E. Robinson

Premio Pulitzer 2009, Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

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Eugene Robinson -Washington. Escuchamos montones de contradicciones, distorsiones y medias verdades en el debate del movimiento fiscal entre los candidatos Republicanos, pero escuchamos llamativamente poca compasión — y casi ningún reconocimiento de que las decisiones legislativas políticas y económicas guardan una dimensión moral.

El fondo de la noche — y puede que de la campaña política — se tocó cuando el moderador Wolf Blitzer hizo al candidato Ron Paul una pregunta hipotética acerca de un joven que elige no contratar seguro médico. El caballero sufre una crisis, entra en coma y precisa de atención cara. «¿Quién paga?» preguntó Blitzer.

«De eso va la libertad, de correr tus propios riesgos», respondía Paul. «A mí toda esta idea de que hay que preparar y atender a todo el mundo…»

Blitzer interrumpía: «Pero congresista, ¿me está usted diciendo que la sociedad debería dejarle morir?»

Se producían entusiastas gritos de «¡Sí!» entre el público. Esperaría que alguno de los demás candidatos interviniera con alguna palabra de bondad cristiana. Ni pío.

Paul, médico de profesión, siguió diciendo que no, no se debería de permitir que el hipotético caballero en coma falleciera. Pero según la visión de América que tiene Paul, «nuestros vecinos, nuestros amigos, nuestras iglesias» eligen ocuparse de la atención del caballero — sin que el estado tenga ninguna responsabilidad ni papel alguno.

Blitzer volvía a Michele Bachmann, cuya popularidad entre los votantes cristianos evangélicos se desprende, en parte al menos, de su conversión profesa. Preguntada por lo que haría con el caballero en coma, Bachmann ignoraba la pregunta y se lanzaba a dar una explicación preparada del motivo de que quiera derogar la Ley de Protección Asequible del Presidente Obama.

Según el Evangelio de Mateo, Jesucristo dijo a los fariseos que Dios les ordena «ama a tu prójimo como a ti mismo». No hay excepciones a esta obligación ni anulación si las circunstancias exigen su cumplimiento a través del estado.

La cosa es que Bachmann sabe mucho de compasión. Habla mucho del hecho de que su marido y ella adoptaran a 23 chavales a lo largo de los años. ¿Pero qué pasa con los menores huérfanos o problemáticos que no tienen la suerte suficiente para encontrar una familia acomodada que los acoja? ¿Qué pasa con los chavales que tienen hogares estables pero que no visitan con regularidad una consulta médica porque sus padres carecen de seguro?

El estado puede encargarse. Pero según el dogma Republicano actual, no debe.

Rick Perry, Mitt Romney, Bachmann, Paul y el resto del reparto en el plató de Tampa hicieron la misma recomendación a la economía: recortar el gasto público, bajar los impuestos y dejar que la riqueza resultante se vaya trasladando hasta los menos afortunados.

No dejaron entrever ninguna empatía, ni siquiera curiosidad, por los estadounidenses que dependen del gasto público que se recortaría. No tuvieron palabras amables — ninguna palabra en realidad — para los profesores, los bomberos y los agentes de policía que perderán sus empleos a menos que las instancias estatales y locales con el agua al cuello reciban ayuda federal. Los empleados públicos, insinúan los candidatos Republicanos, no ocupan «verdaderos» puestos de trabajo. Yo me pregunto: ¿les considerarán gente «real» por lo menos los Republicanos?

El estado es más que una locomotora que recauda impuestos y gasta dinero público, más que un instrumento de guerra, un manual jurídico o un escudo que garantiza y protege los derechos individuales. El estado es también una expresión de nuestras aspiraciones y valores colectivos. La Constitución empieza «Nosotros el pueblo�?�» en lugar de «nosotros los individuos independientes que no podríamos estar menos interesados los unos por los otros�?�» por una razón.

