TEXTO DE REFERENCIA: La cumbre de Copenhague

ARTÍCULO CONJUNTO DE 56 PERI?DICOS DE 45 PAÍSES

Hoy, 56 periódicos en papel en 45 países han decidido dar el paso sin precedentes de hablar con una sola voz a través de un editorial común. «Lo hacemos -señalan- porque la humanidad se enfrenta a una grave emergencia.» [Radiocable.com se suma al Editorial común.]

Si no nos unimos para emprender acciones decisivas, el cambio climático causará estragos en nuestro planeta y, con él, en nuestra prosperidad y nuestra seguridad. Los peligros son evidentes desde hace una generación. Ahora, los hechos han empezado a hablar por sí solos: 11 de los últimos 14 años han sido los más calientes que se registran, el casquete polar del Ártico está derritiéndose y la increíble subida de los precios del petróleo y los alimentos el año pasado nos ofrece un anticipo del caos que se avecina. En las publicaciones científicas, la cuestión ya no es si la culpa es de los seres humanos, sino cuánto tiempo nos queda para limitar los daños. Y, sin embargo, hasta ahora, la respuesta del mundo ha sido débil y desganada.

El cambio climático se ha ido produciendo durante siglos, tiene consecuencias que persistirán para siempre y nuestras perspectivas de controlarlo se van a decidir en los próximos 14 días. Pedimos a los representantes de los 192 países reunidos en Copenhague que no vacilen, que no caigan en disputas, que no se echen las culpas unos a otros, sino que aprovechen la oportunidad surgida del mayor fracaso político contemporáneo. ?sta no debe ser una lucha entre el mundo rico y el mundo pobre, ni entre el Este y Occidente. El cambio climático afecta a todos, y todos deben resolverlo.

La base científica es compleja pero los datos están claros. El mundo necesita tomar medidas para limitar el ascenso de la temperatura a 2 grados centígrados, un objetivo para el que será preciso que las emisiones mundiales alcancen su tope y empiecen a disminuir entre los próximos cinco y 10 años. Una subida mayor, de 3 o 4 grados centígrados -el mínimo aumento que, siendo prudentes, podemos prever si no se hace nada-, secaría los continentes y convertiría tierras de cultivo en desiertos. Podría extinguirse la mitad de todas las especies, millones de personas se verían desplazadas y el mar inundaría países enteros.

Son pocos los que creen que, a estas alturas, pueda salir de Copenhague un tratado perfectamente definido; sólo fue posible empezar a avanzar verdaderamente en esa dirección con la llegada del presidente Obama a la Casa Blanca y el cambio total en la política de obstruccionismo que Estados Unidos mantenía desde hace años. Y el mundo sigue estando a merced de la política interior norteamericana, porque el presidente no puede comprometerse por completo a emprender las acciones necesarias hasta que el Congreso lo autorice.

Pese a ello, los políticos, en Copenhague, pueden y deben ponerse de acuerdo en los elementos esenciales de un acuerdo justo y eficaz y, sobre todo, en un calendario firme para que ese acuerdo se convierta en tratado. Deberían imponerse como plazo la reunión de la ONU sobre el clima que se celebrará el próximo mes de junio en Bonn. Como dice un negociador: «Podemos ir a la prórroga, pero no podemos permitirnos el lujo de volver a jugar el partido».

El núcleo del acuerdo debe ser un pacto entre los países ricos y los países en vías de desarrollo que aborde cómo se va a repartir la carga de luchar contra el cambio climático y cómo vamos a compartir algo que ahora es muy valioso: el billón aproximado de toneladas de carbono que podemos emitir antes de que el mercurio ascienda a niveles peligrosos.

Las naciones ricas son aficionadas a señalar la verdad aritmética de que no puede haber solución hasta que algunos gigantes en vías de desarrollo como China tomen medidas más radicales que hasta ahora. Pero el mundo rico es responsable de la mayor parte del carbono acumulado en la atmósfera, tres cuartos del dióxido de carbono emitido desde 1850. Ahora tiene el deber de tomar la iniciativa, y cada país desarrollado debe comprometerse a serias reducciones que disminuyan sus emisiones a un nivel muy inferior al de 1990 de aquí a 10 años.

