paso para llegar a la capital española el 23 de julio.  A pie o en moto, los participantes siguen las rutas exactas, dando la bienvenida a los nuevos miembros en el camino y aceptando el apoyo de la gente. Las caravanas, con su lento avance, representa un movimiento que quiere convertirse en la víctima de una sociedad que analiza rápidamente, y se olvida aún más rápido.

Frankfurter Allgemeine Zeitung asegura en una crónica de Paul Ingendaay titulada ??¡Esta política no nos representa!? que «el movimiento de protesta español de los ??indignados?? no ha desaparecido. Mientras un país empobrecido se enfrenta a las próximas actuaciones, han aparecido numerosos libros que intentan explicar el fenómeno del ??15- M??. Coinciden en apreciar que la concienciación divide la historia española en un antes y en un después La insatisfacción ha captado a amplias partes de la población, que responden a las protestas con simpatía.

Se espera que en octubre vuelva a tener lugar una nueva manifestación, esta vez con participación internacional. Podemos presuponer que ésta está siendo brillantemente organizada en Facebook y en Twitter. Lo que proseguirá no puede presagiarse. Hasta ahora, ningún partido ni ningún sindicato ha podido sacar provecho de los ??indignados??. Si sus propósitos se agotan en ??acciones??, se vería cumplida la creencia fatalista en la invariabilidad de las cosas. En ese caso tendría razón el filósofo Fernando Savater, que se mofó del ??movimiento 15-M?? afirmando que se trataba de una concentración de bobos. Savater responde a las duras críticas contra la democracia de partidos española con una réplica obstinada: ??¡Estos políticos sí nos representan! ¡Los hemos votado!?.

Deustche Welle recoge: «Activistas españoles encauzan su rabia impidiendo desahucios. Mientras la crisis económica sigue mordiendo a España, más y más familias están luchando para pagar sus hipotecas. Pero los defensores de una normativa de vivienda justa estan impidiendo embargos.

El diario argelino El Watan se hace eco de que «la marcha por la revolución continua. Desde hace semanas y cuando todo el mundo presagiaba el fin total de la ola de protesta, cientos de miles de españoles, desde muchas ciudades y pueblos están en el camino a Sol. Quieren reagruparse el 22 de julio para participar en la marcha de «un millón«, un evento que está programado el 23 de julio».

El diario digital holandés Expatica apunta que: «Marchas de protesta de ‘Indignados’ convergen el sábado en el centro de Madrid en la víspera de una manifestación por las calles de la capital española. Activistas con sacos de dormir y lonas partieron de ciudades de todo el país a finales de junio, entre ellas Barcelona, Málaga y Valencia, ante el aplauso de sus simpatizantes. Han pasado por pueblos y aldeas a lo largo del camino, celebrando reuniones en cada parada para difundir su mensaje en contra del desempleo, los recortes del estado de bienestar y la corrupción».

La Fiscalía Anticorrupción se opone a que la Audiencia Nacional investigue penalmente en España a las agencias de calificación de riesgos Standard & Poor’s, Moody’s y Fitch. Creen que sus decisiones perjudicaron economicamente a España, pero aseguran que no ven indicios de delito. El Ministerio Fiscal se niega así a que el juez Pablo Ruz admita a trámite la querella presentada por abogados y organizaciones sociales y políticas en España.

El pasado mes de febrero, se supo que un grupo de abogados, dirigidos por Gonzalo Boye y Jaume Assens, y organizaciones sociales como el Observatorio para el Cumplimiento de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, Izquierda Unida y ATTAC se unieron para presentar una demanda contra las tres grandes agencias internacionales de rating.

Era el primer intento en Europa de que Standard & Poor’s, Moody’s y Fitch, que según todos las valoraciones jugaron un papel clave en el origen de la crisis al respaldar los productos basura -y que ahora han vuelto a manifestarse contra el rescate de la UE a Grecia-, tuvieran que rendir cuentas. La noticia tuvo repercusión en numeroso medios internacionales.

