El caso de espionaje en el PP de Madrid y la presunta creación del grupo parapolicial para espiar rivales políticos, está empezando a saltar a la prensa internacional. Lo lleva el Corriere della Sera que además lo titula como «Watergate madrileño», lo publica Silvia Pisani de La Nación de Argentina, que lo llama «Watergate Ibérico», lo publica Diane Cambon en Le Figaro, e incluso ha llegado a la Patagonia. Y también, el periódico alemán Süddeutsche Zeitung que publica un texto de Javier Cáceres titulado ??Amigos del partido espiados?.  Según el texto, el Partido ??Conservador español ordenó el espionaje de rivales?.

??Hace unos días, el periódico El País reveló una trama de espionaje en la derecha española; y todo ello precisamente en el superaño electoral español 2009, cuyos resultados son considerados decisivos para el futuro del líder de la oposición, Mariano Rajoy. En el centro del escándalo está el consejero de Interior y Justicia de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados. A mediados de 2007 contrató a un grupo de ex policías y ex guardia civiles. Aún no se sabe cómo encajan las piezas de este puzzle de espionaje. Lo que sí está claro es que ante todo fueron espiados adversarios de Esperanza Aguirre dentro del partido, entre ellos varios políticos regionales de alto rango como Alfredo Prada, antiguo ministro de Interior del gobierno regional?.

Plan, proyecto, doctrina o sistema optimista que aparece como irrealizable en el momento de su formulación. [rae]

Sí. Esta semana fui a ver Utopía, la última obra de teatro de Leo Bassi. Indispensable para quienes tienen o tuvieron una mirada progresista sobre la vida.

Soy un devoto de Bassi, ya lo he contado aquí otras veces. Apenas lo conocía como espectador de sus apariciones en televisión, en el programa de Sardá. Allí Bassi se vió obligado a compactar sus espectáculos, sacrificando el discurso político, reduciéndolo a un conjunto de provocaciones y símbolos. Así es la televisión. Poca gente fue capaz de entender qué retrataba ese bufón en las reacciones del público cuando explotaba excrementos y fingía comérselos.
Nunca nadie se había atrevido antes a decirle a las cadenas de televisión, en sus propias narices, lo que pensaba de ellos. Bassi lo hizo. Pero poca gente lo entendió: La mayor parte de la televisión es una mierda, en efecto, que comemos sin protestar, para gloria de sus ejecutivos.

Pero hace unos años la vida me colocó frente a la puerta de su teatro. Fue un martes. No tenía nada que hacer y la obra empezaba minutos después. Fuí a la taquilla, me compré una entrada y me senté. No sé por qué lo hice. No había hecho algo así en la vida. Bien, pues cuando comenzó la obra, atravesé el espejo, tuve una revelación, título que precisamente dió nombre a su siguiente obra. Al terminar me dirigí a él y se lo conté. Desde entonces hemos sido muy buenos amigos, lo que me ha permitido asistir de cerca a muchas otras de sus provocaciones, e incluso a las dificultades y amenazas que sufrió con La Revelación. Esa, pese a lo que se dijo, no era una obra de teatro sobre la Iglesia. Era sobre la racionalidad, la ilustración, contra el misticismo y la superchería, contra el miedo de los humanos, tan simples, tan pequeños, tan solos…

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Puedo contar que tuve el privilegio, además, de refugiarme una vez en su casa de la isla, en cuyo terreno Bassi esculpe formas oníricas y junto a Laura, su pareja, mima la paz dedicando tiempo a pensar y a caminar entre las voces de palmeras y frutales. Puedo decir, por tanto, que he conocido al genio. La faceta más desconocida de Leo Bassi es su vertiente profundamente reflexiva, filosófica, de enorme calado intelectual.

Bassi ahora ha vuelto a Madrid con «Utopía«, una obra sobre la pérdida de los grandes sueños, sobre la renuncia de la izquierda a cambiar el mundo. Y sobre la anestesia que están sufriendo los ideales y los grandes proyectos. Pero es, incluso, algo más que una representación, es la agitación de las conciencias, la alerta del filósofo. Un regalo para quienes buscan respuestas y no encuentran su camino.