Los países en vías de desarrollo pueden destacar que no son ellos los causantes del grueso del problema y que las regiones más pobres del mundo van a ser las más afectadas. Pero van a contribuir cada vez más al calentamiento y, por consiguiente, también ellos deben comprometerse a emprender acciones significativas y cuantificables. Aunque no han llegado a lo que algunos esperaban, los recientes compromisos de los dos mayores contaminantes del mundo, Estados Unidos y China, han sido pasos importantes en la debida dirección.

La justicia social exige que el mundo industrializado rebusque en su cartera y se comprometa a dar dinero para ayudar a los países más pobres a adaptarse al cambio climático y a suministrarles tecnologías limpias que les permitan tener un crecimiento económico sin aumentar sus emisiones. También es preciso fijar la arquitectura de un futuro tratado, con una rigurosa vigilancia multilateral, recompensas justas a cambio de la protección de los bosques y la evaluación creíble de la «exportación de emisiones» para que la carga acabe repartiéndose de forma más equitativa entre quienes fabrican productos contaminantes y quienes los consumen. Y la justicia exige también que la carga que corresponda a cada país desarrollado tenga en cuenta su capacidad de soportarla; por ejemplo, los miembros más nuevos de la UE, a menudo, mucho más pobres que «la vieja Europa», no deben sufrir más que sus socios más ricos.

La transformación será cara, pero mucho menor que la factura de rescatar al sector financiero mundial, y mucho menos costosa que las consecuencias de no hacer nada.

Muchos de nosotros, sobre todo en los países desarrollados, tendremos que cambiar nuestro estilo de vida. La era de los vuelos que cuestan menos que el trayecto en taxi al aeropuerto se acerca a su fin. Tendremos que comprar, comer y viajar de forma más inteligente. Tendremos que pagar más por nuestra energía y utilizarla menos.

Pero el paso a una sociedad que emita poco carbono ofrece la perspectiva de más oportunidades que sacrificios. Ya hay algunos países que han reconocido que hacer esa transformación puede aportar crecimiento, puestos de trabajo y mejor calidad de vida. El flujo de capitales es un dato significativo: el año pasado, por primera vez, se invirtió más en formas renovables de energía que en producir electricidad a partir de combustibles fósiles.

Para librarnos de nuestra adicción al carbono en sólo unas décadas serán necesarias proezas de ingeniería e innovación comparables a las más grandes de nuestra historia. Pero, mientras que la llegada del hombre a la Luna o la división del átomo surgieron del conflicto y la rivalidad, la carrera del carbono debe nacer de un esfuerzo de colaboración para lograr la salvación colectiva.

La victoria sobre el cambio climático exigirá un triunfo del optimismo sobre el pesimismo, de la visión de futuro sobre la estrechez de miras, de lo que Abraham Lincoln llamó «los ángeles buenos de nuestra naturaleza».

?se es el ánimo con el que periódicos de todo el mundo hemos firmado conjuntamente este editorial. Si nosotros, con puntos de vista nacionales y políticos tan diferentes, podemos ponernos de acuerdo sobre lo que hay que hacer, seguro que nuestros dirigentes también son capaces de hacerlo.

Los políticos presentes en Copenhague tienen el poder de determinar cómo nos juzgará la historia: una generación que vio un reto y le hizo frente, o una tan estúpida que vio el desastre pero no hizo nada para evitarlo. Les rogamos que tomen la decisión acertada.

