![]()
Columnista en la página editorial del Washington Post desde 1984.
Sus columnas, ahora en radiocable.com
|
Richard Cohen – Washington. Se cumplen ocho años esta semana desde que saliera corriendo de mi oficina y me precipitara al Bajo Manhattan. Dos aviones se habían estrellado contra el World Trade Center — yo lo había visto en televisión — y cogí el metro, que llamativamente estaba funcionando y después, cuando ya no pude avanzar más, fui corriendo el resto del camino. De pronto, escuché un crujido — un sonido contundente mezcla del rugido de un trueno y el chasquido de un relámpago — y la persona que tenía al lado dijo, «Están estampando aviones,» pero el cielo estaba despejado y supe que una de las torres se había derrumbado. Me dije a mí mismo, «Os vamos a coger, bastardos,» pero me equivocaba. No los hemos cogido.
Ocho años han pasado, dos mandatos de moralismo Bush y el comienzo del pragmatismo Obama, y el hombre que ordenó el asesinato de estadounidenses en el Bajo Manhattan y los exteriores del Pentágono y en el avión que se estrelló en Pennsylvania sigue en su morada. Se ha convertido en motivo de burla en los programas de humor de la televisión — el asesino de estadounidenses como personaje asiduo, un cliché: sabes aquel que va Osama bin Laden y dice…
Bin Laden debe de estar muerto de risa. Ciertamente se reía en la grabación cuando explicaba a sus colegas la forma en la que había demolido las Torres Gemelas y en la que habían muerto los infieles. Se reía a carcajadas y también el resto de los ocupantes de la estancia. Pero yo estaba en la Zona Cero ese día, recogiendo trozos de papel, los restos de vidas muy ocupadas con lo mundano — la factura de la matrícula de una escuela privada, por ejemplo — y entonces quise, igual que quiero hoy, venganza por lo sucedido. Quiero la cabeza de Osama bin Laden.
Que esa venganza fuera mi primer pensamiento me sorprendió incluso entonces. No soy esa clase de persona. La venganza no parece encajar como tema de columna, ni de un columnista. Cuando hablamos de Afganistán, si quedarnos o marcharnos, si conservar los triunfos que tenemos o pedir carta, llegamos a todo tipo de explicaciones Metternichianas — pero nunca algo tan básico, tan crudo, como la venganza. La palabra suena a sed primitiva de sangre. Revuelve las tripas.
Y aun así venganza también sugiere una preocupación adecuada por los muertos. La gente que falleció el 11 de Septiembre no puede ser despreciada, borrada — como si no hubiera sido asesinada en un crimen gravísimo. No es sólo que bin Laden siga libre. También lo están los Talibanes que le protegieron y estuvieron junto a él tras el 11 de Septiembre. Esto no debería ser complicado: Los que matan estadounidenses tendrían que pagar lo que hacen. Es una buena política exterior.
También pensé en los muertos cuando Escocia liberó a Abdel Basset Ali al-Megrahi, el responsable de volar por los aires el vuelo 103 de Pan Am sobre Lockerbie. Inevitablemente, la atención se centra en los afligidos, muchos de los cuales perdieron hijos que volvían de pasar las vacaciones en Europa. Pero la suya no es la única pérdida. Los muertos, después de todo, perdieron todo lo que tenían — toda esa promesa, todas las posibilidades, todo el amor, todo el éxito y sí, todo el dolor y el fracaso y también los quebraderos de cabeza. Imagino el momento cegador de la explosión y creo que ellos no quieren que lo olvide.
Es el mismo caso de John Demjanjuk, deportado a Alemania en mayo por crímenes cometidos presuntamente hace 65 años cuando era un guardia de un campo de concentración Nazi. El caballero tiene 89 años y uno tiene derecho a preguntar cuándo basta. Pero entonces también hay que preguntarse por sus presuntas víctimas y dudo que podamos — si pudiéramos — decirles que su momento ha pasado… y que sus muertes ya no importan.
