E. Robinson

Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.

 

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Eugene Robinson – Washington. La tierra a Wall Street: se acabó la fiesta. Os lo habéis pasado bomba, mejor de lo que os merecíais, pero ahora haríais bien en prestar atención a esa gente de fuera, la que lleva horcas y antorchas.

El honrado veredicto de la Senadora Claire McCaskill a propósito de los ejecutivos desvergonzados, desorientados y ávidos de primas debería esculpirse en piedra sobre la tumba del ethos entero de los «Amos del Universo» que nos trajeron este momento de catastrófico riesgo económico: ??Esta gente es que es idiota.?

La Demócrata de Missouri se despachaba frente a la nación la semana pasada cuando subía al estrado del Senado para denunciar los 18.400 millones de dólares en primas anuales con los que Wall Street se bonificó — una palmadita en la espalda a cuenta de un fracaso tan monumental y despreciable que los contribuyentes han tenido que desembolsar casi un billón de dólares en fondos de rescate de emergencia. Y contando.

A propósito de Merrill Lynch, que tradicionalmente abona sus primas en enero, McCaskill estaba al rojo: ??¿Saben sus señorías lo que hicieron estos ruines? Decidieron abonar sus primas en diciembre, antes de que el Banco de América se hiciera cargo. (Ellos) desembolsaron entre 3.000 y 4.000 millones en primas en diciembre, y ese trimestre Merrill Lynch registró 21.000 millones de dólares en pérdidas. ¿En qué planeta vive esta gente? ¿En qué estaban pensando??

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En ellos mismos, me atrevería a aventurar.

McCaskill presentaba una ley que limita a 400.000 dólares las remuneraciones en cualquier compañía que reciba fondos del rescate -el salario del presidente de los Estados Unidos. Es difícil mejorar sus palabras: «Debimos haberlo hecho antes que nada. Pero no creo que ninguno de nosotros llegáramos a pensar que estos tipos fueran tan idiotas. No creo que ninguno de nosotros creyera que se iban a llevar miles de millones de dólares en primas mientras sus instituciones estaban literalmente a días de ser barridas del mapa. Pero lo hicieron. Y hemos aprendido nuestra lección.?

A las comadrejas, quiero decir, a los ejecutivos: «Aquellos que esperan cosechar los dones de la libertad, tienen, como hombres, que aceptar el peso de apoyarla.? No, espere, eso es de Thomas Paine, no de Claire McCaskill.

El Senador Republicano de Iowa Charles Grassley invitaba al presidente Obama a «incautar» las primas abonadas por las empresas que recibieron fondos del rescate. No puedo evitar imaginarme una flota de remolques del gobierno «incautándose» de un montón de BMW a estrenar con destino a un garaje de la grúa.

Las insultantes primas sugieren que Wall Street no comprende en absoluto lo mucho que ha cambiado su posición en la nación y en el mundo. Mientras los Amos del Universo siguieron fabricando riqueza con su ceremonial de títulos respaldados con deuda y préstamos protegidos con divisa frente a los descubiertos, nosotros los simples mortales estábamos dispuestos a tolerar sus petulantes excesos. Pero resultó que sólo generaban el espejismo de la riqueza y ese ceremonial era tan estúpido como se veía desde fuera. Estadounidenses corrientes pagan ahora con sus puestos de trabajo, sus hogares y su salud física y mental. Respetados economistas hablan de la peor crisis desde la Gran Depresión. ¿Y Wall Street tiene la cara dura de descorchar el champán?

Las cosas han cambiado. Ya no parece razonable -nunca lo fue- que el ejecutivo de dirección medio ingrese 344 veces lo que el empleado medio, según estimaba el pasado agosto el Instituto de Estudios Políticos y la organización sin ánimo de lucro United for a Fair Economy. Ya no parece aceptable que John Thain, el depuesto jefe de Merrill Lynch que solicitó esas primas antes de tiempo que tanto enfurecían a McCaskill, gastase 1,2 millones de dólares procedentes de las arcas de su empresa en caída libre para decorar su oficina -y a continuación, con las pérdidas de Merrill anunciadas como aún peores de lo que se temía, solicitara una prima de hasta 10 millones de dólares para sí mismo.