¿Quien es el culpable de que las Utopías estén en la UCI? ¿Acaso la Utopía no ha sido la mecha de todos los grandes cambios? Pues los culpables son los perfeccionistas, los pesimistas, los pragmáticos, los conservadores, los temerosos. Porque utopía es la palabra de los valientes, de los que cambian el mundo. De Leo Bassi.

 
E. Robinson

Catedrático Neiman de Periodismo en Harvard y Editor de la sección Exterior del Washington Post.Sobre RobinsonSus columnas, ahora en radiocable.com

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Eugene Robinson – Washington. Antes de que el Presidente Obama pueda hacer, tendrá que deshacer. Reparar los daños que causó George W. Bush a los valores, el honor y el orgullo de la nación será complicado y, en ocasiones, políticamente inconveniente. Pero no hay nada más urgente, y nada cosechará en última instancia más beneficios dentro y fuera de la nación.

Los decretos ejecutivos que Obama aprobó el jueves concernientes a la detención de sospechosos de terrorismo son un comienzo. Queda mucho más por deshacer.

La promesa de campaña de Obama de clausurar la prisión de Guantánamo fue inequívoca, y su decreto ejecutivo ordenando que las instalaciones sean cerradas en cuestión de un año es en realidad simplemente el cumplimiento oficial de esa promesa en un plazo concreto. Guantánamo seguirá funcionando mañana. Obama ganó tiempo para que sus consejeros y él planifiquen cómo cumplir su compromiso, pero será una gran decepción que una acción concreta vaya a tardar tanto tiempo.

Guantánamo es más que una cárcel que alberga a varias docenas de individuos peligrosos y un puñado de verdaderos genios terroristas. El propio nombre se ha convertido en el resumen de la arrogante indiferencia de la administración Bush a las normas legales internacionales. En términos de la imagen moral de América en el mundo y de la invitación de Obama a no abandonar los ideales más nobles de la nación en aras de la conveniencia, cada día que la cárcel de Guantánamo siga abierta es un día perdido.

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Sé que llevará tiempo examinar las circunstancias de cada uno de los alrededor de 245 reclusos encarcelados allí hoy. Sé que habrá que desarrollar nuevos juicios para procesar a los sospechosos que fueron interrogados utilizando métodos que la justicia considera tortura, lo que significa que las pruebas admisibles en su contra van a ser contadas. Sé que ha sido difícil encontrar países dispuestos a aceptar algunos de los detenidos que resultaron ser víctimas inocentes de las políticas de detención de la administración Bush. Sé que desplazar a los sospechosos a cárceles militares o federales va a provocar aullidos en el Congreso, especialmente entre los congresistas cuyos estados o distritos van a verse obligados a servir de anfitriones.

Nada de esto debería prolongarse hasta un año. Un decreto ejecutivo pasa a ser real cuando es acompañado -puntualmente- de acciones.

Más inmediata y definitiva, a primera vista al menos, es la orden de Obama que prohíbe las prácticas de interrogatorio «ampliadas» de la administración Bush, cuyos críticos afirman que no son sino tortura bajo un siniestro eufemismo.

Obama limitó los interrogatorios estadounidenses a los métodos especificados en el Manual de Campo del Ejército, el cual prohíbe el castigo físico. Esa orden presidencial pone punto y final a la práctica del interrogatorio mediante ahogamiento, una técnica de ahogamiento simulado utilizada durante la Inquisición Española y el reinado del Khmer Rojo y también, para vergüenza y deshonra de nuestra nación, durante la presidencia de George W. Bush.