Hay buenos motivos para permanecer en Afganistán. También hay buenas razones para marcharse. Estas cosas nunca son fáciles. Sería difícil dar la espalda a los progresistas afganos y las mujeres y todas las niñas que nunca tendrían una educación. Un Afganistán bajo control Talibán haría causa común con los elementos fundamentalistas de Pakistán, tanto civiles como militares. Los riesgos crecen entonces — todas esas cabezas nucleares, no sólo en Pakistán sino también en la vecina India. Marcharse de Afganistán da la sensación de cuando silbas por la noche. Da tanto miedo como quedarse.
Pero cuando nos marchemos — si nos marchamos — tendremos que reconocer que no sólo hemos roto nuestra promesa con los afganos que nos han apoyado — al contrario que nosotros, los Talibanes tendrán su venganza — sino también con los muertos del 11 de septiembre de 2001. Teníamos la actitud adecuada.
Lo sentimos.
Richard Cohen
© 2009, Washington Post Writers Group
Derechos de Internet para España reservados por radiocable.com


Es el tema del blogobate para este mes que publica la revista Quo, en colaboración con radiocable.com : ¿debemos limitar la edad de acceso a facebook y a otras redes sociales?. La pregunta se la hemos hecho a dos reconocidos bloggers Cesar Calderón y Rosa Jiménez Cano. A partir de ahora se aceptan vuestros comentarios y una selección de ellos se publicarán en el próximo número impreso. Participa aquí.
El blogobate es una propuesta que coordina mensualmente radiocable.com. Debate con nosotros, enviando tu opinión -desde tu blog, desde facebook, en la web de quo- y la publicaremos en el próximo número de la revista impresa.
César Calderón de Netoratón.es, que opina:
¿Por qué prohibirles solo las redes sociales? ¿Por qué no les prohibimos entonces que tengan email o teléfono móvil? ¿Cuál es la diferencia? Las redes sociales ya tienen un control específicamente pensado para los adolescentes. A pesar del alarmismo de algunos medios, las redes sociales no son más peligrosas que permitir a sus hijos acudir al cine a un centro comercial. A partir de los 14 años, una edad ya consensuada, no creo siquiera que los padres tengan por qué autorizar a sus hijos. [lee aquí su opinión completa]
¿Por qué prohibirles solo las redes sociales? ¿Por qué no les prohibimos entonces que tengan email o teléfono móvil? ¿Cuál es la diferencia? Las redes sociales ya tienen un control específicamente pensado para los adolescentes.
A pesar del alarmismo de algunos medios, las redes sociales no son más peligrosas que permitir a sus hijos acudir al cine a un centro comercial. A partir de los 14 años, una edad ya consensuada, no creo siquiera que los padres tengan por qué autorizar a sus hijos. [lee aquí su opinión completa]
César Calderón es experto en nuevas tecnologías y su impacto en los derechos civiles, la política y la empresa. Escribe en su blog Netoraton.es a diario desde mediados de 2005 y Rosa Jiménez es periodista con alma de ??mujer orquesta?. Autora del blog Rosajc.com y del libro La Gran Guía de los Blogs, hoy, además, es responsable de participación y redes sociales en el diario El País.

Había muchísima expectación internacional ante la declaración de Garzón en el Tribunal Supremo. Paradójicamente, fue llevado allí por intentar investigar los crímenes del Franquismo. Lo contó Reuters en la India, El Times en el Reino Unido, Washington Post en EEUU, llegó a Aljazeera, e incluso a Ghana. El mundo mira hacia el Tribunal Supremo con sorpresa.
No solo en la prensa internacional. En España también ha despertado desconcierto:
La Transición política española parecía modélica, pero cuando 34 años después de la muerte de Franco, un juez puede ser juzgado por perseguir los crímenes de Franco, significa que algo está muy mal, algo está pasando… -dijo ayer en 59 segundos el político Iñaki Anasagasti.