Dagbladet Information (Dinamarca), Politiken (Dinamarca), Dagbladet (Noruega), The Guardian (Reino Unido), Le Monde (Francia), Libération (Francia), La Repubblica (Italia), EL PAÍS (España), De Volkskrant (Holanda), Kathimerini (Grecia), Publico (Portugal), Hurriyet (Turquía), Novaya Gazeta (Rusia), Irish Times (Irlanda), Le Temps (Suiza), Economic Observer (China), Southern Metropolitan (China), CommonWealth Magazine (Taiwan), Joongang Ilbo (Corea del Sur), Tuoitre (Vietnam), Brunei Times (Brunei), Jakarta Globe (Indonesia), Cambodia Daily (Camboya), The Hindu (India), The Daily Star (Bangladesh), The News (Pakistán), The Daily Times (Pakistán), Gulf News (Dubai), An Nahar (Líbano), Arabic Gulf Times (Qatar), Maariv (Israel), The Star (Kenia), Daily Monitor (Uganda), The New Vision (Uganda), Zimbabwe Independent, The New Times (Ruanda), The Citizen (Tanzania), Al Shorouk (Egipto), Botswana Guardian, Mail & Guardian (Suráfrica), Business Day Cape Argus Toronto Star (Canadá), Miami Herald (EE UU), El Nuevo Herald (EE UU), Jamaica Observer (Jamaica), La Brújula Semanal (Nicaragua), El Universal (México), Zero Hora (Brasil), Diario Catarinense (Brasil), Diaro Clarín (Argentina).

Este artículo lo suscriben los siguientes periódicos: Süddeutsche Zeitung (Alemania), Gazeta Wyborcza (Polonia), Der Standard (Austria), Delo (Eslovenia), Vecer (Eslovenia) Zimbabue Botsuana (Suráfrica) (Suráfrica) Traducción de María Luisa Rodríguez Tapia para EL PAIS.

Ante los ojos de los políticos, la idea de que los que escribieron el manifiesto no tengan nada que ver con los que organizaron los encuentros en la calle o con los que crearon ese grupo en Facebook que llega ya casi a los 150.000 miembros es algo ??no puede ser y además es imposible?. El estar viendo la articulación de esas ??raíces de hierba? que las nuevas herramientas tecnológicas posibilitan es algo que les supera, que les impide ver la realidad aunque la tengan delante de la nariz. De los famosos grassroots de Obama se quedaron con la copla de que había que hacer publicidad de otra manera, pero no llegaron a entender la verdadera esencia de la historia. La idea de que cuando hay mucha nieve en la ladera, cualquier bolita que tires desde arriba se convierte en un alud. Un alud que no van a poder parar, porque responde a ese mismo esquema: muchas iniciativas creadas por muy diferentes actores, no todas necesariamente exitosas, no todas necesariamente juiciosas o buenas, pero todas con un objetivo común. [lee completo a Enrique Dans]

El texto lo ha escrito Enrique Dans, uno de los ciudadanos que acudió a la reunión con la Ministra. Dans está siendo objeto de un absurdo ataque en Internet. Se le acusa de alinearse con el PP, como si uno no pudiera ser lo suficientemente libre en este pais para defender sus ideas al márgen de un partido político o incluso conectando con él. Como si uno tuviera que dar explicaciones.

«más que un ataque ad-hominem, es una caza de brujas, neo Macarthismo. Es también el mismo argumento al que recurren las dictaduras ??como la militar argentina que tenía anuncios ??¿usted sabe dónde estuvo su hijo anoche???? para sembrar sospechas..» -dice Ricardo Galli con muy buen criterio.

Como deduzco que no puede haber muchas dudas sobre mis alineamientos, ni durante el 2002, ni durante el 2004,  ni la semana pasada, me gustaría manifestar desde aquí mi apoyo sin fisuras a Enrique Dans. Me importa unas narices si Esteban González Pons sueña con las ovejas eléctricas de Dans. Porque no se trata de saber dónde estaban algunos hace 8 años. Se tratará de saber, dentro de ocho años -si no logramos impedirlo-, dónde estaba uno la semana pasada, dónde va a estar esta semana y dónde estará la semana que viene.

1975… 20 N, muere Franco

1976… 3 Julio, Suárez es nombrado Presidente por el Rey. En referéndum se aprueba la Ley para la Reforma Política. 9 Mayo, sucesos de Montejurra, 2 muertos, Fraga  Ministro de  Gobernación.