Estoy seguro de que la visión hosca y birlada de la naturaleza y el papel del estado que tienen los Republicanos es inmoral. Estoy seguro de que el hecho de que la pobreza haya crecido de forma acusada durante la última década — como demuestran las estadísticas del censo — al tiempo que los estadounidenses más ricos han visto dispararse su renta es inaceptable. Estoy seguro de que descartar a clases enteras de ciudadanos — los parados de larga duración cuyos conocimientos se están quedando desfasados, los miles de delincuentes menores que han pagado su deuda con la sociedad, los millones de jóvenes de renta modesta que reciben una atención escasa por parte de centros escolares inadecuados — es algo inconsciente.

Perry, que encabeza las encuestas, quiere hacer «irrelevante» al estado federal. Le parece que la seguridad social es «un timo piramidal» y «una quimera monstruosa». Tampoco le gusta mucho el Medicare de los ancianos.

Pero durante el debate se produjo un fascinante momento cuando Perry defendió la legislación de Texas que permite que los menores de inmigrantes ilegales reciban ayudas estatales a la matrícula en universidades públicas del estado. «Enviamos claramente el mensaje a los jóvenes, con independencia del sonido de su nombre, de que creemos en ellos», decía Perry.

Los demás candidatos le criticaron con retórica anti-inmigrantes hasta que el único rayo de responsabilidad moral de la noche se hubo apagado.

Eugene Robinson
Premio Pulitzer 2009 al comentario político.
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La tertulia de corresponsales extranjeros que emite el canal 24h de TVE, cuenta hoy con Fiona Maharg-Bravo, columnista de la Agencia Reuters, Santiago Pérez, corresponsal del Wall Street Journal y Rosa Beloso, corresponsal de la televisión de Portugal.

Entre los temas a debate, la cumbre del Ecofin, la situación económica española a la que en su opinión «quedan meses muy duros, con mucho por delante por hacer».  Ahora los ciudadanos españoles tendrán una exposición muy directa a los ajustes -explican los corresponsales-, si estos se producen en Sanidad o en Educación.

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Un artículo de opinión de economista y político Michele Salvati en el diario italiano habla del reajuste y asegura «la política puede ayudar a la economía. Lo que España nos enseña». Para el Corriere della Sera, la valoración de la economía española por parte de los mercados es «igual o mejor que la italiana» porque el sistema político español ha logrado generar más confianza.

Zapatero y Berlusconi
(Foto: Flickr/Calcio Better)

El texto del Corriere della Sera destaca: «sigo pensando, a pesar de todo, que una quiebra sobre la deuda pública italiana, que comportaría el colapso del sistema monetario europeo, es improbable. Opino que sólo un impulso de seriedad colectiva será capaz de evitar el peligro de un modo definitivo. España tiene una estructura industrial más débil que la nuestra y había abrigado la ilusión de haber superado el PIB italiano per cápita, alimentando una burbuja inmobiliaria insostenible a largo plazo.

«Sin embargo, la valoración de la economía española por parte de los mercados, expresada por los CDS (la prima que hay que pagar para asegurarse contra la insolvencia del deudor) o por el spread de los títulos de Estado españoles respecto a los bonos alemanes, es como la italiana o acaso mejor. ¿Por qué? Aparte la mejor relación Deuda/PIB de España, creo que la mejor explicación está en la confianza que los observadores internacionales alimentan hacia el sistema político e institucional español».

Para el diario italiano: «después de algunas vacilaciones iniciales, Zapatero se ha adecuado rápidamente a las peticiones de rigor de la UE y en estos días ha hecho aprobar, de un modo compartido con la oposición, la inclusión en la Constitución de la obligación del equilibrio presupuestario, tema al que Alemania es muy sensible. Quienquiera que sea el vencedor de las próximas elecciones, los mercados y las instituciones internacionales están convencidos de que la lección ha sido aprendida tanto por los socialistas como por los populares, y de España se fían más que de Italia».

Merijn De Waal, del diario holandes NRC Handelsblad considera que la condena a 10 años de carcel para el líder de Batasuna por pertenecer a ETA muestra que «los jueces no han tomado en cuenta que tal vez está cambiando algo en el País Vasco». Y cree que el fin de la banda aun está lejos porque «estamos en un impasse» entre el gobierno y Bildu.