Iñaki Gabilondo, el periodista, decía en el cierre de su programa el martes, que en España «la más inocente búsqueda de restos de víctimas se topa con obstáculos enormes. […] Unos, por convicción pero otros porque la transición les blanqueó un pasado tenebroso y temen que llegue a conocerse el ADN de su actual poder o fortuna. Garzón ante el Supremo y los restos de las víctimas, sin poderse desenterrar.»
Garzón a la salida del Supremo
La prensa extranjera también lo observa con desconcierto. El Times del Reino Unido, explicaba la comparecencia de Garzón así:
Un prominente juez se encontró él mismo en el juzgado acusado de investigar los crímenes del dictador fascista el General Franco y sus secuaces.
A prominent campaigning judge found himself in the dock yesterday accused over an investigation he led into the crimes of Spain??s fascist dictator General Franco and his henchmen.
El juez ha sido acusado de sobrepasar su autoridad. El caso se centra en una investigación sobre la desaparición de al menos 100.000 perosnas durante la guerra civil española y la dictadura de Franco.
The judge stands accused of overstepping his authority. The case centres on an investigation into the disappearance of at least 100,000 people during the Spanish Civil War and Franco??s dictatorship.
Garzón acusó al dictador y a 44 oficiales del ejército y del partido fascista Falange de «Crimenes de lesa humanidad»
He accused the dictator, 44 army officers and members of the Falange fascist party of crimes against humanity.
Pero la investigación nació con fuertes críticas desde la oposición conservadora del Partido Popular y de la Iglesia Católica, que argumentaron que se reabrían las heridas.
But the investigation met with fierce criticism from the conservative opposition Popular Party and the Roman Catholic Church, who said it would only serve to open old wounds.
La comparecencia de Baltasar Garzón ante el Tribunal Supremo, tras ser acusado por el sindicato conservador Manos Limpias de prevaricación por su investigación sobre los crímenes del franquismo, ha generado polémica en internet. Garzón, que se negó a contestar las preguntas de Manos Limpias, contó con el apoyo de varias asociaciones de juristas, así como de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica.
Para Manolo Saco, «cuando el día de mañana» se enseñe la foto de Garzón declarando ante el TS, «servirá de ilustración de cómo los vencedores de la Guerra Civil lograban que las pruebas de los crímenes continuasen enterradas en sus fosas originales, todavía 70 años después, porque cada hueso desenterrado es un acta de acusación contra aquella horda de gente de manos sucias y misa diaria, que utilizaron las tapias de las iglesias para sujetar sus crímenes. Como la maldición de Tutankamon, esas tumbas guardan la desgracia contra quienes las quieran remover.
El ex director de Público, Nacho Escolar, dice que «cuentan en la Audiencia que a Baltasar Garzón le ha llegado un recado: que dos no pelean si uno no quiere, que esto se arregla fácil, que basta con que deje su plaza y ya le buscarán otro destino, tal vez en Europa. En unos días, el juez instructor Luciano Varela tendrá que decidir si archiva el caso o si le da otra alegría al franquismo y Garzón tiene que emigrar a una Europa que de nuevo empiece en Los Pirineos». Asimismo, Escolar señala que Miguel Bernard, el «único militante conocido del sindicato Manos Limpia» fue también «número dos de Fuerza Nueva con Blas Piñar».
Asimismo, el periodista Juan Cruz opina en su blog que «investigar para saber qué ocurrió y para restituir dignidades perdidas, que fueron muchas, no debe ofender a los seres humanos que ahora se duelen de que se quiera remover aquella historia. Es una manera de cerrar la historia, no de reabrirla, dejar las cosas en su sitio, con los testimonios que siguen taponados como con corcho negro. Y llevar al banquillo a Garzón simplemente porque no les gusta a los magistrados lo que su colega hace es una señal más de que en estos tiempos aún no se ha cerrado del todo la herida moral que nos dejó la guerra».
En el blog La Memoria Viva se han fijado en los apoyos que ha recibido Garzón y es que «dos de las cuatro asociaciones de jueces, la progresista Jueces para la Democracia y la moderada Francisco de Vitoria , consideran que el proceso a Baltasar Garzón ??tiene poco recorrido? o constituye ??un abuso? del Supremo. Al contrario que la mayoritaria Asociación Profesional de la Magistratura , que considera ??normal? el caso. El Foro Judicial Independiente cree que su declaración como imputado ??es una garantía?.