1977… 6 Enero, desaparece el temido TOP, Tribunal de Orden Público. 21, Felipe de Borbón es nombrado heredero y comienza la Semana negra en Madrid.  Día 23, manifestación por la Amnistía, la Triple A asesina a Arturo Ruíz  . 24, manifestación de protesta por los hechos del 23, un bote de humo de la policía mata a Mª Luz Nájera. 24, los  despachos laboralistas  de CCOO y UGT son asaltados. En el de Atocha 55,  4 abogados y un administrativo son asesinados y quedan gravemente heridos 4 abogados más. Es la tristemente conocida como Matanza de Atocha. Los abogados de Fernando VI, UGT, también  fueron tiroteados esa misma noche pero con la fortuna de que nadie estaba en el despacho.

9 de Abril, pasa de Sábado Santo a Sábado Rojo porque se legaliza el PCE, Partido Comunista. 12, se regula la libertad de expresión. 28, se legalizan los sindicatos.

13 Mayo, vuelve a España Dolores Ibárruri, Pasionaria

15 Junio, primeras elecciones generales de la Democracia. Gana Adolfo Suárez

22 Julio, primera sesión en el Congreso de losDiputados.

25 Octubre.  Pactos de la Moncloa. Creados para superar la crisis, los partidos políticos firman estos acuerdos  que asentaron la economía y calmaron la crispación politica. Manuel Fraga, de Alianza popular, fue el único partido que rechazó suscribir el contenido político de los Pactos.

1978…6 de Diciembre, la Constitución Española es aprobada en referéndum.

Agotador ¿verdad? pues así eran esos años llenos de vida, sorpresas, miedo, miedo, miedo, consensos y solidaridad. Todos los días pasaba algo y llegar a la Constitución  había costado mucho esfuerzo, discusiones, pataletas y disgustos y ¡por fin! estaba ahí. Cuando la tuve en mis manos no me lo podía creer y empecé a leerla. Título preliminar… primer mosqueo,  Artículo 1-3… la forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria. De allí me fui al artículo 57: 1.-  La Corona de España es hereditaria en los sucesores de S. M. Don Juan Carlos I de Borbón, legítimo heredero de la dinastía histórica. La sucesión en el trono seguirá el orden regular de primogenitura y representación, siendo preferida siempre la línea anterior a las posteriores; en la misma línea, el grado más próximo al más remoto; en el mismo grado, el varón a la mujer… y no seguí leyendo.

Yo llegué a tiempo, era una privilegiada, a pesar de ser mujer podía votar la Constitución pero… en un álbum guardo el sobre cerrado con la papeleta, ni siquiera me molesté en estrenar mis derechos, decidí no votar. Un preciado tesoro, Fernando, junto al recuerdo de amigos como Nacho Montejo o  Joaquín de Fuentes  y desde siempre una reivindicación : de todos los hombres que haya en mi vida, ninguno será más que yo.

 Aunque no soy muy mitómano mentiría si dijera que no guardo algunos preciados tesoros. De unos pocos ya he hablado: la foto que nos tomó Fernando Meirelles paseando con Saramago en Portugal; hoja y media de la Corona de Laurel con la que coronaron a Crystal Cox, por su medalla de Oro en los JJ.OO. de 2004 (-parte de la otra hoja la utilizamos, a lo Abraracúrcix,  para sazonar un asado único -que nadie ni con mucho dinero puede  degustar» prometí al grupo de personas sin hogar con el que nos lo comimos-)…, bueno, entre otros tesoritos de esta naturaleza que cuido y de los que ya hablaré.

Uno de ellos es este baldosín que me regaló Nacho Montejo. Montejo es uno de los abogados laboralistas a quien la fortuna libró de morir en la matanza de Atocha (1977). Allí fallecieron gran parte de sus compañeros de despacho. Ha sido siempre un incansable luchador por la justicia y los derechos civiles.