Edificio de S&P
(Foto: Flickr/Williambuell)

El Ministerio Fiscal entiende sin embargo que no existen indicios para probar que las agencias alteraran los precios del mercado bursátil y utilizasen información privilegiada. «El inicio de un procedimiento penal contra las agencias de ‘rating’ querelladas supondría -a la luz de los datos de los que hoy se dispone- la apertura de una causa general en averiguación de posibles delitos de los que en la actualidad no existe noticia», sostiene el fiscal.

En el informe remitido al Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Anticorrupción rechaza que la decisión tomada inicialmente por Standard & Poor’s y replicada por Moody’s y Fitch «se basara en datos falsos», al tiempo que considera que «tampoco parece absurda, infundada ni contradictoria con la opinión generalizada de las más reputadas organizaciones económicas mundiales».

En sus conclusiones argumenta que no ve indicios de que hayan cometido delitos contra el mercado y los consumidores al rebajar en varias ocasiones desde 2009 la calificación de la deuda española. Unas decisiones que «perjudicaron económicamente a España» porque «hay un efecto directo entre las revisiones a la baja de la deuda española por parte de estas agencias de calificación y el encarecimiento de la financiación del Estado a través de la emisión de la deuda pública». Pero aseguran que estas acciones no han sido denunciadas por el perjudicado directo que sería el Estado español.

La dimisión de Francisco Camps ha tenido impacto en el extranjero y varios medios, sobre todo franceses, la recogen como noticia destacada. Explican que el presidente valenciano va a ser juzgado por el caso Gürtel y que su renuncia despeja el camino de Rajoy de cara a las generales. Y todos los medios extranjeros recogen además que Camps era uno de los objetivos del movimiento 15M que le señala como «arquetipo de la corrupción política».

 

Le Figaro apunta: «La derecha española hace limpieza en sus filas». El artículo de su corresponsal Matthieu de Taillac recoge «Yo me sacrifico para que Mariano Rajoy sea el próximo presidente del gobierno.» Con estas palabras grandilocuentes el Presidente de la Comunidad Valenciana (Partido Popular, de centro derecha), acusado de corrupción, anunció su renuncia el miércoles por la noche. Nadie ha tratado de contradecirle, la salida de Francisco Camps elimina de forma efectiva una espina del pie de Mariano Rajoy, candidato del Partido Popular en las próximas elecciones generales«.

Y sobre la forma de conducir la crisis de Rajoy explica: «Públicamente, el presidente del Partido Popular siempre ha defendido a Camps, «un hombre honesto« segun él. El valenciano fue uno de sus aliados incondicionales durante su dificil renovación a la cabeza del partido en 2008. Fiel a su costumbre, Rajoy ha preferido la paciencia al golpe de mano. El nuevo acuerdo le da al partido el derecho a erigirse en un modelo de virtud.«

Le Monde destaca: «En España, impactante dimisión con la corrupción como fondo».  En el texto recogen: «El presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, que debe ser juzgado por corrupción, anunció su renuncia. Camps ha asegurado que es «totalmente inocente» en un discurso en la sede de la presidencia regional. Este cercano al lider de la derecha española Mariano Rajoy, considera su renuncia como un «sacrificio personal» por el bien de su partido, el Partido Popular (PP) y España. Poco antes de su dimisión, otros dos altos cargos de la derecha local que van a  ser juzgados en el mismo caso se habían declarado culpables».

Les Echos habla de: «Revuelta en la derecha española». La crónica de Jessica Berthereau dice: «acusado de corrupción en relación con el famoso caso Gürtel, que dura ya casi dos años y medio, Francisco Camps, ha reiterado su «inocencia» en una conferencia de prensa en la que se negó a responder preguntas de los periodistas. Próximo al líder de la oposición Mariano Rajoy, Francisco Camps, ha sido presionado por miembros de su partido, según la prensa española. ¡Qué lío, de hecho, que el jefe de una comunidad autónoma se enfrente a un juicio en plena campaña electoral!»