Merijn de Waal

Merijn de Waal recuerda que Patxi Lopez y otros dirigentes vascos habían pedido a los jueces que tuvieran en cuenta el contexto político en el País Vasco y que una condena más ligera a Otegi sería buena. «Creo que 10 años es bastante duro, es un tiempo largo, los jueces no han tomado en cuenta que tal vez está cambiando algo en el País Vasco, también con el éxito de Bildu».

El corresponsal relata que acaba de estar en el País Vasco y ha sacado la impresión de que el entorno nacionalista considera que «es el gobierno español el que debe dar el primer paso». Se muestra escéptico sobre las noticias que hablan del fin de ETA o de un debilitamiento extremo de la banda.

Apunta que Bildu «tiene que demostrar que es un partido democrático. Ahora tienen posturas bastante ambiguas. Pero el gobierno español también podría tener un gesto en la politica de dispersión de los presos. Creo que ahora estamos en un impasse y podemos hablar mucho sobre el fin de ETA pero creo que todavía está lejos».

El diario británico ha dedicado varios artículos a detallar y analizar las pinturas del dictador español. Y su crítico cultural del Telegraph asegura que comparten similitudes artísticas con las del Fuhrer. «Ambos eligen temas clásicos que ejemplifican un orden con el que se identifican» dice. Y califica la obra de Franco como «kitsch», aunque alguna pintura dice más de él que lo que pretendía.

Franco
(Foto: Flickr/Isluisvelez)

En el artículo que firma Mark Hudson, crítico cultural del diario se asegura: «Hitler era un competente aunque mediocre semirofesional que tuvo esperanzas de tener una carrera artística, Franco un ingenuo amateur que se tomó la pintura como una terapia. Pero ambos eligieron temas relacionados con géneros habituales que ejemplifican un orden, con el que se identifican, pero que sigue estando tranquilizadormente fuera de su propia experiencia.»

El Daily Telegraph explica que: «las pálidas acuarelas de Hitler favorecían edificios grandiosos, representados en un estilo ultra-conservador, en el que sus formas se mantenían contenidas y distantes. En el arte de Franco, lo más característico son las escenas de caza, un género asociado con la masculinidad filistea – la clase de arte de los grandes del pasado a los que que no les gustaba el arte.» Y además apuntan que otro tema recurrente para Hitler y Franco fueron los barcos de vela.

Y sobre el estilo del dictador español afirma: «si el kitsch ha sido descrito como la imitación de estilos históricos desprovista de ironía, entonces la pintura de Franco es kitsch con letra muy gorda. Pero aunque me gustaría poder decir que es completamente inútil, esto no es del todo el caso. Lo mejor de ella tiene una vitalidad primitiva que recuerda a los pintores populares de América Latina.»

«Pero es en sus escenas de caza, donde Franco parece más él mismo. Su lechuza con la presa combina la literalidad con ojos abiertos del pintor del siglo 19 francés Douanier Rousseau, con una fiereza animal – Franco se identifica claramente con el pájaro. La escena más terrible de un oso atacados por perros, aunque una vez más seauna copia, es  arte como terapia en la que el sujeto revela más de sí mismo de lo que pretende. Los surrealistas habrían tenido un día intenso con él».

Pinsta de jielo de Xtraice

Una empresa sevillana Xtraice produce y fabrica pistas de hielo artificiales con un nuevo concepto que ellos han denominado �??hielo ecológico�??. Hoy son líderes mundiales en fabricación y venta de este tipo de pistas y  su producto está presente en 45 países desde Emiratos Árabes a Mongolia pasando por una en el piso 94 del John Hancock Observatory de Chicago. (Foto: Flickr/Xtraice)

La idea le surgió a Francisco Ortiz, creador de la empresa, en 2003. Ya existían pistas de hielo artificial, pero estas no se habían desarrollado debido a la fricción y el escaso deslizamiento que en ellas se producía. Inivestigaron hasta dar con material plástico que imita hasta en un 95% las pistas de hielo naturales. Y además segun explica Álvaro Falcón, responsable del área internacional de Xtraice, su producto no es tóxico y es 100% reciclable, de ahí lo de «hielo ecólogico».