 

En 1992, cuando Corcuera trataba de sacar adelante la conocida como Ley de la patada en la puerta, Montejo, junto a otros abogados, decidió encargar una tirada de baldosas muy especial. Fueron concebidas para ser colocadas en la puerta de sus casas como forma de advertencia-protesta. La aventura resultó incómoda porque cada caja de 10 baldosas pesaba un quintál y los abogados las distribuían como podían, unidad por unidad. Ese baldosín  y su historia marcó mi juventud y la de mis amigos, entre ellos su hijo, pues presidía el jardín donde parábamos, en la casa que tienen en el pueblecito de Cubas.

Despues de años de incesantes peticiones, Nacho Montejo me regaló uno de los pocos ejemplares que quedan. Fue cuando me compré la casa y bajo la promesa de que presidiría un lugar donde pudiera ser vista por todo el que la visitara. Allí está en la puerta de mi domicilio, en la buhardilla de radiocable.com

Esta historia es importante para explicar por qué debe uno posicionarse contundentemente contra esa Ley del Ministerio de Cultura.  Uno, porque La Constitución ya protege cada rincón de esta ..web y dos, porque, como ya  he dicho, los derechos civiles no son negociables.

 

Artículo 18 de la Constitución Española.

3. Se garantiza el secreto de las comunicaciones y, en especial, de las postales, telegráficas y telefónicas, salvo resolución judicial.

Artículo 20.

 5. Solo podrá acordarse el secuestro de publicaciones, grabaciones y otros medios de información en virtud de resolución judicial

Artículo 117.
1. La justicia emana del pueblo y se administra en nombre del Rey por Jueces y Magistrados integrantes del poder judicial, independientes, inamovibles, responsables y sometidos únicamente al imperio de la Ley.

3. El ejercicio de la potestad jurisdiccional en todo tipo de procesos, juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado, corresponde exclusivamente a los Juzgados y Tribunales determinados por las Leyes, según las normas de competencia y procedimiento que las mismas establezcan.

He pedido a mi amigo JuanPi, que es un formidable diseñador, que me haga una camiseta con esa leyenda. En cuanto me la envíe la pongo aquí. Ya tengo una de su autoría que dice «Las convicciones íntimas no se buscan en el diccionario» y me apetece mucho una nueva para esta revolución.

Conté la petición en Twitter y esta mañana me ha escrito Javier Monedero con este regalo:

?l también ha diseñado una, y como no podía ser de otra manera, ha puesto los diseños en Internet a disposición de todo el mundo. Así que cógela, imprímela,  enséñala… por si alguien tiene dudas. No. Los derechos civiles no son negociables.

Diversos medios extranjeros han recogido la reivindicación de los internautas y el impacto del manifiesto y la reunión posterior con el Ministerio de Cultura. El New York Times, -y en su edición internacional Herald Tribune-, Liberation en Francia, El Comercio de Perú en un artículo de José Cervera -uno de los asistentes a la reunión de la Ministra-, Canadian Press , el diario Público de Portugal, además de digitales poderosos como Gizmodo, boingboing o SiliconValley.com

 Bloggers y representantes de empresas de Internet se reunieron con la Ministra de Cultura Ángeles González Sinde el jueves para protestar por el plan […] Internet debe ser libre y no tener interferencias de grupos que tratan de perpetuar modelos de negocio obsoletos y de detener el flujo libre del conocimiento humano» dijeron los detractores del proyecto en un manifiesto distribuido en la red-dice New York Times..

«bloggers and representatives of Web-based businesses met with Culture Minister Ángeles González-Sinde on Thursday to protest the plan […] The Internet should be free and not have any interference from groups that seek to perpetuate obsolete business models and stop the free flow of human knowledge,? opponents of the bill said in a ??manifesto? distributed on the Web.» 

 Un buen millón de páginasen google, 150.000 sitios web -incluidos todos los medios de comunicación y 58.000 blogs se han hecho eco del manifiesto en defensa de los Derechos fundamentales en Internet: la guerra está declarada…-dice Liberation

Un bon million de pages sur Google, 150 000 sites web (dont ceux de tous les médias) et 58 000 blogs se sont fait l??écho du manifeste «en défense des droits fondamentaux sur Internet» : la guerre est déclarée...