El autor del blog Es la libertad de expresión, idiotas se fija también en el juez encargado del caso que según él es « de los progresistas, amigo de De la Vega y un histórico de la asociación izquierdista ??Jueces para la Democracia?». Asimismo, califican como sorprendente el espectáculo de Garzón negándose a contestar a la acusación, que es algo que básicamente sólo hacían en España, hasta ayer, los etarras».
Por último, respecto a la sentencia que se pueda dictar contra Garzón, Arsenio Escolar explica que hay quien considera que se «dictará un auto de prosecución de procedimiento, que es tanto como decir que hay indicios de delito de prevaricación en el comportamiento de Garzón, lo que podría llevarle a tener que dejar el juzgado. Otros piensan que no, que el aviso que la cúpula judicial quería dar a Garzón y por extensión a todos los jueces (?el franquismo no se toca?) ya se ha dado y ha sido recibido, y que Varela archivará la causa sin más demora. ??Una cosa es tocar las pelotas a Garzón -decía ayer muy expresivamente un jurista- y otra arracárselas?.
Sorprendentemente, en España, esta noticia ha tenido escasísima repercusión: El periódico ruso Novie Izvestia publica un texto de Anzhela Druhinina dando cuenta de unos nuevos vetos que ha introducido Rusia a los productos cárnicos: ??Ni pechuga, ni magro, ni tocino?.Entre ellos a los que llegan desde España. Según el texto, el nuevo veto está relacionado con la aparición en la comarca de Estella, en la provincia de Navarra, de varios casos de gripe del pollo (virus H5):
??Pese a que muchos importadores cárnicos consideran que las exigencias locales para la introducción de producción cárnica es demasiado rigurosa, el Servicio de Vigilancia Ganadera y Agrícola sigue revisando las partidas de carne. Así, desde el 7 de septiembre se prohíben los envíos cárnicos de una serie de empresas de España, Canadá, Francia, Argentina y China. Una semana antes se había ya prohibido la entrada de carne de pollo de la provincia española de Estella?
?? Los vetos temporales introducidos ayer afectan a un amplio espectro de la producción. Así, dos empresas españolas tienen ya prohibido introducir carne de pollo y de cerdo. Otra firma canadiense, porcino. Otra francesa, tocino. Otra argentina, vacuno. Y otra china, carne de conejo. Esta vez, las comprobaciones detectaron diversos microorganismos anaeróbicos, bacilos diftéricos y salmonella.?
Solamente el diario «Noticias de Navarra» recogía la información, añadiendo que expertos del departamento de Salud navarro restaron importancia a esta decisión que, «parece responder más a cuestiones comerciales que sanitarias ya que la OMS, tanto ante la gripe aviar como ante la porcina, no ha recomendado en ningún caso el cierre de mercados». El último caso sobre gripe aviar en Navarra se registró el pasado mes de junio, -dice Noticias de Navarra
Los principios que rigen la política económica de Zapatero:
mantenimiento del gasto social, no reforma del mercado laboral, cambios en busca de nuevo modelo productivo y, como la política fiscal es instrumental, ahora es preciso utilizarla para hacer frente a las necesidades de las afectados por la crisis.
Rajoy ha basado su discurso en el reto del recorte del gasto público, Zapatero ha contestado con el ejemplo de ayuntamientos y comunidades del PP que hacen lo contrario: el gasto público del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón.
Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «Tras la jornada parlamentaria de hoy, la palabra es decepción. A una crisis extraordinaria le ha correspondido un pleno muy ordinario, en el que ha habido todo menos lo que más se necesita: liderazgo. Liderazgo político. Del presidente del Gobierno, por supuesto, pero también del líder de la oposición, y de los portavoces de los grupos parlamentarios. Todos han estado espesos, cansinos, administrativos, rutinarios. Todos parecen superados por la realidad. Zapatero ha perdido su brillo y Rajoy es plomo fundido. Zapatero maneja dos ideas sólidas: amparo a los más débiles y diseño de un nuevo modelo.