La empresa empezó centrandose en el mercado nacional, pero con la crisis se acentuó su vocación exportadora. En 2010 su facturación  fue de dos millones de euros y el 90% procedió de ventas en el exterior. Y tienen previsto crecer otro millón más al cierre de 2011. Hasta ahora su principal mercado ha estado en Europa, pero Xtraice quiere consolidarse en Estados Unidos, Canadá y Latinoamerica especialmente Brasil -para lo cual han abierto una filial en Miami y otra en Montevideo-. Y a medio plazo planean expandirse a la India.

Y para tratar de captar como cliente a algunos de los ocho millones de aficionados al hockey que hay en Norteamerica, han lanzado un nuevo producto: paneles de su superficie que permitan montar una pequeña pista de patinaje propia en casa.

Pista para casa
(Foto: Flickr/xtraice)

Entre los hitos a destacar, Xtraice se jacta de haber construido la pista de hielo ecológico más grande del mundo en Tokinosumika (Japón); la adquisición por parte de Disneyland París de una de una pista permanente de 800 metros cuadrados, o la instalación de la primera pista de hielo ecológico por parte del Florida Panthers, un equipo de la Liga Nacional de Hockey americana.

Un pista de Xtraice en Florida
(Foto: Flickr/Xtraice)

Richard Cohen

Columnista en la página editorial del Washington Post desde 1984.

 

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Allá por 1953, un oficial del ejército egipcio fue preguntado durante una entrevista con la revista Al-Musawwar lo que escribiría a Hitler si siguiera vivo. «Querido Hitler», comenzó emotivamente, «le admiro con todo mi corazón». Procedía a deshacerse en elogios al dictador alemán por, entre otras cosas, sembrar la discordia entre «el viejo Churchill y sus aliados, la prole de Satán». Si el asesinato colectivo de los judíos molestaba lo más mínimo al oficial, no lo mencionó. Años más tarde, siendo presidente de Egipto, perdió la vida asesinado por alcanzar la paz con el estado judío. Su nombre, por supuesto, era Anwar Sadat.

La paz que fabricó artificialmente Sadat se está desgarrando ahora, una hebra por aquí, una hebra por allá. Israelíes y egipcios han intercambiado insultos de todo tipo, y ahora la embajada de Israel, inmueble que siempre se levantó sobre una quimera, ha sido saqueada por una multitud enardecida de cairotas. El embajador israelí se ha marchado, y cuándo volverá, si es que vuelve, no está claro en absoluto.

La paz egipcio-israelí corre peligro y también la relación cordial que mantuvo Israel con Turquía en tiempos. Junto a Irán y Etiopía, Turquía representaba lo que se vino en llamar «la estrategia de la periferia», la relación que el primer ministro fundacional de Israel, David Ben-Gurión, estableció con los países no árabes. Pero Irán es hoy el enemigo jurado de Israel, Etiopía no tiene ninguna importancia y Turquía rebosa hostilidad. Ankara quiere que Israel se disculpe — no que exprese su pesar simplemente — por su tentativa impecablemente legal de repeler la denominada flotilla humanitaria rumbo a Gaza. Murieron nueve. Los efectivos israelíes reaccionaron de forma exagerada y ahora Turquía hace lo propio.

El dilema de Israel reside en que Oriente Próximo, a pesar de todo el revuelo de revolución, está retrocediendo lentamente. Turquía está evolucionando probablemente hacia una república islámica e incluso si no es el caso, está haciendo valer su papel histórico de potencia regional. Irán derrocó a su shah modernizador y occidentalizador con sus tendencias pro-Israel y en 1979 se convirtió en teocracia. Y Egipto, líder durante mucho tiempo del mundo árabe, podría descubrir que no puede liderar a su propia población. La paz con Israel cuenta con escaso apoyo entre las clases bajas. No es que Israel no sea apreciado simplemente, es que los judíos son odiados.