Ya no tiene ningún sentido recompensar tan generosamente a aquellos que trabajan en la industria financiera en comparación con la forma en que remuneramos a aquellos que, digamos, fabrican vehículos pesados o programan o enseñan a nuestros hijos. Los sueldos deben ser razonables y las primas -mucho más modestas- deben reservarse a aquellos que realmente, ya sabe, fabricaron riqueza. Si alguno de los pretenciosos «talentos» de Wall Street se frustra y abandona, fabuloso. Fue ese «talento» lo que nos trajo aquí.

Tal vez algunos en la industria sientan tener pleno derecho a su carretilla de dinero de costumbre en un año en que la Bolsa pierde alrededor del 40% de su valor. La gente con las horcas y las antorchas piensa de otra manera. ??Idiotas? se encuentra entre los apelativos más suaves que circulan en la actualidad. Revertiría en interés de Wall Street adaptarse a los nuevos tiempos antes de que los aldeanos se acerquen más al castillo.

                   Eugene Robinson
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El Gran Wyoming, convertido en una estrella de la red y la televisión, envía ahora un mensaje dirigido a los Internautas: «Hay que contrastar! -dice Wyoming- No os creais todo lo que sale por Internet! Creed solo en mi, ese gran profeta universal», -ironiza el humorista.

En el mismo, Wyoming reflexiona sobre las críticas que ha recibido la iniciativa de su programa, incluso desde la Asociación de la Prensa de Madrid: «Me parece un disparate, es como si incluyeran ahí a los Simpson». «Yo no soy periodista, ni ganas»

Wyoming también alerta de los riesgos de creerse todo lo que sale en Internet: «Hay un iceberg en la información. Lo que se ve es 1/8 pero luego hay sumergida una cantidad de mierda y de basura». En una entrevista publicada en la página web de El Intermedio, Wyoming aborda también las desmedidas críticas recibidas tras la broma: «Lo que pasa es que «vivimos en un país en el que todavía al señorito se le tiene mucho respeto. El síndrome del latifundio ha hecho mucho daño». [Pulsa aquí para ver el vídeomensaje]

El fake

La pasada semana el programa El Intermedio, envió, via email anónimo, al canal conservador Intereconomía, un vídeo aparentemente rodado con un teléfono móvil en el que el humorista increpaba a una becaria. El programa Más se perdió en Cuba de Intereconomía lo emitió -decorándolo con descalificaciones de diversa índole- sin ni siquiera contactar con el afectado. Según afirmó posteriormente el presentador Xavier Horcajo al tener a Wyoming «por un delincuente», no tenían por qué hacerlo. El vídeo resultó ser un fake, una broma muy bien elaborada del programa de Wyoming destinada a demostrar los escasos controles informativos que aplican algunos medios de comunicación. Se la colaron.

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La broma completa

 

Richard Cohen

Columnista en la página editorial del Washington Post desde 1984.

 

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Richard Cohen – Washington. La nueva administración Obama tendría que pulsar un botón para volver atrás. Al presionarlo volveríamos a esos maravillosos días de hace dos semanas en los que se hizo historia, se respiraba cambio y todo Washington zumbaba de entusiasmo. Ahora, sin embargo, tenemos un candidato al Gabinete que no pagó todos sus impuestos y otra elección del Gabinete que ya está confirmado hizo algo similar, y un paquete de estímulo que ofrece montañas de dinero pero solo montículos de reforma. ¿Podemos retroceder un poco?

Vistos de manera individual, los problemas fiscales del Secretario del Tesoro Timothy Geithner y el candidato a Secretario de Salud y Servicios Sociales Tom Daschle no son gran cosa. Combinados, sin embargo, equivalen a un mensaje: si usted es apreciado por esta administración, no tiene que seguir las normas por fuerza. Geithner y Daschle son buenas personas, pero sus nombramientos envían el mensaje de que las caras nuevas no siempre vaticinan cambios.