En lo primero, la protección social, su empeño es tenaz, incondicional, casi obsesivo. Lo segundo, el nuevo modelo, está en la fase vaporosa de los enunciados. De la intervención de Zapatero quedan algunas medidas concretas, pero a la sociedad no le ha producido ni un minúsculo calambre.
Rajoy dice cosas, pero cuanto dice es humo. Propone soluciones que él llama de sentido común, pero que se cuida muy bien de no concretar. Reducir gastos, pero sin especificar cuánto ni cuáles. Bajar impuestos, pero sin decir qué impuestos, ni qué porcentaje. Todo gratis y todo muy circunspecto.
Cuando más destaca Zapatero es cuando está hablando Rajoy. Los demás intervinientes, muy tácticos, tomando posiciones para los presupuestos generales. Por cierto, el PNV entreabre la puerta a Zapatero.
En conjunto, una sesión técnica, fría, burocrática. Inadecuada para un momento como este cuando la ciudadanía -preocupada cuando no asustada- necesita sobre todo liderazgo. Alguien puede creer que decir liderazgo es decir nada. Se equivoca.
Los pueblos se han movilizado, se han unido en la adversidad, se han puesto las pilas cuando se les ha sabido implicar en la tarea colectiva. No ocurre eso hoy. El crédito de Zapatero mengua, Rajoy nunca lo tuvo. Incluso un pacto entre los dos -que sería necesario- parecería insípido. Así están las cosas. La política no puede con la crisis y la sociedad cree que todo lo tiene que hacer la política.»
![]() Premio Pulitzer 2009, Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.
Sus columnas, ahora en radiocable.com
|
Eugene Robinson – Washington. La norma entre los políticos en Washington solía ser que cuando el vulgo se inquieta, como está ahora, lo más seguro es desplazarse al centro. Pero a medida que termina este verano amargo e inquieto, el centro político parece la línea de separación de carriles de una concurrida calle — un lugar peligroso donde quedarse, y un lugar excelente para ser atropellado.El Presidente Obama podría querer tener presente esa imagen, no sólo en los últimos momentos de la reforma sanitaria sino también mientras planifica su camino a través de su ambiciosa y prometedora agenda. Es un maestro enhebrando la aguja mientras rechaza lo que llama «elecciones falsas.» Pero algunas opciones están hechas de cemento y sólo pueden ser pospuestas, no evitadas.
Es una importante creencia de la cultura política de Washington que legislar mediante compromiso — «encontrarse en el punto medio» — es la única forma de avanzar y conservar el apoyo del enorme, moderado y esencialmente razonable grueso de electores que constituyen el centro político coherente. Mi problema con este análisis es que muchas de las grandes decisiones han terminado siendo binarias por obligación: Sí o no. El único terreno en el centro consiste de los «tal vez» o los «más o menos,» y no veo pruebas de que el país tenga ganas de «tal vez» o de «más o menos.»
Gran parte de la energía, las pasiones y la rabia que se manifiestan en las asambleas en torno a la reforma sanitaria son irracionales y se basan en desinformación ridícula. Pero la emoción es real, y refleja el hecho de que la derecha está ocupando la postura de rechazo tajante irreflexivo a cualquier cosa que intente hacer Obama.
Los Republicanos del Congreso han decidido claramente que revierte en su interés mantener motivados a estos activistas dentro del papel — hasta los locos «birthers» que niegan la legitimidad de Obama como presidente y los tarados militantes que cuestionan su patriotismo. Si en algún momento hubo oportunidad de lograr el apoyo Republicano a la legislación de reforma significativa de la sanidad, ese momento ha pasado.
Esto convierte la reforma sanitaria en una lucha interna entre Demócratas. La izquierda activista del partido está en un estado tan demencialmente iracundo como su análogo Republicano. Pero sería un error que el presidente o la dirección Demócrata en el Congreso subestimara las pasiones que despierta la reforma sanitaria entre su principal electorado.