Piense de nuevo en Sadat redactando su misiva ficticia a Hitler. Esto ocurría ocho años después de demolerse los hornos de Auschwitz y de que gran parte del mundo afrontara el alcance monumental del Holocausto. Pero una revista egipcia no sólo podía solicitar misivas de esta naturaleza, sino que un oficial militar de los recursos intelectuales para dirigir el país algún día era partícipe. Esto insinúa una sociedad en la que el Holocausto se creía un invento judío, una exageración judía, o bien alguna forma de aperitivo.

Desde aquellos días la situación ha evolucionado, pero no a mejor necesariamente. La sociedad egipcia, el mundo árabe entero de hecho, ha sido empapada en un chaparrón constante de antisemitismo tolerado o aprobado por el estado. Haría falta una ignorancia histórica deliberada para restar importancia a la probable repercusión. Casi ya no quedan judíos en Egipto — el grueso de la comunidad fue expulsado, primero por Gamal Abdel Nasser y después a través de la incesante opresión y el miedo — pero hay montones de judíos en Israel justo al otro lado de la frontera.

El reloj también debe retroceder para Estados Unidos. Harry Truman tardó solamente 11 minutos en reconocer al nuevo Estado de Israel en 1948 — y lo hizo sobre los reparos ruidosos de ciertos aliados clave, en particular del inmensamente importante General George C. Marshall, el Secretario de Estado. Como escribe el historiador y embajador israelí Michael B. Oren en su obra «Poder, fe y fantasía», Marshall estaba tan contrariado que le espetó a Truman a la cara que si reconocía a Israel «votaré contra el presidente». Truman ni se inmutó.

Los argumentos de Marshall no son inválidos del todo. El mundo árabe tiene el crudo y a la geografía y las cifras de su parte. Pero Estados Unidos tiene la obligación moral de seguir fiel a la democracia revoltosa en ocasiones que se sintió moralmente obligado a aceptar. La administración Obama no debe mostrar fisuras entre Israel y ella — con independencia de que Binyamin Netanyahu no sea ningún Ben-Gurión. Los líderes van y vienen, pero lo que permanecen son los valores y las fuerzas culturales que transforman radicalmente las cosas a paso de tortuga. Sadat demostró esto. Fue un actor equívoco que puso de manifiesto lo que es posible y lo que no. Fue esperanza y fue desesperación y finalmente fue tragedia. Está claro que cambió mucho con los años. No está tan claro que su país lo haya hecho.

Richard Cohen
© 2011, Washington Post Writers Group
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Una crónica de Sebastian Schoepp en el diario aleman Süddeutsche Zeitung asegura que en España los efectos de la crisis están siendo menos perceptibles gracias a la solidaridad familiar, que casi esta sustituyendo la cobertura que corresponde al Estado, y  al «mercado laboral informal».

Una oficina de empleo

El Süddeutsche Zeitung recoge: «Quien pasee un día de estos por Madrid, Bilbao o Málaga, no tendrá la sensación de encontrarse en un país en crisis. Los bares y cafeterías están a rebosar, en las calles se
percibe el zumbido de una actividad afanosa. ¿Dónde están entonces los 4,13 millones de parados que registra España según las estadísticas de agosto?

El hecho de que España no se hunda en el caos se debe a dos motivos: por un lado a la solidaridad familiar, de la que vuelven a acordarse ahora muchos españoles. Y, por otro, a que España siempre ofrece un enorme mercado laboral informal. El trabajo no declarado soluciona momentáneamente algunos problemas personales, pero al no producir ingresos fiscales endurece los apuros de las arcas estatales».

El Congreso ha aprobado el decreto sobre empleo juvenil que da vía libre a la temporalidad y suspende el límite al encadenamiento de contratos temporales. En la blogofera y Twitter pueden leerse muchas reflexiones y analisis sobre esta nueva reforma laboral. La inmensa mayoría denuncia que abre la veda a la temporalidad permanente y la precariedad.