El Frankfurter Allegemeine Zeitung titula: «Inocente en términos de trajes. En España, el Partido Popular contaba firmemente con que Francisco Camps, el jefe de gobierno de la región de Valencia, reconocería haber aceptado prendas valiosas como regalo. Sin embargo, ahora ha preferido dimitir ?? quiere que tenga lugar el proceso… Durante mucho tiempo, los cuatro sospechosos de la trama ??Gürtel?? afirmaron haber pagado ellos mismos sus vestimentas. Sin embargo, ninguno de ellos pudo presentar una factura. Camps dijo que había pagado sus trajes en metálico con dinero procedente de la caja de la farmacia de su mujer?.

«El juez Flors no se dejó impresionar por ello y anunció que el proceso judicial se celebraría en otoño. En la sede central del Partido Popular en Madrid sonaron todas las campanas de alarma, puesto que para otoño se esperan también elecciones anticipadas en España. Ni el candidato conservador a la presidencia, Mariano Rajoy, ni su partido querían ver contrastada la victoria electoral, que creen segura, con un inhóspito programa jurídico en Valencia con ecos mediáticos en todo el territorio nacional».

Der Standard se hace eco de que «acusado de corrupción, dimite el presidente de Valencia. Se retira para no dañar innecesariamente la reputación del lider de la oposición Mariano Rajoy con miras a las elecciones parlamentarias de 2012″.

El Salzburger Nachrichten asegura: «Un popular dicho entre politicos y empresarios españoles reza «Tú me das, y yo te voy a dar». Tener buenos «amigos» en el Ayuntamiento o en el gobierno es la mejor manera de que los empresarios se conecten a un lucrativo contrato público o un negocio de bienes de millones de dólares. España sigue siendo un paraíso para sobornar y con Grecia, Italia y Portugal es de los países más corruptos de la Unión Europea.  Sólo una vez el destacado político español tropezó con un escándalo de soborno: Francisco Camps, tras ocho años como  primer ministro conservador de la región mediterránea española de Valencia, ha tenido que renunciar».

La Nación subraya desde Argentina: «España, entre la incertidumbre y el escándalo político». La crónica de Adrián Sack habla de como «Francisco Camps, presidente de la Comunidad Valenciana y figura prominente de la fuerza que aspira a llegar al Palacio de la Moncloa el año próximo, anunció su sorpresiva dimisión luego de manifestarse inocente en la causa que se le sigue por «cohecho impropio». En esa causa se investiga la aceptación, por su parte, de una supuesta donación de varios trajes a medida para uso personal por un valor de 14.000 euros. Pero el caso se transformó en escándalo luego de que el juez instructor del Tribunal Superior de Justicia de Valencia, José Flors, señaló que ??existen indicios?? de que Camps recibió los trajes a cambio de conceder contratos públicos en favor de empresarios de su amistad en el sector de la construcción?.

El Shangai Daily recoge: «Un conservador español dimite por sus vínculos con la corrupción. Francisco Camps, jefe del gobierno regional de Valencia, renunció a su cargo a causa de su relación con a un caso de corrupción de larga duración. Camps supo la semana pasada que tendría que ser juzgado por el supuesto regalo de cuatro trajes, valorados en 12.000 euros del empresario Francisco Correa, como parte del escándalo de corrupción «Gurtel«.«

E. Robinson

Premio Pulitzer 2009, Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

Sobre Robinson

Sus columnas, ahora en radiocable.com

Otros columnistas del WP

 

   

- ¿Los progresistas están interesados en reducir la deuda nacional? Por supuesto que sí, al margen de lo que a la Casa Blanca le pueda parecer.

«Pensamos que evidentemente hay Demócratas que no sienten la misma inquietud por la reducción del déficit (que el Presidente Obama)», decía el miércoles el asesor David Plouffe durante un desayuno con la prensa y los columnistas. Pero eso no es evidente en absoluto. Ni siquiera es cierto.

No hay dudas del destino al que hemos de llegar. La duda es el camino a seguir.

Claramente, el gobierno federal no puede seguir gastando a un ritmo del 25 por ciento del PIB mientras ingresa una recaudación inferior al 15 por ciento del PIB, como es el caso este ejercicio. Llegaremos al extremo en el que la servidumbre de la deuda desplaza a la sanidad, la educación y el resto de prioridades del gusto más próximo a los progresistas. Las inversiones de calado que el país necesita hacer desesperadamente — infraestructuras e investigación energética, por ejemplo — serían imposibles. La decadencia sería inevitable.