Ese mensaje se mezcla nada menos que con el paquete de estímulo. La necesidad de un estímulo económico de un billón de dólares al menos está más allá de cualquier duda, y la obsesión del Partido Republicano con los recortes fiscales -¿qué pasa si el contribuyente no gasta lo suficiente?- Es sólo una versión de lo que Samuel Johnson solía decir del segundo matrimonio: «El triunfo de la esperanza sobre la experiencia.? (El estímulo fiscal más reciente demostró ser un empujón relativo.) Pero lo que brilla por su ausencia en el paquete es precisamente aquello a cuenta de lo cual hizo campaña Barack Obama: cambio. El estímulo es en su mayor parte más de lo mismo.

La educación debería haber sido el terreno en el que Obama debería haber puesto algo de carne en el asador del cambio. La administración ha destinado 100.000 millones de dólares a la educación preuniversitaria, pero muchísimo menos a una reforma. La crisis de un hombre es la oportunidad de otro y la recesión actual supone una gran oportunidad de inducir al estamento educativo a cambiar sus díscolas costumbres. Destinar más dinero no va a suponer por sí sola una gran diferencia. Fíjese en el sistema escolar del Distrito de Columbia. Si el dinero marcara la diferencia, el lenguaje oficial en Washington sería el latín. No es así.

La mayor parte de los 100.000 millones de dólares destinados a la educación preuniversitaria se dedican a nutrir programas existentes o garantizar su continuidad. Algunos de estos programas como Title I para niños discapacitados son promulgados a nivel federal, y con la recesión los estados tienen cada vez más difícil su financiación. Es dinero bien empleado.

Pero si se va a poner dinero sobre la mesa, ¿por qué no acompañarlo de condiciones de reforma? Después de todo, sin el dinero extra, la probabilidad indica que habrá profesores despedidos por todo el país. Eso da al presidente cierto poder: si coge mi dinero, tendrá que introducir mis reformas. Tal vez no se pudiera llegar a un acuerdo. No lo sabremos. Lo que sabemos, sin embargo, es que los sindicatos de profesores tienen una comprensible aversión a algunas reformas. También sabemos que los sindicatos apoyaron a Obama en su campaña.

Haga sus deberes de educación y descubrirá un consenso emergente. Abolir las plazas fijas. Hay otras formas de garantizar que los profesores son tratados con justicia sin necesidad de garantizar el puesto de trabajo de los que son ineptos. (Los polis no tienen plaza fija, y los columnistas tampoco.) Asegurarse de que los mejores profesores imparten en los centros más difíciles y asegurarse de que son retribuidos generosamente por hacerlo.

¿Qué tal prolongar la jornada escolar, quizá durante una hora más o menos? ¿Qué tal prolongar el curso escolar? ¿Qué opina de dejar un poco de lado No Child Left Behind, pero insistir en que se mantengan sus exámenes para rendir cuentas? ¿Qué hay de hacer algo a propósito del triste hecho de que los profesores no son lo que solían ser? Ahora que las mujeres y las minorías tienen más oportunidades en casi todos los terrenos, lo mejor entre ellos ha abandonado la enseñanza. El salario es pésimo y el trabajo puede ser difícil. ¿Pueden 100.000 millones de dólares ayudar a paliar esa situación? Podría ser.

Nada de esto es radical precisamente. Es más o menos un programa defendido por grandes figuras partidarias de la reforma en el consistorio como Michelle Rhee, de Washington, o Joel Klein, de Nueva York. Ellos, al igual que otros educadores, no son sindicalistas a la vieja usanza. Son más bien izquierdistas convencionales. Pero si su prioridad son los niños -lo que un empresario llamaría «el producto»- entonces no hay más remedio que cambiar ciertas normas. El gobierno federal no puede controlar al milímetro cincuenta estados y miles de distritos escolares, pero puede imponer condiciones para recibir sus fondos. Esta, como sabe cualquier padre, es la forma de ganarse la paga.