Valeriano Gomez, Ministro de Trabajo en el Congreso
(Foto: Flickr/Europapres)

Fernando Garea en El patio del Congreso: «Ambiente de relevo e impostura:» Resalta que «el Gobierno defiende que es mejor un contrato temporal que nada, después de haber hecho hace un año una reforma laboral que provocó una huelga general y que, según explicó entonces, buscaba acabar con la dualidad entre contratos fijos y temporales.»

Borja Ventura en Blog de notas: «Reformas necesarias y reformas vergonzosas de última hora«. Asegura: «En estas últimas fechas cunde la prisa para cerrar reformas. Algunas tan vergonzosamente encaminadas a camuflar los dramáticos datos del paro como reabrir la moratoria a los ciudadanos rumanos, eliminar la obligatoriedad de pasar a contrato fijo tras un año de contratos temporales o acabar con la limitación legal de los 25 años para los contratos de prácticas y llevarlos hasta los 30″.

Oscar Gómez en Donde más duele: «Nueva reforma laboral, nuevo ataque a los derechos laborales«. Apunta: «condena a los trabajadores en general a la temporalidad perpetua, y a los jóvenes en particular a la precariedad infinita. Es un nuevo ataque al sistema solidario de la Seguridad Social al permitir por enésima vez el expolio que suponen las exenciones de cotizaciones a la patronal. Abarata aún más el despido, que ya es libre».

Javier Martinez en La mejor ofensa «Contrato temporal en fraude y que dure«. Considera: «Los dos grandes de la política española, PP y PSOE, reaparecen de nuevo juntos como los muñecos cutres que coronan la cima de la tarta de bodas. La patronal los ha vuelto a clavar en lo alto del pastel para que den luz verde en el Congreso a la reforma que permitirá encadenar contratos temporales a gusto del empresario… la reforma no sirve absolutamente para nada. El fraude de encadenar contratos temporales o de obra y servicio se inventó hace ya mucho tiempo».

En Toma la calle leon: «Otra vuelta de tuerca» Sostienen: «la última reforma laboral del Gobierno del PSOE es el último eslabón de una cadena ininterrumpida de reformas que de haberse hecho de golpe hubieran provocado un verdadero terremoto social, pero que convenientemente administradas a lo largo de estos años han ido socavando poco a poco los pilares del Derecho del Trabajo y del Estado del bienestar que tantos años y luchas ha costado levantar».

En Twitter pueden leerse otras muchas valoraciones sobre la reforma.

Pilar Portero: «Gobierno y PP aprueban hoy la reforma laboral: carta blanca para la precariedad de nuevo.Por qué no gobiernan juntos y nos evitan la campaña?»

Javier Couso: La pinza bipartidista PP-PSOE aprueba hoy la precarización indefinida de los contratos laborales. Legalizan la explotación»

Hugo Martinez Abarca: «El Reformazo era para calmar mercados, la reforma laboral para crear empleo. Se nota. Sigan machacándonos pero no digan que por nuestro bien

Fernando Jimenez: «Se aprueba la reforma laboral que condena a la precariedad a muchas generaciones y se ven muchas sillas vacias en el Congreso. Vergonzoso»

Maria Luisa Guerrero: «Los derechos se defienden, nos quieren hacer ver que el empleo estable y de calidad son privilegios!!!»

David Sanchez: «La reforma laboral en marcha sin vistas a mejorar sino a empeorar lo que los trabajadores ya tenemos… precariedad»

Adoración Guaman: «Hace falta una reforma laboral,pero no al servicio del mercado sino del bienestar de l@s ciudadan@s, exijamos empleo con derechos no al reformazo»

Perdidiya: «Con el contrato este temporal el gobierno ha conseguido reducir el gasto en paro pero sin aumentar el empleo. ESO SE LLAMA RECORTE SOCIAL!!!»

Cristina Cabellero: «La reforma laboral no es una solución, tan sólo es una medida de incremento de la precariedad en la contratación juvenil!!!!