..La orden presidencial pone punto y final a la práctica del interrogatorio mediante ahogamiento, una técnica de ahogamiento simulado utilizada durante la Inquisición Española…

Obama dijo que sus decretos, adoptados en su segundo día completo de ejercicio, dan muestra de que «Estados Unidos tiene intención de proseguir la actual lucha contra la violencia y el terrorismo? de una forma consistente con nuestros valores y nuestros ideales.? Implícito queda el reconocimiento de que las acciones de la administración anterior no fueron consistentes con esos valores e ideales y aquí es donde Obama tiene que ir más lejos.

Hay muchos «asuntos por sentado,» por citar a Donald Rumsfeld, acerca de los años Bush. No tenemos la versión completa de las cárceles secretas distantes de la CIA donde los sospechosos de terrorismo son encarcelados e interrogados. Desconocemos el alcance del programa «de rendición» dentro del cual los sospechosos eran entregados a terceros países cooperadores para su interrogatorio agresivo y presuntamente abusivo. Desconocemos el alcance total del programa de escuchas telefónicas sin garantías judiciales de la administración.

Y hay asuntos desconocidos por completo. Teniendo en cuenta lo que ha sido dado a conocer, ¿no es concebible que la administración Bush tomara otras medidas que de ser dadas a conocer, nos pondrían los pelos como escarpias?

Obama debe constituir un jurado especializado, algún tipo de «comisión de la verdad,» para investigar la conducta de Bush durante su «guerra contra el terror» e informar al pueblo estadounidense. La idea no es procesar a nadie. La idea ciertamente no es dar a conocer secretos de seguridad nacional cuyo descubrimiento pondría vidas en peligro. La idea es saber, y recordar.

Los ideales de esta nación de igualdad ante la justicia, estado de derecho, interrogatorios humanos, privacidad y transparencia pública no son simple adorno. Son la esencia de quienes somos. Al ser indiferente a esos ideales, la administración interior fue indiferente a todos nosotros.

Una investigación escrupulosa sería polémica y podría dificultar que Obama siguiera adelante con su agenda en otros terrenos. Pero como decía el jueves, tenemos que honrar nuestros valores «no sólo cuando es fácil, sino también cuando es difícil.?

Eugene Robinson
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OPINION

Fernando Berlín the author of this blog, is the director of Radiocable.com and participates in various media in Spain.

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In the entire world the number of priest and vocations lessen and the numbers of new Catholics is not any better. For the Vatican, secularism and the new society are not a problem specifically related to Spain. It is a global problem.

Why is there so much tension from the church towards our country? The Spanish Episcopal Conference has not failed to communicate that our political model ??puts democracy at risk,? however, what about France? The French democracy is one of the most secular in the plan and it has never woken up so much attention.

??The real problem is that Spain is an open door for Latin America??s Catholicism,? says the Vatican; it is the door for immigration and one that must portray an ethical model. The new vocations come from Latin America which means a great number of practitioners.

What then? Latin America is a sign of hope, yes, but it is not definitely conquered.  The evangelical movement??s progress in giant steps and the governments there are using Spain as a political model. If the Vatican lowers his guard here, practices in those countries such as gay marriage and secularism will penetrate.

The confrontation towards Zapatero is not about the Spanish Episcopal Conference, it is about a global strategy. It not that Spain may break; is that the world is under transformation and the old structures are under defense.

La fotografías son capaces de hacer pasar un paisaje real por una maqueta. En Internet se ha puesto de moda la técnica Tilt-Shift que convierte imágenes de personas en una especie de miniatura. Ahora además hay gente que mezcla este concepto con el del Time-lapse, incluso con imagenes en movimiento. El resultado es fascinante. Hay varios ejemplos en la red. Uno de los mejores es este video titulado Helpless que muestra un día en una playa australiana retratado por el fotógrafo Keith Loutit. Incluso aparece una ballena. (Fuente: Fogonazos)

Las revelaciones sobre el caso de espionaje político en Madrid dentro del Gobierno Autonómico que preside Esperanza Aguirre es el tema más comentado en la blogosfera estos días. Hay unanimidad en calificar lo sucedido de muy grave y pedir que se llegue al fondo del asunto. El ex político y blogger Luis Solana espera que se frene y castigue este dispositivo para «espiar a la otra parte del PP» aunque no cree que llegue a afectar a la propia Aguirre.