Se ha desperdiciado una oportunidad. Sé captar la necesidad de poner en marcha las cosas con rapidez y evitar trifulcas políticas innecesarias -los sindicatos de profesores saben cómo pelear- pero la explosiva energía del «cambio» se está perdiendo. Pulse volver atrás. Nunca es demasiado tarde para volver atrás.

Richard Cohen
© 2009, Washington Post Writers Group
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The Spanish correspondent in the Agency Kyodo News sees a few similarities between the crises that is crosses over Spain today and the one that Japan lived in the 90s. In radiocable.com the newsman says that in his country the recipe to surpass the pothole -that there, it lasted for more than 10 years- was not to be a pessimist, or to be a positivist, but a realist. And to begin to work as a team. Even though, Japan did not have the unemployment rates as low as the ones in Spain.

To Masako Ishibashi, the situation that Spain is currently living reminds him of the circumstances of the 90s in Japan. ??There was an outburst in the economy, from the giant bubble. We thought it was made out of steel, but it was only a bubble.? And as the same as Spain, the Nipponese had enjoyed a fast growth, which made the fall be much more noticeable.

Japan did not suffer such low unemployment rates as the ones in Spain. The newsman explains that in his country there is a lot of temporary work and it is in that sector, where there is always more unemployment. In these and the full-time employees, it is estimated that Japan??s unemployment affects 8% of the population, about 2.5 million people, in a country of 130 million habitants. In terms of the method that worked out to over come the crises, Masako Ishibashi says that ??it was not being a pessimist, nor an optimist. To work. To forget the past. To try to recuperate the country and converted into a team.?

[Audio & text in spanish]

 

Ellen Goodman

Premio Pulitzer al comentario periodístico.

 

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Ellen Goodman – Boston. Puede que debamos una disculpa a los médicos que realizaron el anuncio del alumbramiento con tanto entusiasmo y orgullo. El parto de ocho bebés en cinco minutos fue, respiraban aliviados, «sorprendente.? La mamá era «increíblemente valiente.? En conclusión, fue «un día muy emocionante,» una hazaña por la que el equipo médico de cuarenta y seis miembros del hospital californiano esperaba alabanzas y elogios.

Pero en lugar de sonrisas, vieron sorpresa. La atención pasaba de los médicos a la madre, de su valentía a ser juzgada, del éxito médico de este equipo de neonatología a los fallos éticos del tratamiento de fertilidad.

Resultó que Nadya Suleman tenía ya seis hijos en casa. Los catorce vástagos Suleman no tienen padre, tienen donante de esperma. Al parecer todos fueron concebidos por fertilización in vitro implantados presumiblemente en grupo los últimos ocho. Para rematar la faena, su madre no tiene trabajo. Y su familia se declaraba recientemente en bancarrota.

Antes de abandonar el hospital, antes de que los bebés abandonaran cuidados intensivos, todo el país había pasado del ánimo «qué pasada» al «¿estás de broma?? Todos los temas de los que en realidad no queremos hablar en términos de embarazo y paternidad -estado civil, dinero, libertad de elección, responsabilidad y tecnología- habían conjurado en el escándalo y los comentarios del parto múltiple de Nadya Suleman.

¿Tiene alguien derecho a decir a los demás cuántos hijos tener? ¿Debe tener descendencia exclusivamente la gente con los medios para mantenerla? ¿Tiene usted que tener marido para tener un bebé? Estas son las preguntas que nos hacen sentir incómodos cuando hablamos del modelo familiar de toda la vida. Pero adoptan un nuevo matiz en el salvaje oeste sin regular de la tecnología de la reproducción.

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¿Tenemos que repasar exactamente lo sucedido desde que Baby Louise saliera de una placa de Petri y la reproducción se convirtió en el negocio familiar? A estas alturas hay decenas de miles de niños sanos que nacen cada año gracias a medicinas para la fertilidad y fertilización in vitro para la delicia de sus familias.