La forma de evitar este triste futuro es armonizar el gasto público y la recaudación. Sí, habrá dolores y sacrificio. Pero no es necesario – ni inteligente — cargar un porcentaje desproporcionado del peso a la espalda de los pobres, los ancianos y la castigada clase media.

¿Cuál es la alternativa? Bueno, podríamos empezar reconociendo que aunque el gasto público es demasiado considerable, en términos históricos la recaudación es mucho más escasa. Habríamos de gravar y gastar alrededor del 20% del PIB, lo que significa que un programa sensato y justo de reducción de la deuda a largo plazo habría de incluir recortes del gasto público y subidas de la recaudación en franjas equivalentes a grandes rasgos.

Empezar permitiendo que expiren las ventajas fiscales que disfrutan los hogares que ganan más de 250.000 dólares al año implantadas en la era Bush; esto recortaría el déficit alrededor de 700.000 millones de dólares a una década. Añada la recaudación que se ganaría cerrando lagunas fiscales de las que Obama sigue hablando — eliminar ciertas deducciones a las rentas altas, exigir que los gerentes de los fondos de inversión paguen impuestos de la misma carga impositiva que sus chóferes, eliminar la deducción de los propietarios de aviones privados, y demás — y al momento se situará en las inmediaciones del billón de dólares.

El tipo fiscal corporativo nominal del 35% es una broma, puesto que las grandes empresas en realidad no pagan tanto; esas lagunas también se pueden cerrar. A continuación podríamos contemplar medidas con mayor impacto — digamos, subir o eliminar el límite de las retenciones en las nóminas.

La idea es que no hace falta tener mucha imaginación para llegar a un tiro de piedra de los 2 billones de dólares en medidas de reducción del déficit a 10 años — fijándose exclusivamente en la parte de la recaudación pública. Es la mitad de los 4 billones que tanto los Republicanos como Obama han fijado como objetivo.

Habría de producirse una cantidad equivalente en recortes del gasto público. Pero, ¿qué sentido tiene empezar por el trozo más pequeño del pastel — menos del 20% — que se denomina gasto «administrativo independiente de la defensa»? Es simplemente imposible encontrar el suficiente ahorro en ese capítulo.

Los conductores del desbocado gasto público federal son los gastos sanitarios y los presupuestos del Pentágono. Deje aparte la sanidad por el momento y fíjese en el hecho de que el gasto militar se ha venido a duplicar desde el año 2002. ¿Estamos el doble de seguros? ¿En serio nos podemos permitir gastar dos tercios de billón de dólares al ejercicio en defensa?

Si podemos recortar el gasto del Pentágono un 15% — sé que estoy soñando, pero permítame el arrebato — ahorraríamos otro billón a 10 años.

Entonces tendría sentido ocuparse del gasto médico. Sondeos y resultados electorales confirman que los estadounidenses quieren un estado que proporcione cobertura sanitaria a los pobres y los ancianos. Si es lo que vamos a seguir haciendo, y si no vamos a arruinar las arcas públicas, entonces hemos de hacer otro gesto para rebajar los costes.

Es imprudente mencionar este hecho, pero otros países desarrollados logran mejores resultados sanitarios por la mitad más o menos de lo que pagamos nosotros. Hacen esto a través de sistemas sanitarios de fondo común, muchos de los cuales prestan servicios a través de aseguradoras privadas. El excepcionalismo americano es motivo de celebración cuando, como en muchos casos, nos da ventaja — nuestro aperturismo tradicional a la inmigración, por ejemplo. Pero ¿a qué viene ser excepcional en terrenos en los que nos quedamos atrás claramente?

Existe realmente una forma de eliminar estos asfixiantes déficits con justicia y la vista puesta en un futuro más brillante. Casualmente resulta ser la forma progresista.

Eugene Robinson
Premio Pulitzer 2009 al comentario político.
© 2011, Washington Post Writers Group
Derechos de Internet para España reservados por radiocable.com

Sección en convenio con el Washington Post