Imagen de previsualización de YouTube

Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «En estos momentos se están produciendo simultáneamente dos confrontaciones: una antigua, en torno a los crucifijos en los colegios, y una muy nueva, la de los internautas y el Ministerio de Cultura. De esta segunda, dentro de un momento les ofreceremos información. Para formarnos una opinión, necesitamos un poco mas de tiempo. Comprendan que el mundo de internet ha reventado los esquemas mentales de nuestra generación. Por el momento, lo único que tenemos claro es que las garantías jurídicas son necesarias y que el gratis total es absurdo, injusto e imposible.

Sobre cómo habría que actuar, no tenemos idea formada. Vemos, escuchamos y tratamos de entender. El otro asunto, el de los crucifijos, lo entendemos mejor. Tan bien lo entendemos, que damos por imposible un acuerdo racional. La razón no ha logrado nunca hasta ahora imponerse a los fundamentalistas que creen que el espacio público, en España, es mas español que público. Y español quiere decir católico. Y que si deja de ser católico deja de ser español y etcétera, etcétera, hasta formar ese puré lleno de tropezones en el que nos hemos ido rompiendo la crisma regularmente. No pocos han logrado algo dificilísimo: hacerse demócratas y seguir pensando así.

Pero eso es lo que hay. Por eso no aceptan el laicismo, que, bien mirado, no es sino la forma resumida de decir libertad religiosa de verdad. ¿Por qué se oponen?. No porque ponga en peligro su fe, que nada tiene que temer, sino porque pone en peligro su hegemonía. En el fondo, revela una gran desconfianza en sus fuerzas, tal vez porque comprueban que, por mucha mayoría que aseguren ser, nunca logran financiarse solos, ni financiar sin apoyo estatal sus iglesias o sus colegios. De todas formas, deberían frenar sus arrebatadas protestas.

Los que han propuesto suprimir los crucifijos de los colegios públicos no son los rojos, separatistas y masones de la antiespaña. Son los miembros del Tribunal Europeo de Estrasburgo, que nos parecieron respetabilísimos y llenos de buen juicio cuando ratificaron la ilegalización de Batasuna.»

 

Las aperturas del informativo de Iñaki Gabilondo, cada día

Algunos políticos invocan Internet en periodo electoral como un fenómeno simpático, curioso y publicitariamente interesante, despreciando e ignorando la verdadera revolución que supone. Hablan de bloguers, cibernautas y otros calificativos, ignorando que en realidad se encuentran ante periodistas, empresarios, industriales, estudiantes, creadores, artistas, putas, poetas, políticos, comerciales y financieros… algo que antes se conocía como ciudadanía.

El grupo que acudió ayer al Ministerio de Cultura no era ni más ni menos representativo que cualquier otro internauta, porque en efecto este es un fenómeno que supera a los asistentes. El Ministerio no estaba ante un grupo de presión, como insinúa hoy El Mundo, sino ante un grupo de ciudadanos que comunicaban que la disposición que estaban camino de aprobar viola los derechos civiles. No se puede confundir Lobby con activismo.

En la red hay quien persigue notoriedad, claro, y otros, -cientos de miles-, que actúan bajo el anonimato persiguiendo objetivos muy diferentes y a veces, aunque algunos no lo crean, también legítimos. Quizá como dice El Pais -amparándose en ese anonimato- ayer solo faltó en el Ministerio Enjuto Mojamuto, y seguramente faltó porque estaba escribiéndole  ese artículo del diario al autor. La red, nos da a los ciudadanos eso -algo que antes no existía- : la posibilidad de contestar.

El fenómeno de la revuelta contra esa disposición en la Ley, digo, supera con mucho a los asistentes, pues es un fenómeno propio de Internet: la revuelta permanente, la estructura sin jerarquías, el poder descentralizado. Entenderlo no te da más capacidad para controlarlo, pero por lo menos la desorientación no te quita el sueño.

En efecto me he levantado de la reunión con el Ministerio de Cultura y me he marchado de allí. Quizá no sean formas, pero el objeto de la convocatoria era el de discutir sobre la polémica disposición de Ley.