Los médicos de la reproducción no dicen no -ni deberían- a las pacientes solteras o los homosexuales o a aquellos que ya tienen hijos. Los médicos no realizan visitas a domicilio ni evaluaciones psicológicas ni perfiles socioeconómicos de los pacientes que quieren tener hijos. A lo más, los médicos hacen lo que el experto en bioética Arthur Caplan llama «la biopsia de la cartera» para ver si los padres pueden pagar las facturas.

Somos mucho más rigurosos en el proceso de adopción o acogida que en los tratamientos reproductivos. Pero ¿debe haber límites?

La madre de Suleman describe ahora por doquier a su hija como «obsesionada con los hijos,» y le gustaría que hubiera elegido ser profesora de guardería. Pero resulta que puedes tener seis hijos y seguir recibiendo tratamiento por «infertilidad.? Y aquí es donde llegamos al meollo de la cuestión, resulta que no existe ninguna ley en este país que limite la cifra de embriones que pueden implantarse por cada matriz.

Como dice la especialista en bioética Lori Andrews, «El cuerpo de la mujer no es lo bastante grande para servir de litera.? Si, como nos han dicho hasta ahora, a Nadya Suleman le fueron implantados ocho embriones apartados de sus tratamientos anteriores, es algo equiparable a la negligencia. Si quiso apartar los ocho sabiendo que podía negarse a llevar a puerto algunos, es más madre disfuncional.

Ellen Goodman

© 2009, Washington Post Writers Group
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Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «¿Era necesario tanto?. ¿Era necesario ese jubileo, ese despendole político y social?. ¿España toda convertida en un gigantesco botafumeiro para llenar de incienso cada minuto de estancia entre nosotros de monseñor Bertone?. El Gobierno dispuso un recibimiento abrumador, para neutralizar el influjo de Rouco Varela, y poner de manifiesto buena voluntad. Una ingenuidad enternecedora. La Iglesia, al menos por lo que a España se refiere, solo se conforma con todo. Ni un poquito menos. No le ha sido suficiente la generosidad económica del Estado, ni sus gestos de aproximación o de respeto. La Iglesia siempre ha considerado España como su cortijo y la Iglesia en Roma, también. Es magnánima con cualquier iniciativa pública que no ponga en cuestión su autoridad. Pero no está dispuesta a renunciar a su titularidad como propietaria de esta vieja tierra. Es, por tanto, inútil llevar el debate a aspectos concretos. El aborto está legalizado en otros países. Asignaturas como la educación para la ciudadanía se imparten en toda Europa. Los matrimonios gays sí son mas excepcionales, pero ellos solos no justifican una descalificación que la Iglesia dirige, con carácter general, a toda la política del Gobierno actual. Nuestro laicismo es poca cosa frente al francés, la secularización de nuestra sociedad no es mayor ni menor que la de todo el mundo occidental. Y, además, no hay Gobierno mas desprendido en cuestiones monetarias. Da igual. Nada servirá de nada. Un despliegue casi humillante de brazos y piernas abiertas no nos congraciará con la Iglesia. Solo nos es permitida la adhesión inquebrantable. Es la fatalidad que nos acompaña por ser España, sobre todo, puente con Latinoamérica, donde se libra la gran batalla por las clientelas religiosas. No proponemos la ruptura. Vivir es convivir. Pero sin humillarse, sin hacer el ridículo con un peloteo rastrero que, además, resulta estéril.»

Las aperturas del informativo de Iñaki Gabilondo, cada día

Un corto producido por Thumb Digital resume en 3 minutos y de forma muy visual como Internet, las redes sociales y las nuevas tecnologías han cambiado y ampliado el mecanismo tradicional y los canales de información. Ahora, gracias a los medios online, existen nuevas formas de generar contenidos, de transportarlos, transformarlos y… consumirlos.