Luis Solana

Solana ironiza sobre los peligros de militar en Madrid y además de criticar la trama de espías dentro del PP, cita errores dentro del PSOE. Sin embargo cree que será difícil que el caso salpique a la presidenta Esperanza Aguirre: «Los equipos que montan estas operaciones siempre procuran que a un determinado nivel no llegue jamás ni la sospecha. Estoy convencido que este mini-CNI habrá puesto los fusibles para que como mucho llegue al Consejero Granados». Si no es asi, advierte, el terremoto en Madrid será tremendo, pero no cree en cualquier caso que sea comparable al Watergate.

Otros blogs en Internet analizan y comentan la trama de espionaje en Madrid:

Ignacio Escolar está siguiendo el caso al detalle y da pistas: «De paisaje de fondo, una batalla, la que divide al PP por el control de Caja Madrid. Entre el PSOE madrileño circula un rumor, que el PP niega: que Esperanza Aguirre reunió a Ignacio González y Francisco Granados y les anunció que uno presidiría la caja y el otro sería su sucesor al frente del Gobierno regional. El problema es que ambos políticos aspiran a lo mismo: ser Esperanza en lugar de Esperanza. […] Aún puede dar mucho más de sí. Hay un precedente histórico de qué debe pasar en una democracia cuando el gobierno utiliza su poder para espiar a sus rivales políticos. Se llamó Watergate.»

Javier Casal considera, en su blog, los hechos de una extrema gravedad: «sobre todo para los pocos que todavía creían en la dignidad de un gobierno regional que llegó al poder como llegó. No se olviden estos días del «Tamayazo». Cuatro días después Aguirre se esfuma del Consejo de Gobierno, Granados continúa en su cargo y Rajoy guarda un silencio patético que en todo caso siempre será más esclarecedor que las explicaciones que ofreció el pasado martes. Una cadena de onomatopeyas para concluir que se fía hasta de El Caserío. «

Manolo Rico en Trinchera digital cree que muchos implicados deben dar más explicaciones: «Publico desvela que el Canal de Isabel II, empresa pública presidida por Ignacio González, adjudicó a una compañía de Enrique Sánchez un contrato por importe de 33 millones de euros. La pregunta es muy sencilla: ¿Por qué dijo González que no había realizado ninguna adjudicación a las empresas de Sánchez? ¿Por qué ocultó la verdad?»

Juan Carlos Escudier en su blog Merienda de medios también hace comparaciones con EEUU: «A Esperanza Aguirre le ha estallado en la cara un Watergate justo cuando se disponía a liquidar al presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, para poner en su lugar a su mano derecha, Ignacio González, en una muestra más de su hondo liberalismo. […] Mientras se aclara si se trata de los mismos espías y quiénes pagaban sus servicios, a Aguirre, al parecer, se le han quitado las ganas de dejar a Blesa en el paro.»

Javier Ortiz reflexiona en su blog sobre los seguimientos a políticos y sobre el axioma «la información es poder«: «tiene varias interpretaciones, pero todas igualmente válidas. No sólo es aplicable al conocimiento de los elementos objetivos de tal o cual aspecto de la realidad, sino también al control de los entresijos ocultos de quienes ejercen de rivales en una u otra pugna. Es muy importante saber qué pretenden bajo capa, con quién negocian subrepticiamente, de qué medios disponen digan lo que digan? y, ya de paso, todas sus debilidades inconfesables».

Emilio Silva en Quitándole el fuego a los dioses, considera que el servicio de espionaje: «parecería interesante si su función fuera la de informarnos a los ciudadanos de lo que se cuece en las trastiendas políticas. Estaría bien recibir una vez al año el Anurario del Servicio Secreto de la Comumidad de Madrid; un informe de desempañara el espejo de la democracia y la hiciera más transparente. […] Pero me temo que el servicio secreto aguirrista tiene una función más cercana a la producción y reproducción de poder personal, a conocer los entresijos de algunas instituciones para vender a mejor precio su casquería popular.»