En mi opinión debe ser retirada porque representa un verdadero peligro para los derechos civiles. Si ese no es el lugar, no hay disposición a hacerlo o ya es tarde, entonces mi participación no está justificada. No soy político así que tendré que defender mis derechos como ciudadano. Como la Ministra tampoco ha terminado la reunión porque tenía una inauguración, a los cinco minutos me he levantado yo y he dicho que yo tenía otra. Solo faltaba.

 
Una foto que hice antes de irme.
(No tiene Copyright así que podeis usarla como querais)

El follón se podía haber evitado si Cultura hubiese establecido lazos hace tiempo con los internautas para hablar de esa disposición de Ley y tiempo habrá para establecer lazos en otras materias. Pero este es un asunto serio y concreto al que no están dando toda la importancia que merece.

No se trata de acotar el marco de la Ley con regulaciones extraordinarias, se trata de que la Ley nazca acotada y eso , en este momento, parece imposible.

Sea como fuere no me gustaría provocar inconvenientes al resto de mis compañeros que están allí. Creo honestamente que Nacho Escolar, Pepe Cervera, Sindo, Tascón Javier y todos los demás son excelentes representantes del movimiento de protesta que ha generado esa disposición de Ley. Y por tanto creo que merecen todo el reconocimiento y apoyo social posible. El mio lo tendrán.

Por otra parte, antes de entrar en la convocatoria, el PP ha llamado a algunas personas para ver si queríamos asistir a una reunión con González Pons en Génova.  De la misma forma que me he levantado de la reunión con el Ministerio no voy a asistir a ninguna reunión con el PP. Este no es un problema partidista, ni de oportunismo.

Es un problema que lejos de lo que pueda parecer perjudica a los ciudadanos, a los internautas, a los cineastas, a los músicos, a los artistas y a los creadores -aunque ellos no lo sepan-.  Porque este es un problema de derechos civiles del que hay que defenderse.

Actualización: Zapatero confirma que se cambiará la ley para aclarar que sólo un juez podrá cerrar las páginas web

«..La rebelión de los internautas contra el ministerio de Cultura ha alarmado al PSOE y al Gobierno. Fuentes del partido reconocen que el articulado de la ley es confuso y puede dar a entender que el ministerio puede cerrar directamente blogs y webs sin cobertura judicial; algo que entra en total contradicción con la postura oficial del PSOE sobre este tema. El Gobierno es consciente de que tiene que dar marcha atrás pero sin dejar tocada la gestión de la ministra Gonzalez-Sinde.»

 

E. Robinson

Premio Pulitzer 2009, Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

Sobre Robinson

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Eugene Robinson – Washington. Los escépticos del cambio climático están desperdiciando sus emisiones. El juego de ocultación que se está desarrollando no tiene nada que ver con la ciencia, sino con las soluciones ?? concretamente, los objetivos de emisiones contaminantes que los ilustrados líderes del mundo prometen cumplir. Es ahí donde las cifras no cuadran.
Cuando la cumbre del clima se reúna en Copenhague la próxima semana, las naciones europeas que han encabezado la cruzada contra el calentamiento global podrán anunciar que el continente ha cumplido los objetivos de reducción de emisiones contaminantes fijados en el Protocolo de Kioto de 1997. Podrían producirse lesiones de hombro de tantas palmaditas de felicitación en la espalda que se van a repartir.
Pero los objetivos de Kioto ya estaban casi alcanzados antes incluso de que fueran fijados. Los objetivos se basan en los niveles de contaminación de 1990 ?? después de que la Unión Soviética y el Bloque Oriental hubieran pasado años saturando el aire con su anticuada industria pesada muy contaminante. Cuando los regímenes comunistas ?? y sus agrietadas economías ?? se derrumbaron en un abrir y cerrar de ojos, las emisiones de la zona bajo dominio soviético se desplomaron casi un 40%. Ahora vuelven a subir, pero siguen estando alrededor de un 35% por debajo de los niveles de la cota fijada por Kioto en 1990.
Esta debacle industrial post-soviética justifica una parte mucho mayor del avance en la reducción de las emisiones contaminantes que nada que puedan poner sobre la mesa los europeos. No es que los europeos no hayan hecho nada. Dejando a un lado el colapso soviético, lograron mantener sus emisiones contaminantes relativamente constantes. En contraste, Japón ?? el orgulloso anfitrión de las conversaciones de Kioto — ha visto elevarse sus emisiones contaminantes desde entonces casi un 9%.