Los Demócratas llevan soñando con la sanidad universal desde la administración Truman. Obama hizo campaña con la promesa de ponerla en práctica, o algo muy parecido. Los Demócratas progresistas de la Cámara, la asociación de organizaciones sindicales y otros actores relevantes dentro del Partido Demócrata suenan como si estuvieran hablando en serio cuando advirtieron a la Casa Blanca de no abandonar la idea de una opción pública sanitaria.
En perspectiva, probablemente fuera un error que Obama permitiera que la opción pública se haya convertido en una prueba de fuego así. Un programa público no es un prerrequisito de la sanidad universal, como han demostrado naciones como Alemania, Francia o Japón. Pero el único intercambio razonable a cuenta de prescindir de la opción pública, en mi opinión, sería la capacidad de acercar la cobertura sanitaria a la verdadera universalidad mucho más. En su lugar, los negociadores que encabezan los seis principales comités del Senado — aquellos que de alguna manera intentan «encontrarse en el punto medio» — parecen avanzar en la dirección contraria.
Los Demócratas tienen razón al creer que tienen que aprobar algún tipo de proyecto de ley sanitaria o ser acusados — con justicia, diría yo — de una sorprendente incompetencia. ¿Pero cuál es el motivo de hacer concesiones a los Republicanos que, en último término, de todas formas no van a votar a favor de la legislación?
Y en cuanto a los Demócratas centristas que representan a los estados bisagra y que intentan reducir todo el ejercicio a una especie de «reforma light,» ¿quién cree que va a estar en la posición más vulnerable en las encuestas si la iniciativa de reforma fracasa y los electores deciden castigar al partido? ¿Piensan tener alguna posibilidad de derrotar a sus contrincantes Republicanos si los activistas progresistas no están entusiasmados a la hora de extender cheques, hacer llamadas telefónicas o hacer visitas a domicilio?
En último término, los Demócratas razonarán probablemente que algo es mejor que nada y aprobarán algún tipo de proyecto que pueda llamarse «reforma.» Pero si se entiende como algo puramente formal, Obama podría pagar el precio. Los progresistas vienen dispuestos a pasarle factura a cuenta de la creciente implicación estadounidense en Afganistán, la generosidad que ha manifestado con Wall Street, o no investigar por completo los abusos de la era Bush. También esos podrían acabar siendo asuntos binarios — y el «centro» podría terminar siendo un lugar aún más precario.
Eugene Robinson
Premio Pulitzer 2009 al comentario político.
© 2009, Washington Post Writers Group
Derechos de Internet para España reservados por radiocable.com
El joven republicano Jaume d’Urgell podría entrar en la cárcel tras negarse a pagar una multa por «ultraje a España». El caso, ya conocido, está creando mucha expectación. «Lo que es habitual cuando existe una gran presión mediática» dice d’Urgell, «es que se haga una especie de alto y se produzca una dilación de dos a tres semanas para que la ésta remita».
Actualización 10-9-2009: Jaume d’Urgell se declara insolvente. La decisión ha quedado aplazada.
«Hasta el momento todas las denuncias sobre injurias al Rey o ultraje a España se han resuelto pagando la multa» cuando baja la «intensidad informativa». En su caso, «la idea de negarse a pagarla», comenta, «es para acentuar el nivel de paradoja de unas normas que algunos consideramos extemporáneas». Asimismo, d’Urgell reclama la revisión de determinadas leyes propias de un país «democrático y libre»: «no tiene que haber una consecuencia penal muy fuerte» para este tipo de delitos.
D’Urgell, que cambió una bandera constitucional por una republicana en unos juzgados de Madrid, milita en el PSOE, pero no tiene «ningun cargo orgánico, ni público por lo que dentro del partido» su caso no ha tenido «ninguna repercusión».
«El partido del Gobierno tiene una responsabilidad institucional que no puedo ignorar», sentencia. Mañana el juez le notificará la condena. ¿Qué pasará? «No lo se».
La acción de D’Urgell