Hugo Martínez Abarca crítica las reacciones de Esperanza Aguirre y los demás implicados. A la presidenta por no ir al Consejo de Gobierno y no dar explicaciones y del resto: «llama la atención la facilidad con la que algunos despachan asuntos de una gravedad alucinante sin desmentir los hechos: basta con denunciar que es una campaña. Francisco Granados (el hombre que ha sostenido la mafia durante los últimos meses, pese a que ésta es estructural en la Comunidad de Esperanza: ya funcionaba con Alfredo Prada) no dice que él no tenga a su servicio al Equipo E, sino que es una campaña de El País».

Manuel Calleja de Geografía subjetiva plantea 31 cuestiones que se deberían aclarar como «¿Si estas personas que lo realizan tienen una retribución pública? ¿Desde qué partidas presupuestarias se abonan los sueldos y otros gastos como son los de desplazamiento? ¿Toda la financiación de estas actividades ha sido a costa del Presupuesto de la Comunidad de Madrid, de algún organismo o de alguna empresa pública? ¿Existe algún informe técnico elaborado por los funcionarios de la Comunidad de Madrid que avale estas actividades?».

Javier Pueyo en Mi otro diario cree la Justicia debe intervenir a fondo. «Es necesario averiguar también quiénes estaban al corriente de la existencia de esta gestapo tamayesca y quiénes, de entre los máximos responsables de la Administración madrileña, ordenaron su creación y colaboraron para encubrir, mantener y financiar un aparato de inteligencia entregado al atropello del Estado de Derecho. No basta con la destitución y el procesamiento de los idiotas que acabarán pringando: los jueces deben determinar también quién es la señora X»

El periódico británico Financial Times publica un texto de Paul de Grawe titulado: ??Peligro: las agencias de calificación pueden perjudicarte?. El asunto ya lo habíamos tratado. La agencia que ha degradado la calificación de España, asestando un duro golpe a nuestra imágen internacional, es la misma que hace dos días alababa los créditos basura que han provocado parte de esta crisis mundial. Así que, en efecto, las dudas sobre la legitimidad de esa evaluación no solo las tiene el Financial Times.

??Standard & Poor??s ha degradado la calificación de la deuda de Grecia, España y Portugal y ha advertido a Irlanda que podría correr la misma suerte. ¿Estoy oyendo bien? ¿Sigue S&P en el negocio de los análisis de evaluación de riesgos? ¿No deberían haberse retirado de este negocio todas las agencias de calificación, después de haberse pasado años asegurando que el riesgo asociado al incremento de la deuda de bancos y grandes empresas no era motivo de preocupación?».

Standard & Poor??s has downgraded Greece, Spain and Portugal and has warned Ireland that it might suffer a similar fate. Do I hear this right?  Is S&P still in the business of producing risk analyses? Should the rating agencies not have gone out of business after they told us for years that the risk associated with the ballooning debt of banks and large companies was nothing to worry about?

??La deuda pública en la eurozona ha bajado constantemente desde el año 2000. En Grecia, España e Irlanda ha disminuido aún más rápido que en el resto de países de la zona euro. En el caso de Irlanda y España, en el año 2007 el nivel de deuda pública fue la mitad que el de Alemania y Estados Unidos. Es cierto que desde que se desencadenó la crisis, la deuda de estos países se ha disparado. Pero la deuda de Estados Unidos y el Reino Unido está aumentando a la misma velocidad y nadie les ha hecho ninguna advertencia. Por lo tanto, parece que las agencias de calificación no sólo están exagerando y dando falsa alarma, también están siendo muy selectivos en sus exageraciones?.