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Los Estados Unidos, por supuesto, nunca ratificaron el tratado de Kioto. Desde 1997, las emisiones contaminantes aquí se han elevado alrededor del 7%. En China ?? que a estas alturas ha reemplazado a Estados Unidos como la principal fuente a nivel mundial de gases de efecto invernadero ?? las emisiones contaminantes prácticamente se duplicaron durante los dos últimos años. Junto a las demás potencias de rápido crecimiento económico como la India o Brasil, China se saltó a la torera cualquier límite que Kioto pudiera haber deseado imponer.
La idea básica es que desde el acuerdo de Kioto hace 12 años, las emisiones contaminantes en todo el mundo se han elevado casi un 30%.
El Presidente Obama, que ha decidido asistir a la Cumbre de Copenhague, planea ofrecer una reducción de 17% de las emisiones contaminantes estadounidenses ?? utilizando niveles de 2005 como referencia ?? antes del año 2020. Dejando a un lado por el momento la cuestión de si esto es factible, política o tecnológicamente, el problema sigue siendo que el cambio climático es un fenómeno global. La acción a nivel local puede terminar teniendo un impacto insignificante.
China está dispuesta a ofrecer su primer objetivo de emisión en Copenhague, y a primera vista parece impresionante: reducción de entre el 40 y el 45% para el año 2020 de su ??intensidad contaminante?. Pero este asunto de la ??intensidad? tiene una letra pequeña de enorme impacto, porque se refiere a las emisiones contaminantes en relación al tamaño de la economía china. Si la economía creció un 10% en un año cualquiera y las emisiones contaminantes crecieron ??sólo? alrededor del 9%, eso cuenta como una reducción. Suponiendo que el crecimiento se prolonga al ritmo actual, las emisiones contaminantes de China podrían elevarse con facilidad un 40% para el año 2020 — y los líderes chinos podrían anunciar al mundo sin mentir haber cumplido sus objetivos.
Hay un montón de cifras, un montón de suposiciones, y un montón de escenarios. Pero incluso si la cumbre de Copenhague resulta ser un éxito arrollador, la concentración de emisiones de efecto invernadero en la atmósfera seguirá creciendo. Esto no significa que todo el ejercicio es inútil, simplemente significa que Copenhague no va a proporcionar la solución definitiva que tantos científicos afirman es un problema urgente.
También es cierto que incluso si todas las emisiones de efecto invernadero pudieran detenerse en seco mañana por arte de magia, los elevados niveles de dióxido de carbono en la atmósfera ?? superiores a los de cualquier momento de los últimos 800.000 años, según los investigadores que estudian las muestras de hielo recogidas en la Antártida ?? tardarán muchas décadas en volver a los niveles históricos.
Si el planeta es hoy más cálido a consecuencia de los gases de efecto invernadero generados por la actividad humana, se va a calentar más. Si las bajas Islas Maldivas desaparecen bajo el Océano Índico debido a la subida del nivel del mar, será un desastre. Si fenómenos atmosféricos ??extremos? tales como huracanes de fuerza considerable llegan a volverse realmente más frecuentes, eso va a elevar el riesgo de catástrofes en las ciudades costeras de todo el mundo.
Pero, ¿qué pasa si la temporada de cosecha en las latitudes más elevadas se alarga? ¿Qué pasa si el transporte a través de los polos reduce drásticamente los gastos logísticos del comercio? ¿Qué pasa si los inviernos son más suaves ?? más agradables incluso ?? en Chicago, Moscú o Pekín? Todos podríamos estar en esto juntos, pero va a haber ganadores y perdedores. Eso es algo de lo que también deberíamos hablar en Copenhague.

Eugene Robinson
Premio Pulitzer 2009 al comentario político.
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