El video explica como los medios de comunicación convencionales, que antiguamente poseían casi el monopolio en este sector, son ahora solo una fuente más. Privilegiada, pero una más. (Fuente: El Selector)

 

Para poder modelar el vidrio, los artesanos lo funden a una temperatura de 1600 grados centígrados (C°), para obtener un material viscoso y cristalino susceptible de ser trabajado o esculpido. Pero además hay una artista, Etsuko Ichikawa, que ha encontrado otro uso para el vidrio derretido o fundido: hacer dibujos. En la red circula esta fascinante grabación que muestra como se pinta en papel -quemando y controlando la combustión- con un palo y vidrio viscoso en vez de un lapiz.

Un artista callejero y diseñador gráfico de Los Angeles, Shepard Fairey, es el autor del famoso poster que muestra a Obama en rojo y azul sobre la leyenda «Hope» (Esperanza). Su trabajo se convirtió para muchos en el icono por excelencia de la campaña del hoy presidente de EEUU. Pero más de un año después de diseñar el cartel, Fairey se enfrenta ahora a una demanda de la agencia Associated Press que considera que la foto que sirvió de base al artista es suya y está sujeta a copyright.

Shepard Fairey y su poster
(Foto: Flickr/A35mmlife)

Aunque en principio se dijo que la imagen usada por Fairey había sido captada por el fotógrafo de Reuter, Jim Young -quien aseguró que no reclamaría derechos-, ahora parece que la verdadera fuente de Shepard Fairey fue una foto hecha en abril de 2006 por Mannie Garcia, una colaboradora de AP en el National Press Club de Washington. Por esto la agencia, auqnue la fotografa nunca estuvo en plantilla y ya no trabaja con ellos, reclama el crédito y una compensación.

Según el director de relaciones con los medios de Associated Press, Paul Colford, están en conversaciones con los abogados de Fairey que defienden que este tenía el derecho para hacer este trabajo. De hecho el representante legal del artista es director del Fair Use Project en la Universidad de Stanford. Un grupo que defiende y permite excepciones a las leyes del copyright para los artistas en base qué cantidad de la obra original se usa, el fin de la nueva obra y como afecta a la primera.

Algunos expertos defienden que el uso de la imagen en el cartel fue por motivos políticos y cívicos, no comerciales, y que no sólo no ha disminuido el valor de la original, sino que lo ha potenciado. Otros consideran que empleó toda la imagen y que está es perfectamente reconocible, por lo que debería al menos haber citado la fuente.

 

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Shepard Fairey encontró la imagen en Internet a través de Google y lanzó el poster original en su web a principios de 2008. Luego lo imprimió y llenó las calles con él. Poco a poco los seguidores de Obama adoptaron el cartel como la imagen perfecta de lo que significaba la campaña del demócrata y su fama se fue propagando.

El poster gustó tanto que incluso a los responsables de la campaña de Obama encargaron al artista una versión con una imagen de la que tenían los derechos. En ella en vez de Hope, el lema era «Change». Más adelante, Fairey hizo otra tercera para Obama esta vez con la leyenda «Vote».

El poster de Obama con el lema El poster con el lema Vote

(Foto: Flickr/Mikaela)      (Foto: Flickr/A35mmlife)

Cada viernes, después del Consejo de Ministros, la vicepresidenta y portavoz del gobierno María Teresa Fernandez de la Vega comparece ante los medios para dar cuenta de las decisiones gubernamentales y responder a las preguntas de los periodistas. La comparecencia se puede seguir en directo en video a través de Internet desde la web de La Moncloa.

Maria Teresa Fernandez de la Vega
[VER VIDEO EN DIRECTO]

Esta semana se prevé que Fernandez de la Vega informe sobre la creacion de un registro judicial unificado sobre las medidas cautelares que pesan sobre los acusados de agresiones sexuales y especialmente a menores para evitar que se puedan repetir casos como el de Mari Luz. También se aprobará un código ético para las fuerzsa militares y la vicepresidenta probablemente hablará sobre el fuerte crecimiento del paro conocido esta semana y las negras previsiones de futuro.