Todo empezó el 17 de junio de 1972. El teletipo indicó: «Cinco detenidos por entrar clandestinamente en una oficina del complejo Watergate». Parecía una historia de delincuentes comunes. Pero unos tipos se fijaron en que en el complejo Watergate estaba la sede del Comité Nacional Democrata y uno de los detenidos era James McCord el jefe de seguridad del comité para la reelección del presidente Nixon. Esos tipos fueron Bob Woodward y Carl Bernstein, periodistas del Washington Post a los que asignaron la historia. Terminó siendo el caso más encandaloso de abuso de poder en Estados Unidos y provocó la caída de Richard Nixon.

Woodward y Bernstein, con la editora Katherine Graham
(Foto: Flickr/Jlnewland)

Primero se descubrió que los detenidos estaban poniendo en funcionamiento una serie de micrófonos que ya estaban en la oficina y copiando archivos. Y los periodistas supieron que el grupo había llegado de Miami, llevaban guantes y… miles de dólares en efectivo. «Parecía un trabajo profesional», aseguró una fuente policial.

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Poco después otros dos hombres fueron acusados de guiar a los intrusos en el Edificio Watergate con walkie talkies desde un hotel enfrente. Eran Howard Hunt y Gordon Liddy. Uno era ex agente de la CIA y el otro del FBI y ambos habían trabajado en la Casa Blanca de Nixon. Liddy incluso era responsable financiero del comité para la reelección.

Mark Felt, el confidente anónimo de los periodista apodado Garganta Profunda, fue quien sugirió a Woodward que siguiera el rastro del dinero pagado a los detenidos por instalar micrófonos. El 1 de agosto de 1972, el Washington Post publicó que un cheque de 25.000 dólares proveniente de los fondos de la campaña de Nixon fue ingresado en una cuenta de uno de los cinco detenidos por entrar en el Watergate.

Fue el primer indicio que relacionaba directamente al presidente, y en concreto sus finanzas para la reelección, con la trama de espionaje. Sobre todo cuando los periodistas lograron vincular el cheque con Maurice Stans, el ex Secretario de Comercio y responsable de la recaudación de fondos de Nixon.

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Cuando empezaron las revelaciones periodísticas, la reacción del presidente fue quitar hierro a los hechos. Confiaba en que no se supiera mucho más y el asunto quedara en el olvido. Era año de elecciones y de hecho en noviembre, Nixon salió reelegido con un 60% de apoyo. Y eso a pesar de que Woodward y Bernstein lograron estrechar el cerco entorno a él y vincular al caso a gente muy cercana. Probaron que el fiscal general controlaba un fondo secreto con el que se pagó una operación para recabar información sobre los demócratas y que ayudantes de Nixon estaban involucrados en una trama de espionaje político a gran escala para sabotear a sus rivales.

En febrero de 1973, se creó un Comité de Investigación en el Senado y un Jurado para profundizar en el caso. En marzo, Nixon invocó la doctrina del «Privilegio del Ejecutivo» para tratar de evitar los ataques y justificar las negativas de sus colaboradores a declarar ante los investigadores.

Una portada del Washington Post sobre el caso

En abril, sin embargo empiezan las dimisiones de integrantes de la Administración de Nixon salpicados por el caso. Entre ellos el jefe de gabinete H.R. Haldeman y el asesor John Ehrlichman. A finales de junio, en un testimonio público ante el Comité del Senado, Alexander Butterfield reveló que Nixon había grabado la mayor parte de sus conversaciones y llamadas en la Casa Blanca desde 1971.

Las cintas se convierten entonces en el siguiente motivo de batalla. Nixon se resistió a entregarlas. Incluso despide al fiscal que investiga el caso. Hasta que la amenaza de un Impeachment, le convence de hacerlo en octubre de 1973. Aunque posteriormente se descubrió que algunos fragmentos de las grabaciones entregadas habían sido borrados.

Fue entonces cuando asegura: «Nunca he interferido con la justicia y no soy un tramposo«. Acusó al Washignton Post de estar engañando al público. Pero Woodward y Bernstein obtuvieron toda clase de documentos que demostraron que Nixon había mentido y que entorpeció la investigación del caso, alegando razones de seguridad nacional. Todavía aguantó en su cargo hasta el 8 de agosto de 1974. Es el día en que dimite.

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Iñaki Gabilondo en Noticias Cuatro: «En la Comunidad de Madrid se oye el tic-tac de una bomba de relojería. Aún es impreciso. Todo el mundo anda revisando bajo las mesas y arrastrando muebles para tratar de localizarla. El tic tac se oye cada vez con más claridad y, lógicamente, hay pánico en la sala. ¿Estallará, quedará en un susto?. Los cenáculos de la capital están al rojo vivo. Lo conocido hasta ahora nos remite al pasado mes de abril, cuando el congreso de los populares en Valencia había abierto la caja de Pandora y liberado todas las intrigas, celos y ambiciones desencadenados tras la derrota electoral. Ese es el momento en que actúa el servicio de espionaje denunciado por «El País». Granados, el señalado como cabecilla, niega y amenaza. Esperanza Aguirre, hace un par de horas, ha apoyado a los suyos. Gallardón se muestra prudente. Soraya y Cospedal sueñan con que el destino les regale una venganza a tanto agravio como reciben. Rajoy observa el patético espectáculo de su gallinero y no sabe, no entiende, no contesta y pide una investigación. González Pons, por decir algo para justificar el sueldo, apunta al Ministerio del Interior a ver si cuela, e incluso los suyos se sonrojan. Los militantes populares en toda España están estupefactos. Buscan referencias y no las encuentran. Federico, el sabelotodo de la radio, no ha dicho una sola palabra sobre el tema. ¿Que ocurrirá?. Quién sabe. Puede que el caso reviente y puede que no lo haga. Puede que se quede en ese punto en el que, a falta de una prueba definitiva, quien más quien menos se sacuda el polvo de su «cuerpo a tierra» actual y siga como si nada. En el PP, donde desde hace mucho se pelea a navajazos, nadie se fía ni de su sombra. Por nuestra parte, nos limitamos a citar a Sherlock Holmes: «la segunda mancha en el mismo sitio es siempre sospechosa, querido Watson». ¿Cómo no recordar la traición de Tamayo y Sáez?. Ahora percibimos esa misma fetidez, el mismo olor a cloaca. Continuará.»

¿Es viable hoy día un medio dando sólo las buenas noticias que se producen en el mundo? Un grupo de periodistas está convencido de que sí y por eso han lanzado «En positivo«, un diario digital que pretende mirar la realidad con otros ojos para dar un reflejo más optimista de nuestro mundo. No se trata de mostrar una versión rosa de la vida y obviar los problemas, aseguran sus responsables, sino de ofrecer ??otro enfoque? que mejore la visión que tenemos de nuestro mundo y se fije en modelos de personas, actitudes, ejemplos de políticas, economías y valores que sirvan de ejemplo.

La web de En positivo

«Buenas noticias globales para un enfoque más positivo de la realidad» es el lema de este nuevo medio que dirige Jorge Dobner y que cuenta con una plantilla que no llega a las 10 personas, pero que quiere empliarse. También creen que puede ser negocio y tienen sección y responsable de publicidad.

Para Dobner la función del periodismo «no es sólo la transmisión de información y conocimientos sino la creación y modificación de actitudes sociales.? Por eso defiende la necesidad de que exista un sitio en el que se agrupen las noticias que a diario se publican en los medios analizando la actualidad de forma constructiva.

Por ejemplo en la sección de Politica, se habla de la decisón de Obama de cerrar Guantánamo, de que Hamas acepta el alto el fuego o de que Corea del Sur y Japón impulsaran el dialogo nuclear. En Economía de consejos para aprovechar la inestabilidad de la crisis y en Deportes, no se fijan en los resultados, sino en partidos contra el hambre, la creación de escuelas de ciclismo o un torneo de futbol para gente sin hogar.

El tiempo dirá si el proyecto tiene éxito. De momento se conforman con crear una nueva causa social que se concrete en estimular una corriente de publicación de buenas noticias para inspirar a la gente.